21

El tío de Jimin, se quedó en la enorme casa de Jungkook junto a Ravi. Uno de sus chicos de confianza ya que lo conoce desde la infancia.

Durante la noche, Tsubasa, se pone en contacto con sus hombres en Tokio para informarles que ha conseguido armamento. Omite el que tendrán refuerzos debido a que más de alguno estará como infiltrado y llevará información al clan contrario.

—Cuando regrese a Japón el día de mañana, me reuniré con Seizu nuevamente y pondremos las reglas de nuestro enfrentamiento —habla el japonés, sin camisa frente a Jimin y Ravi.

—Como diga, jefe —se escucha la voz de otro japonés.

—¿Qué harás? —cuestiona el rubio a su tío.

—Mi movida será los hombres que Jeon me prestará —responde Tsubasa.

Toma la caja de cigarrillos, da unos cuantos golpes en esta y saca un cigarrillo de la caja.

—Abrire la puerta —dice Jimin, poniéndose de pie para que el humo no se estanque en la habitación.

—Lo siguiente es el lugar, cuando tengamos el lugar de encuentro podemos planear bien la movida perfecta —está vez habla, Ravi.

—Todo saldrá bien —dice Tsubasa, observando a su sobrino.

—Tengo una pregunta —Jimin se acerca a su tío y observa sus tatuajes, especialmente el dragón de su espalda. —¿Así se mira el mío? —inquiere.

Tsubasa y Ravi, sonríen y asienten.

—Están mintiendo —se queja el menor de los tres.

—¿Por qué te mentiríamos, Chim? —pregunta Ravi aun riendo.

—Porque él es mi tío —señala a Tsubasa. —Y tú mi mejor amigo de la infancia —aclara, señalando a Ravi al observar la silueta de Taehyung, observarlo.

—Eso no es cierto —sonríe Ravi.

—Claro que lo es —dice Jimin, caminando hacia Taehyung. —Sabes que te quiero —abraza a su amigo de sonrisa cuadrada.

—¿Aún sigues siendo bueno en lucha?

El menor de todos observa a Ravi.

—No lo sé, deje de pelar desde que me mudé a Busan —contesta.

Jimin se acerca a Ravi, ambos sonríen mientras se observan, pero retándose el uno al otro.

—Puedo vencerte —amenaza Ravi.

—Sigue soñando —bromea Jimin.

El menor se coloca sus pantuflas y sale de la habitación de su tío, permanece por unos segundos en medio del pasillo y cuando escucha el sonido de una puerta abrirse camina hacia las escaleras y baja de forma rápida.

Llega a la cocina, toma un vaso del estante y lo llena de agua, la bebe lentamente y luego sale de la casa sin cerrar la puerta. Avanza y observa el enorme jardín.

—¿Qué haces aquí solo?

Da un pequeño salto al escuchar la voz, pero se relaja al saber que se trata de su tío.

—Me gusta el jardín y pensaba caminar un poco —acota.

Jimin, baja los escalones junto a su tío y ambos se dirigen al enorme jardín.

—¿Así que tú y Jeon? —indaga Tsubasa, observando el oscuro cielo de Busan.

—No quiero hablar al respecto de eso y mucho menos contigo —responde Jimin.

—Soy tu familia, Jimin —le recuerda su tío.

—No somos nada —se defiende el menor.

—Vi que te besaba en la cocina —le recalca su tío.

—No es lo que parece —bufa el menor, desesperado. —Sé qué sonará raro lo que diré y no quiero que pienses lo peor de mí —Jimin se detiene y se para frente a su tío. —Todo fue solo sexo y no es que me venda, mierda —Park, desciende su rostro avergonzado por lo que acaba de confesarle a su tío.

—¿Te gusta? —pregunta Tsubasa.

El menor no responde y sigue observando el pasto verde.

—Entiendo —musita su tío, haciendo que Jimin, alce su rostro. —Tienes el carácter de tu madre —agregaga mientras sonríe, pasando su brazo izquierdo sobre el hombro de su sobrino.

—Voy a ayudarte en lo que pueda, solo acelera todo y por favor haz que el clan contrario entienda que Tokio te pertenece. No quiero vivir más aquí —le plática el menor.

Tanto tío y sobrino, empiezan una caminata sobre el césped.

—Sé lo que se siente no ser correspondido —dice Tsubasa de la nada.

—Tío, por favor —suplica Jimin, con un puchero como niño pequeño.

—Está bien —se detiene—. ¿Haz practicado con tu Katana?

El menor asiente.

—Antes de irme quiero ver si sigues siendo bueno. Una batalla con Ravi.

—Acepto

Después de una larga conversación en la que Jimin le pidió a su tío que dejará a Ravi junto a él y que le rogara para que sus movimientos en el enfrentamiento de territorios fuera a favor de ellos. El menor va a dormir junto a Taehyung en su habitación.

A la mañana siguiente todos desayunan juntos en la enorme mesa de cristal. Todo es silencio hasta que Jimin junto a Taehyung, llegan a la mesa.

—Perdón por la tardanza, ha sido mi culpa —se excusa Taehyung ante todos.

Jimin, por su parte, solo da una palmada al brazo izquierdo de su tío, le sonríe, toma asiento y se dispone a comer. Jungkook, observa a todos los presentes sentados alrededor de la mesa, pero su mirada se fija en una sola persona, en el hermoso rubio.

—¿Qué opinas de mi propuesta, Chim? —habla Taehyung, el cual, se encuentra sentado frente a Jimin.

—¿Qué? —Jimin, alza su rostro y observa a su amigo.

—¿Cuál es tu respuesta?

—¿De qué hablan? —se une a la conversación Yoongi.

—Le propuse a Jimin a asistir a una cita doble y aún espero su respuesta —menciona Taehyung, emocionado.

—¿Qué opinas, rubio? —inquiere Yoon.

—Bueno ...

—Su nombre es Jimin. ¿Cuántas veces debo decírtelo, Yoongi? — interrumpe Jungkook, antes de que Jimincontinúe con su respuesta.

—Bien, como sea, ¿qué opinas? —habla Yoon, ignorando a Jungkook fijando su atención en Jimin.

—No es una mala idea, pero ese día me debo cuidar de Dai —se excusa Park, para luego beber un poco de jugo de naranja.

—Las sirvientas pueden hacerlo —le recomienda Yoongi.

—Ravi, también puede cuidarlo por ti —agrega Tsubasa.

—No saldrás con nadie —se escucha.

Todos en la mesa guardan silencio al escuchar la voz molesta de Jungkook, llevándose toda la atención.

—Puedo salir con quién yo quiera —se defiende Jimin, arrojando su servilleta a la mesa.

Jungkook se pone de pie e ignora a Jimin.

—Ni siquiera lo conoces, rubio —ataca Jungkook, mientras Jimin se pone de pie.

—Tampoco te conocía a ti, y míranos.

—Es distinto —replica Jungkook.

—Claro que no —dice el rubio, indignado. —Estoy harto de esta mierda y lo digo en serio —agrega.

Jimin se aleja de la mesa y observa a Jungkook, pulverizándolo con su mirada.

—A puesto a que no —sonríe ladinamente, Jeon.

—No sabes nada, Jungkook —lo señala Jimin desde lejos.

—Ve por su Katana —le ordena Ravi a Taehyung.

El japonés se pone de pie y camina hasta Jimin.

—Lo sé todo, rubio —le guiña su ojo derecho para luego sonreír con prepotencia en su mirada.

—Ven conmigo —Ravi toma a Jimin de su antebrazo izquierdo, y lo saca de la casa, alejándolo de Jungkook.

—Todo un hijo de puta —le aplaude Yoongi a su primo. —Sabes que creo, Jung —dice Yoongi, luego beber su último sorbo de jugo de naranja y ponerse de pie.

—No me interesa saber lo que piensas —refuta Jungkook, molesto.

—Te lo diré de todos modos. Te gusta el rubio —hace una pausa—. Digo, te gusta Jimin y eres tan idiota para reconocerlo.

Yoongi deja solo a Jungkook y a su Tsubasa.

—Si llegas a lastimar a mi sobrino vendré y te cortaré en pedazos con mi Katana —lo amenaza Tsubasa.

Jungkook pasa por alto la amenaza que el Yakuza le ha lanzado y decide darle un tour por su enorme casa antes de que este regrese a Japón.

—Por cierto, antes de venir a Busan me reuní con el líder de los Seizu, cuando le pedí que dejara en paz a mi familia dijo que no había atacado a mi hermana en ningún momento.

Jungkook se detiene en una de las enormes ventanas y observa a Jimin forcejear con Ravi unos segundos.

—Creí que no sabía de la existencia de Jimin, pero luego dijo que se disculpaba por el ataque fallido hacia mi sobrino —añade el japonés.

—Voy a matar a todo el que quiera lastimar al rubio, te lo aseguro —continúa caminando mientras Tsubasa, lo sigue y evalúa su comportamiento.

—No sé por qué lo haces, pero te lo agradezco mucho.

Ambos salen de la casa.

Tsubasa observa a Jimin tomar su Katana y desenvainarla, Ravi hace lo mismo mientras Taehyung, se hace a un lado y se dedica a mirar.

—Moría por ver esto —menciona Yoongi, cruzándose de brazos, uniéndose a observar el enfrentamiento que está a punto de ocurrir.

—Los dos son buenos, los entrenaba y hacía que practicarán juntos —habla Tsubasa.

Un silencio profundo se apodera de todos, Tsubasa observa de reojo a Jungkook, el cual, mantiene su mandíbula presionada y sus manos formando un puño.

Jimin y Ravi, hacen movimientos previos, ambos sonriendo. Después que el mayor hace el primer movimiento e intenta atacar al rubio este borra la sonrisa de su rostro y decide empezar una verdadera batalla como en la infancia.

Los movimientos de ambos son ligeros, pero los del rubio son más limpios y un poco más rápidos. Yoongi, empieza a descender los escalones apreciando la bella forma en la que Jimin se defiende y mueve la Katana sin problema alguno.

El rubio mueve sus pies de manera ágil y hace que Ravi caiga en su trampa, y con una sonrisa acerca el filo de su katana al abdomen de su amigo.

—Muerto —pronuncia cansado.

—Has mejorado en agilidad —lo alaba Ravi.

—Gracias.

Taehyung le da la funda de la Katana a Jimin y este la guarda.

Mientras Yoongi se acerca a Jimin, Tsubasa y Jungkook, empiezan a bajar los escalones.

—No mentías —la voz de Yoongi, acapara la atención de todos.

—Te lo dije —dice Jimin, sonando victorioso y más relajado.

—Muy bien, Jiminie, estoy orgulloso de ti —le hace saber, Tsubasa.

Luego de hablar un poco más y pedirle a su sobrino que no se confíe de nadie, acompañan a Tsubasa hasta la pista privada de Jungkook.

—¿Asegúrame que estarás bien? —le pide exigentemente, Tsubasa.

—Lo estaré, tío —Jimin abraza a su tío para despedirse de él.

—Cuídate mucho, pronto estaremos juntos en Japón solo resiste un poco más —le pide.

—Lo haré.

—Ravi, cuida de mi sobrino —le ordena.

Antes de subir al avión privado observa a Jungkook, el cual, se encuentra mirando a Jimin, niega y luego sube al avión.

—Hora de irnos —ordena Yoongi.

—Debo ir al baño —dice Jimin, impaciente.

—¿Es broma? —gesticula Yoon.

—No lo es —afirma el rubio.

Taehyung acompaña a su mejor amigo y espera por él afuera del baño, observa un pequeño cuadro colgado en la pared de enfrente, choca con un tipo extraño y continúa observando el cuadro.

Recuerda el rostro del tipo y no le parece para nada bueno, intenta abrir la puerta del baño, pero está se encuentra con seguro.

—¡Jimin, abre la puta puerta! —grita, empezando a desesperarse. —¡Mierda, Jimin, abre de una puta vez! —grita de nuevo.

Al no recibir respuesta por parte de su amigo empieza a golpear la puerta con su pie hasta que consigue abrirla un poco, observa a uno de los tipos y este se percata de que lo han descubierto. Antes de ser atrapado, Taehyung, corre mientras el contrario lo persigue.

—¡Jungkook! —grita Taehyung, llamando la atención.

Yoongi escucha los gritos de Taehyung, saca su arma al percatarse de que alguien persigue al amigo de Jimin, apunta y luego dispara.

—Jimin, está en peligro —anuncia el castaño.

Jungkook, sin dudarlo corre hasta el baño mientras les ordena a sus trabajadores que cierren la pista y no dejen salir a nadie del lugar.

Yoongi le ordena a Taehyung que espere en el auto, este se niega y toma uno de los cuchillos que el primo de Jungkook lleva consigo.

Cuando Jung llega al lugar observa como Jimin forcejea con un tipo, el rubio se percata de la presencia del mayor y ve cómo alguien más entra al baño dispuesto a atacar a quien sea.

—Atrás —alza la voz, Jimin.

Jungkook observa por el espejo y de manera rápida se agacha y sin dudarlo dispara al cuerpo del tipo.

—¡Estamos aquí! —grita Yoongi, dándole seguridad a Jungkook.

El tipo que forcejea con Jimin saca un cuchillo y cuando está a punto de clavarlo en la cintura del rubio este logra empujarlo y alejarlo de él.

Jimin se deja caer al suelo intentando recuperar las fuerzas perdidas, observa como Jungkook toma al tipo de su cabello y estrella su rostro contra el espejo del baño haciendo que se quiebre y los vidrios se incrusten en su piel.

—¿Para quién trabajas? —lo cuestiona Jungkook, furioso.

Jimin se pone de pie y camina hasta donde Jungkook se encuentra.

—¿Trabajas para Seizu? —está vez quien pregunta es Jimin.

—No —es la única respuesta que consiguen.

Jungkook cegado por la ira, estrella dos veces seguidas el rostro del tipo en las partes aún completas del espejo para quebrarlas con su rostro.

—Dime para quien trabajas —le ordena Jungkook.

El rostro del tipo se encuentra cubierto de sangre.

—No diré nada —se escucha a lo lejos la voz del tipo.

Estrella una vez más el rostro del tipo, pero está vez lo pasa por todos los pedazos de vidrio aun sobre la pared como si tratase de limpiar el espejo quebrado.

—Más vale que sobrevivas y le digas a tu jefe y a todos los que quieran y se les ocurra tocar al rubio, que haré lo mismo o algo peor con ellos —vocifera el pelinegro.

Jungkook suelta el cabello del tipo y observa su mano llena de sangre.

—Gracias —susurra Jimin.

—¿Estás bien? —pregunta Jungkook, acercándose al rubio.

—Sí, solo tengo un poco de dolor en mi cuello —responde el menor.

—Hora de irnos —el rubio asiente.

Cuando ambos salen del baño, Jimin observa a Taehyung, sosteniendo un cuchillo lleno de sangre, Ravi de igual manera sostiene un arma y su manopla con pequeños cuchillos llena de sangre.

—Taehyung —articula Jimin.

—Hablaré con él —se ofrece Yoongi.

—Pero...

—Estará bien, rubio —interviene Jungkook.

—Llévalo a su casa y haz que se relaje —le ordena el pelinegro a su primo.

Jungkook hace que Jimin, suba a su auto, Ravi viaja con uno de los conductores de Jeon sin decir nada.

—Creo que los Seizu rompen su trato —menciona Jungkook, encendiendo su auto y arranca.

Mientras conduce busca en su celular el contacto del tío de Jimin y le marca sin dudarlo.

—Intentaron matar a Jimin de nuevo, ¿Qué tan seguro estás de que los Seizu cumplen su trato? —pregunta molesto Jeon.

—Me aseguró que no atacaría a mi familia —responde Tsubasa.

—Pues ha atacado al rubio de nuevo —corta la llamada molesto.

—Debes relajarte un poco —le pide el menor.

—¡Relajarme! —alza su voz—. Está es la puta razón por la que debes salir solo conmigo.

El semáforo cambia a verde y arranca a toda velocidad.

—No exageres —le pide Jimin, sujetándose del pasamano del auto.

—Tengo que protegerte siempre —dice molesto.

—No lo hagas si tanto te molesta —suelta el menor—. Nunca te he pedido que lo hagas, Jungkook.

Sin pensarlo, el mayor pisa el freno y bruscamente el auto se detiene.

—Tienes razón, no me lo has pedido, pero mierda que para mí es necesario que estés con bien —verbaliza Jungkook.

Jimin intenta entender sus palabras, pero no lo logra.

—No quiero discutir contigo, Jungkook. No estoy de ánimos para escuchar tu mierda de me preocupo por ti y luego me humilles. Estoy harto de esa mierda, créemelo —espeta el rubio.

El pelinegro no deja de ver al rubio.

—Deja de mirarme y llévanos a casa —le ordena el menor, furioso.

—Luego me dices imbécil a mí —se burla Jungkook.

—No tengo idea a lo que estés jugando, Jungkook, pero no quiero ser parte de tu estúpido juego, suficiente tengo con que alguien quiera matarme y lidiar con mi tatuaje. Y el discutir contigo todos los días por cosas estúpidas es cansado.

—Esto no es algo estúpido —se altera Jungkook—. Pudo haberte matado.

—¿Y a ti qué? —replica Jimin, cansado.

El rubio guarda silencio por unos segundos esperando respuesta por parte de Jungkook, la cual no llega nunca. El menor sonríe, gira su rostro y desvía la mirada por el retrovisor y observa el vehículo en el que Ravi viaja.

—Voy a bajar —le informa Jimin.

Un suspiro lleno de frustración abandona la boca de Jungkook, debatiéndose internamente entre hacer lo que su corazón, mente y cuerpo le piden que haga.

El mayor observa como el menor busca retirar su cinturón para luego salir del auto. Jungkook toma el rostro de Jimin, lo observa por unos segundos.

—¿Qué haces? —cuestiona el rubio, llevando sus manos sobre las del pelinegro, para intentar retirarlas de su rostro.

—Solo cállate, rubio —le ordena.

Un mes viviendo con Jimin, un mes luchando para no follarlo a la fuerza, un mes batallando consigo mismo para no estamparlo en cada una de las paredes de su casa y besarlo a su antojo. Un mes follando extraños con tal de no salir de su habitación por las noches y colarse en la que el rubio duerme para poder juntar sus cuerpos.

Un mes en el que su mente no dejó de pensar en el chico del tatuaje de dragón en su espalda, un mes tratando de contener los sentimientos que juraba no volvería a tener desde que Hana jugó con él.

—Suelta mi rostro, Jungkook —le exige Jimin, quejándose.

Jungkook acaricia su mejilla asustando un poco al rubio, sin más que hacer besa suavemente los labios de Jimin.

Rendido y estúpido, así se sentía el mayor. Se rendía, no lucharía más para reprimir lo que siente, quiere proteger al menor a como de lugar, pero su instinto protector únicamente sale cuando realmente está interesado en alguien.

Ha encontrado su respuesta por sí solo, mientras continúa besando los labios gruesos y rosados de su hermoso rubio.

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