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Vale, Bucky no lo iba a negar, hablar con Deliah estaba siendo más difícil de lo que esperaba- pero, maldita sea, si no hablaba las cosas, probablemente nunca podría volver a dormir tranquilo.

Quería hablar, pero la castaña no ayudaba en nada. Y ya había pasado una semana.

Agradecía ser terco, cualidad que muchas veces Deliah había señalado como buena, aunque él no pensara así, porque de lo contrario se habría rendido hace bastante.

Entendía que ella necesitara tiempo para asimilarlo y ordenar sus pensamientos, él  también. Pero era demasiado obvio que lo que sentían ambos era mutuo, porque de lo contrario Deliah le habría quitado a patadas en el momento en el que él  se había acercado para besarla y, joder, fue ella la primera que se había acercado, por mucho que fuera sin darse cuenta. 

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— Kyle, princesa, ¿me ayudas?— pidió Deliah a la adolescente, que estaba sentada en el sofá del sótano de la casa de los Afton.

— Sí, claro, voy— Se levantó, yendo hacia Deliah—¿Qué necesitas?

La Stark puso el guantelete de su traje viejo sobre la mesa.
— Estoy... haciéndole unos cambios para dárselo a tu hermana. ¿Podrías aguantarlo? Es que se me va a ir sino.

La hija de Barnes miró el guantelete, y las demás partes del traje, que estaban sobre la mesa. — Vale— Lo sujetó, dejando que Deliah metiera la mano.

— Necesito que el agarre sea firme, ¿de acuerdo? no quiero electrocutarme 

— Descuida.

Mientras Deliah le hacia unos retoques al guantelete, como arreglar el propulsor, configurarlo para que se adapte mejor al cuerpo y habilidades de Danielle y añadir algunos detalles que pensaba que le gustarían, todo esto con máximo cuidado, la pieza de metal se empezó a calentar.

— Eh... Liz- se está... se está calentando..

Deliah no tardó en notarlo, trató de no entrar en pánico ya que, aunque pareciese una tontería, si eso se sobrecalentaba con su mano adentro podría ocasionar heridas graves. Sacar la mano no era tan fácil como meterla, y la manera más fácil era estirar, sacar la mano a la fuerza.

— Sujeta fuerte, sacaré la mano— dijo apresuradamente, Kyle hizo caso, y Deliah agarró impulso contra la mesa para separar su mano. Gruñó de dolor al sacarla, haciendo que casi perdiera el equilibrio. El aparato sacó humo e hizo un ruido raro, pero su temperatura comenzó a bajar.

— ¿Estás bien?

Deliah observó su mano, la manera en la que la marca del guante seguía caliente en su piel, y algunos rasguños que había ocasionado al sacar la mano a la fuerza y a lo bruto.

— S-sí, no te preocupes — le dijo, para tranquilizarla, mientras se masajeaba la muñeca— seguiré más tarde.

Kyle la miró un par de segundos más, como para comprobar si de verdad estaba bien. Luego suspiró, yendo hacia las escaleras.
— Yo me voy a casa de Peter  a pasar el rato.

— Está bien, pásalo bien, Ky.

Luego de que la adolescente se fuera, Deliah se echó para atrás, apoyándose en la parte trasera del respaldo del sofá, tapándose la cara con las manos durante unos segundos, mientras sentía los latidos rápidos de su corazón y su respiración ligeramente agitada. Su teléfono vibró en la mesa, tardó unos segundos en recomponerse, pero, cuando lo hizo y encendió su teléfono, pudo ver que era Bucky quien escribía.

"No es por nada, pero tenemos que hablar"

Ella resopló, lo sabía, sabía que tenían que hablar, pero le aterraba saber la opinión de Bucky. No iba a negar el echo de que él era uno de sus únicos amigos, o al menos uno  de los únicos de los cuales sabía que no se irían, sin importar cuan pesada fuera ella o cuan difícil fuera la situación en la que se encontraban.

Pero seguía aterrándole la opinión ajena.

"¿De qué tenemos que hablar?"
 

Escribió en respuesta, como dije antes, ella sabía, pero evitaría a toda costa la situación.
¿Qué si ella tenía sentimientos por él?

Pues...

"Ya lo sabes, Lizzy. No te hagas la tonta"

... Sí. 

Y, claro que él la había besado antes. Claro que había sido él quien le había rodeado la cintura con sus brazos, acercándola. Pero, aún así, temía que no termine siendo lo que ella creía. Temía no ser...
... lo suficientemente buena.

"¿No dejarás el tema, verdad?"

"Siempre has elogiado que sea terco. Ahora no veo que te guste tanto"

Ante la falta de respuesta, Barnes siguió escribiendo:
"Quiero verte. Hablemos. Vamos, no pasa nada"

Y eso la convenció.
"De acuerdo"

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Bucky estaba en el balcón cuando escuchó pisadas en el salón de su apartamento. Sabía que era Deliah. Suspiró, prácticamente de alivio, ya que ya estaba perdiendo la esperanza de que apareciera.

Cuando la castaña salió al balcón, no pudo evitar encontrar similitudes entre esa escena y la del viernes pasado: era prácticamente de noche, y Bucky sentado en el único sofá de la pequeña terraza.

La diferencia aquí es que sabría controlarse(esperaba), ya que no había alcohol de por medio.

Salió, apoyando su espalda en la barandilla del balcón, mirando a Bucky. El silencio tenso flotó en el aire por unos segundos, el único sonido siendo el aire remover las hojas de los árboles suavemente, y el canturreo de los pájaros. Deliah evitaba la mirada ajena, solo lo miró cuando sintió que Bucky se levantaba y caminaba hacia ella.

—  Mírame—  dijo, y Deliah no tuvo más remedio que hacerle caso—, ¿ves? no es tan difícil. Que contraste hay de cuando estás arrogante, orgullosa y egocéntrica a ahora, ¿no crees?

Ella asintió distraídamente.

—  Tenemos que hablar sobre lo ocurrido el otro viernes, Deliah. Y esta vez no vas a escapar de esto.— Siguió, hablando ahora más serio.

—  Bien, habla entonces.

Bucky la miró, como diciendo "¿en serio?", pero habló.

— Vale... ¿sabes, esa sensación de que te gusta alguien pero no quieres admitirlo? ¿y entonces haces cosas que no has hecho nunca solo porque te sientes... diferente?

—  Eeh... supongo. 

— Pues, así me siento yo respecto a esto. Y sé que tú también.

—  ¿Y eso qué? ¿Sacando conclusiones precipitadas?

—  Deliah, vamos, no actúes como si tu no me hubieras seguido— dijo, y vio que ella iba a hablar, la interrumpió, viendo sus intenciones—  y no le eches la culpa al alcohol, porque yo también he bebido de joven y sé lo que te provoca.  Además, ahí ya estabas prácticamente sobria.

Deliah suspiró, cabizbaja.

— ¿De qué tienes miedo? — preguntó, casi insistente.

—  De muchas cosas, Bucky. De muchas. No por ser valiente no tengo miedo. Y es... es una tontería, pero hace mucho tiempo que olvidé como se sentía esto.

— Ya somos dos entonces.

El silencio reinó por unos segundos. Bucky no había imaginado que esto sería tan difícil, incluso para él. Iba a hablar, pero sintió como Deliah envolvía sus brazos al rededor de su cuello, como lo había hecho hacía una semana, y presionaba sus labios contra los suyos. Al principio se sorprendió, pero no tardó en rodear su cintura.

 — Vaya, sigues siendo igual de impulsiva que antes, ¿eh?— bromeó Bucky, sin soltarla, su respiración estaba algo agitada, y Deliah no es que estuviera mucho mejor.

—Oh, cállate, Barnes. 

— Tal vez quieras callarme. 

Deliah rio.

— Eres un estúpido.

—  ¿Y ese cambio de humor? ¿Estás en tus días?

Deliah le miró mal, antes de separarse y sentarse en el único sofá.

—   ¿A que no era tan difícil hablarlo?

— ... No.

—  Vamos, no te enfades—  Pidió, con una media sonrisa asomándose por su rostro, sentándose al lado de ella y rodeando sus hombros con su brazo derecho, acercándola a él—. Creí que me darías otro beso

—... 

 — no..., NO ME GOLPEES, DELIAH- 

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Happy end :D

(ningún Bucky a sido maltratado durante la producción de este capítulo)