Capitulo 4
Nunca sabras realmente, si los sentimientos de una persona son reales o solo te hacen creer algo que no es o que no sienten.
Mi lado irracional, siente que se va a parar y me vendra abrazar, me dira que me extraño. Al menos tiene la esperanza.
Y mi lado racional dice que ara como si no existo, o como si no recuerda quien soy, que pasara de alto mi presencia. Ya perdio la esperanza.
Que loca es la vida, pero así es y las personas nos damos cuenta muy tarde.
Juan comienza la clase, y yo procedo a escribir todo para distraerme en algo y no pensar en las cosas que me caunsen un daño emocional, o que me hagan acelarar el corazón.
Siento como me vibra el reloj, pues ya es hora de que me tome mi medicina. Ah toda mi vida es rutinaria.
A veces pienso que por lo mismo casi nadie me invita a salir, ir de compras, mi vida se reduce a; de la casa a la universidad y de la universidad a la casa.
Y el unico tiempo en el que eso cambia es cuando voy a el hospital a mis chequeos mensuales.
Soy una completa anticuada y rara al mismo tiempo.
Me pierdo en mis pensamientos hasta que...
– Oye, ya es hora de salir– me dicen al mismo tiempo que me sacuden el hombro.
– Ohh, si gracias – digo y solo lo veo de reojo.
Y de repente reacciono y observo que todos salieron hasta mis amigos, y que el que esta al lado mio es ¡Juan! Oh por dios hoy si me perdi demasiado en mis pensamientos.
– ¿No quieres salir?, ¿Te sientes mal?– dice observándome y esperando a que le responda.
Pero es como si mi voz no me saliera en estos momentos, siento seca la garganta y tengo que carraspear antes de hablar.
– jamm, jamm, este no me di cuenta que ya era hora de salir, losiento – digo medio a penada, y no se porque me disculpo la verdad.
– Ah ok, estabas distraída, comprendo– empieza a caminar hacia su escritorio.
– Si, lo siento, ya me voy.– me dispongo a guardar todo en mi mochila para salir de ahi de una vez por todas.
– Oye no te preocupes, por mi no hay problema con que te quedes aquí – abre su porta folio y saca su celular.
– Gracias, pero igual necesito ir a comer, nos vemos luego profesor– y salga casi que corriendo de ahí.
Camino a paso apresurado para llegar a tiempo a la cafeteria, y asi poder comprar antes que se llene mucho más, que aunque es primer día, esto se llena, y yo que solo voy por un jugo, una manzana y un sándwich, no quiero hacer una gran fila solo por ello.
Abro las puertas de la cafeteria y voy directo a comprar, y si llegue justo a tiempo, solo estaban unos seis chicos esperando, por lo que no me tarde tanto, pague y tome mi bandeja lista para ir junto a los chicos, y antes de llegar ne detuve en seco.
Pues recordé que ahi debe de estar Matteo con ellos, y realmente no quiero estar serca de él por ahora. Pero tengo un problema no hay más asientos que solo ahí, estuve a punto de sentarme con todos ellos, pero los vi tan felices charlando que no quise interrumpir su momento por lo que opte por irme a los graderías de la cancha de futbol, por al menos ahí estaria tranquila.
Me siento en las gradas de arriba, para ser alguien con una salud como la mía, tengo muy buena resistencia a el ejercicio, y es cosa de practica y acostumbrarse para que eso no me llegue a afectar en algun momento.
Tengo ganas de llorar, porque en estos momentos ne siento como un total cero a la izquierda para todos los chicos. Duele ver que ni siquiera se dieron cuenta que no estaba ahí.
Me dispongo a comer, y le doy La primer mordida a mi sándwich, y voy por la segunda...
– Ey, Hola no te habia visto ¿eres nueva? – y si me interrumpieron en el proceso.
Casi me atraganto, de la sorpresa pues ni habia sentido en que momento aparesieron.
– Oh cuanto lo sentimos, mil disculpas– dice el mismo chico que me pregunto di era nueva.
se escucho un plash, en la cabeza del pobre. – Si seras bruto, no vez que es de mala educacion asustar a las personas cuando estan comiendo, la puedes matar – dice otro de los chicos.
Que por sierto son cuatro, pero parecen tallados con las mejores manos, pues tienen un cuerpo envidiable, musculoso pero no en exceso.
Vaya que suerte la mia.
– jemm, jemm, este no, no soy nueva. Y no se preocupen por el susto.– aja casi me muero pero no hay problema.
– Oh, ok si tu lo dices, y nunca te habia visto, por eso pense que eras nueva, ya que no eres nueva ¿Qué haces aquí sola?– rayos, regreso ese nudo en mi garganta, pero debo mostrarme fuerte.
– Mmm, no queria estar con mis amigos – y no miento solo omito todo lo demas.
– Ohhh, ya comprendo. – El nudo me lo trague de nuevo y no pasa nada.
– ¿No te molesta si te asemos compañia en lo que comienza nuestro entrenamiento? – dice el que se ve mas alto que los demas.
Y no se, se siente raro que personas nuevan quieran socializar conmigo, nunca habia pasado tiempo con otras personas que no fueran los de mi grupo, osea si le hablo a todo mundo pero no es que sean amigos todos como para salir y tomar un cafe, o que se yo que se haga al salir con los amigos.
– Mmm, por mi no hay problema.– les digo sinceramente.
– Perfecto, y disculpa que mal educados somos, nosotros somos amigos los cuatro y yo me llamo Alex.– es el mas alto, tiene cabello castaño, y ojos del mismo color, sin duda un rostro bonito.
– Yo me llamo, Jacob– dice el que me hizo atragantar, el es rubio y sus ojos son entre el color verde y gris, un color raro pero bonito.
– Yo me llamo Isaac – es un chico con el cabello color rojo fuego, y su ojos son verdes esmeralda, y si lo observas bien se nota que tiene unas cuantas pecas ñ en su rostro.
– y yo soy Santiago pero puedes decirme solo Santi– el es el que mas llama mi atención pues su pelo es color castaño, pero sus ojos son muy raros.
Si yo no supiera que existe la heterócromia pensaría que es algun ser de magia, su heterócromia es poco habitual ya que en vez de tener un iris de un color y el otro de otro. Él los tiene igual solo que su iris se divide en dos colores una parte es de color azul y la otra es de color marrón con algunas pequeñas partes de Verde.
¿Raro?
Si pero es posible, lo he visto en unas investigaciones que debia presentar sobre enfermedades raras y la heterócromia fua la que yo busque y encontré casos peculiares como el de Sant.
– ¿Y cual es tu nombre?– me pregunta Santi, y siento que mis mejillas estan rojas porque me quede viendolo fijamente, osea soy morena pero aja siento que mis mejillas estan así.
– yo me llamo Samanta pero pueden decirme Sam nada más.– les digo y aparto la mirada un tanto de todos ellos, pues me hacen sentir muy nerviosa con sus miradas.
– Wow, que bonito nombre – comenta Santi.
– Muy cierto – dicen los demas.
– ¿Te gusta el futbol? – me pregunta Isaac.
– Si me gusta, aunque nunca lo he podido jugar pero me gusta ver a otros y otras hacerlo.– les digo sinceramente.
– Que bien, que te guste nosotros somos del equipo de futbol. Oye ¿y porque no juegas? Perdon que sea metiche.– dice Alex.
– Por motivos de salud, no puedo hacer mucho movimientos bruscos como correr, saltar o algo que me canse mucho.– espero y eso no los haga perder interes en platicar.
No me sorprenderé ya que a los chicos y las chicas no les gustaba hablar sobre ello, pues segun ellos era aburrido hablar de mi enfermedad.
– Oh, comprendo, en ese caso si tienes razon de cuidarte– dice Jacob.
– Y ¿que es lo que padeces?. – me pregunta Santi, y en el proceso los cuatro suben hasta las dos gradas que nos separaban.
Santi se sienta a mi derecha, Alex a mi izquierda, Jacob e Isaac se sientan en la grada de abajo, y me prestan atención, me siento rara al sentir que se interesan por ello, pero tengo miedo de que solo se quieran buralar de mi. Los chicos que son parte de algun equipo de deporte tienen la fama de ser unos capullos con los demas.
– Es mi corazón, el que no funciona al cien por ciento, y debido a eso debo tener mucho cuidado, y si puedo caminar o trotar a un ritmo lento y pausado, por ello mejor prefiero no ser parte de un equipo para evitar cualquier susto.– eso ha sido liberador para mi el poder contar un poco de mi condicion.
– Ohhh, wow, es, es como decirlo – dice Jacob.
– Dificil estar en tu situación, porque me imagino que a ti te gustaria hacer cosas y no las haces por tu condición.– Dice Santi
– Cierto, lastimosamente me toco vivir así– digo y bajo mi rostro, pues siento que llorare en cualquier momento, como nunca habia hablado sobre ello, no habia sentido estas ganas de llorar.
– Oye no te sientas mal, no es tu culpa y recuerda que por algo pasan las cosas – Santi dice eso mistras levanta mi rostro para mirarme fijamente a los ojos.
Los ojos de el me transmite una paz, una tranquilidad inigualable que son increibles.
Los chicos se acercan a mi y entre todos me abarzan sin sofocarme tanto, y es en ese preciso momento en el cual no lo puedo evitar y unas lagrimas bajan rodando por mi rostro, pues que me abrasen es algo que amo, llevo años sin que mis amigos me den uno, y mis padres si me dan pero que otras personas lo hagan se siente bien tan bien.
– ¿Quieres ser nuestra amiga? – Me pregunta Isaac.
– No aceptaremos un no por respuesta , por lo que no hay de otra, ya eres nuestra amiga, eres parte de nosotros ahora– Dice Jacob.
Y eso hace que más lágrimas salgan de mis ojos y los chicos no me sueltan aún cosa que agradezco mucho.
*A veces las personas que deben ser parte de tu vida, no son las que conoces primero o las que llevas años conociendo, a veces son las personas que llegan de la nada en un tiempo inesperado*
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