Otro día Nuevo comenzó para The Beatles, quienes seguían trabajando arduamente en su nuevo disco musical, nuevamente marcaron tenencia y fueron demasiado famosos, porque ningún famoso había recibido la visita especial y personalizada de "Santa Claus", y mucho menos personas que siempre habían sido consideradas malas o en la lista negra de Santa.

Pero este día, las cosas darían un giro sorprendente.

-Hola chicos.- dijo John, fue el último en llegar a los estudios, su mirada era decaída y baja.

-¡John!-Paul se alegró al verlo llegar.- Te reclamaría, pero ahora entiendo que no debemos juzgar a los amigos.

-Gracias.- dio un largo suspiro.

-¿Qué tienes?- Ringo noto de inmediato, que su compañero no lucía de lo más mejor.

-Eh... no sé cómo decirles esto, chicos...

-¿Algún problema? ¿Qué pasa amigo?- cuestionó George preocupado.

-Antes de que les diga esto.- John se puso en el centro de sus amigos, quiero que nos paremos, hagamos un círculo alrededor y nos tomemos de las manos.

Paul, George y Ringo se levantaron del sofá y rodearon a John, hizo exactamente lo que él había pedido, un pequeño círculo, tomaron sus manos con firmeza, los nervios se sentían entre los 3 compañeros ¿Por qué John les pedía esto?¿Qué clase de noticia les traería?

-Bien...- John respiró con mucha fuerza y sujeto las manos de Ringo y Paul, cuyos tenía a sus dos lados.- Hay que prometernos solemnemente, uno a los otros, que a pesar de lo que pueda suceder, las acciones del otro o si alguno de nosotros muere, siempre seremos amigos.

-¿Qué intentas decir?- Ringo temía por cada una de sus palabras.

-¡Solamente júrenlo!- gritó John cada vez más nervioso.- Digan cada uno su nombre y prometerá siempre hablarle a los otros 3, de lo contrario la maldición le caerá para siempre.

-Está bien...- dijeron sus tres compañeros al unísono.

Siguieron sujetando sus manos, las del pobre Ringo sudaban mucho, John hizo señas obvias de que era turno principal de Paul.

-Bien...- respiró con lentitud.- Soy Paul McCartney, y prometo que siempre les hablaré a mis amigos John, George y Ringo, siempre serán como mis hermanos, si rompo está promesa que la maldición caiga sobre mi... para siempre.

-Mi turno.- dijo George.- Soy George Harold Harrison y prometo que John, Paul y Ringo siempre serán mis amigos, nunca les dejaré de hablar y jamás me peleare con ellos, si rompo está promesa, que la maldición de Krishna caiga eternamente sobre mí.

Ringo miró a Paul con complicidad, sus nudillos le dolían al igual que las palmas de sus manos, pero aun así tuvo que hacerlo, trago saliva determinadas veces para finalmente decir:

-Soy Richard Starkey...

-¡Un momento!- John lo interrumpió.- ¿Tú nombre es Richard Starkey? ¡Pensé que en serio te llamabas Ringo y te apellidabas Starr! Por eso siempre te vi como el rarito.

-Ja...ja JA.- Ringo se burló con sarcasmo.- Seguiré con esto ¿Quieres? Bien...- hubo silencio por varios segundos.- Bueno soy Richard Starkey y prometo que nunca dejaré, ni olvidare a mis amigos por siempre, John, Paul y George. No tengo que hacer referencia a la maldición, porque sé que si lo cumpliré... en este...- dijo con aires de héroe.- O en cualquier otro universo.

-De acuerdo señor Starkey.- dijo John en burla.- Ahora que ya lo era jurado, me toca a mí. Finalmente que mis amigos han jurado solemnemente que nunca me dejaran de hablar, ahora hago lo mismo. Yo John Winston Powell Lennon...

-¿Qué?- preguntaron los otros 3 con sorpresa.

-Sí, me cambiaré de nombre.

-Es sorprendente.- dijo Paul con los ojos bien abiertos.

-Bueno, yo juro que a pesar de todo lo malo o las decisiones precipitadas que uno de nosotros pudiese llegar a tomar, nunca dejaré de hablarle a mis amigos Paul, Ringo y George, a pesar de que me odien por lo que voy a hacer.

John se soltó de sus amigos y así se deshizo el círculo planificado, él camino rumbo la barra especial que tenían para tomar vino, alcohol y otras delicias de esa talla, se sirvió un whiskey, volteo de nuevo a sus compañeros, Ringo y Paul se sentían nerviosos por cualquier cosa que pudiese pasar, pero no se desanimaron por completo, por lo menos en ese instante...

-Bien...- tomó de su whiskey.- Lo que yo quería decirles es que...

-¿Qué?- Ringo no pudo evitar preguntar de nuevo.

-Yo... voy a dejar la banda.

Es inexplicable lo que Paul, Ringo y George vivieron por instantes, era más que impactante, era aterrador, sentían como si una pequeña parte de su corazón se hubiera roto en mi cachitos, las lágrimas no tardaron en salir, combinadas con odio, confusión y sobre todo con tristeza, pero de todos ellos, el más afectado era Paul.

-¿QUÉ?- pregunto con ira.- ¿QUÉ TE PASA? ¡¿¿ESTÁS LOCO??!

-¿POR QUÉ LO HACES?- Ringo también cuestionó con todo su enojo.- ¡NO TIENES DERECHO!

-Las peleas de Paul pueden arreglarse ¡Al igual que sus problemas! Pero no es necesario que hagas esto.- George dijo con la cabeza baja y apretando sus puños.- ¡No es necesario!

-Lo siento chicos.- dijo John decidido y cabal.-Pero es mi última palabra.

Paul tenía los ojos cerrados, de verdad no podía creer las palabras que estaba escuchando, pero luego al oír la "última palabra" de John, se enfureció como nunca antes lo había hecho.

-¿QUÉ TE CREES?- corrió hacía John y lo sujeto del cuello de la camisa, haciendo que ambos caminaran hacía atrás por toda esa fuerza.- ¿PIENSAS QUE PUEDES DEJARNOS? ¡¡FUE CULPA DE CYNTHIA!! ¿CIERTO? Esa perra asiática... digo ¡Esa perra! ¿POR QUÉ NOS HACES ESTO?

-¡Ella tiene unos dientes horribles!- Ringo gritó, creyendo erróneamente que John había sido manipulado por su mujer.- ¡SU CABELLO ES ESPONJADO, NEGRO Y HORRIBLE! Quiero decir... ¡Es una mala mujer!

-No...- dijo John con dificultades para hablar, casi asfixiado.- ¡Se equivocan! Yo tengo mis razones..

-¡Es suficiente!- George, pareció ser el único cuerdo en esa injustificada pelea, así que junto a Ringo lograron quitar a Paul encima de John.- ¡Alto!

Ringo y George sostenían a Paul de sus ambos brazos, evitándole cualquier tipo de movimiento, pero era imposible, porque él seguía moviéndose, retorciéndose como un animal con tal de devorar a su presa, pero al fin, las cosas se calmaron.

John respiraba con lentitud mientras se limpiaba la cara con un trapo, en cuanto sus 3 compañeros se tranquilizaron, por fin pudo explicar sus razones.

-Verán... esto es por el bien de los todos.

-¿TE VAS?- él más afectado sin duda, era Paul.- ¿TE VAS? Siendo que hace unos minutos nos habías hecho jurar que siempre seríamos amigos ¿Por qué nos haces esto?

-Escúchame de una maldita vez, Paul.- estableció molesto.- Le hice jurar lo anterior, para tener un respaldo de que... podrían hablarme, a pesar de esto, de que seguiríamos siendo amigo, a pesar de que ya no estuviéramos en la misma banda ¿No entienden que todo esto es por ustedes? Comprendan... no podemos estar juntos para siempre.

Paul y Ringo se miraron con complicidad, George se sentía como el único "fuera de lugar" por no ser capaz de entender la situación.

-Somos unos genios.- John siguió explicando.- Pero siento que juntos no estamos sacando realmente todo nuestro potencial, siento que realmente no damos lo mejor de nosotros mismos, por eso tienen que comprender las razones por las que me voy.- se alejó de sus amigos.- Hice está promesa porque... no necesitamos reunirnos diario en estos estudios, tampoco posar igualmente en una fotografía, o dar conciertos para ser amigos. Comprendan que de eso no se basa la amistad, y Santa me ayudo a entenderlo.

Por más de que John pudiera razonar sus motivos por las cual debe irse, sencillamente George, Ringo y Paul no comprendían el por qué.

-Quiero ser su amigo ¡Son lo más importante para mí! Son únicos, son en serio las mejores personas que alguien pudiese conocer en su vida, pero en serio comprendan, los 4 juntos somos invencibles, pero separados somos inmortales.

Nadie de sus otros compañeros entendían, Paul hacía grandes esfuerzos con tal de no estallar, pero sus lágrimas caían sobre sus mejillas y él no podía evitarlo, dijo con mucha pesadez:

-Pero... somos tus amigos, seguíamos tu sueño.

-A decir verdad, no recuerdo mucho de mi vida.- John respondió, se puso su abrigo y toco la manija de la puerta.- Pero les agradezco todo, lo juraron, si no hacían su promesa, la maldición de Krishna caerá sobre ustedes. Comprendo perfectamente que ya no quieran hablarme, pero yo...- remarco estas palabras.- No voy a romper mi promesa.

Abrió la puerta mientras sujetaba su abrigo, les dio una última mirada a sus amigos, llena de disculpas y resentimientos, para después... irse sin mirar atrás.

Como había dicho antes, el más afectado de todo esto fue Paul, no contuvo su ira, sus lágrimas de odio, es más hasta parecía que su cabeza iba a estallar, tomo del brazo a Ringo y ambos se fueron corriendo a la azotea, lugar específico donde podían ver a...

-¡Robert, Jude!- Paul gritaba a los 4 vientos, sonaba entre lo paranoico y lo anormal.

Los dos "científicos- magos" estaban descansando con tranquilidad, mientras bebían un poco de vino, parecían muy calmados y tranquilos, en cuanto escucharon los ensordecedores gritos de Paul, Robert se levantó, lo vio de frente y le dijo:

-Hola ¿Todo bien?

-No.- Ringo dijo con escepticismo.- No, nada está bien.

-¿Qué ocurre?- cuestionó Jude.

-John... se fue de la banda.

Robert y Jude se quedaron silenciados, no esperaban que les dijeran eso, por eso comprendían el estado psíquico de McCartney.

-Te dije que esto podría pasar.- le susurró Jude.

-¡Esto es imposible!- Paul no podía controlarse.- ¡No puede ser! P-pero... ¡No está Yoko, no hay peleas, no está Allen Klein, ni Linda ni Lee Eastman! ¿Por qué paso esto? ¿Por qué sucedió? ¡Explíquenlo ahora mismo!

-No lo sabemos.- Robert terminó su bebida.- ¿Qué les dijo?

-Que no sacábamos realmente todo nuestro potencial.- Ringo respondió.

-Pues habrá tenido sus razones.- Robert explicó desinteresado, como si no le importara mucho lo que sucediera realmente.

-¿Cómo que sus razones?- Paul pregunto en cierto tono desquiciado.- ¿No se supone que eran cuerpos prefabricados? ¡No pueden tomar decisiones por sí mismo!

-¡Claro que sí!- Jude especificó.- Paul, son cuerpos prefabricados, si tienes razón pero ¡También tienen sentimientos! ¿Qué esperabas? No podíamos hacer versiones diferentes de *Emanuelle McDonald o Astrid Rennold ¡Ellos tienen sentimientos! No son insensibles, pueden tomar las decisiones, pueden llorar, pueden sentir felicidad, alegría o compasión.

-No... no no ¡Eso es imposible! Si este John tuviera sentimientos ¡Se hubiera ido con Yoko! Su "verdadero amor"

-Interfirieron en sus sentimientos.- explicó Robert con detalles.- Evitaron que Yoko y John se enamoraran, eso es obvio, por eso él sigue con Cynthia, pero no puede seguir así ¡Ustedes están suprimiendo tanto los sentimientos ajenos como los suyos! Mírate tú Paul, dejaste a la mujer que te dio tus hijos, que subía contigo a los escenarios, que te soportaba cuando estabas borracho y deprimido, la abandonaste, dejaste a Linda, y no solo eso Ringo también suprime los suyos al igual que George.

-¡Eso no es cierto! ¡Yo amo a Jane!

-¿La amas tanto que la obligas a ser fotógrafa? ¿Dónde he visto eso antes?- Jude intervino y señalo a Paul con un dedo.- Quieres que se tiña de rubia... por favor, no digas que la amas.

-¡Han interferido en los sentimientos de todos! Excepto en el de Pattie con Clapton, ellos han cogido infinidad de veces.

-¿En serio?- pregunto Ringo sorprendido.- Quiero decir... ¡No! Es imposible, John no puede irse así, ¡Esta es su banda! Por favor, díganme que podemos hacer.

-No lo sabemos, esto ya es responsabilidad suya.- Jude se escudó por completo.- Pensamos que Paul tendría más madera de líder, pero resulto igual de inútil que tú.

-¡Cállate! Yo si tengo bien marcadas mis prioridades.- Paul no se dejaría de los insultos de esos dos locos.

-¿En serio?- Robert lo retó.- Entonces ¿Por qué dejaste a Linda? La amabas... ¿No?

-¡Eres tan imbécil!- exclamó con rabia.- Me tuve que casar con Jane porque ustedes así me lo pidieron ¿Qué no? Querían un RAM con Paul y Jane McCartney, ahora ¿Resulta que yo soy el malo? ¡No digan tonterías!

-Sí... pero si tú tuvieras bien marcadas tus prioridades, pudiste haber negado a casarte con ella.

-¡Son unos idiotas! Afortunadamente esta tortura terminará en menos de 5 días.

-¿Ah sí?- Robert no era aquellos que se dejará confrontar tan fácilmente.- Tienes razón, pero solamente recuerda esto... McCartney, si John anuncia la separación inclusive antes del 31 de enero, sencillo, todo su esfuerzo se habrá ido a la mierda y volverán a su vida de antes, pero si siguen juntos a partir del 1 de Enero a las 12:01 se quedarán aquí, viviendo con normalidad y tranquilidad, en el "hermoso" siglo 21. Recuérdenlo.- guiño el ojo.

Los dos "magos" desaparecieron en un solo instante, dejando a nuestros protagonistas totalmente confundidos, no tenían ni la más ligera de que podían hacer para dejarse de sentir tan mal.

-Esto...- dijo Paul tartamudo.- Es... el colmo...

-Tal vez, tiene razón, no podemos interferir en los sentimientos de los demás ¡Ellos son unos locos por traernos a este lugar! Y nosotros somos errados por haber desafiado las leyes de la vida ¡Las leyes de la naturaleza normal!- gritó Ringo, por primera vez decidido.

-¿Qué? No me digas que estarás de su lado...

-¡Entiende de una maldita vez, Paul!- siguió chillando.- The Beatles no es una banda del 2015, yo no nací en 1985 y tú tampoco ¡No tenemos 30! ¡Yo nací en 1940 y tú en 1942! ¿No puedes entenderlo?

-¡Lo comprendo!- reclamó con astucia.- Pero esos locos no solo nos destruirían, sino que también al mundo, a John a George ¿¿NO ENTIENDES??

Ringo se quedó callado ante esta dicha. Paul tenía razón, la única razón por la que accedieron a venir a esta locura eso era mismo, no querían morir, pero simplemente que las cosas se tornaron tan difíciles que no podían pensar con claridad las cosas, pero al fin había comprendido todo.

-Sí Paul... tienes razón, pero yo estoy en lo correcto, estoy harto de desafiar las leyes de la vida. No quiero quedarme aquí ni un segundo más.

-¡Eres el colmo, Starkey!- le gritó con fuerza.- ¿Qué harás? ¿Dejar que John eche a perder tú trabajo? Nuestro trabajo ¿En serio? ¡No puedes hacerlo!

-No voy a interferir en sus sentimientos Paul, compréndelo. Si John quiere irse, está bien, no voy a detenerlo. Porque a pesar de que sea un cuerpo prefabricado o no sea el original Lennon, su mentalidad, energía y fuerza siguen con él hasta en su resurrección.

-Dejarás todo...- Paul soltó un largo suspiro.- Comprendo perfectamente pero... ¿Sabes algo que no accederé! ¡No dejare que esto se eche a perder! Tengo un plan muy bien elaborado, una trampa tan exquisita que ni siquiera el original Lennon pudo haberse dado cuenta.

-Paul, deja las cosas por la paz, por favor. ¿Qué harás?

-Entendí todo, Robert dijo que si The Beatles sigue el primero de enero a las 12:01 am nos quedaremos en este universo para siempre, así que eso mismo haré, lograré que por lo menos a las 12:01 am estemos juntos, ni un minuto más... ni uno menos.

-P-pero Paul...

-¡Será mejor que no intervengas!- le ordenó.- Porque si no vas a colaborar, está bien ¡Pero no importa si tengo que integrar a George Martín! ¡Pedirle a Robert que regrese Pete Best o inclusive hacer a Yoko una Beatle! Pero créeme cuando te digo que ¡Terminaré la misión! Ya sea yo solo... ¡O contigo!

Cuando dijo está última frase, Paul se dio la media vuelta y camino erguido, de regreso a los estudios, Ringo cada vez se preocupaba más por su estado de salud, pero sabía también que no podía hacer nada para detener su furia.

(...)

George se sentía cada vez más intrigado por los secretos que sus compañeros escondían, caminaba con redundancia por todos los pasillos de Abbey Road, hasta que escucho algo que alarmaría sus tímpanos para siempre.

-Uh... gemidos ¿Charlotte y George Martín se dieron sus momentos de pasión?

Sin respetar nada, abrió la puerta, pero no podía ver lo que sus ojos estaban viendo, pensaba reaccionar con mucha violencia, pero dijo en el tono más tranquilo posible.

-Pattie... ¿Me estás engañando con Eric?

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*Emanuelle McDonald y Astrid Rennold son personajes de mi libro "Mirada de Cuervo" hice una cita a ellos >w<
#PreguntaBeatle

¿Por qué John quiere dejar la banda?

¡Quién responda correctamente se le dedicará el siguiente capítulo!
Gracias por leer