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Especial, capítulo navideño.

A partir de este capítulo, quiero aclarar que las cosas no son lo que parecen, así que añoren el 31 no solo por las uvas y la fiesta de fin de año, sino que todo dará un giro sorprendente 7uu7
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Lo que se supone que vendría siendo una celebración voluptuosa y francamente genuina, termino como un fracaso, siempre, sinceramente lo único que Ringo notaba de diferencia entre esta dimensión y su mundo real era que en su verdadera vida, podían hacer las mejores fiestas del mundo, ahora era lo contrario, puesto que ahora todas sus fiestas terminaban, olvidadas, con ellos en la cárcel o sobre todo... peleados.

Después de la cena de navidad, Paul, George y Ringo se sentían cansados y fatigados. Ni siquiera podían tomar ni siquiera comer el pavo, a pesar de que ya fuera el recalentado. Pero no contaban de que...

-Tocan la puerta.- dijo George comiendo ensalada.

-Voy.- asintió Paul y se levantó a la puerta.

De todas las personas que menos se espera encontrar, fue una tremenda sorpresa ver que un arrepentido John Lennon se encontraba esperando.

-Hola... Mmm odio decir esto.

-¿Que pasa?- pregunto Paul con el ceño fruncido.

-¿Me dejaras pasar?

-Claro John... Por supuesto.

John entró, sus compañeros lo miraron con cierto resentimiento, él miro al árbol, aún sin estrella, lo cual lo hizo sentir un poco mejor.

-Lo arruine todo.

-¿Por qué lo dices?- cuestionò Ringo preocupado.

-Santa no me trajo mis regalos.- suspiró decaído.- He sido un niño malo para él... supongo.

-Yo sigo esperando mi torre de sándwiches.- farfullo George.

-¡Por dios!- Paul no soportó la mentira navideña.- John, santa es un invento, ¡Santa son los papás!

-¡Claro que no!- John gritó furioso.- ¿Entonces ateíto, como explicas que a Julián si le llegaron regalos?

-Cynthia se los dejo, o alguien más.

-Claro que no.- John aseguró, puso las manos sobre su cadera, denotando así claramente que no estaba mintiendo.

-¿Qué pidió?

-Varios juegos de mesa y rompecabezas.

El silencio predomino por varios minutos, Paul y Ringo sabían perfectamente que Santa no existía aunque en este universo claro ¿Quién puede saberlo?

-Tal vez...- dijo Ringo entusiasmado.- A Santa no le gusta vernos peleados.

-Santa es un loco.- dijo George resentido, estaba sentado en su sillón favorito y tocaba su frondosa barba.- Mira que estar espiando a los niños... clasista, pone a trabajar a duendes, los explota y sobre todo gordo, no algo está mal con ese panzón.

-No me importa que me haya traído puro carbón.- John metió las manos a sus bolsillos y saco de ahí puras piedras negras.- Lo siento tanto chicos, no debí ponerme así con ustedes, era "básicamente" mi primera navidad para mí.

-La mía no.- dijo Paul tocando sus manos con nerviosismo.- Claro, quiero decir... con ustedes, nosotros juntos.

-También era mi primera navidad.- aseveró George.- Aunque me aterrara la idea de que un gordo entrará por nuestra chimenea y comiera nuestras galletas... lo importante de la navidad era estar juntos y nosotros lo arruinamos.

-No.- dijo Paul aceptando la responsabilidad.- Yo tuve la culpa.- sacó la estrella de la bolsa.- Toma John, pon la tú. He sido un egoísta, yo puedo poner todas las estrellas del mundo, digo no ha sido mi primera navidad, en cambio tú no te acuerdas de nada.

-No Paul.- John rechazó la estrella.- La pondremos... los dos.

Una mirada llena de amor, dulzura y sobre todo compañerismo navideño inundo las pupilas de Lennon y McCartney, los dos tomaron la estrella de una mitad y juntos la pusieron sobre la cima del árbol, finalmente George y Ringo la encendieron, y no solo mostraba una luz hermosa y destellante, sino que la llama de la amistad acababa de ser prendida de nuevo.

Pero no duro mucho, porque unos segundos después, todo el árbol se cayó.

En una parte fue bueno, porque en vez de que nuestros 4 Beatles se enojaran uno con el otro, fue algo contrario, puesto que todos reaccionaron con una potente alegría y entre los 4 lo acomodaron de nuevo, era un árbol gigante, con muchas esferas y carbón debajo de él. Al parecer Ringo, Paul y George tampoco se habían portado bien, a Santa no le gustaban las peleas entre hermanos.

-Podemos comer... recalentado si quieres.- dijo Paul tomando el hombro de John.

-Claro, me encantaría pero ¿Saben? ¿Creen que sea demasiado tarde para un "intercambio navideño"?

-Mmm... técnicamente.- Ringo puso su mano sobre la barbilla, pensando.- Eso era ayer, pero por ti lo haremos.

-Claro... pero ¡Ya me adelante! Les traje regalos a los 3.- John caminó hacía el sillón, lo que sucede es que era bastante sigiloso, había tenido una bolsa todo el tiempo.- Miren, un espejo para Paul.

-Wow...- se vio.- ¡Soy hermoso! Aunque la barba ya no me queda.

-Un cupón de descuento en las hamburguesas para George.

-¡Sabes que es lo que más amo!- grito Harrison lleno de alegría y le dio un fuerte abrazo a su amigo.

-Y...- sacó la bolsa más grande.- Un peluche de un pulpo, para el dueño del "pulpitos garden"

-Jajaja...- Ringo sonrió enrojecido.- Gracias John.- abrazó a su peluche.- Te llamaré "pulpi"

-Lo sentimos John... no tenemos un regalo para ti.- esbozó George decaído.- Simplemente que ayer pasamos la peor noche buena y la peor navidad hasta que llegaste tú, por un momento iba a compartir de esas imágenes de "Sabes que algo ha cambiado en ti cuando ya no te importa la navidad" o esa de "Cena contra mi odio, esa no la cancelaré" Haciéndome demostrar que yo era único y diferente por odiar la navidad, siendo que nunca había tenido una.

Todos rieron ante la respuesta de George, pero fue una risa sincera, como aquellas que hace tiempo ya no solían tener, se abrazaron unos a los otros.

-No hay problema.- John sonrió allegado.- El mejor regalo que me pueden dar... es su amistad.

Estás últimas palabras hicieron sonreír de felicidad a Ringo y Paul, el primero no podía creer que tuvieran a un "John Lennon" distinto, él de hace años era majadero, orgulloso y necesitaba que una japonesa lo acompañará al baño, este nuevo John era sincero, y aunque no se le quitará lo terco, tenía el valor para reconocer sus errores y sobre todo para pedir disculpas. Paul aprendió con el ejemplo, pero por más que quisiera aprovechar el momento, la presión y las ganas de tener el poder lo exorcizaban cada vez más.

Fueron a comer un rico pavo relleno, siendo burla de todos los demás que habían tenido su cena navideña desde las 12 am, pero eso sin duda no les importo en lo absoluto.

-Eh... chicos.- John se limpió la boca.- Estuvo muy rico el pavo.

-Gracias.- Paul tomó su copa.- Exclusivo de la señora Jane McCartney.

-Me alegró que nos hayan dejado.- George le dio un bocado a su pierna de pavo.- Ayer todos esos desconocidos y los insoportables de los productores comían como si no hubiese un mañana.

-Ahora que lo pienso.- John volvió a decir.- Si hay algo que puedan darme de regalo, a parte de su amistad, claro está.

-Por supuesto John.- Ringo aceptó por todos.- ¿Qué es?

-Despues de la ensalada de manzana ¿Podemos grabar una canción? Intentemos hacerlo bien, porque los ingenieros de sonido, quien sabe hasta cuándo quieran trabajar.

-Claro que sí ¿Tienes sonido, ritmo, compases, todo?- pregunto Paul interesado mientras bebía más de su vino tinto.

-Por supuesto, pero una ayudadita no me vendría mal.

Terminaron su merecida comida, esperaron unos cuantos minutos más para que se les bajarán los condimentos, siguieron tomado, festejando, y bailando una navidad atrasada, aunque técnicamente siempre es el 25, no sabemos porque todos lo celebran el 24, eso es solo en la noche.

Así que finalizaron sus benditos alimentos y se dirigieron al estudio exclusivo para The Beatles.

-Díganme una cosa.- dijo John en cuanto se puso su guitarra.- ¿Por qué celebramos navidad? ¿Consumismo? ¿Tradición? ¿Coca-Cola? ¿Santa se tarda un año para traer todos los regalos?

-Eh...- Ringo dudo por unos minutos mientras acomodaba sus platillos.- Es por el nacimiento de Jesús.

-¿No se les hace un poco hipócrita celebrar el nacimiento de Jesús siendo que la mayoría somos ateos?

-No solo eso.- Paul explicó en cuanto reviso que el sonido de su bajo se escuchará perfectamente.- No solamente festejamos el nacimiento de Jesús, sino que también es una bonita fecha para darnos regalos, y sobre todo apreciar a tus seres queridos.

-Purff...- George bufó molesto.- ¿Familia? Esas personas solamente se acuerdan de ti cuando te ven cenando el pavo, de ahí en fuera los 364 días del año ignoran por completo tu existencia.

-No hay que ser tan duros.- dijo Ringo sonando el "3 2 1".- Mejor grabemos la canción.

La melodía decía así:

Here come old flat top

He come groovin' up slowly

He got joo joo eyeballs

He one holy rollers

He got hair down to his knee

Got to be a joker

He just do what he please

He wear no shoeshine

He got toe jam football

He got monkey finger

He shoot Coca Cola

He say I know you, you know me

One thing I can tell you is

You got to be free

Come together, right now

Over me

He bad production

He got walrus gumboot

He got Ono sideboard

He one spinal cracker

He got feet down below his knees

Hold you in his armchair

You can feel his disease

Come together, right now

Over me

He roller coaster

He got early warning

He got muddy water

He one Mojo filter

He say one and one and one is three

Got to be good looking

Cause he's so hard to see

Come together right now

Over me

Que mejor manera de pasar el auténtico 25 de diciembre con tus mejores amigos, practicando, ensayando y sobre todo, siempre descubriendo el verdadero significado de la amistad, pero... algo ocurría dentro de John que no podía entender, algo diferente, un sentimiento demasiado inexplicable, no era felicidad, tampoco enojo ni confusión, sentía que debía hacer algo por lo menos para recubrir el eterno dolor de su alma.

-Chicos...- todos se reunieron ante su petición.- Gracias, en serio, gracias por todo.

-No hay nada que deber, John.- Paul le dio una palmada en su hombro.

-Claro que sí quiero... decir ¿Siempre podré contar con ustedes? Si me pasa algo o... nos enojamos ¿Juramos que siempre estaremos juntos a pesar de todo?

-Por supuesto.- todos dijeron al unísono.

-Entonces supongo que tengo que hacerlo oficial, chicos en serio tengo que...

Cuando de pronto, en plena nieve de Abbey Road, se escuchó un sonido familiar, algo completamente nuevo e inesperado para George y John, pero esa peculiar risa era super conocida para Ringo y Paul ¿Saben que era? ¡Exacto! Un...

"Jo Jo Jo... ¡Feliz Navidad!"

-¿¿SANTA??- se preguntaron Ringo y Paul al mismo tiempo.

-Un momento, nunca me dijeron que se reía así.- chilló George enojado.- Con esa risa me pregunto cómo no lo han arrestado por pedófilo.

-¡Vamos a ver!- gritó John y todos salieron corriendo de los estudios.

Muchas personas observaban hacía el cielo, como un trineo ayudado por renos voladores, mágicos, comandados por un hombre gordo, de traje rojo, barbas blancas y apariencia amable, tenía sus regalos justo atrás. Esto era inaudito para Ringo y Paul, quienes nunca habían visto al mencionado "Papá Noel", es más todo el tiempo creyeron que era un invento para hacer un consumismo navideño, fue su sorpresa más cuando...

-Pss...- Paul le susurró a Ringo.- Es Robert ¿No?

-Ay no, no me digas eso, resulta que primero era un científico, luego mago y... ¿Ahora Santa Claus? Capaz que me va a decir que quería esto para navidad. No me sorprende, si ya la hizo de cirquero, dentista, fanático loco, acosador en potencia y vendedor de marihuana, no hay novedad que ahora sea Santa, es como una Barbie Girl pero en apariencia de hombre.

-Jajajaja.. Barbie Girl ¿Por qué tiene mil oficios?

-Exactamente.

El trineo manejado por "Santa Robert" bajó con despacio y mucha cautela en frente de nuestros 4 amigos, su reno confidente era Jude, quien les hizo una seña de complicidad a sus amigos, Robert bajó del trineo y todos las personas lo rodearon, pero solamente se fijó en los 4 Beatles.

-Jo. Jo. Jo ¡Feliz navidad! Olvide darles sus regalos queridos "Birols"

-Es Beatles.- dijo George cruzado de brazos.

-Como sea, les traje sus regalos, resulta que al comprender el significado de la amistad ¡Hizo pagar todas sus malas acciones! ¡Tomen!

Saco su enorme saco blanco, y derivación de ello todos sus regalos, los que les faltaban por entregar.

-Una pila de sándwiches calientitos para...- miró la carta.- ¡George Harrison!

-¡Ahhh!- Georgie gritó feliz y tomo la pirámide de emparedados con alegría.- ¡Gracias! Por momentos olvidaré que eres un desquiciado amante de niños.

-Para Paul... ¡Otro Hofner!- sacó el instrumento musical.

-No lo pedí, pero ¡Gracias Santa!- lo recogió con mucha felicidad.

-Para John... ¡Unos calcetines!

-¿Qué? ¿Por qué? Yo me porte bien.- chilló molesto e hizo muecas.

-Claro, es cierto.- Robert "Claus" aventó los calcetines.- ¡Un nuevo amplificador para mejores melodías! Sácalo duende Jude.

El pobre de "duende" Jude saco con fuerza y casi desparramándose en el suelo, el amplificador gigante que había pedido John, este lo cargó sin importar que Jude casi no podía respirar.

-Y... para Ringo, la paz mundial.- le dio unos pellizcos en su nariz.- Mentira, más anillos.

-¡Gracias!- se los puso todos en sus dedos.

-Ahora sí.- Robert se subió al trineo.- ¡Feliz navidad a todos! Espero tener que venir los próximos años...- hizo directamente esto para Paul y Ringo.

-¡Por supuesto!- todos se despidieron de él.- ¡Adiós Santa!

Y así el trineo mágico de Santa Claus se fue volando, dándoles la lección de amistad más valiosa e importante a nuestros queridos compañeros, que sin duda está vez sus relaciones personales se hacían mucho mejores y fuertes.

Siguieron celebrando la esperada navidad.

#PreguntaBeatle

¿Qué les regalo Santa a cada uno de los Beatles?

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