Capítulo 30 "Martha My Dear"
N/A
¡Chicos! Hace dos días fue mi cumpleaños, sé que no importa, pero me siento feliz porque todo volverá a la normalidad, actualizaciones más seguidas como siempre debió haber sido!
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*Felicidades, querida Linda McCartney*
-¡Pauuuuuuuuul!- el grito de Linda fue enorme y sincero.
-¿Qué paso?- se tocó la cabeza.- ¿Quién es esa niña?
-Ella es Heather.- se la mostró pero luego la hizo a un lado.- ¡No puedo creer que estés vivo! ¡John!
Cuando Linda se dirigió a la puerta para llamarle a John Lennon, Jane seguía detrás, así que camino rápido para alejarse, era obvio que no podría ver a Paul con Linda de por medio.
-¡John!- siguió gritando sin salir del cuarto.
"Adiós, Paul"- susurró la dolida pelirroja y se cubrió, había entrado de contrabando con una gabardina azul, lentes negros y ropa bastante larga, que escondiera quien era en realidad.
-¿Qué pasa?- Lennon se dirigió de inmediato, sin percatar que Jane había pasado a su lado.
-¡Paul despertó!
-¿Qué?- no podía creerlo, así que corrió lo más rápido que pudo.
La pequeña Heather jugaba con Paul, él estaba adolorido y más que nada confundido, pero tenía que esperar, al ver entrar a John se puso contento y un poco tranquilo.
-¡John!- gritó con dolor.
-¡Paul!- John cargó a Heather y se la dio a Linda.- ¡No puedo creerlo estás viv...!
-Espera un momento.- su compañero lo interrumpió.
-¿Qué ocurre?- preguntaron los dos adultos al unísono.
-No siento las piernas.
Linda casi se desmaya, se recargo en la pared, se puso pálida y en shock. John únicamente abrió la boca en seña de sorpresa, toco su pecho, parecía que le iba a dar un paro cardiaco, pero...
-¡Jajaja! ¡La vieja broma como en Ted 2! ¡Claro que siento las piernas! Cansadas, pero las siento.
En seguida, Lennon y Linda se enojaron bastante, mientras Paul soltaba unas tremendas carcajadas grandes, ella seguía pálida, John casi muere, pero el bromista McCartney denotaba que estaba más vivo que nunca.
-¿Qué te pasa?- John pregunto con un tono de ironía.- ¡Casi nos matas a ambos!
-Jajajaja.- Paul siguió riendo.- ¡Pero hubieran visto su cara! Que mal que no tome selfie...
-¡Cállate Paul, casi me desmayo!- chilló Linda.
-Ay.- paró sus burlas.- Lo siento señorita Eastman.
-¿Por qué me haces esto en mi cumpleaños?- reprochó la tierna rubia.
-¿Es tu cumpleaños?- preguntaron John y Paul al mismo tiempo.
-Sí.
-¡Felicidades!- gritó Macca.- Me gustaría darte un abrazo, pero estoy en cama.
-¡El mejor regalo que me pudiste dar es despertar!- Linda lloraba, pero de felicidad.- Aunque nos hubieras jugado una broma.
-¡Esto es un milagro!- estipulo John.- ¡El doctor dijo que estabas en coma y luego que necesitabas un donador de riñón!
-¿En serio? ¡Pues desperté! ¡Es un milagro! Literalmente.- susurró.
-¡Les iré a decir a todos!- John corrió rumbo a la sala de urgencias, donde Cynthia, Los Harrison y Maureen esperaban y comían ansias.
Paul y Linda se quedaron solos con Heather, la madre cuidaba con dedicación hija, él la miraba maravillada, pero más ella, quien no dejaba de llorar de alegría.
-Nadie había hecho esto por mí.- susurró tan feliz.
-¿Salvarte de ser atropellada por Ringo?- preguntó Paul irónico, le costaba trabajo hablar.
-Exacto, fueron casi meses Paul, meses donde John y yo veníamos día tras noche para verte, no pensé que fueras a despertar.
-¿Meses?- McCartney preguntó confundido.- Yo lo sentí por un par de dias, además no fue algo grato que digamos.
-¿Por qué lo dices?
-Tuve contacto sobre natural, vi a personas, te vi a ti, a un chico gordo, rubio y sin cabello, a una hermosa chica rubia, se parecía mucho a ti, también a otra chica de cabello castaño, tenía mis mejillas, también a una señora de cabello corto, sin maquillaje, pero siempre sonriendo, igualmente era rubia, incluso vi una versión más vieja de mi mismo.
-¿En serio?- preguntó Linda asustada.
-Sí, me calculaba como unos 70, tal vez 75 años. Ese sujeto, me dio muchas ideas para los próximos discos.
-Oye, suena bastante aterrador.- dijo la mujer algo asustada, cargo a su hija en muestra de miedo.
-Lo sé, pero ¿Me pasas una libreta?
Linda asintió, pero se detuvo al instante, porque llegaron todos los conocidos de Paul y el mismo doctor.
-¡Estás vivo!- grito George feliz.- ¡Eso es fantástico!- abrazó a Pattie y luego le susurró.- Dile a Campbell que regrese a Canadá, ya no lo necesitamos.
-Ay... Georgie.- ella le siguió el juego.
-¡Esto es fabuloso!- exclamó Maureen.- ¡Le llamaré a Ringo en este mismo instante!- tomó su celular.
-¡No!- Lennon intervino.- ¿Para qué quieres llamar a ese traidor? ¡No! Contacte a Matt Helders, será mejor baterista que ese conductor de autos locos.
-¡Fue un accidente!- Mo' defendió a su marido.- Además, sí Ringo dice que fue culpa de esa.- señalo a Linda.- ¡Es la verdad! ¡No te voy a permitir que le llames así a mi Rich!
-¡No fue mi culpa!- intervino Linda a defender su lugar.- ¡Él quería atropellarme y amenazo de hacerle lo mismo a mi hija, Heather!
-¡Claro, cómo no!- George se unió a la pelea.- ¡Pero la culpa la tienen ustedes! ¿Qué clase de tortolos se quedan en medio del cruce de cebra de Abbey Road!
-¡La culpa la tiene John!- Ringo, como de la nada, salió de las sombras y pudo contemplar que su compañero Paul había despertado.- ¡Si no se hubiera burlado de Paul esto no hubiera pasado!
-¡La culpa es de Pattie!- Cynthia interrumpió rápidamente.- ¡Ella le dijo a Jane lo de la apuesta!
Todos se quedaron pasmados, en especial Paul, no podía creer ¿Pattie fue la culpable de todo?
-¿Dijiste lo de la apuesta?- John preguntó furioso, todos sabían que lo que pasaba en el círculo Beatle, se quedaba en el círculo Beatle.
-Emm... ups, me voy.- la señorita Boyd se fue sin vergüenza, ni dar explicación alguna.- ¡No me arrepiento, la pelos necios de zanahoria al fin se fue!- gritó a lo lejos.- ¡Prefierooo a Linda!
Pattie dejó la sala, George se quedó avergonzado, ahora resulta que era su culpa ya que él le había dicho a su mujer, pero no contaba que ella le diría la verdad a Jane, no dijo nada ¿Vieron todo lo que provocaron los rumores? Sin duda, Los Beatles tampoco se salvan de ellos.
-Lo importante es...- intervino Mo.- Que Paul ya despertó.
-¡Tu maldita vieja le dijo a Jane todo!- gritó McCartney furioso, su pecho le dolía pero intentaba pararse.
-¡No le digas así!- Harrison respondió.
-¡Es una idiota que se acostó con John!- refutó.
-¡Paul!- Linda intento silenciarlo.
-¡John!- Cynthia reclamó molesta.
-¡Maureen!- Lennon pedía que la adorable Mary, pudiera calmar la situación.
-¡Ringo!- Ringo Starkey dijo su propio nombre para no quedar fuera de la conversación.
Todos lo miraron con odio, pues porque no importaba que Pattie fuera la culpable, quien arrollo a Paul, sin duda fue él.
-¡Eres un maldito traidor!- gritó Lennon furioso.
John, iba directamente a nuestro querido Richard, sin duda le daría una buena paliza, para que pensara dos veces y viera a quien podía atropellar o no, esto pasaría pero llego el doctor.
-¡A ver, a ver!- el doctor interrumpió, y sorprendentemente no era Robert.- ¿Qué pasa aquí?
-Paul despertó.- George dijo al instante.
-¿En serio?- los enfermeros se sorprendieron.
-Esto es fascinante.- dijo el doctor emocionado, pero después murmuro a sus estudiantes.- Cancelen la apuesta, McCartney no murió, quiten todo mi dinero y digan que ya no vale.
Nadie escucho la manera burda en la que los doctores habían jugado con la vida de Paul, sus enfermeros se dirigieron al instante y salieron de ahí, aquel hombre de bata se puso su cubre bocas.
-Bueno.- sonrió feliz.- Esto es maravilloso, ahora por favor, déjenme solo con él, voy a revisarlo.
Todos asintieron, salieron bastante molestos puesto que las discusiones cada vez eran más frecuentes, se fueron con sus respectivas parejas, exceptuando a George, él... se fue a comer, no tenía ganas de hablar ni conocer a Linda, para la primera impresión, él la había odiado.
Pero ni los Starkey ni los Lennon estaban felices uno con el otro, escuchaban los gritos de las fanáticas, eso los hacía enojarse aún más, Mo y Cynthia se incomodaron con la presencia de Linda, pero ella ignoraba esto, solamente jugaba feliz con Heather, su adorable hija.
-Eres un maldito traidor.- John quería comenzar la discusión otra vez.
-Cállate, tú eres un mal amigo, hipócrita.- Ringo respondió, no aguantaría las burlas otra vez.
-¡Hipócrita tú!- Lennon grito.
-John, por favor, no comiences otra pelea.- Cynthia pidió somnolienta, estar en el hospital era bastante cansado.
-Sí John, no hagas que a Cynthia se le pierda el riñón... Ah claro, tú quieres su riñón, no a tu mujer.- Maureen intervino, ella también estaba harta de que se burlaran y menospreciaran a su marido.
-¿Por qué no te vas a un hotel con George, eh?- Pero lo que no contaba que John, era el experto en las groserías y malas palabras.
-¡Ya basta!- Ringo gritó.- ¡Basta! ¿Quieres callarte Lennon?
-¡Tú eres el miembro inútil! ¡No te quiero en mi maldita banda!- exclamó furioso.
-¡No necesito de ti, eres un idiota!- Ringo respondió y se fue del otro lado.
-¿Ah, sí? ¡Yo menos! ¡Hasta un niño de 5 años toca mejor la batería que tú!- John gritó con todas sus fuerzas, y después se fue del hospital.
Después de ese feroz accidente, las relaciones tanto musicales y personales de nuestros queridos Beatles, cada vez iban empeorando, John se fue y se encontró a Yoko "misteriosamente" lo que no sabía, es que esa mujer lo seguía a todos lados.
-No lo aguanto.- fueron a caminar al parque.- Me frustro, no lo soporto.
-Déjalos ya, es el momento.
-Estamos en medio de un álbum... y no sé me ocurre nada.- bufó molesto.
-Yo tengo varias ideas.- Ono, no pudo dejar de meter sus narices, ni siquiera un solo día.
-¿En serio? Ayúdame a hacer una canción con cualquier cosa que se te venga a la mente.- pidió Lennon curioso.
-Acércate.
Yoko le susurró al oído a John:
-Número Nueve...
(...)
Pasaron largas semanas hasta que el doctor pudiera darle el alta a Paul, durante todo ese tiempo, se quedó bajo el cuidado de la adorable Linda, quien durante todo ese tiempo, el amor entre ellos creció enormemente, de una manera fantástica y sorprendente.
John y George, empezaron con las grabaciones del disco, con bateristas de estudio y diseñando nuevas canciones, añorando a que su fiel compañero Paul pudiera unirse lo más antes posible, pero en estas reuniones y nuevos comienzos, omitieron totalmente a su otro miembro, Ringo, quién tampoco quería ir, ya que cada vez que lo hacía, o los insultaba o lo insultaban.
Pero Linda no podía quedarse todo el tiempo a lado de Paul, así que ¿Qué hacía durante todo ese tiempo solo?
-Lo bueno es que tengo mi Smartphone.- McCartney sonrió, sus piernas funcionaban bien, pero tenía que esperar a que le quitaran el collarín, la venda que tenía sobre la frente lo tenía harto, pero podía mover sus manos con toda la utilidad del mundo.- ¿Qué hacemos?- dijo para sí mismo.
Busco en las aplicaciones para mantenerse entretenido, no quería nada de juegos mentales ni test locos que te rompían la cabeza, él quería alguien con quien jugar.
-Animales virtuales, para usted que está solo y aburrido, siéntase feliz sabiendo que puede elegir a un perro, gato, caballo, loro e inclusive dinosaurio para que este a su lado, con "My Best Friend" puede lograrlo.- Paul leyó la descripción del juego.
-Mmm...- dijo para sí mismo.- Suena interesante, vamos a ver.
La aplicación era bastante bonita, llena de colores, aparecía un sujeto con apariencia de veterinario, esto fue lo que le decía al jugador.
"Hola amigo ¿Estás listo para jugar? Puedes escoger un solo animal para hacerlo tu mejor amigo, puedes ponerle su nombre y hasta hacer que lama la pantalla de tu celular. ¡Bienvenido al juego"
-Esto es fantástico.- Macca se sintió feliz de por lo menos estar entretenido.- Veamos, que sea un perro, porque gatas he tenido mucha en mi vida.- bromeó, le gustaba mucho estar solo.- Está bien, un perro... ¿Chihuahua? No... bastante escandalosos ¿Pastor Aleman? No... yo soy británico, sería como una traición? ¿Labrador? No, bastante amarillo... emm...- buscaba toda la variedad de razas de perros que existían.- Mmm... ¿Bobtail?
"Has elegido a un Bobtail ¿Cómo quieres que se llame?" Ese sonido, fue el del veterinario, quien te inspiraba a adoptar a un animal virtual.
-Nunca había visto a uno así.- Paul se sorprendió, era divertido tener a un animal de ese estilo.- Mmm... que se llame Martha.
"Tú perra se llama Martha" Nuevamente fue la aplicación "Ahora debes de cuidar bien a tu animalito, saludos"
"Martha" fue una gran distracción para todo el tiempo que Paul se encontraba en el hospital, era bastante divertido poder jugar con ella, hacía de todo con su dueño, incluso cuando sus amigos se presentaban, él los olvidaba casi por completo, su adorable animal virtual le daba un montón de sonrisas, alegrías y no la dejaba sin comer ni un solo momento, se pegaba a su Smartphone con mucho orgullo. Era tanto cariño que le tenía a ese animal inexistente que... hasta le compuso una canción:
Martha my dear,
Though I spend my days in conversation, please
Remember me,
Martha my love
Don't forget me,
Martha my dear
Hold your head up, you silly girl
Look what you've done
When you find yourself in the thick of it,
Help yourself to a bit of what is all around you, silly girl
Take a good look around you
Take a good look and you're bound to see
That you and me were meant to be
For each other
Silly girl
-¡Esto es perfecto!- Habían pasado casi dos meses desde que Paul despertó y todavía no le daban el alta.
-Buenos días, señor McCartney.- entró el doctor, acompañado de Linda, John y George.
-¿Cómo estás querido hermano?- pregunto George feliz.
-Bien, bastante feliz ¿Qué necesitan?
-¿Cómo te sientes físicamente?
-Bien, ahora váyanse.- Paul seguía tan obsesionado con su mascota virtual, que los ignoraba por completo.
-Emm... señor McCartney, ya ha pasado mucho tiempo, ya es hora de darle el alta.- dijo el doctor frente a él.
-¿En serio?- pregunto triste.
-Sí... ¿Qué acaso no te sientes infeliz aquí?- cuestionó John irónico.
-No ¿Por qué debería? Tengo a mi querida Martha, comida gratis, compongo y escribo canciones, Linda viene a verme ¡Es el paraíso!
-¿Pero no te mueres por llegar a los estudios? ¡Vamos sumamente retrasados con el disco!
-Está bien cerebrito.- Paul se quitó la venda de su frente.- Vámonos, pues.
En los estudios Abbey Road, le esperaba una gran fiesta de regreso para nuestro querido McCartney, podía caminar a la perfección, su cara quedo un poco extraña, pero nada que unas buenas cremas para el cutis no pudieran solucionar, estaban todos, Cynthia, Julian, Pattie, George Martin, amigos y fans. Excepto la familia Starkey, quienes todavía no se sentían bien aceptados ante el nuevo 'circulo beatle'
-¡Bienvenido!- gritaron todos al unísono.
-¿Qué pasa?- Paul se sorprendió tanto que tiró su celular, este se cayó, y como son de esos celulares grandes y delicados, se destrozó por completo.- ¡Nooo! ¡Martha estaba ahí!
-¡Son todos tus amigos!- señalo Linda, intentando separarlo.
-¡Claro que no!- refunfuño molesto.- Yoko no es mi amiga.
Efectivamente, la señorita Ono se encontraba en un rincón del salón, sentada en una silla blanca, alejada de todos y todo, pero lo curioso de esto es que estaba volteada, viendo hacía la pared, no hacía la fiesta.
-¿Qué le pasa?- murmuró Paul a Linda
-No sé, ni siquiera sé porque está aquí. Pero el punto es que... ¡Vamos a comer!
La fiesta dio comienzo, Yoko no se quitaba de ahí, John no iba con ella, puesto que su hijo y su mujer le robaban el tiempo, además de que se lo imposibilitaba, todo surgía a la perfección, pero alguien llegó a interrumpir esa diversión.
-¿Quién es?- pregunto Lennon.
No tuvo respuesta, pero Ringo entró súbitamente, así, sin pedir permiso ni avisar.
-¡Ringo!- George gritó alegre.
-¿Hicieron una fiesta y no me dijeron?- en vez de saludar, les reclamó a todos.
-Capaz que querías traer tu automóvil e intentar atropellar a Paul, Linda y Heather.- susurró John, a pesar de que ese accidente ya había pasado desde hace tiempo, no podía olvidarlo.
-¿Sabes que, Lennon? Cállate, no quiero seguir con esto. Renuncio a la banda.
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#PreguntaBeatle.
¿Cuál fue la idea que Yoko le dio a John para su nueva canción?
¡Muy fácil!
Quien responda correctamente, se le dedicará el siguiente capítulo.
¡Gracias por leer y no olviden darle like a mi página de Facebook 'Grace Lennon McCartney'! :D
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