Capítulo 29 "Piggies"
Escuchar amenazas de esa índole por parte de John Lennon no era algo que se vieran todos los días, todos se quedaron atónitos y boquiabiertos, pero fue aquí donde nuestro Ringo supo que las cosas realmente estaban mal y no podía hacer nada para arreglarlo, simplemente tuvo que sacar todo lo que tenía.
-¿Qué Lennon? ¿Tan pesimista eres? ¡NO!- lloró.- ¡Paul no morirá! ¿Por qué dices eso? ¡Eres el peor! ¿Qué crees? ¿Qué no me duele? ¡ESTÁS LOCO!- gritó.- Pero no es mi culpa, la culpa es de esa.- señalo a Linda.- ¡De esa mujer! Y... ¡En cierta parte tuya! ¡Tú eras quien se estaba burlando de su ruptura con Jane y que perdió la apuesta! ¿Ahora vienes a hacerte el digno? Ja... por favor... ¡Eres el único culpable!- exclamó y se fue de la sala de urgencias.
El cuerpo de John se quedó congelado, en total y completo shock, se sentó de una manera burda en el sillón, su cabeza miraba hacía el techo y las lágrimas no tardaron en salir
-Es cierto.- murmuró.- Es mi culpa, si muere Paul... yo abre sido el único culpable.
Cynthia de inmediato lo abrazo, no soportaba ver a su amor en tan terribles condiciones, era algo que jamás se lo perdonaría.
-No morirá... te lo prometo.
Él asintió y también le dio un abrazo, ambos comenzaron a llorar, Los Harrison se unieron a este acto, Mo no pudo soportar más y salió de la sala, Linda quien miraba esta escena a lo lejos, no pudo evitar sollozar en silencio, abrazó sus brazos con ternura e intento ver a Paul a pesar de los intentos que hicieron por alejarla de ahí.
Ringo necesitaba aire, salió al balcón esquivando a todas las fanáticas que se encontraban al alrededor, comportándose siniestro y malvado, durante todos los medios posibles se encargaron de etiquetarlo como el culpable de esto, en parte lo era, quiero decir, su automóvil arrollo el cuerpo de Paul ¿Eso era prueba suficiente?
-Ringo...- Maureen lo alcanzo al instante.- ¿Estás bien?
-No.- susurró precavido.- Es obvio que no lo estoy, que pregunta tan idiota.
-No puedo comprender porque lo hiciste.- suspiró.- Es que, no hay motivos y razones, exceptuando aquel secreto que a nadie le quieres decir.
-No es ningún secreto, no tengo nada, simplemente déjame solo.- pidió y siguió caminando cerca del balcón que denotaba la vista a la ciudad.
El hospital era muy grande, muchas de sus partes estaban completamente solas, en una parte recóndita, se encontraba Ringo, pensando en diferentes cosas, únicamente miraba el calendario, contando los días restantes para que esta pesadilla terminará.
-No cabe duda.- se escuchó una voz detrás de él.- Hubiéramos pedido está misión a Paul.- era Robert, quien se escuchaba profundamente decepcionado.
-Sí, lo hubieran hecho.- rápidamente asintió sin problemas y encendió un cigarro.
-Estamos a tiempo.- lo acompaño Jude.- Ah... no esperen ¡Él está en coma! ¡Tú carro lo dejo así!
-¡Cállate Jude! Actué por impulso y lo saben.- admitió por primera vez.- Pero... lo hice por mí, pensé demasiado tarde las cosas, me quiero quedar aquí y sé que ustedes dejarán que me joda solo ¿Verdad?
-Así es.- asintió Robert sin ningún problema.- Me gustaba más cuando nos preguntabas que debías hacer, vámonos Jude.
Los dos científicos- magos, se fueron y dejaron completamente solo a nuestro Ringo, quién después de un tiempo, decidió regresar a la sala de urgencias, John y Cynthia estaban dormidos uno con el otro sobre el sofá del hospital, Pattie se encontraba desayunando y George platicaba con alguien en especial.
-Dime ¿Cómo te llamas?
-William Campbell.
-¡No!- le dio un golpe en sus manos.- ¡Eres Paul McCartney!
-Ah... cierto.- asintió algo nervioso.
-Dime ¿Eres zurdo?
-No.
-¡Joder!- gritó.- Esto no funcionará.
-¿Qué haces George?- Ringo se acercó de manera súbita a estos dos.
-Eh... nada, nada.- respondió al instante.- Estábamos... practicando.
-¿Para qué?
-Bueno, el doctor dijo que necesitábamos un doble.
-¡No necesitamos un doble porque Paul no va a morir!- gritó.- ¡Así que tú Billy, mejor largo de aquí!- señalo la puerta.
-No soy Billy, soy Paul.- dijo en broma y se fue.
George miró con cierto odio a su compañero, después de lo que había hecho, no tenía ganas de hablar con él después de lo que había pasado.
-Oye, no creo que sea un buen momento para que John te destruya siendo que estamos en medio de un álbum musical ¿O sí?
-No me destruirá, porque Paul se salvará, créeme.
-¿Cómo estás tan seguro?- preguntó curioso.
-Tú solo cree en mí George.- guiño el ojo y miraron la televisión juntos.
Las noticias que daban eran simplemente deprimentes, desde corrupción apacible y pecaminosa, policías burdos y sin sentido, políticos que gastaban sumas millonarias en su familia burguesa y de la poca justicia que había en todos lados, ayudaron a George para escribir...
"Have you seen the little piggies
crawling in the dirt?
and for all the little piggies
life is getting worse,
always having dirt to play around in.
Have you seen the bigger piggies
in their starched white shirts?
you will find the bigger piggies
stirring up the dirt,
always have clean shirts to play around in.
Cuando termino de escribir, llego el doctor con su pequeño cuaderno donde tenía todas las cosas importantes y con relevancia, se puso los lentes para leer.
-¿Familiares de James Paul McCartney?- preguntó y alzó una ceja.
-¡Nosotros!- gritó George y de inmediato despertó a Los Lennon.
-¿Qué pasa?- pregunto John poniéndose sus lentes, últimamente los necesitaba usar para casi todo.
-Paul, necesita un donador de riñón, según estás pruebas, la más capacitada es su mujer, Cynthia.
Todos se sorprendieron, Cynthia todavía no podía comprender que era lo que estaba pasando, porque seguía adormilada y confundida, pero John comenzó a moverla súbitamente para que entendiera.
-¡Escuchaste eso!- le gritó mientras la agitaba de los hombros.- ¡Paul vivirá si le das uno de tus riñones!
-¿Q-qué?- titubeo e intento adaptarse.- ¿Qué dices?
-¡Dale un maldito riñón a Paul!- gritó.
-¡No quiero!- chilló.- ¿Qué tal si a Julian le hace falta cuando sea mayor o alguno de nuestros nietos? Nunca me preguntaste si quería ¿O sí?
-Tu sabes lo mucho que ama a su tío Paul.- le susurró al oído.- Llorará mucho cuando lo vea muerto ¿No crees?
-P-pero...
-¡Vamos Cynthia, carajo!- exclamó y luego le dio una bofetada.
-¡Oye!- George interrumpió entre ellos.- Todavía de que le dará un maldito riñón ¿Te sientes con el suficiente valor moral como para ponerle un dedo encima todavía de que te vez con Yoko todas las noches? ¡Maldito seas!
-¡Cállate Harrison que todos te vieron acostándote con Maureen!- gritó.
-Esto es divertido.- el doctor comentó con entusiasmo.- Va para la telenovela "The Beatles" ¡Sería un éxito!- grabo con su celular.
-Ya basta...- Cynthia intervino entre la pelea de John y George.- Sí, sí daré el riñón.
-¡Perfecto!- su marido la cargo.- No sabes lo mucho que te agradezco, adorable Cyn.- le dio un beso en la boca, de aquellos que hace tiempo no le daba.- En la noche tendrás a Johnny para ti.
-No quiero, pero gracias.- susurró.- ¿Dónde es la donación doctor?
-Será en unas semanas, por favor sean pacientes.- dijo aquel médico y guardo su celular.- Yo les diré, solamente necesitaba tener al donador presente.
-Así será.- el manipulador Lennon abrazo a su mujer.- Todo gracias a ti, me siento afortunado, te amo Cyn, Yoko ni ninguna otra insignificante puta son nada comparado contigo, mi bella dama, eres la mejor, vamos con nuestro bebé ¿Qué quieres hacer mi adorable esposa?- estos y otros cariñitos le decía al instante.
George únicamente miró con cierto odio y amenaza, detestaba que hiciera eso ¿Acaso Lennon no se pudo ver más obvio al momento de elogiar a su mujer en cuanto se dio cuenta que ella era la única que podría salvar a The Beatles? Simplemente no podía creerlo en ningún aspecto.
Se deprimió y volvió a los brazos de su hermosa Pattie.
(...)
Largas semanas ocurrieron por todo esto, simplemente de todos los 4 Beatles, familiares y amigos que estuvieron pendientes de la salud de Paul, John era el más ferviente y quien se quedaba más horas en el hospital, junto con su compañero a quien apreciaba tanto:
-Mira Paul.- dijo sentado a su lado.- George, Ringo y yo, tenemos la mayoría de las canciones que conformaran el disco, solamente faltas...- se limpió un poco la nariz.- Tú, pero estoy seguro de que pronto volverás a despertar, en unos días será el trasplante de riñón y volverás a reír, jugar y sonreír.- sus lágrimas fueron evidentes y claras.- Discúlpame amigo, todo fue... mi culpa.
Sujetaba las manos de su compañero, esperando estúpidamente a que el despertara en seguida o que hiciera algún reflejo para demostrar que estuviera bien, pero era inútil, Paul no despertaría hasta ese momento.
-Te la leeré.- sonrió y comenzó a decir su canción:
"I told you about strawberry fields
You know the place where nothing is real
Well here's another place you can go
Where everything flows
Looking through the bent backed tulips
To see how the other half live
Looking through a glass onion
I told you about the walrus and me, man
You know that we're as close as can be, man
Well here's another clue for you all
The walrus was Paul"
-¿Te gusta? Escuche por ahí que si confundimos a nuestros fans, ellos comenzaran como unos maníacos a comprar nuestros discos y así, sería una gran lección para que al fin se callaran y dejarán de encontrar significado a nuestras canciones, que no tienen gran relevancia ¿Te gusta, Paul?
John se deprimía bastante al ver a su fiel amigo con un collarín, los ojos cerrados, una venda que cubría toda su frente, su brazo izquierdo estaba enyesado y sus labios se veían totalmente resecos, pero lo que lo ponía peor era que... al hablarle no iba a hacer que despertará.
-Paul...- suplicó.- No sabes cuánto añoro a que abras esos ojos, o que esto sea una broma así como paso en Ted 2.
Nada, nada de nada, ni una respuesta, absolutamente nada.
En eso, alguien tocó la puerta para interrumpir su inmensa paz.
-¿Quién es?- pregunto molesto.
-Eh...- se escuchó una voz de mujer del otro lado.- Soy, Linda Eastman.
-¿Qué?- abrió la puerta.- ¿Qué necesita, señorita Eastman?
No recibió respuesta, solamente entró al cuarto de inmediato, procurando que nadie la viera pasar.
-John... gracias por abrir.- le dio un abrazo.- Necesitaba verlo.
-¿Qué? ¿Qué dices? ¿Por qué necesitabas verlo? ¿Quién es ella?
Linda traía en brazos a una pequeña niña de 3 años, ella estaba curiosa por ver la sala que se encontraba frente a ella, Lin solamente intentaba controlarla.
-Ella es Heather, mi hija, necesito cuidarla ya que Ringo, el baterista me amenazo con atropellarla.
-¿Qué?- John preguntó impresionado.- Eso quiere decir que... ¿Ringo quería atropellarte a ti y no a Paul?
-Exacto, pero como Paul es tan bello, me salvo, por eso siempre lo amaré.
-Es tan honesto.- Lennon siguió llorando.- Lo amo tanto.
-Yo también.- ambos se abrazaron en seña de comprensión.
Este abrazo duro tan solo unos minutos, John le dio un poco de papel, estaban rompiendo las reglas, ya que no podía haber más de dos visitantes y mucho menos con alguien en etapa intensiva.
-¿Quieres estar con él? Mi mujer debe estar esperándome.- estipuló y limpió sus lentes.
-Claro, sería un gran privilegio.- sonrió asentida.
-Bien.- abrió la puerta.- Solamente que... no hagas cosas malas.- bromeó.
-Claro que no John.
Linda se sentó a su lado, quería abrazar a Paul, verlo en aquel estado era tan frustrante para ella, todavía tenía en brazos a Heather, era una pequeña niña hermosa, como su madre.
-Paul...- lloró y sujeto su mano.- Gracias por todo, te juró que serás el mejor del mundo. Yo seré tu amor, tu mujer y... tu cantante...
Y sin más, Linda comenzó a cantar:
"You are my love, you are my song, linger on
You are my song, I am your singer
You are my one, you are my own melody
You are my song, I am your singer
Someday, when we're singing
We will fly away, going winging
Sing, singing my love song to you"
-No soy muy buena. Pero... espero que te guste.- sonrió con augurio.- Está era una canción que mamá me cantaba todas las noches, y con eso me sentía mejor, espero que con ella también te sientas mejor.
Los deseos de Linda no eran muy diferentes a los de John, ver abrir los ojos a su eterno amor de internet, incluyendo al mismo Paul, era más hermoso de lo que se había imaginado y de lo que veía en fotos, no importaba tampoco que estuviera tan demacrado por el accidente, para ella, era su novio perfecto.
-Paul... por favor.- rogó.- ¡Despierta! ¡Vamos!- sacudió sus brazos.- Te amo desde la primera vez que hablamos en citas.com
Pronto, las pequeñas manos de McCartney comenzaron a moverse con lentitud, ella tenía esperanzas, siguió cantando más partes de esa canción tan hermosa. Pero Paul no era la única persona que escuchaba esto, detrás de la puerta se encontraba Jane Asher, quería abrir la puerta pero eso significaría interrumpir aquel bello momento, lo haría, hasta que.
-¡Paul!- gritó Linda emocionada.
-¿Eh? ¿Linda? ¿Qué estoy haciendo, aquí?
Al parecer, las suplicas de Linda valieron la pena y funcionaron, porque como si fuera un milagro, Paul despertó de ese coma de una manera mágica e inexplicable.
********************************************************************************************
#PreguntaBeatle
¿Cómo se llama la canción que Linda le canto a Paul? (muy fácil si realmente amas a Macca)
(Recuerden que ya casi todo es ficticio aquí xD)
¡Buen inicio de semana y gracias por leer!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top