Capitulo 74 "Es hora de separarnos" (Jane Asher)

N*As

-No me hago responsable si estás leyendo esto y gritas en la noche y te dan con la chancla, preferentemente leerlo después de ir al baño para que no te cagues encima (lol)

-¡Ya llegamos a las 16 mil lecturas! Eso me hace tan feliz :3

-Los invito a ver mi nuevo vídeo, el canal subirá vídeos cada sábado y cuando está historia acabe, haré un vídeo sobre mi fic, ¿Por qué? Porque YOLO :v

https://youtu.be/fm0kwszjl1A

Jane's POV

¡Me siento tan furiosa!

Todos conspiran en mi contra, Paul, Cynthia, todo el puto mundo parece odiarme y yo no sé la maldita razón, para colmo, esas taradas de Yoko y Linda se rieron en mi cara, no dudo en que Paul y su rubiecilla esa deben de estarse riendo como nunca.

¡ARG! Es que esto es odio combinado con una infinita tristeza, aprieto mis puños al mismo tiempo que dejó mis lágrimas salir. Me fui a los estudios Abbey Road.

Entre de inmediato, como es mi segunda casa, me permito llorar de coraje en cuanto estoy en nuestra sala de música, hago muchos corajes y mis dientes se aprietan, no puedo soportar esto, es demasiado.

Pensé que estaba sola, pero luego observe como Pattie y Mo' estaban recogiendo sus instrumentos, muy desanimadas.

—No puedo creerlo—dije con horror, sin percatarme en qué manera hacen la acción anterior—, Cynthia me traicionó, me mandó a matar.

—Eres una idiota, Jane—dijo Maureen, vaya lo último que me faltaba.

—No, claro que no. ¡Mostraron pruebas!—grite con toda mi ira— Pruebas inauditas que demuestran que Cynthia y Paul confabularon en ese accidente de coche que tuve hace 4 años atrás.

—Sí claro, ¿Eres una niña o necesitas que te lo digamos?—Pattie también lucía molesta— Angeline Maxwell fue contratada por alguien para decir eso, quiero decir ¿Aún no te entra en la cabeza que cuatro locas quieren deshacernos de nosotras?, maldita ciega.

—Eso no es verdad, ellas no tienen ningún vínculo con Angeline Maxwell, escuche las voces, miré los cheques, ¡todo era cierto!, ellos me engañaron, me mandaron a matar.

—Como sea...—parecían aburridas y sin dedicación.

—Chicas, es hora de separarnos—dije firmemente—, empezaré una batalla legal contra Cynthia y Paul, no quiero que sean perjudicadas.

Ellas se miraron una a la otra, cuando de pronto y sin siquiera prevenirlo... ¡Empezaron a reírse!, Maureen recogía sus baquetas del suelo mientras que Pattie iba por un documento en el estante.

—No es necesario, Asher—dijo y me lo dio en la mano—. Cynthia ya ha empezado su propio movimiento.

—Resulta que desde que salió Let It Be, ella ya estaba empezando los procesos para separarnos, ya los firmamos, así que te toca a ti—complementó Maureen.

¿QUÉ? ¿CÓMO PUDO HACER ESO?

Miro y leo todo lo que dice ese maldito contrato, hasta abajo vienen nuestros nombres y arriba una línea punteada para firmar. Ahí está.... Cynthia Powell Ruby... Patricia Anne Boyd Drysdale... Mary Cox Barret, los tres ya firmados.

Sí yo lo hago... se acabará.

Se acabaran las Beatlegirls para siempre.

Observo atentamente que mi nombre es el único nombre que falta, me da un escalofrío en la espalda...

Jane Asher Eliot

Si lo firmo, todo acabará, pero si no lo hago, de todas formas... esto ya acabó.

Pero no voy a dejar las cosas así.

—Bien—grito en cuanto aviento el papel ya con mi firma—, tal vez para ustedes eso de seguir adelante para joder a las Wings les haya pasado muy de largo, pero para mí no... ¡Era algo que deseaba! Venganza por todo esto, ellas nos arruinaron todo, ¿Les vamos a dar el placer?

—Ay, Jane por el amor de Dios—Pattie rodó los ojos—, no te vengas hacer la víctima.

—No lo soy, esto no puede ser posible, ¡Cynthia no puede separarnos!

—No digas esas cosas cuando...

—No, no, ella es el maldito colmo—no deje que terminara—. Cree que puede hacernos esto, me mandó a matar y ahora... ¿Separa a la banda? ¡Alguien tiene que ponerle un alto!

Camine con grandes zancadas hasta el final de los estudios, ellas iban siguiéndome mientras gritaban algunas palabras, que no entendí, por supuesto.

La nueva casa de Roberto y Cynthia estaba a dos cuadras de los estudios, entonces esquive a todos los Pear Scruffs que se hallaban fuera de su residencia, toque la puerta, no recibí respuesta, azote la palma de mis manos en el portón, tampoco, nada de nada. Golpee con mi zapato e hice mucho ruido, los Pear Scruffs miraban emocionados, me sentía tan furiosa, tan llena de rabia y rencor, entonces no tuve otra alternativa más que hablar:

—CYNTHIA... ¡CYNTHIA POWELL!—grite en dirección a la ventana— ¡ABRE LA PUERTA!

Los rayos del sol dejaban ver en las cortinas dos rostros, el más alto correspondía al de Roberto, mientras que unos ojos deprimidos y confundidos se encontraban a su lado, no dudo que sea el de mi ex terrible y maldita compañera de banda.

— ¿Cuál es tu problema?—seguí exclamando— ¡NO PUEDE SER POSIBLE! ¡Abre la puerta para que te pueda dar la paliza de tu vida!

Pero no me respondía, la muy maldita se resguardaba tras las rejas de su maldito hogar, tenía que seguir gritando, debía decirle y descargar toda la rabia que cargo aquí adentro.

—. ¿NO VAS A SALIR, COBARDE? Gallinita rubia, estúpida... ¡TE ODIO!

Del odio, paso a ser incomprensión absoluta, rechazo inmediato, no podía asimilar todo esto.

—Ya sé lo que dirás—dije en voz entre cortada—, tú nos creaste, tú eres la líder y por eso tenías derecho a separarnos. Lo mejor que me paso en la vida fue unirme a las banda, eso dirás, ¿Cierto?—seguía debajo de la ventana— ¡Pues déjame decirte una cosa! Tú no eres la banda, tú no eres las Beatlegirls, lo somos yo, Maureen, Pattie y claramente tú formas parte, pero tú no lo eres todo. ¿O acaso sí? ¿Acaso tú tocabas todos los instrumentos? ¿Qué éramos? EH—reclamaba sin parar— ¡Cynthia Powell y las Beatlegirls! ¿Acaso éramos eso? PUES NO, éramos una y todas a la vez. Un cuadrado que sin una esquina no importaba nada, ¿NO PUDISTE COMPRENDER ESO? ¡NO! Porque tu maldito ego rompía y destrozaba ciudades, eran igual de jodidos que tú... ¡TE ODIO!

Pero ni aun así, se dignó a salir. No tuve otra alternativa, observaba su rubrico cuerpo frente a la cortina y el de su viejo a lado. Entonces escale la barda de la casa, corrí en seguida y tome un ladrillo. No quería hacerle daño, (aunque se lo mereciera). Así que lance este ladrillo a la otra ventana, para demostrar mi maldito odio al romper su vidrio principal.

Todos los Pear Scruffs huyeron como pavos en día de caza. Volví a salir como entré mientras no dejaba de correr por todo el lugar, iba en dirección a mí casa. Lloraba como nunca y la furia que sentía en mi estómago provocaba un hueco y dolor tan enorme.

Pero luego, vi algo que alguien dejó tirado en el suelo, llamó mi atención de inmediato... pero no pensé que sería algo tan... espantoso:

Y ahí fue cuando todo lo que hizo Cynthia, Pattie y Maureen al tratarme mal, al fin tuvo sentido:

Jane deja las Beatlegirls...

JANE DEJA A LAS BEATLEGIRLS.

¿Pero qué carajos? ¿Qué hace esa tal Jane Asher para dejar al mejor grupo de la historia?

Oh... esperen...

¡SOY YO!

N-no... no puede ser posible, tome la nota tirada con mucho nerviosismo, mis manos temblaban, pero leía rápidamente... no entendía nada. Solamente una supuesta entrevista que esa Asher... digo que YO, ¿¿YO?? Había ofrecido para el Daily Mirror el día de hoy...

"Aprovecho para anunciar que mi disco solista, que haré en colaboración con mi pareja y futuro esposo, Gerald Scarfe, saldrá muy pronto"

Esa frase, oh por dios... yo nunca dije esto, yo no dejaría a las Beatlegirls, todo esto me da muchas vueltas a la cabeza, no puedo creerlo ni asimilarlo.

Llegue a casa con mucha confusión, ahí se hallaba Gerald, le diré que Daily Mirror ha mentido terriblemente al hacerme semejante acusación.

—No puedo creerlo—me aplaste en el sofá—, una maldita prensa ha mentido, hoy se separaron finalmente las Beatlegirls... y dicen que fue por mi culpa—dije con cansancio.

—Qué bueno—repuso Gerald.

—Yo no dije nada para Daily Mirror—expuse.

—Lo sé, fui yo.

—Al maldito cabrón hijo de...—un momento.

¿QUÉ?

—Espera un segundo—me levante de un salto— ¿Por qué? ¿Qué dijiste?

—Yo hable en tu nombre al Daily Mirror. Yo fui quién dijo que dejarías a las Beatlegirls y Roberto ya tenía listo los documentos que financiaban la separación—dijo con la voz seria y la mirada en frente.

N-no comprendo... ¡Lo sabía! Su maldita trampa y caí como tarada...

—Gerald—lo miré de frente, aunque él no me mirara a los ojos— Dime la verdad, ¿Estás confabulado al plan ese de las Wings para destruirnos?

—Sí—aceptó el muy cobarde—. Roberto, Isaac, Eric y yo... estamos en este plan.

—No puedo creerlo—me arrodille mientras cubría mis lágrimas—, ¿Por qué lo hiciste? ¿POR QUÉ?

—Escucha—se agachó a mi lado, quería consolarme pero yo lo alejaba—, tuve que hacerlo. No tenía otra alternativa, pero yo no quería que murieras, yo me enamore de ti Jane, quiero estar a tu lado. Pero la única manera en que las Wings las dejarán en paz y libremente es hasta que vean ese documento que tienes. Por eso hicieron está última jugada, mientras estabas preocupada sospechando de Paul, y ocultando tus sentimientos hacía é, concentrándote en destruir a Linda, Roberto ya estaba preparando los papeles de la disolución junto con su hermana Isabella. Ella fue la responsable de la muerte de Freda, les tendimos toda una trampa. Finalmente y Cynthia al ver que tú ya habías hecho esto nacional; fue llena de rabia a los estudios a exigirles a Pattie y Mo' que firmaran la separación. Les dijo cosas muy feas, las hizo llorar, pero creía que todo era tu culpa, por eso no te abrió la puerta. Perdóname Jane.

Es un maldito hijo de...

Me levante de nuevo sin dejar de sollozar, de quejarme, mi cara ya estaba toda cubierta de lágrimas y mis puños me dolían de tanto que empecé a pegarle a la pared. Esos malditos nos vencieron, lo lograron los muy desgraciados.

Yo no quería creer eso de Gerald, él era el que menos se mostraba confabulado en esta jodida trampa, pero fue el peor de todos. Lo peor es que si me había enamorado de él.

—Eres un sinvergüenza desgraciado—miré como él estaba de rodillas, exigiendo perdón.

—Lo siento Jane, discúlpame, discúlpame, discúlpame—repetía con su voz dolorosa—. Yo no quería hacerte daño, puedo apoyarte en todo, serás una estrella, te amo. Te amo como nunca antes ame a nadie.

— ¿Crees que te voy a creer?—pregunte con odio y arrogancia— ¡Por supuesto que no! Tú y esas zorras fueron capaces de ATENTAR contra mi vida. ¡Hubiera preferido morir!

—No, no, no digas eso—quiso abrazarme, pero evidentemente lo aleje—. No mí amor, la verdad es que agradezco eso, porque gracias a la trampa te pude conocer, amarte y estar a mí lado. No hay nada más bello que eso.

¿Está tarado o qué?

—Dime que más hicieron—pedí con seriedad.

—Pusieron dos trampas, Linda por su lado al contratar a Angeline Maxwell y difamar a Paul y Cynthia. Y Roberto ya tenía preparado todo para la separación, simplemente necesitaba el momento justo para que al fin ella cediera. Cynthia está plagada con él, obsesionada, necesitada. Sigue amando a John, pero con Roberto encontró ese sustituto de padre que tanto necesitaba, por eso aunque les dijera que ya lo traía así o le daba golpes, eso era pura mentira. Sigue bajo su dominio y poder, la verdad no sabemos cuándo se deslingue de él.

Mi pobre amiga, mi hermana del alma... bajo el trato de un haragán asesino.

Todo este tiempo estuve jurando venganza, dejamos pasar las cosas, nos confiamos, fuimos arrogantes y creímos que no habría poder humano para separarnos, ni grupo musical que nos superara. Por esa confianza ciega... nos pasó lo que nos pasó.

Y luego, fingir que todo estaba bien, que volveríamos a tener el control de las cosas, que seríamos las reinas nuevamente... eso fue mucho peor. En el fondo sabíamos que ya no éramos un grupo, como mujeres solo usábamos la hipocresía para seguir adelante. Ya no somos las cuatro amigas que bailaban en bares, tocaban en La Caverna con alegría y dedicación, ya no éramos las chicas que se reunían a grabar discos, a componer canciones, a comer por las mañanas. Simplemente éramos The Beatlegirls, el grupo, pero las amigas ya no.

Ahora que reflexiono esto, me puedo dar cuenta que toda esta batalla era en vano. Eran sus malas jugadas de las Wings para tener un poco de nuestra atención y de nuestro éxito que habíamos tenido por méritos propios, pero nosotras debimos haber abierto los ojos a tiempo, si hubiéramos por lo menos sospechado un momento o reflexionado por dos segundos sobre las cosas que nos pasaban, sin duda sabríamos que no era casualidad todas estas cosas... y tal vez no hubiéramos terminado tan mal como quedamos.

¿Consecuencias? Sin amigas, sin amor, sin música... sin nada...

Puedo decir que el responsable de nuestra separación no fue Roberto, Yoko, Olivia, vaya ni siquiera Linda. Sino nosotras mismas.

—Largo de mi casa—dije con pesadez.

—P-pero Jane... no las necesitas, puedes hacer tus propias canciones y tu propia música...

—LARGO DE MI CASA—volví a repetir.

—Te quedaras sola mí amor, no quiero dejarte sola.

—Quiero que te vayas—señale la puerta.

—P-pero... estarás mejor, lo superarás, encontrarás a nuevas amigas. Hay una artista interesada en colaborar contigo—fue por un fax—. Se llama Carla Laine y...

—. ¿Eres sordo?—pregunte— ¿Acaso no te dije que te fueras? Lárgate, sino llamaré a la policía.

Tiró el fax en el suelo, sus ojos estaban llenos de lágrimas y su emoción era totalmente triste y decaída. Caminó lentamente hasta la puerta, donde la abrió con mucha amargura, pero como buen resentido, dijo al salir:

—Conmigo pudiste haber tenido el mundo a tus pies, una verdadera carrera, música de verdad, amigas de verdad.

Salió con firmeza, y me dejo pensando.

Yo ya tenía el mundo a mis pies, una carrera prometedora, amigas sinceras, música de calidad. Pero todo se fue al inevitable borde. Debía tranquilizarme, así que no tenía otra frase para repetir más que:

"Todo lo bueno, tiene que acabar. Nada es para siempre"

(...)

Durante esa noche y parte de la madrugada, no hice más que tomar, drogarme y llorar. Sin hijos para abrazar, sin amigas para platicar, sin pareja para besar, sin motivo para seguir viviendo. Soy un colmo, una vergüenza que se cree hasta lo que el parajillo dice. No debería estar aquí.

Estaba sentada en el suelo de mi piso, usaba un vestidito corto, no tenía zapatos y no hacía más que escuchar música deprimente, ni siquiera me daban ganas de fumar marihuana.

Cuando de pronto, y sin que lo hubiera esperado, apareció alguien frente a mí.

Ya tenía los ojos entre cerrados, estaba a punto de dormirme, tenía mi botella de Vodka en mi mano izquierda mientras que acariciaba el frío suelo de mi sala con la mano derecha. Pero pude ver la figura tan esperpéntica que se paró justo frente a mí. ¿Quién era? ¿Cynthia? ¿Gerald? ¿La muerte? ¿Astrid regresó por mí?

Pero fue mi total sorpresa cuando vi a...

Paul.

—Jane, ¿Qué haces ahí?

—Llorar y esperar mi muerte.

—Oh vamos...

Prendió la luz de la sala, traía consigo una extraña caja que me parecía muy similar, la dejó en el estante y a mí me ayudo a levantarme. Yo era un asco personal y físicamente, pero él... tan hermoso como siempre.

—Levántate de ahí, no puedes seguir así por la canallada que te hizo Gerald.

—P-pero yo no quise separarlas...

Un momento, ¿Qué dijo?

— ¿C-cómo sabes lo que le hizo Gerald?

—Usar tu nombre para el Daily Mirror, fue asqueroso—volvió a tomar en sus manos la mencionada caja—. Tenías razón, Pattie tenía razón, creo que yo fui el último que se dio cuenta que las Wings les tendieron una perfecta y elaborada trampa.

—P-pero... ¿Por qué estás aquí? ¿No deberías estar con Linda?

—Debería, sí—se sentó y bajó el volumen del tocadiscos—. Pero no puedo estar con ella porque... acabo de terminar todos mis compromisos con Linda, no nos vamos a casar. Finalice todo con ella, definitivamente.

—P-pero...—mis ojos se iluminaron brevemente— ¿Por qué?

—Porque me mintió, solo era un capricho que ella quería para darse gusto. Jamás me amo, era solo uno de su lista tan larga de hombres. Además de que era cierto todo...

—Explícate—dije con pena.

—Fui al correo a dejar unas cartas. Encontré la carta que le manda Yoko a su hija Kyoko, y simplemente lo que le escribió... fue lo más repugnante del mundo, pero entendí todo. Así que fui al cuarto de Linda y encontré su caja de secretos, era cierto, ellas les robaron esa joya preciada que tenían en casa de Freda. Linda y Yoko fueron a pasear momentos después de que te fuiste, para cuando mi ex novia regreso, lo primero que hice fue pedirle una explicación; detalló todo su plan, entonces claramente acabe con ella. Me fui de la casa en ese instante, deje a mis hijos con mi madre y he me aquí—encogió los hombros—, consolándote, a tu lado... como siempre.

—Paul—me recargue en su hombro mientras lloraba insensatamente.

Orange County Suite de las Doorgirls sonaba como música ambiental, él me abrazaba con firmeza, todo por esa puta caja. Sabía que era mala idea, cuando la propuse pensé que se darían cuenta de que era sarcasmo, pero ellas invadieron nuestra privacidad y atacaron a Freda, eso nunca se los perdonaré.

—Vamos a caminar—me trajo unas sandalias—, el aire fresco te hará bien.

Tome su mano sin decir nada, salimos de mi casa y dimos pequeños y lentos pasos por la calle.

Pero en la esquina, vimos una sombra aterradora, desalineada y destruida...

Oh por dios, era... ¡Gerald!

—Ahí estás...—dijo con frivolidad— Dirás que esto es cliché, pero algo si te aseguro... Jane Asher Eliot, sino estás conmigo... ¡NO ESTARÁS CON NADIE MÁS! Prefiero verte muerta...

Diciendo esto, sacó un arma, me apuntó, tenía su mirada justa en mi pecho. Una bala ahí sería lo suficiente para asesinarme.

Sonó el disparo, fue tan fuerte que no pude reaccionar a tiempo, cerré los ojos llenos de lágrimas, pero...

No sentí nada.

Paul me había abrazado fuertemente. Él recibió la ráfaga de disparos que lanzó Gerald.

SE SACRIFICÓ POR MÍ.

—PAUL—grite horrorizada, él cayó al piso y yo sostuve su cabeza con mis manos.

—Ayuda... me duele...—su boca salía sangre.

Gerald de inmediato se fue corriendo, como el maldito cobarde que es.

—Mi amor, lo siento, lo siento—llore desquiciada.

—Me he sacrificado por ti, espero que ahora quedé claro que jamás te mandaría a matar.

Entonces bajo la luz de la luna, empecé a enloquecer lentamente mientras gritaba, pidiendo una patrulla al instante, rogaba que él despierte.

Pero no lo hizo.

PAUL NO DESPERTÓ.

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#PreguntaBeatlegirl

¿Cómo le hizo Paul para enterarse del plan de las Wings?

Ya saben, quién responda correctamente, se le dedicará el siguiente capítulo. Aprovechen porque solo 8 capítulos más, y acaba :(

¡Gracias por leer!

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