Capítulo 35 "Somos más populares que la virgen María" (CYNTHIA LENNON)
Capítulo 35 "Somos más populares que la virgen María" (Cynthia Lennon)*** disculpa si alguien es religioso o se siente ofendido* No olviden leer a el tercer hijo de John Lennon n.n
Cynthia's POV
Me he sentido mal desde que Freda se enteró que golpeamos a nuestros esposos, no quiero decirle que fue mi idea decirle a Jane que esa era la única manera en que podían resolver las cosas y en cierta manera Mo' me vio como ejemplo. La decepción que denoto nuestra mánager fue impresionante, así que me dio un poco de culpa y decidí pensar más en mi familia. En realidad fue porque teníamos vacaciones y tiempo libre. No tenía otra alternativa.
Una no deja de conocer a las personas y eso es claro, yo sabía que John era religioso, pero nunca creí que lo fuera en extremo. Mientras él rezaba en el templo que mando a construir, yo aprovecho para convivir con mis hijos, es fácil tener sexo o dar a luz, pero ya no es sencillo ser buena madre. Mi objetivo principal era Julia, mi hija de 3 años, los otros 3 eran más pequeños. Creo que voy por un buen camino, estamos jugando al trompo, yo no quiero que mis hijas crezcan bajo ese concepto erróneo de que deben jugar a las muñecas y amar el color rosa.
Fui por unas galletas recién hechas, subí de nuevo a su habitación y la encontré... ¿Rezando?
— ¿Qué haces, hija?—cuestione extrañada.
—Le doy glacias a dios—me dijo en ese tono infantil tan común—Ya se darle vuelta al tompo, por eso lezo.
No puedo creer que la religión sea la esclavitud del hombre hasta tan temprana, debería reclamarle a John, está bien que él sea religioso y crea en sus dioses imaginarios, fue algo que le impuso Alfred, pero yo no permitiré que mis hijos sean tan rápidamente engañados. Digo son los años 60s, la evolución está aquí.
En la comida, haría valer esto.
—Vamos a comer—dije al ver semejante bufete frente a mis ojos.
—Espera, Cyn—dijo John, bajo su cabeza—. Gracias señor Jesucristo por traernos estos alimentos a nuestra mesa. Amen.
Casi me da un infarto cuando escuche los intentos de hablar de Julia, John y Lilian diciendo "amen", obviamente yo me quede callada.
— ¿Jesucristo?— pregunte irónica —. Vaya, no sabía que todas las personas que sembraron la lechuga, jitomates y todos los alimentos se llamaban así.
—Ay Cyn, me da mucha risa tu humor—John no entiende.
—John, no es un chiste—dije seria.
Nuestro silencio predomino por unos minutos, una de las tantas cosas que me separaban de John era la religión, sabíamos que yo ya tenía un lugar en el infierno de todas las religiones, y él siempre va a misa todos los domingos. Nos quedamos sin decir nada, me era extraño que Alfred no estuviera aquí, hasta que algo llego a perturbar mi sonido.
—Hola, hola familia—saludo mirando a John y a los niños—. Cynthia— me hizo aparte.
Descuida Alfred, de todas formas yo tampoco te consideró de mi familia.
Traía consigo como dos cajas gigantes, estaban llenas y pesadas me preguntó que serán.
— ¿Qué es eso, papá?—interrogo John.
—Son libros prohibidos, tuvimos una misión al entrar a la biblioteca y retirar todos esos libros que vayan en contra de la religión, ya sabes, órdenes del gobierno.
—Sí, comprendo—los miró con curiosidad—. Esos escritores arderán en las llamas del infierno por toda la eternidad.
—No entiendo porque—dije, me levante de la mesa y abrí una caja, empecé a ver unos cuantos libros—. No creo que haya necesidad de quemarlos o algo así, la gente cree lo que quiere.
—No, querida Cynthia —me arrebató el libro que estaba viendo. Se llamaba "el libro tibetano de los muertos"—. Ahora más que nunca, la religión tiene que hacerse más presente, si nos rigiéramos más a las órdenes de Dios, tú no serías famosa ni harías cosas que la biblia prohíbe. Por eso tenemos que educar a las nuevas generaciones y enseñar su lugar en esta vida. Estos años están terriblemente mal.
Lo que dijo casi me hace vomitar, prefiero no discutir con él, es un tremendo ignorante, John como siempre no dijo nada, simplemente asintió estúpidamente. Quiero leer un poco de esos libros prohibidos, eso lo lograría en la tarde.
John y Alfred fueron con Julia, John II y Lilian al parque, yo me quede en casa con Winston, aprovechando que estaba dormido, decidí bajar al ático, lugar donde habían puesto todos esos libros, cuando regresaran los iba a quemar todos, que mal, no podemos desperdiciar ese papel solamente por la ignorancia de la iglesia, así que tomo uno y comienzo a leer.
Oh por dios, pero que grandes argumentos tienen estos escritores al rechazar el cristianismo, ellos responden todas las dudas que la religión solo respondía "por órdenes de Dios todopoderoso", el libro tibetano de los muertos resulto ser un gran aprendizaje, todas esas dudas existenciales que había sentido a lo largo de mi vida finalmente han sido respuestas. No tengo idea de cuánto me había quedado leyendo, solo diré que devore los libros como nunca.
— ¿Hola? ¿Quién está aquí?—diablos, es Alfred—. ¿Cynthia?
Mi suegro venía acompañado de John, ni siquiera me había dado cuenta de lo tarde que era, estaba sentada el la oscuridad del sótano solamente con una lamparita a mi lado, todo era tan interesante que hasta olvide prender la luz.
— ¿Qué haces, amor?—pregunto John preocupado.
—Alfred—me levante y aun sostenía mi libro—. Estos escritos son verdaderas joyas, no puedes quemarlos.
—Lo que temía tanto—volvió a arrebatarme el libro—. No puedes leer esto, de por si ya tienes un lugar en el infierno por promiscua y mala madre ¡Esto es el colmo!
—Te los compraré—dije para intentar convencerlo, tan religioso que es, pero el dinero siempre lo mueve.
—No puedo recibir dinero sucio por estos libros, esto esta mal, tentación por parte del maligno, no puedo recibirlo.
—Te pagaré el doble de lo que valen—si con esto no cae querido suegro, no se con que lo haré.
—Ni siquiera con eso—me miro tentativamente, como si quisiera que la oferta creciera—. Estas cosas no son para mujeres Cynthia, ni siquiera deberías aprender a leer.
Cuanta ignorancia hay este mundo.
—No podemos seguir así—Alfred Lennon, no siga diciendo más porque me va a dar el patatús—. Si no mejoras tu comportamiento deberemos recluirte en un convento
Dios, no me detengan, le daré un puñetazo a este hombre, con la golpiza en vez de mandarme a un convento, querrá enviarme a la cárcel.
—Papá—John al fin interviene—. No es necesaria esa violencia, sé que podemos llegar a un buen acuerdo.
—De acuerdo —al fin cedió—. Pero no quiero ni que mis nietos o mi hijo lean esas satanderas, prométeme que no los sacaras del ático.
—Está bien— vaya, voy a convertir el ático en mi biblioteca personal.
(...)
Los días pasaron, demostré que puedo ser una madre completa y dedicada, quiero que las vacaciones duren más, no para tener un buen "momento familiar" sino para seguir leyendo estos libros que son realmente maravillosos pero peligrosos. Nunca he creído en dios, pero ahora con la información que leí me siento más completa e inteligente. Las vacaciones pronto acabaran pero el día de hoy vendrá un reportero Maurice Cleave para hace su primicia de "¿Cómo vive una Beatlegirl?" Sé perfectamente lo que voy a decir, si con esto no hago que la gente sea más consciente de los daños y prejuicios de la religión, nada más lo hará.
—Hola, señora Lennon—el periodista llegó—. ¿Todo listo para la entrevista?
—Por supuesto—atendí con una sonrisa pícara y encantadora.
Entramos a la casa, nunca olvidaré su rostro al ver a John cansado, fatigado y estirando sus piernas, a lado estaban nuestros cuatro niños, jugando, el más pequeño (Winston) en el hombro de su padre, yo lo invite a pasar de la mejor manera posible.
—Muy linda casa, al estilo Tudor ¿Quién eligió el diseño?
—Mi madre—respondí, camine del otro lado, él me siguió.
John cargaba a Winston y Julia, Lilian y mini-John, nos seguían, tomaba a Lilian de la mano, a mini-John con la otra y Julia estaba con su papá, toda la familia recorría Kenwood, mostrándole a Maurice nuestra fina y delicada mansión, , hablamos de distintas cosas, de la música hindú, del padre de John, los ojos de Cleave se quedaron fijados sobre un crucifijo de tamaño real, un disfraz de gorila, una armadura medieval, una biblioteca bien organizada. Claro que el crucifijo no era mío, John jugaba con todos los niños en el jardín, el dije que iríamos en breves instantes.
— ¿Quisieras ir al ático?—cuestione después de responder todas sus preguntas.
—Por supuesto—el reporterillo asintió, era el único lugar que nos faltaba.
—Te será sorprendente—caminamos con lentitud—Pero ahora ese ático es mi biblioteca personal.
—. ¿En serio? —se sorprendió.
—Sí—saque la llave y abrí la puerta.
Comenzamos a bajar las escaleras, Maurice se veía asustado ya que el ático era oscuro, frío y gris, yo encendí una velita para darnos un poco de luz, finalmente él contemplo todos mis libros, algunos clásicos, otros más modernos y sobre todo, en la esquina los libros de religión que salve de la hoguera.
—Libros de religión—susurró y seguía apuntando todo en su libreta—. Es impresionante, me imaginó que son demasiado católicos en tu familia ¿No?
—Mi esposo y mi suegro—negué y le mostré otro estante—Yo no.
—Ya veo... —pensó por instantes y finalmente hizo la pregunta que tanto estaba esperando—. Dime Cyn ¿Qué piensas sobre la religión?
—Pues...—titubee un poco.
Pensé unos momentos, me serví un vaso de vino tinto y le di un poco a Maurice, necesitaba pensar las cosas, decir esto ¿Podría condenar nuestra carrera? No creo, tengo que hacerlo, sí yo no puedo hacerlo o doy el primer paso ¿Cómo continuaremos con nuestra búsqueda de la libertad si siempre la iglesia nos encadena a cosas que no queremos hacer? Simplemente este es mi nuevo propósito, abrir los ojos a la gente y ¿Por qué no aprovechar la influencia de las Beatlegirls para lograrlo?
—El cristianismo se irá. El cristianismo se disminuirá y se encogerá. No necesito discutirlo, estoy en lo correcto y se probará que lo estoy.
Ya era demasiado tarde para arrepentirme, si esto significara que me cuelguen o crucifiquen como a Jesús lo haré, pero no me meteré directamente con él, me pregunto qué hubiera pasado si María nunca hubiera conocido a José, si ella fuera una verdadera mujer que no renuncia a lo que en verdad quiere hacer ¿La madre de la humanidad debe de ser de esa manera? Por eso no se me hace extraño que traten a la mujer peor que a la mierda.
—Somos más populares que la virgen María ahora. No sé qué se irá primero, el rock n roll o el cristianismo. Jesús estaba en lo correcto, pero sus discípulos eran corrientes y ordinarios. Puedes preguntar por Jesús, pero por su madre no, nunca tendrá el respeto que se le dio a Jesús. Sus malos manejos son lo que lo arruina para mí.
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#PREGUNTABEATLEGIRL
¿Por qué Alfred no quería venderle los libros de religión a Cynthia? Quién responda correctamente se le dedicará el siguiente capítulo, gracias por leer n-n
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