Capítulo 14.1 "De regreso a Liverpool" (Cynthia Powell)
Cynthia's POV
Me quede perpleja al escuchar esto, sentía como la rabia corría por mis venas y no podía evitarlo ¿Por qué Astrid me decía esto? Tuve que contener mis inmensas ganas de llorar para sustituirlos por odio y des potencia.
— ¿Qué estas diciendo? — pregunte esperpéntica. — ¿Estás loca? Si es un maldito chiste para y empaca las cosas, nos tenemos que ir a la maldita Liverpool ¿No comprendes? Sin Jane, Kathy ni Pattie no tenemos ninguna otra cosa por la cual seguir aquí.
—Ni tú ni ellas las tendrán. — dijo Astrid cada vez más decidida. — Pero yo, no me quiero ir de aquí.
— ¿Por qué dices eso? ¿No quieres seguir con la banda? — me costaba trabajo hacer esas preguntas.
—Efectivamente. Stuart por favor déjanos solas.
Stuart caminó con lentitud hacía la puerta, yo no podía creerlo, Astrid es mi amiga ¿Por qué me piensa traicionar de esta manera? No, no puedo permitirlo.
—No... no comprendo Astrid ¿Por qué ya no quieres estar en la banda? Eres la mejor bajista que alguien pudiese querer.
—Cyn...digo Cynthia. — ella habló con pesadez. — Tú misma lo has dicho antes, cuando haces las cosas por obligación no se siente nada, en cambio cuando las haces con tus amigas es lo mejor que puedes hacer.
—Todas somos amigas. — mentí.
—No, más bien son tus amigas, Jane me odia y yo a ella, también tiene competencia contra Kathy, y sin duda ella y yo no somos tus amigas, tú única amiga es Jane.
— ¡Claro que no! — grite molesta, odiaba que me pusiera entre la espada y la pared. — ¡No tienes ni idea!
— ¡Por supuesto que la tengo! — ella también alzó su tono de voz. — ¿Acaso crees que soy ciega o estúpida? Kathy, Pattie y yo no valemos absolutamente nada para ti, a pesar de que lo niegues o digas que "todas son tus amigas", sabes perfectamente que yo ya no soy nada para ti.
—Jamás pensé que...— reí nerviosa para disimular mi tristeza. — Le tuvieras envidia a Jane, somos amigas, lo hemos sido desde el jardín de niños, ¿Recuerdas como todos intentaban separarnos? Pura mierda decían, ahora piensas que... ¿Te cambie por Jane?
—No Cynthia, no es que lo piense. — Astrid siempre había sido como un hielo, alguien que escondía sus sentimientos. — Es la verdad, me cambiaste por esa maldita pelirroja, maldigo el momento en que llego a nuestras vidas.
—Es que... ¿Y acaso por eso vas a desechar tu sueño de ser una bajista famosa? ¿En verdad solo por la jodida envidia que le tienes a Jane?
— ¡No! — exclamó, cada vez se ponía más violenta y eso partía mi corazón. — No Cynthia, no voy a desechar ese sueño porque nunca fue mi sueño.
Esa última oración fue lo que realmente me partió el alma ¿Por qué si Astrid no quería formar parte de la banda se unió? N-no, no comprendo.
—La única razón por la que me uní. — respondió, al parecer leyó mis pensamientos. — Fue porque este siempre ha sido tu sueño, me jodí como una miserable, siempre trabajando, aprendiendo a como tocar el maldito bajo, por ti Cynthia. — no puede ser ¿Astrid está llorando? — Porque aunque tú prefieras a Jane, yo siempre te seguiré considerando mi mejor amiga, aunque yo ya no lo sea para ti. Eres la razón por la que vine, por la que soporto los silbidos y nalgadas. — señalo la ventana. — De unos malditos alemanes borrachos, pero ahora. — me miró con seriedad. — ¿De qué vale eso? Ya no vale la pena si solamente te importa Jane y a mí me mandas por un tubo.
Quería decirle muchas cosas a Astrid, cosas como que en verdad lo lamentaba, que yo no tenía ni idea del gran sacrificio que ella había hecho por mí, y tenía razón, en los conciertos con la que más jugaba, platicaba y cantaba en dúo era con Jane, me siento como una completa mierda por haberla tratado tan mal, me limite a bajar la mirada como forma de disculpa.
—Ahora. — abrió su closet y comenzó a empacar. — Está vez voy a seguir mis sueños, lo que realmente quiero es quedarme aquí para ser lo que realmente quiero hacer en mi vida, una artista, voy a cumplir mis sueños, no el de los demás.
—Lo siento Astrid. — lloré y pase la manga de mi blusa sobre mi cara. — N-no tenía ni idea de lo mucho que te había lastimado.
—Ya es tarde. — dio un largo suspiro. — Nunca pensé que la persona que fuera a destruir nuestra amistad, hubieras sido tú misma.
—. ¿Qué quieres que diga? — ese último comentario me hirió demasiado que no evite gritarle. — LO SIENTO ¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡En verdad, perdóname! — cuando estoy triste, generalmente suelo tener ataques de pánico. — Pero ¿Ahora ya que puedo hacer? Nada, absolutamente nada.
Ella se quedó callada y pausada durante unos momentos, odiaba llorar, en verdad lo odiaba, pero no tenía más opción que respetar su decisión, me di la vuelta, sujete el picaporte de la puerta y antes de salir le dije:
—Está bien. — sollocé un poco. — Si te vas a quedar aquí para seguir el color de tus sueños, me parece perfecto, pero nuestros caminos se separan porque yo seguiré siguiendo los míos. Te deseo lo mejor.
Finalmente salí, esquive a Stuart quien estaba frente del cuarto, subí corriendo las escaleras, en la sala de estar ya estaban Kathy y Jane con sus maletas, no les dije nada, me dirigí llorando a mi cuarto, me avente hacía mi cama, abrace mi almohada, comencé a gritar y a desahogarme como nunca antes lo había hecho. No quería que Astrid se separara de mí, no quería....
Dos horas después de que asimile todo, por fin pude aceptar que era decisión de Astrid y Stuart quedarse en Hamburgo, pero no se quedarían en estos departamentos, obviamente no, baje las escaleras, pero pude contemplar como ellos tenían sus maletas, se fueron antes que nosotros:
—Nos vemos Kathy. — dijo Astrid y la abrazó.
— ¿Cómo? ¿Por qué no nos esperaran? — pregunto incrédulamente. — Todos nos regresamos a Liverpool ¿No?
—No. — suspiró. — Hasta pronto Pete.
—Adiós. — se limitó a responder. — P-pero ¿A dónde van? ¿Regresan a Liverpool, cierto?
—No. — respondió Stuart estrechando sus manos con Pete. — Astrid y yo... nos quedaremos en Alemania.
—. ¿Qué? — Kathy se exaltó. — ¿Es eso posible? ¿Y la banda?
—Ya lo he discutido con Cynthia. — dijo Astrid cada vez más seria. — Por mi parte, yo ya no seré una Beetle.
—Es que... ¡Todo es tu culpa! — Kathy le gritó a Jane, quien a puesto que se sentía sumamente incomodada. — ¿Viste lo que provocas?
—No tengo porque escucharte. — respondió educadamente.
—No, no ya basta. — Astrid ¿Calmó la discusión? Vaya, eso en verdad es sorprendente. — No tengo tiempo para discutir o para encontrar culpables, Stuart y yo, nos vamos.
—Esperamos verlas pronto chicos. — dijo Stuart.
Con esta última frase, Astrid y Stuart salieron juntos del departamento, sin mirar atrás, sin atreverse a despedirse, Jane volteó y contemplo como yo estaba espiando, no dudo ni un segundo y subió las escaleras, yo lo hice primero, no podía verla.
— ¡Cynthia! — gritó, me alcanzo y tomo mi hombro. — ¿Por qué? ¿Es esto mi culpa?
—No. — entre a mi cuarto y saque mi maleta. — No lo es, definitivamente no es tu culpa, pero ahora tenemos que regresar a Liverpool.
—P-pero, ¿Por qué no me hechas? Yo tuve la culpa.
—Jane. — intente sonreír. — Por supuesto que no la tuviste, ahora, vámonos.
—Muy bien. — ella respondió con cierta culpabilidad en sus labios.
(...)
Miraba la ventana de la camioneta de la señora Mona Best, desde que se enteró de todo no nos había dicho ni media palabra, Jane se sentía incomoda, absolutamente nadie dijo nada. Mire como ese letrero siempre me daba un dolor de estomago
"Welcome to Liverpool"
Maldita Liverpool, cuanto quería irme de aquí, lo logré, sin embargo todo se había ido a la mierda.
—Reinas. — Mona al fin se atrevió a hablar, nos decía como nuestro pseudónimo. — Lamento decirles que se acaban de quedar sin palacio.
— ¿Por qué lo dices, mamá? — cuestiono Pete.
—Es que... mientras no estaban, deje el bar en manos ajenas y pues...
— ¿Qué ocurrió? — pregunto Kathy preocupada.
—Pues que... hicieron una cosa estúpida y me cerraron el bar.
— ¿QUÉ? — dijimos todos al unísono.
—Lo siento chicas, tendrán que buscar un nuevo bar para tocar.
Dios mío ¡Tantas cosas malas que me habían pasado! ¿Por qué? ¡Nada tiene absolutamente de bueno regresando a Liverpool! A excepción de...
¡John! ¡Con todos estos problemas ya hasta había olvidado que estaba presente!
Mona nos dejó en casa de Jane para después dirigirse con sus "hijos" a su hogar.
Como mamá ya me había echado de casa, Jane propuso de buena fe que podría quedarme en su casa, Margaret Asher me recibió de muy buena manera, no entiendo el por qué, Peter Asher parecía muy alegre y animado él nos explicó todo.
— ¡Alguien fue a Hamburgo por unos días! — nos contó felices mientras desempacábamos las cosas. — Sin duda su reputación aquí dejo huella.
—. ¿Por qué, Peter? — cuestiono Jane sin entender.
—Era un comerciante, el viejo dijo todo ¡Todo! Las reconoció de inmediato, dijo que su actuación era de la mejor, que sin duda ustedes dejaron marca en Hamburgo ¡Todas las conocían como las reinas de Liverpool! Y sin duda ¡Lo son!
— ¿En serio? — no podía creerlo, sabía de ese apodo, pero nunca pensé que hubiera sido tan global.
—. ¡Efectivamente! — abrazó a Jane. — ¡Mi hermana es una reina! Y yo soy. — hizo una reverencia de broma. — Su fiel trovador.
—Jajaja. — ella sonrió acomplejada. — Bueno, hicimos un gran trabajo ¿Cierto?
—Así es. Entonces...
— ¡Por eso! — Margaret entró con unas galletitas en la mano. — Las recibí tan bien, hija aunque te ves extremadamente delgada ¡Lo lograron! Me siento orgullosa de ti y...— tomo sus manos. — Lamento haberte subestimado tanto.
—Mamá...— Jane preguntó con lágrimas de alegría. — ¿Tú crees que papá se sienta orgulloso de mí simplemente por esto?
—No hija, para nada. — sujeto sus mejillas con suavidad. — Él ya se sentía orgulloso de ti muchísimo antes de que lo hicieras.
Era un lindo momento familiar, cuanto esperaba a que mi madre me dijera esto, que se sentía orgulloso de mí, pero probablemente al enterarse de todos estos rumores supongo que lo único que podía sentir por mí era odio, rechazo y burla, pero eso no me importaba, lo esencial era John, quien según la carta de Pattie ayer ya estaba mucho mejor de su pierna.
Salí corriendo de la casa de los Asher para llegar a la casa de Mimí, ella se alegró totalmente al verme.
— ¡Su alteza! — me dio un abrazo. — ¡Me alegro tanto que haya regresado a su reino! ¡Luces muy... diferente!
— ¿En qué aspecto diferente, Mimí? — pregunte con el ceño fruncido.
— ¡En todos! — señalo con alegría. — Más delgada, más alegre, tu rostro cambio y creciste musicalmente ¿No?
—Sin duda. — sonreí, ay Mimí ¿Más alegre? Si supieras que en todo el camino no hice más que llorar. — Bueno ¿En dónde está John? No sé olvido de mí ¿Cierto?
—Por supuesto que no ¡Que va! — dijo con alegría. — Al contrario, solamente se la pasa diciendo "Mi novia es una reina" o... "Soy un tonto para ella, necesito ser su rey" Es muy gracioso, por fin su papá se fue y no hace más que añorar por tu llegada.
—. ¡Excelente! — dije con auténtica felicidad. — ¿Puedo subir?
—Pero él está en el baile del pueblo, lo convencí de que fuera a divertirse.
—Ah...— respondí decaída. — Bueno, iré a buscarlo. ¡Gracias!
Corrí hasta el centro del pueblo, teniendo que ignorar todas las miradas y algunas burlas que me hacían, pero inclusivamente algunas chicas me pedían de sus autógrafos, llegue a la fiesta del pueblo, todos bailaban un buen rock de Elvis, se me hacía sumamente extraño que John viniera a esta clases de fiestas siendo como es, fije mi vista por todos lados, no veía absolutamente nada, simplemente que al centro de la pista...
¿Qué? ¿Estoy viendo bien? John está bailando p-pero... ¡Con Dorothy! ¡Dot Rhone! Mi ex amiga, ¿¿ESTÁN BAILANDO JUNTOS?? Esto... esto... me hace... ¡ENFURECER!
Corrí hasta donde estaban poniendo la música, llegue hasta donde el DJ y lo obligue a que silenciara la canción, todos miraron arriba.
—. ¡Damas y caballeros! — al parecer en vez de estar enojado, estaba ¿Feliz? — ¡Una reina de Liverpool! ¡Ha llegado!
Todos aplaudieron felices, John alzó su mirada y volví a bajar, finalmente lo tenía donde quería ¿Qué se cree? ¿Qué puede engañarme? Pues no ¡Está reina regreso a reclamar lo suyo!
— ¡Cynthia! — sonrió al verme bajar. — ¡Mi amor yo...!
— ¡Cállate, imbécil! — le di una bofetada y luego mire a Dot. — ¡Pensé que eras mi amiga, pero solamente eres una zorra!
—Cynthia, por favor, déjame explicarme. — ella dijo con inocencia.
¡Nada de inocencia ni explicaciones! John... ¡Me está engañando con Dot! No me contengo y comienzo a golpear a Dorothy, primero la jalo del cabello hasta tirarla al suelo y de ahí darle unas patadas en su estómago, me encimo hacía ella hago que su cara coma tierra ¿Qué le pasa? ¡No me puede hacer esto! Le doy unos puñetazos que la hacen sacar sangre y... ¡No me limito ni un poco! No pienso dos veces antes de seguirla golpeando, la rabia corre por mis venas y lo único que quiero es... ¡Verla muerta!
— ¡Alto! — John me separa y algunas personas cargan a Dot, wow, debo de admitir que si la deje jodidamente golpeada. — Cynthia ¡Por favor! — me cargó lejos del baile.
—Basta. — me soltó. — ¿Por qué hiciste eso?
— ¡Me estabas engañando con Dot! — Le grite con todo el enojo de mí ser. — ¿Te parece poco?
—Jamás te engañe con ella ¡Solamente estábamos bailando!
— ¡No es cierto! — seguí diciendo. — ¿Muy juntitos no? ¡Te odio John Lennon! — comencé a golpearlo a él también.
Le di un puñetazo tan fuerte en su cara que hice que se le rompieran los lentes, era lo mínimo que podía hacer.
—Está reina se va a conseguir a un verdadero rey ¡No a ti, maldito! — lo patee en sus costillas.
Corrí tan rápido como pude lejos de ahí, escuchaba como la respiración de John se hacía cada vez más pesada, sin embargo voltee y él se arrastraba, intentando seguirme. Solamente escuche sus gritos de dolor:
— ¡Cynthia! — gritó con dolor. — ¡No es lo que parece!
— ¡Lo que no es lo que parece es el supuesto amor que según me tenías! — exclame cuando ya estaba muy lejos de él.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top