Capítulo 13 PARTE II "Jovencitas" (PATTIE BOYD)

N/A

Mañana la última parte de este mini- maratón, acompañado de un capítulo más de All Together Now 2 :3 (cada vez más cerca de su gran final)

¡Disfruten este capítulo!

********************************************************************************************

Pattie's POV:

Cuanto me gustaría tener a alguien como John, lo recuerdo, siempre abrazaba Cynthia y tomaba su mano con dulzura, además no es un mal chico como lo acostumbrado a Liverpool, es bastante adorable y sin duda se merece el corazón de Cyn.

—No me gusto tu carta. — dijo Jane algo incomoda. — Cyn, él se mata por escribirte algo y ¿Qué eres lo único que le pones? I Love You, I Love You Forever, sé que eso no es exactamente todo lo que quieres decirle.

—Tienes razón. — Cynthia dio un largo suspiro. — Pero es que... no soy una mujer de muchas palabras.

—Yo creo que...— no pude evitar dar mi opinión. — A John le gustaría mucho ver esa carta, creo que lo más importante es los sentimientos con la que la redactaste.

—Tienes razón, Pattie. — dijo Cynthia algo orgullosa. — Pero igual, sé que Jane tiene razón, A veces me gustaría contarle todo a John, pero en eso me tardaría horas y sería una mega carta de 3 hojas.

Reímos ante este hecho, era bastante divertido, todavía no podía creer que estará viviendo esto, era fantástico, tener a amigas tan buenas, jamás pensé que podría encontrar a otras personas que no fueran hipócritas o me golpearan a la primera oportunidad que tuviesen, esto era maravilloso, además comenzaba a sentirme por primera vez libre y hacía lo que realmente añoraba hacer: tocar la guitarra en un escenario.

— ¡Ya está la comida! — gritó Kathy desde adentro del departamento y nosotras entramos.

Lo bueno es que ella sabía cocinar perfectamente, a pesar de que estuviera muy separada de mí, Cynthia y Jane, era su único defecto, su batería nos gustaba pero estaba de lejos para ser alguien profesional.

—Oh...— dijo Jane al ver la comida. — Espero que no les moleste, pero invite a Rona Storm y a Maureen Cox a cenar.

—Claro que no. — dijo Cynthia feliz.

—Lo siento. — dijo Kathy enojada. — La comida alcanza justamente para nosotros, no para ellas.

— ¿Qué señora Best? — Jane la confrontó, últimamente ellas tenían problemas, celos y envidia que ninguna de las dos eran capaces de admitir. — ¿Enojada?

—Jane, tengo una mejor propuesta. — pero Kathy sin duda no se dejaba de sus ataques y respondía peor. — Veté y así alcanzara la comida para Rona y Maureen.

—Mejor haz más ¿Quieres? — ordenó, como si Kathy fuera nuestra sirvienta.

Cynthia, Astrid, Stuart y yo nos quedamos callados ante este hecho, era bastante incomodo, odiábamos totalmente que ella siempre discutieran, tomaban cualquier pretexto era suficiente como para que las dos se agarraran de golpes. Una vez, Kathy critico la manera de como Jane tocaba el bajo, otra fue viceversa, Jane se burlaba de la manera en como Kathy tomaba las baquetas, lo que más le molestaba a ella (no podrá negarlo) es que toda la atención la acaparaba Kathy, no solo era la más bella físicamente sino que su voluptuoso y mejor desarrollado cuerpo era mucho mejor, inclusive algunas veces llegaron a golpear a Pete o peor aún, amenazándolo y diciendo que debía divorciarse de ella, porque todos sabían que era la señora de Peter Best.

— ¿Ah sí? — ella confrontó nuevamente a Jane. — Asher, ¿Por qué no te haces tu propia comida? Yo hago esto porque son mis amigas, y sin mí comerían puros bichos.

—Ni que tu comida supiera genial, a veces sabe a mierda. — Jane últimamente era más violenta y menos flexible, era parte del cambio del que tanto nos advertían.

—Basta. — Pete abrazó a Kathy. — Mi amor. — le dio un beso. — Pero... si hay más comida ¿Por qué dices que no?

—Pero es que no me siento cómoda con la presencia de Rona Storm o Maureen Cox ¿Comprendes?

— ¿Por qué? — Jane tocaba el recipiente de comida con malicia. — De seguro, porque sabes que Maureen es mucho mejor baterista que tú.

—Por favor, esa niña de porra nunca podrá superarme. — ella hizo una sonrisa irónica. — ¿Sabes que Asher? Mi comida no es para ti, nadie comerá si tú comes.

— ¡Alto! — Cynthia se levantó de su asiento. — Chicas, ya basta, todos estamos hartas de que siempre se peleen. ¿Quieren calmarse por favor?

—Tengo una mejor idea. — Jane cargó el recipiente con la sopa. — Si tanto quieres tu comida ¡Trágatela! — la puso sobre su cabeza e hizo que todo cayera sobre el cabello de Kathy.

Todos nos levantamos, Cynthia la detuvo pero Jane simplemente se reía como desquiciada, Pete limpiaba la cara de Kathy, ella no evito dar un largo y sonoro grito, quitó a todos de su camino y subió a su habitación, acompañada de Pete.

— ¡Eso estuvo muy mal! — Cynthia le gritó a Jane bastante molesta.

—Tú has hecho cosas peores.

— ¡Estoy harta de eso! Si sigues así, ambas se irán de...

Tocaron la puerta, para no escuchar lo que Cynthia diría, yo fui a abrir, fue mi sorpresa encontrarme con quienes había causado todo esto, Rona Storm y Maureen Cox.

—Hola Pattie. — Maureen me saludo de beso en la mejilla, extraño hace tiempo que ya no lo hacemos. — Lamentamos haber venido más tarde.

—No hay problema. — dije. — Por favor, pasen.

—Gracias. — dijeron las dos al unísono.

Por fortuna, ellas traían más comida, así que intentamos ignorar lo que había pasado hace unos momentos y tener una navidad decente. Ellas se habían vuelto parte de mi familia.

(...)

Como dije al principio, algo que sencillamente añoraba era tener a mi chico especial, al parecer mis suplicas fueron escuchadas cuando conocí a Beck, un chico alemán bastante guapo, tuvimos una auspicia y bonita relación, más que nada, días antes de año nuevo, habría perdido mi virginidad, de una manera no tan bonita que digamos.

—Pattie...— él sostuvo mi mano con dulzura. — Quisiera, pasar a la siguiente etapa contigo.

—Oh por dios. —dije asustada. — Beck ¿Quieres casarte conmigo? — pensé que a eso se refería.

—No, no, no. — él se puso nervioso. —Yo quiero... tener relaciones contigo.

— ¿En verdad? — dije apenada y no lo miré directamente. — Pero, yo soy virgen.

—Mucho, pero mucho...— me abrazó. — Mil veces mejor.

— ¿C-cuando? — pregunte enfática.

—En este mismo... instante. — me cargó y fuimos a mi habitación.

Solíamos vernos en nuestro departamento personal con las demás girls, pero siempre respetábamos nuestra intimidad, además no sé porque pero Beck siempre quería venir, dice que le gustaba mucho mi vivienda, pero era extraño, venía y luego las chicas comenzaban a quejarse, argumentando que alguien había robado parte de su dinero u objetos personales, cierta ocasión Cynthia lo culpó directamente por supuestamente que él robó un collar de perlas que John le había mandado por su aniversario de 2 años, pero finalmente no le encontraron pruebas y ella pidió disculpas. Me molestaba que creyeran eso, por eso, a veces Stuart y Pete lo vigilaban o nos miraban con muy malos ojos, era bastante frustrante para mí, Beck no era un ratero ni nada por el estilo, era de la clase pobre de Hamburgo, pero no es para que fuera catalogado como un ratero.

—Hoy... vas a ser mi mujer. — dijo y me aventó con sensualidad a la cama. — Patricia Bond quiero tener sexo contigo

—Es Boyd...— dije un poco molesta.

—Como sea. — se montó sobre mí y comenzó a besar mi pecho con ternura.

Explicar este momento sería prácticamente algo deleitante para mí, fue tan dulce, tan especial, Beck era el hombre con el que quería seguir toda mi vida adelante, él quitó con mucho cuidado mis brasiere, era como su musa, no sabía qué hacer, solamente lo besaba sobre su enorme y fuerte tórax con mucha precisión, pero está vez me deje llevar por el momento, quien diría que me convertiría en una diosa del sexo desde aquella vez, me dolió cuando Beck llegó al momento culmine de la relación, pero aun así sentir su miembro salir y entrar una y otra vez era algo que no pude evitar, solté gemidos de dolor, pero eran combinados por placer.

Cuando menos me lo esperaba, ya estábamos completamente desnudos sobre la cama, rechinaba mucho a pesar de ser un colchón nuevo, me sentía tan cansada y las ventanas se llenaron de inevitable sudor.

Terminado el acto, estábamos besándonos, prometiéndonos amor eterno.

—No me gusta que tus amigos me digan de cosas, está bien que las beetles sean famosas, pero no es necesario que me digan ratero. — dijo Beck encendiendo un cigarrillo.

—Lo siento amor. — dije y lo bese en su nariz. — Prometo que esto parará.

—Además, yo no tengo ese collar de tu amiga Cynthia, el de 16 perlas con valor de 1500 libras y perlas preciosas. ¿Cómo pueden creer que me robe el anillo de bodas de Kathy? ¡Ese de 27 quilates de oro con gemas preciosas a su alrededor exportado específicamente de la India con valor de 3000 dólares que creían que no valía nada! ¡Por favor Pattie! ¡Tengo dignidad.

—Beck...— sospeche por un instante. — ¿Cómo sabías que él anillo de Kathy era de 27 quilates?

—Eh... quiero decir. — cambió de tema. —Puedo pavonearme como ser novio de una reina de Liverpool, pero no puedo presumir demasiado si me creen un maldito ladrón.

—Sé que son malvadas, pero descuida, se les pasará.

—Pattie — me miró de frente. — O renuncias a este grupo, o te olvidas de mí para siempre.

Me quedé helada ¿Pero qué es lo que me estaba diciendo? N-no podía creerlo, cerré los ojos con mucho dolor en mi corazón, cuando de pronto...

—Boo.... ¡Booo! — escuchamos abucheos a fuera de mi puerta, si el oído no me falla, creo que es Stuart. — ¡Es una mierda en el sexo!

—Boo... ¡Buh! ¡Buh! — eran más voces, oh por dios, las chicas nos están abucheando.

—No te mereces a alguien como Pattie. — esa voz, era Jane.

Beck me miró con mucho odio, de inmediato se cambió y yo me puse solamente una bata, salió muy molesto mientras se ponía su cinturón.

— ¿A caso estaban espiándonos, hijos de puta? — preguntó en cuanto abrió la puerta y ahí estaban Cynthia, Jane, Stuart, Astrid, Pete y Kathy sobre la madera.

—Nononono. — dijo Cynthia dando un silbido. — Es nuestra casa, simplemente estábamos pasando por aquí.

—A puesto a que ni le diste placer. — dijo Pete, como siempre burlón.

— ¡Ya basta! — Beck salió en medio de golpes y bofetadas de mis "amigos" — ¡No lo soporto! ¡Son una mierda!

—Como digas. — dijo Astrid y de nuevo volvieron a abuchearnos.

Acompañe a Beck hasta la salida del edificio, él no me dirigió la palabra en todo el trayecto.

—En serio, perdóname. — dije muy apenada.

—Pattie, te lo digo en serio. — me apuntó con el dedo amenazador y me jaló del cabello. — ¿A quién escoges? ¿La banda o yo? No puedes quedarte con ambos. — me soltó y finalmente salió del edificio.

Subí corriendo con lágrimas en los ojos, Jane y Cynthia me distraían para que hablará con ellas, pero era obvio que nos habían espiado mientras teníamos relaciones, lo que me hizo sentir terriblemente triste, pero al final, tome mi decisión.

—Me voy de la banda. — dije cuando todos estaban jugando Monopoly. — No quiero estar más aquí, me voy mañana mismo.

— ¡Pero Pattie! — Jane se levantó exaltada. — ¿Nos vas a dejar por ese idiota?

—Sí. — afirme totalmente decidida. — Amo a Beck, y no lo dejaré.

—Perfecto. — Cynthia siempre respondía bastante seca y como si las cosas no le importaran.— Que pésimos gustos tienes, además si eso quiere decir dejar de soportar a un maldito ratero, por mi está bien.

— ¡Pero Cynthia! — Jane gritó. — ¡No le digas eso!

—Nunca he dicho nada malo respecto a John. — por primera vez, defendí lo que a mí me parecía correcto. — Ni de que Stuart o Pete son unos verdaderos imbéciles, así que lo mínimo que pido es respeto por mi novio ¿Comprenden?

—Esto habrá sido un error, y lo lamentaras— dijo Astrid un poco resentida.

—Como sea, mañana en la mañana me voy y nunca me volverán a ver. — dije como última palabra.

Durante toda la noche estuve empacando mis cosas, estaba decidida, quiero una vida con Beck y ser su esposa, ser su mujer, y si ninguno de ellos era capaz de aceptar la realidad pues no voy a hacerles caso.

Al fin, 9 de la mañana, salgo temprano de ese departamento sin mirar atrás, no quiero despedirme ¿De que serviría? Sabía que estas amigas también terminarían decepcionándome, la amistad no existe, es solo un mito.

Llegue a casa de Beck una hora después, tenía mi maleta, toque su puerta, pero nadie respondían, espere más tiempo, pero nada de nada, hasta que decidí abrir por mi misma y encontré algo que me rompería el corazón.

— ¡Patricia! — gritó mientras se alejaba de la prostituta con la que tenía sexo. — ¿No te enseñaron a tocar? ¿Qué haces aquí?

— ¿No es obvio? — dije resentida. — ¡Te elegí a ti!

— ¿En verdad fuiste tan estúpida? — se rió voluptuosamente. — ¿Creíste que te amaba? No querida, honestamente, todo fue una apuesta, las vimos tocando en el Indra Club, mis amigos y yo apostamos a que intentaríamos acostarnos con alguna zorrita de Liverpool, mi amigo no pudo con Jane, así que le aposte a que yo podía contigo y... ¡Funciono! Perfecto, tengo talento para actor.

—Beck...— dije con lágrimas en los ojos. — ¡Renuncie a todo! ¡Renuncie a la banda por ti! Y... ¿Me haces esto? ¿Por qué? — pregunte con dolor en mi pecho. — ¿POR QUÉ?

—No puedo creerlo. — seguía carcajeándose. — Eres tan imbécil, y ya que estás aquí, dile a Jane. — me aventó su cadenita que se había perdido desde hace semanas. — Que esa basura no vale nada, no es de plata, es de cobre, así que la timaron y no la pude empeñar, ya vete.

— ¡Robaste las cosas de mis amigas maldito animal! — grité llena de furia.

—Sí y me dieron mucho por las arracadas de Astrid, así que vete, cierra la puerta, por favor.

Ni siquiera tuve el valor suficiente para pelear o discutir con semejante alimaña y poca cosa como lo era ese imbécil de Beck, solamente di la media vuelta y simplemente salí de su casa.

Tome mi maleta con horror y sostuve la cadenita de Jane con todas las fuerzas en mis puños, corrí lo más rápido que podía a ninguna parte, no podía soportar este dolor, no puedo creer que haya sido tan idiota como para dejar que un imbécil se aprovechará de mí, que me quitará lo más preciado que tenía ¡Mi virginidad! ¡Es tan maldito! No, no... ¡No puede ser cierto! Seguí llorando hasta que llegue a la estación de trenes, genial ¿Ahora qué hago? Perdí mi virginidad, a mis amigas y lo peor... mi sueño de ser una guitarrista famosa, fui demasiado grosera ayer, no creo que puedan perdonarme, ¿Qué voy a hacer? ¿Qué hare? Por dios, no, no ¿Ahora que me queda? Nada, absolutamente ¡NADA!

Reflexione durante unos minutos, añorando estar en mi adorado hogar, escuchando los chistes de Cynthia, mirando como Astrid y Stuart siempre se están besando, oler el rico guisado de Kathy, ayudarla a cargar su batería, ver como Jane se tardaba horas en el baño para no sentirse tan superficial, era tan perfecto, como lo extraño a pesar de todo ¿Creen que me perdone? Espero que sí, porque son las 2 de la tarde y voy caminando rumbo a casa.

Subí las escaleras con tristeza, me sentía tan patética, probablemente me correrían a patadas o ya cambiaron la chapa de la puerta, iba a tocar, me retracte cuando escuche lo siguiente...

—No la necesitamos, era solo una guitarrista más. — esa voz era de Astrid.

—Claro que sí la necesitamos. — oh por dios... ¿Acaso era Cynthia? — Me cuesta admitirlo pero realmente era demasiado buena.

—Efectivamente. — Vaya, hasta Kathy me apoya. —Pero Jane tiene razón, si ella tomo esa decisión, no podemos hacer nada al respecto.

—Esto es demasiado. — mi hermanita Jane siempre defendiéndome. —Ese idiota no le traerá nada bueno, así que yo iré por ella.

Justo cuando iba a abrir la puerta, me encontró, tenía los ojos rojos y mi maquillaje derramado, tiritaba de frío, me dije a mi misma que debía ser fuerte, pero simplemente no pude serlo.

—Pattie...— Jane se quedó escéptica al verme. — No pensé que...

—Era un idiota. — le di un abrazo y lloré en su hombro. — Era cierto, tenían razón... perdónenme.

Cynthia y Jane me atendieron y acogieron nuevamente, me alegro que no fueran malvadas como para haberme echado, Kathy me preparó un té, Astrid y Stuart subieron mis cosas, llorando les contaba todo lo que ese idiota de Beck me había dicho y hecho, dedujeron que era estúpido cruzarse con él, puesto que si ya había empeñado todo, ya nada tenía sentido.

—No te preocupes. — Jane me consoló. — Ese baboso la pagará, cuando vea que serás hermosa, única y la mejor guitarrista.

—Si lo vuelvo a ver, le voy a partir la cara. — dijo Cynthia con manos en sus puños.

—Jajajaja. — ella siempre me hace sonreír. — Gracias, nunca las dejaré por ningún hombre.

—Mejor sola, que mal acompañada. — Jane dijo algo tan cierto, lástima que lo comprendí a la mala.

—Te compraremos de esas pastillas nuevas que están saliendo, aunque sean caras, pero no querrás tener un hijo de esa bestia. — Cynthia se rió e hizo referencia a que me comprarían una pastilla del día siguiente.

Lo hicieron y así paso, me procure de no estar embarazada, no tengo nada contra los niños, pero un bebe no estaba en mis planes de corto o largo plazo.

Las cosas volvieron a la normalidad, realmente la amistad si existe, y estas personas ya eran como mi nueva familia para mí, pero las cosas no serían demasiado felices.

Tocaron la puerta.

—Iré a ver. — dijo Cynthia y se levantó.

Voltee a ver y era nuestro jefe, pero acompañado por la policía alemana ¿Qué paso? Me aterra ver a esos hombres aquí.

—Cynthia...— dijo el patrón. — Lo lamento pero... ¿Dónde está Patricia Anne Boyd?

— ¿Para qué quieren verla? — pregunto ella dominante.

—Lo que ocurre señorita. — dijo el policía principal. — Es que nos llegó información de que la señorita Boyd es menor de edad y está trabajando en un bar.

—Eso no es cierto. — Jane escuchó y fue a defenderme. — ¡De seguro fue ese imbécil de Beck!

—Jane, Cynthia, por favor que Pattie muestre su credencial y todo estará arreglado. — dijo el dueño con nerviosismo.

—No lo tengo. — respondí con valentía. — Tengo 17 años ¿Qué procede?

— ¡Cállate! — dijeron mis dos amigas, pero tengo que aceptar que tengo que madurar.

—Regresarás a Liverpool, eso procede. — dijo el guardia. — Acompáñanos por favor.

Di un largo suspiro, pero lo acepte, por primera vez acepte las consecuencias de mis actos, ni modo, espero que esto no me haga perder mi amistad con Jane, Cynthia, Astrid y Kathy.

Salgo del departamento con la cabeza baja y sigo a los guardias, regresar a Liverpool no suena muy buena idea para mí. 


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top