Profanación

Ringo estaba que se caía de la vergüenza y odio ajeno cuando nos dijo que entró a su sala y vio cómo su hijo Bristol y Linda se estaban besando, era una casualidad enorme. Tuvo que aguantar los reproches de Maureen y la pena inmensa.

—Y lo peor de todo, también le prohibí esa relación y... ¡Resulta que también se fue con ella! Así como tu hijo con Yoko, Paul—dijo deprimido.

—Esto no puede ser posible, esto no es una casualidad—dijo Jane preocupada.

—Lo sé, deben de estar planeando algo—propuse.

—Eso quiere decir que... Angus no trabaja con ellos, o... ¿Cómo qué sentido tendría sacar a las chicas justo cuando ocurre esto? ¡Ninguno! ¿Por qué nos querría a todos reunidos? ¡Eso no tiene coherencia!

Nos quedamos estupefactos ante la deducción de John, era cierto. ¿Por qué trabajan así? ¿Por qué tenemos un golpe y recibimos otro? No cabe duda, está manera nueva de trabajar y destruirnos se nos está escapando de las manos, y ellos están tomando ventaja de una manera inimaginable.

(...)

Las cosas se volvieron un poco normales a lo largo de todo el año, omitiendo mis grandes dolores en mis partes íntimas, de ahí en fuera, todo estaba mucho mejor, no había estragos, ni peleas, y las reuniones de Jane, Pattie y Maureen eran únicas de ellas, como recuerdan... nosotros firmamos un acto en donde no nos involucraríamos más, ellas no.

Aun así, nos informaban de las deducciones y teorías que cada una tenía. Jane estaba triste, sentía y sabía que quién pudo resolver el conflicto de los 70s con las Wings fue Cynthia, y ella no tendría ninguna oportunidad de asemejársele, no debía perder la esperanza, tenía que ser optimista y valiente.

Y cuando ellas estaban en sus reuniones, los chicos y yo estábamos en las nuestras, más bien, eran comidas privadas en donde no tocábamos ese tema para nada.

—Estoy viendo que hacer para diciembre—dijo John mientras jugaba con su cuchara—, se acerca el décimo aniversario luctuoso de la muerte de Cyn, y yo todavía no puedo creerlo.

—Te entiendo, sé que es difícil—asentí.

—Lo que se me hace extraño, es que Alfred, tu padre, dijo que nos ayudaría a descubrir al asesino, sin embargo... no hizo nada—dijo Ringo en broma,

—No, porque decidí que mi familia ya no podía estar en eso, al igual que yo, fue una buena decisión. Ahora...—suspiró— no queda más que esperar y confiar en el estúpido sistema de justicia.

John recogió los platos de nuestro desayuno. Por una parte, me alegra que la policía nos haya encontrado y arrestado, hicimos muchas locuras en el pasado, no pensamos con inteligencia ni con astucia. Además, George se veía más tranquilo y menos paranoico, nuestra amistad va en rumbo a fortalecerse, y me alegra haber cerrado otra década con ellos, a pesar de que la situación no era la mejor.

—Pienso hacer una misa sencilla y darle palabras de aliento a los fans—dijo John—, quiero mover su féretro a otro lugar más... decente, por así decirlo. Pero temo que los de la funeraria quieran abrirlo, Cynthia fue enterrada con un casete en sus manos.

— ¿¿Un casete??—preguntamos todos sorprendidos.

—Sí, eso mismo.

—Oh... ¿Qué decía ese casete? ¿Era un disco de Priscila Presley o algo por el estilo?—cuestionó George impresionado.

—No, no, para nada...

—Entonces... ¿Qué es?—preguntó Ringo.

—No sé...

— ¿¿CÓMO QUE NO SABES??

— ¡No sé! En la mañana del 8 de diciembre de 1980... Cynthia estuvo cantando y tocando el piano, yo no escuché nada de lo que digo... solamente, cuando salimos y a unos momentos antes de su terrible fallecimiento, ¡Me dio ese casete! Me dijo que quería que la enterrara con ella y que nadie lo escuchara jamás, he cumplido su promesa a 10 años de que fue hecha.

Nos quedamos helados y esperpénticos, además... nos salió la terrible duda, ¿Qué decía ese casete? ¿Por qué era tan impresionante? ¿Por qué no quería que nadie lo escuchara?

—Tal vez... ella ya sabía quién la asesinaría, John... ¡Tenemos que oír el casete!—George "el conspirativo" Harrison atacaba de nuevo.

—No creo que hablara sobre su asesino o futuro asesino—dije—, estoy seguro de que ella murió sin ver el rostro de su homicida.

Lo dije después de recordar el encuentro sobrenatural que tuve con Cynthia aquella vez que me quedé en Kenwood.

—No podemos saberlo... ¿Qué dice el casete?

— ¡No lo sé, muchachos! Tenemos que respetar la decisión de mi difunta esposa, no tengo idea de lo que diga ahí—dijo John, alzándose de brazos y sin querer demostrar su miedo profundo.

—Es solo un casete—dijo George enojado—, ni que fuera a jalarte las patas en la noche. Eres un idiota, Lennon.

George se fue y nosotros, al ver la cara de furia de John, dedujimos que era lo mejor que nosotros nos retiráramos también. Seguìmos a Harrison, que se notaba mucho más molesto.

—Eh... tranquilo, recuerda que John es ultra religioso, no tendría ningún sentido intentarle hablar de ciencia o pensamiento crítico—dijo Ringo.

—No quiero creer que él fue el culpable o algo por el estilo—confesó George—, no quiero porque no es cierto, pero... ¿Por qué ese afán o interés de tener resguardado aquella joya? ¿No creen que decía algo sumamente importante ahí?

—Tal vez... tengas razón—asentí—, pero no podemos hacer nada, John no abrirá el féretro de su esposa y mucho menos escuchará ese casete.

—Lo sé... y dudo que sea porque crea que ella vendrá en la noche a castigarlo, debe ser por algo más importante. Ese casete debe tener la formula suficiente como para descubrir al...

Iba pasando una patrulla cerca de nosotros, y como ya era común de nosotros, George se cayó antes de decir la palabra "asesino de Cynthia"

—Al... amigo—improvisó.

—Sí, sí... tienes razón—dijimos Ringo y yo al mismo tiempo, para que pensaran que no hablábamos de nada de eso.

La patrulla se fue, así que George dijo algo inteligente.

—Esa será nuestra nueva clave, nosotros hablamos de casetes y amigos... ¡Nada de asesinos!

—Efectivamente—obedecimos.

—Debe venir algo importante en ese casete, algo que muere por ser descubierto.

—George, mejor olvidémoslo, aquello se remota inevitablemente al descubrir al amigo de Cynthia—Ringo uso la palabra clave—, así que... todo aquello ya viene sumamente prohibido.

— ¿Quién lo sabe, en realidad?—cuestioné— Ese casete tiene muchas más cosas, y nosotros no estamos diciendo que descubriremos al asesino... simplemente, decimos que vamos a... profanar la tumba de Cyn.

—. ¿¿QUÉ?? ¿ESTÁS LOCO?—George y Ringo gritaron.

—Claro... ¡Es cierto!

—No, no Paul—Ringo siempre fue el más temeroso y cobarde—, no quiero abrir o desenterrar la tumba de Cynthia, ¡Esa es una locura mucho peor!

—Es cierto... pero te apoyo—dijo George—, es la única manera en la que podremos tener pistas o piezas para armar este imposible rompecabezas.

—No... no chicos, pensemos con cordura por primera vez—señaló Starr—, ya hemos perdido diez años de nuestra vida en descubrir al "amigo" de Cynthia, nuestra familia, nuestro amor, nuestra vida propia... ¡Todo se ha ido por la borda desde que decidimos entrar a esto! No me puedo dar el lujo de perder más, ¡No puedo!

—Ya deja de ser tan cobarde, Starr—me burlé.

—No, no es cobardía, es pensar con la cabeza por primera vez. Si nos descubren en plenas manos en la masa... ¡Nos irá muy mal! La policía nos detendrá, John nos odiará, no descubriremos nada... ¡Si vamos presos vamos a perder a nuestra familia para siempre!

—Tienes razón, pero tenemos que pensar en las cosas positivas—hice contraste—, hay uno 50% de probabilidades de que pase lo que tú dices, pero hay otro 50% de que pase lo contrario: Si logramos sacar el casete, tendremos pruebas por si ella dijo algo, ¿No saben que uno siempre está consciente cuando va a morir? Ella ya lo sabía, ella lo tenía en mente... o... ¡Pudo haber recibido amenazas del asesino días antes!

—SI fuera eso, le hubiera dicho a John que lo escuchara si llegaba a morir de maneras "sospechosas". —interpuso George.

—No... no, conocí a Cynthia a la perfección, ella no lo hubiera permitido—seguí hablando y argumentando—. Logramos tener pruebas para encontrar al culpable, le tendemos una trampa, John nos amará y no sabrá que profanamos la tumba de su esposa, nuestra vida volverá a la normalidad... ¿No quieres eso? Tal vez las posibilidades de que pase esto sean cortas y arriesgadas, pero aún si contaran con .1% ¡Yo la ejecutaría!

Ringo pensó con un poco más de paciencia, George se convenció de mis palabras y sería poco para que nuestro amigo Starr hiciera lo mismo.

—De acuerdo—asintió—, apoyo sus planes... ¡Vamos a desenterrar a una reina!

(...)

Eran las 3 de la mañana del 1 de diciembre de 1990, nos sentíamos temblorosos y acudimos con palas y demás utensilios para llevar a cabo nuestra vil acción. Nos vestimos como verdugos de la muerte, como quieran verlo, teníamos unas capuchas negras que nos cubrían ante el fuerte viento que se hacía alrededor.

El velador nos dejó pasar a cambio de una fuerte suma de dinero, me sorprende que la corrupción no respete ni a los muertos.

En medio de todo el frío, aire y tensión que tuvimos que pasar, ya estábamos frente a la tumba de Cynthia Lennon.

—Bueno—dije—, chicos, tomen sus palas y a excavar.

—Ah... que fregón—dijo George— ¿Por qué tú no nos ayudas?

—Dah... porque a mí se me ocurrió la idea, yo le pagué al velador, traje las donas y me hice la manicura—mostré mis uñas.

—Niñita—dijo Ringo.

—Oye... ¿Por qué no le dijiste a las Girls que nos ayudaran?

—Ellas son demasiado sensibles ante eso, Jane me mataría sin duda.

Yo veía a los alrededores si es que nadie pasaba, miré otras tumbas, recuerdo los nombres de "John Epworth" como había dicho el policía Gilmour que le había pasado al famoso actor, en otra, estaba una muy bonita, habían enterrado a una pareja junta, a la de Jane y Paul Ridley... y también se hacía presente la de la famosa ídolo juvenil, Ángela Gómez Mott, me concentré en la de Cyn, es tan triste, pero es la más grande y lujosa de todas.

Cynthia Powell-Lennon

1939-1980

—Uff... lo siento querida, pero no voy a descansar hasta no saber al culpable.

Después de unas horas, George y Ringo ya habían acabado con el acto y sintieron que las palas pegaron el féretro, era momento de hacer nuestro descubrimiento del milenio.

—Chicos—toqué el féretro—, lo que verán... es sumamente traumático, tal vez... Ringo no sea el mismo.

—Ay—dijo con una pequeña lágrima.

—Ayúdenme a abrirlo, tomamos el casete, volvemos a dejar la tumba igual que antes y nos vamos. ¿De acuerdo?

—Sí—asintieron.

—Una... dos... tres...

Estábamos a punto de abrir el sepulcro, el aposento sagrado en donde descansaba Cyn desde hace 10 años, nuestras manos eran fuertes, estuvimos a nada de ver el cuerpo putrefacto de la pobre Cyn... pero una voz nos detuvo.

—Oigan... ¿Qué están haciendo?

George, Ringo y yo volteamos con todo el miedo del mundo, pensamos que veríamos a alguna de las Girls (era una voz de mujer) a una detective, a una policía... ¡Yo que sé! Pero no... fue nuestro espanto al ver... que la mujer que estaba frente a la tumba, nos miraba con odio y hablaba con rencor... era nada más ni nada menos que...

— ¡CYNTHIA!—gritamos todos a punto de tener un paro cardíaco.

**********************************************************************************

#PreguntaBeatlegirl2

¿Cuál era la clave que usan los chicos para referirse al asesino de Cynthia?

Ya saben... quién responda correctamente, se le dedicará el siguiente capítulo, gracias por leer :3

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top