La nueva novia
Salimos de la casa de McElfatrick muy traumados. No podíamos creer que pasara eso en pleno 1989, a casi nada de acabar una década, era algo inimaginable y estábamos atados de manos.
—Es inaudito, inaceptable—se quejó George.
—Lo sé, no puedo creerlo.
—Chicos, tal vez crean que esto ya no me importa o ya no me compete saberlo. Pero lo hago por nosotros, somos un buen y gran equipo—dijo Ringo comprensivamente.
—Te lo agradecemos, en serio—dije animado.
John iba conduciendo está vez, detuvo el coche con violencia y al parecer no podía asimilarlo.
—Esto es nuestra culpa. ¿Por qué decidimos tomar la muerte de Cyn como motivo de apuesta? Me siento tan mal, debe de odiarme
—No... Conociéndola podría deducir que está llena de venganza y quiere que ganemos—era optimista.
—Cierto, los iré a dejar a su casa.
John condujo hasta la casa de Ringo y George, luego, nosotros dos volvimos a Kenwood. Me sentía incómodo y extrañado por estar ahí y dormir en la cama que John y Cynthia compartían. Lo que más sentí, fue que John se comportó excesivamente agradable y educado conmigo. Hasta me acompañó a la habitación y tomaba cualquier pretexto para no irse de mí lado.
—Eh...—dije un poco incómodo— Ha sido divertido John, pero creo que es tiempo de dormir.
—Oh, por supuesto, lamento si te fui de mala compañía—suspiró—. Te veo mañana, Macca.
—Buena noche, John.
Apagué la luz y me puse a dormir, me tapé con dos cobijas y caí rendido. Pero sentí que como a las 2 o 3 de la mañana, alguien entraba a mi cuarto. Pensé que eran cosas de mi imaginación loca o por todos los nervios que tenía, pero definitivamente, al escuchar pasos desnudos y descalzos frente a mí, fueron motivo suficiente para despertarme corriendo.
—. ¡Ah!
—Oh... Paul, lo siento si te espanté.
—Lennon—prendí la lámpara—, no es por sonar grosero pero... ¿Qué haces aquí?
—Ya llevo más de 9 años durmiendo solo—dijo cabizbajo—, no me quiero dormir solo.
No entendí específicamente lo que me quería decir, solamente sostuve fuertemente las cobijas, en espera de alguna explicación lógica o coherente.
—Pues... puedes ir con... ¡Tu mamá!
—Mamá no sabe de esto, Paul—dio un suspiró profundo—. A decir verdad, nadie lo sabe, y no creo que lo sepan.
—En serio John... no te entiendo.
—Paul... ¡Ya ha sido mucho tiempo solo!—dijo entristecido— Por favor, por favor, te pido que me dejes dormir contigo está noche.
Yo estaba nervioso, pero ¿Qué podía decirle? Era su casa, era su cuarto, era yo un simple huésped. No tuve otra alternativa más que aceptar.
—Gracias Macca—se acostó a mi lado.
Me sentí sumamente incómodo, temí que algo malo fuera a pasar. Pero fue mi alivio escuchar que John ya estaba roncando, yo me volteé del otro lado, dándole la espalda. Me sorprendí cuando John se volteó de mi lado y empezó a abrazarme lentamente.
—Eh... John...—quité su brazo— ¿Qué haces?
—Vamos Paul... no puedes evitarlo...
—P-pero...
—Hemos estado mucho tiempo solos, sólo por favor.
Se acercó a mi rostro lentamente.
—Dame un beso.
¡NO!
—No, no, no—luchaba con las cobijas— ¡Aléjate, Lennon!
Prendí la lámpara de mesa que estaba a mí lado, me sentía confundido y trastornado, sudado y apaciguado. Tallé mis ojos y pude darme cuenta que estaba solo. Julia, la hija de John, apareció rápidamente en el dormitorio.
—Tío Paul, ¿Qué pasa?
—Eh...—suspiré, estaba yo solo en la cama— Nada, sólo tuve un mal sueño.
—Tonterías y locuras de mi padre, no sé porque te permitió dormir en este cuarto.
—Francamente, Julia, yo tampoco lo sé—me alcé de hombros.
—. ¿Gustas que vaya por un poco de leche o agua?
—No, no Charlotte. Gracias por preocuparte.
—Bonita noche, tío.
La hija de John se fue y cerró la puerta. Yo me solté varios botones de mi pijama para evitar el sofocamiento, toqué de nuevo la almohada y caí rendido. Fue un trauma total.
Al día siguiente, no tuvimos planes para reunirnos o algo por el estilo. Pero si estábamos sumamente frustrados en cada momento, aunque no quisiéramos demostrarlo. No me quise quedar más tiempo en la casa de John por la pesadilla tan contundente que tuve y no me había dejado verlo con normalidad durante todo el día, yo intentaba esquivarlo, me sentía mal, él solo era amable conmigo y lo traté mal.
—Mañana me iré, por si no te molesta—dije, sintiéndome un verdadero pedinche.
—Oh, de acuerdo Paul, no te preocupes.
—Y me gustaría que... las sesiones fueran en mi casa de ahora en adelante.
—Yo prefiero mi casa, no por comodidad—se sentó en el sofá y subió los pies—, sino porque es el punto exacto para todos. Además, no todos mis hijos podrán ir.
—No importan ellos, me sentiría más cómodo si fueran tu madre, Alfred, Mimí y tú.
—Bien...—se extrañó mucho por mi contestación— Será en tu casa entonces.
—Bien, me tengo que ir a dormir—dije seriamente, en realidad, yo no tenía motivos como para odiarlo, pero me sentía como esas chicas que soñaban que su ex los engañaba... en sueños—. Y me gustaría que fuera en un cuarto de huéspedes o algo así.
—Los cuartos de huéspedes están siendo remodelados, tendremos que dormir juntos.
—. ¿Qué?
—Que los niños tienen que dormir juntos—al parecer, no había escuchado bien sus palabras—, lo siento.
—Bueno, dormiré en el sofá.
—No te gusta mi habitación, ¿Cierto?—preguntó, yendo directamente al grano.
—John... no es por eso—di un largo suspiro—, pero en serio, se me hace muy incómodo dormir en su habitación. Prefiero dormirme en la sala.
—De acuerdo, bajaré cobijas—John se levantó e hizo su petición.
Ahí estaba, escuchando el gran reloj sonando, tenía mucho frío, no podía dormir. Estuve leyendo un libro durante un tiempo para poder dormir plácidamente, pero me surgió todo lo contrario. Mi mente era un remolino sin esperanzas ni control alguno, cuando de pronto, escuché que alguien estaba en el jardín.
El jardinero no podía ser, se había ido hace horas. Dudaba que fuera John, yo era la única persona en la sala de estar y nadie más había bajado. Temía que fuera McElfatrick o algún mafioso, así que tomé mi lámpara, un palo de escoba, y me desplacé para poder observar quién irrumpía en el jardín.
Los perros no dejaban de ladrar, la luz de la luna era la única que alumbraba todo el lugar. Yo caminé lentamente, encontré a una mujer de espaldas... tenía miedo.
—Eh... ¿Quién es?
Volteó y era...
—. ¿¿CYNTHIA??
—Hola Macca—respondió ella muy contenta—, ¿Quieres quitarme el marido?
—. ¿QUÉ?
—Dije... ¿Cómo te llevas con mi marido?
—Eh... ¿Esto es real?
—Sólo escucha esto—dijo, su apariencia fantasmal me perturbó y dio muchísimo pánico—, tienen que ganar, por ustedes, por mí, por las chicas, no deben perder, porque de lo contrario... todo se echará por la borda.
—Bueno... pero dinos, ¿Quién lo hizo? ¿Quién te asesinó?
—Coño, McCartney... no lo sé, ¿Por qué crees que sigo en la tierra?
Esa última frase me hizo despertar otra vez. No puedo creer que haya tenido dos sueños pésimos en menos de una semana. Abrí mis ojos con fuerza y prendí la luz, no había nada, no había nadie. Solo mi pobre y confundida mente.
(...)
Regresé a mi casa y le agradecí a mi madre por haber cuidado a mis hijos. Estaba leyendo el periódico, Maurice y Pauline estaban viendo televisión, pero James arreglaba la casa, eso solo era sinónimo de algo.
—. ¿Quién va a venir?—cuestioné al verlo barrer.
—Mi novia.
—Wow... ¿Tienes novia?
—Sí, y ella es la más hermosa del mundo. Es un poco diferente, pero estoy seguro que la aprobarás.
—Bueno, James—bajé el periódico y lo miré atentamente—, eso ya no me compete a mí. Si esa chica te hace feliz, créeme que a mí también.
—Gracias papá, soy el hombre más feliz con ella. Y espero que puedas respetar mis decisiones.
—Por supuesto hijo, tú eres un hombre hecho y derecho.
Fumé un buen purillo, James se subió a cambiar y le pidió a sus hermanos verse presentables. Yo estaba bien, en la tarde me iría a casa de John, dije que era necesario que nos viéramos en mi casa la otra ocasión, pero pues si mi hijo tiene una cita importante, ¿Por qué quitarle el privilegio?
Tocaron el timbre y James gritó desde su cuarto:
—Papá, ¡Abre! No quiero que ella espere.
—. ¿Es tu novia? ¿Seguro?
—Sí, la he visto por la ventana.
—Bien... ahora voy.
Apagué mi puro, pase los dedos por mi cabello y me subí el cierre de la chamarra. Caminé lentamente hasta la puerta.
—Ho... hola Paul.
—Oh... hola Yoko.
Me tardé varios minutos en procesar lo que estaba pasando:
—Espera un momento... ¿¿Tú eres la novia de mi hijo??
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#PreguntaBeatlegirl2
¿Por qué Cynthia sigue en la tierra?
Ya saben, quién conteste correctamente se le dedicará el siguiente capítulo :)
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