Tony:

—Quédate conmigo —dijo Tony, confiado en su declaración.

—Tony...

—No pelees. Es lo mínimo que puedo hacer cuando uno de mis mejores trabajadores es echado de su apartamento. Además, la Torre tiene espacio suficiente —a Tony le tomo más convencerte, pero eventualmente cediste y en una semana te mudaste a la Torre Stark.

Bruce:

—Quédate conmigo —dijo con suavidad, a penas más fuerte que un susurro. Tú ni siquiera estabas segura de haberlo escuchado bien al principio, así que te volviste a mirarlo con el ceño fruncido, en confusión.

—Bruce... ¿qué fue lo que dijiste?

—Pregunte si... te quedarías conmigo —repitió él, sus ojos encontrándose con los tuyos—. Yo simplemente... me siento solo. A veces es bueno tener a otra persona alrededor que no le tema... al otro sujeto.

Bucky:

—Quédate conmigo... —dijo Bucky, su aliento atorándose en su garganta mientras te miraba. Era tarde y él quería dormir, pero él te quería a ti a su lado cuando despertara.

—Buck, yo... —comenzaste, tu corazón cayendo una vez que el callado 'por favor' salió de su boca. Te sentaste junto a él, queriendo nada más que consolarlo—. Me quedare.

—¿Prometes estar ahí cuando despierte?

—Lo prometo, Bucky.

Thor:

Te reíste cuando Thor te cargo sobre su hombro, saltando por los pasillos del palacio. En realidad no había ningún otro lugar en el que quisieras estar excepto Asgard. Después de que Thor te mostró el lugar y fuiste presentada como su 'amor midgardiano', te encanto. Días antes de que Thor y tú estuvieran listos para irse, te pregunto esto—: ¿Te quedarías conmigo?

—¿Aquí? ¿En Asgard? Thor...

—No niegues esto, T/N. Eres amada aquí, al igual que yo.

—Lo haré. Pero... aun así tienes que llevarme a casa para despedirme de mis amigos —le explicaste y Thor te dio una sonrisa.

—Lo que desees, T/N.

Steve:

—Hey, T/N, ¿crees que podrías quedarte conmigo hasta que yo resuelva esto? —Steve te pregunto mientras lo observabas.

—¿Qué cosa?

—Es uno de estos teléfonos. Sabes, este hay-algo...

—¿iPhone? —Preguntaste y Steve asiente sonriendo, sosteniendo el teléfono en su mano.

—Pensé que Tony te había enseñado a usarlo.

—T/N, tú y yo conocemos a Tony. Él me enseño como hacer llamadas —explico Steve cuando tu asentiste, alzando una ceja.

—¿No sabes cómo enviar un mensaje de texto u algo más?

—Se cómo googlear —dijo Steve, mirándote, una sonrisa encontrando su camino a su rostro.

—Está bien, Capitán. Vamos a enseñarte como hacer las cosas en el siglo 21.

Nat:

—¡Nat, no! ¡Quédate conmigo! —Le gritaste antes de que ella pudiera dejar la habitación, una sonrisa formándose en su rostro antes de darse la vuelta para mirarte.

—¿Le tienes miedo a la oscuridad ahora, T/N?

—Hey. Tú fuiste la que quiso que viéramos películas de terror. ¡Tú sabes que odio esas malditas cosas! —Gritaste en tu defensa y Natasha camino hacia a ti.

—Me quedare contigo, cálmate.

Clint:

—No te vayas todavía, T/N. Quédate conmigo un rato —dijo Clint cuando comenzaste a moverte del lugar en donde habías estado sentada.

—¿Por qué? ¿Para que puedas darme más de tus brillantes consejos de arquería? —Bromeaste, Clint entrecerró sus ojos y después saco su lengua.

—Mis consejos son oro. ¡Simplemente no lo vas a admitir! —Disparo de vuelta y tú reíste, asintiendo.

—Lo que digas, Hawk.

Sam:

—Diablos no, Wilson. Quédate conmigo para poder saber que no soy la única a la que Rogers trata de matar —dijiste, jadeando mientras que tus manos descansaban en tus rodillas antes de sentarte en el concreto.

—La sombra está aquí, vamos —él te respondió y tu asentiste, levantándote mientras caminaban hacia un árbol, sentándose uno al lado del otro mientras tratabas de recuperar tu aliento.

—¿Entrenar con Rogers por primera vez es así? —Pregunto Sam, mirándote.

—Absolutamente. Tú sabes que estoy acostumbrada a practicar boxeo con el tipo, pero maldición. Ese aguante de súper soldado va a matarme —le respondiste y Sam rio, asintiendo.

—Se cómo te sientes con eso.

T'Challa:

—¿Necesitas algo? —Preguntaste vacilante, tu mano descansando sobre el antebrazo de T'Challa.

—Quiero pedirte que te quedes conmigo.

—Todo lo que tienes que hacer es preguntar —le respondiste mientras él se sentaba en el piso frente a la tumba de su padre, un suspiro pesado dejándolo mientras ocupas el espacio junto a él. A veces, el silencio era todo lo que T'Challa necesitaba.

—Gracias. Por quedarte conmigo y... por venir aquí conmigo.

—No es ningún problema. Lo prometo.