"Good For You"

Tony: "Gonna wear that dress you like, skin-tight"; (voy a ponerme ese vestido que te gusta, ajustado).

Estabas algo nerviosa caminando en el gran salón lleno de personas que probablemente te juzgarían a primera vista. Esa noche era la gran fiesta del Sr. Stark. Era algo regular para él el dar una fiesta cada año. El día anterior él había ido a tu oficina y casi te había dado un ataque al corazón. Trabajabas como una de las gerentes de Industrias Stark para convenios en el mundo y raramente lo veías en persona. Desde que se convirtió en Iron Man para el mundo, ni siquiera lo llamabas tu jefe sino que te mantenías cortes como era normal. Él te pidió que fueras a la fiesta y que usaras algo no demasiado formal pero si lujoso. Era la primera vez que eras invitada y en seguida pensaste en no ir. No era tu manera de pasar la tarde de tu sábado pero la invitación personal por parte de él te hizo asistir.

Ahora estabas ahí, usando un vestido negro ajustado. Amabas ese vestido y esperabas que nadie pensara que estabas vestida como una guarra. Así que reuniste toda tu confianza y caminaste dentro del salón. Notaste que habías llegado tarde porque Tony ya había anunciado el inicio de la fiesta. Él aplaudió junto a las personas antes de dejar el escenario. Caminaste hacia el bar para conseguir una buena bebida porque sino no sobrevivirías este lío de gente rica.

—T/N —escuchaste una voz junto a ti.

Te diste la vuelta y viste a Tony con un Martini en sus manos. Le sonreíste, —Gracias por la invitación, Sr. Stark. Todo luce maravilloso.

—Gracias. Le di un lindo toque esta noche, ¿no es así?

—Tal vez la luz estaba un poco demasiado roja y naranja pero lo demás fue grandioso —no eras nada más que honesta con él. Tony te sonrió.

—Cierto, fue demasiado. Pero espero que disfrutes el resto de la fiesta, T/N —dijo antes de alejarse. Él se detuvo para acercarse a tu oído—. Y, por cierto, me encanta ese vestido.


Steve: "Let me show you how proud I am to be yours"; (déjame demostrarte lo orgullosa que estoy de ser tuya).

—¿Steve? —gritaste al entrar en el cuarto de entrenamientos—. Steve, ¿estás ahí?

Miraste en todas las direcciones hasta que lo viste al final de la habitación. —¡Steve! ¿Por qué no dijiste nada? —Dijiste, algo triste.

—Lo siento —murmuro.

Frunciste el ceño. Algo iba mal con él. Normalmente Steve era una persona sumamente feliz, o al menos veía el lado positivo de todo. Miraste a tu novio. Steve y tú habían estado juntos durante tres meses. —¿Está todo bien? —Le preguntaste.

—No lo sé —suspiro.

—¿Que va mal? Dime.

—Solo pensé acerca de tú y yo... No sé si es lo correcto.

Sus palabras te sorprendieron, tu pensabas que él era feliz contigo... —¿Qué quieres decir? —Trataste de que la decepción no se filtrara.

—Es acerca de nuestra edad, T/N. Puedo seguir luciendo como de 31 pero tengo 97. Cuando te veo siento que soy casi como algún tipo de pervertido. Acabas de cumplir 23... —lo cortaste.

—No me importa, ¿se te olvido?

—No, no lo hice.

—Bien, porque no me importa nuestra edad. Me enamore de ti y nada cambiara eso. Amo estar contigo y no puedo soportar estar sin ti. Te amo. ¿Me escuchas? Yo jodidamente te amo, Steve.

—T/N, lenguaj...

Envolviste tus brazos alrededor de su cuello. —Shh, no hables. Déjame de demostrarte lo orgullosa que estoy de ser tuya —con esas palabras te inclinaste para besarlo apasionadamente.


Clint: "Do my hair up real, real nice"; (voy a ponerme el cabello muy bonito).

Te observaste con nerviosismo en el espejo antes de escuchar pasos y la voz de él. Clint—: Bebé, ¿en dónde estás? —Le escuchaste preguntar.

—En el baño —gritaste de vuelta.

Ahí estaba él. Luciendo completamente sexi con su traje puesto. —¿Te gusta lo que ves? —Él alzo una ceja.

—Debe gustarme porque sino no estaría saliendo contigo —tu reíste. Tomaste un profundo respiro y te viste por última vez en el espejo antes de darte la vuelta, enfrentando a tu novio—. ¿Cómo me veo?

Notaste que sus ojos viajaron de arriba abajo. Clint saco sus manos de sus bolsillos y camino hacia a ti, poniendo un mechón de cabello detrás de tu oreja. —Te ves hermosa como siempre, pero para ser honesto, realmente me gusta tu cabello así de rizado —él te sonrió.

Él estaba en lo correcto. Tu cabello estaba mayormente recogido en una cola debido a tu trabajo como agente. Tenerlo suelto, rizándose hasta tu espalda, era un poco raro pero te sentiste mucho mejor después del cumplido de Clint. —Gracias —le sonreíste de vuelta.

—¿Estas lista? —Te sonrió.

—La pregunta es: ¿esta Natasha lista?

—Esperemos que si —él rio antes de salir hacia la boda de Natasha.


Thor: "I'm on my Marquise diamonds, I'm a Marquise diamond"; (llevo puestos mis diamantes marquesa, soy un diamante marquesa).

No podías respirar porque, mayormente, casi te daba miedo hacerlo. Todo era tan raro ahí. Estabas en Asgard y el hecho te asustaba, pero tenías una buena razón para estar ahí. Una razón bien apuesta, para ser honestos. —Lady T/N —te diste la vuelta un poco sorprendida, mirando a Frigga. Ella era la madre de Thor y bueno, ella también era la razón por la que estabas ahí.

—Ehm... Reina Frigga —no sabías que hacer, así que hiciste lo que habías visto por televisión, una reverencia.

Frigga rio un poco. —Es un gusto conocerte —dijo ella. Bueno, eso fue inesperado. Pensaste que ella estaría molesta contigo debido a que Thor se había enamorado de ti, pero aun así había sido idea de él traerte aquí.

—Es un gusto conocerla también. Thor me ha dicho mucho sobre usted —mentiste un poco. Esperanzadamente ellos no eran capaces de ver cuando las personas mentían o no.

—Desearía poder decir lo mismo pero mi hijo no pensó que era necesario decirle a su madre acerca de su... ¿cómo lo llaman? ¿Novia, verdad?

—Si —sonreíste —, lamento que él no le haya dicho nada.

—No te preocupes, cariño —sonrió de vuelta.

Thor regreso y se unió a ambas. —Ahí estas, hijo —dijo Frigga —. Me tomo tiempo conocer a tu querida novia. ¿Le diste mi regalo?

—¿Qué regalo? —Preguntaste, demasiado rápido para detenerte.

Tu novio te sonrió. —A madre le gusta malcriar a personas con cosas que le recuerdan a ellos —explico y saco un collar con dije de corazón hecho de puro diamante marquesa.

—Oh Dios mío —murmuraste—. Es hermoso.

—Espero que te haya gustado —ella poso una mano en tu hombro —. Thor tiene el mismo pero no con forma de corazón —con estas palabras, ella los dejo atrás.

—¿Necesitas ayuda? —te pregunto él, señalando el collar. Asentiste, pero, primeramente, una cosa era más importante. Envolviste tus brazos a su alrededor, te pusiste de puntitas y lo besaste con suavidad.


Bruce: "Make you never wanna leave, so don't, so don't"; (voy a hacer que nunca quieras marcharte, así que no lo hagas, no lo hagas).

Era Halloween y Tony los había invitado a su fiesta. Te tomo siglos convencer a Bruce para que se disfrazara, ya que amabas Halloween. Pero como siempre, ustedes hicieron un reto. Bruce necesitaba vestirse como la versión masculina de alguna mujer y tu como la versión femenina de algún hombre. Escondieron sus disfraces del otro porque querían mostrarlos antes de que fueran a la fiesta.

—¿Estás listo? —le preguntaste casi gritando. Estabas escondida en la habitación mientras que él estaba en el baño arreglándose.

—Sí, lo estoy —respondió.

—Está bien. 3, 2, 1 —ambos abrieron la puerta al mismo tiempo y se observaron. Estallaste en risas cuando viste a Bruce vestido como Britney Spears en su video "Baby One More Time"—. Oh Dios mío, eres bueno disfrazándote.

Bruce aún no había dicho nada, ni siquiera había reído. Mierda, tu disfraz era demasiado. —Bruce, lo siento —dijiste.

—No lo estés —él rio silenciosamente —. Solo no sabía que alguien podía lucir tan bien como la mitad del sujeto verde y yo.

Le sonreíste. Trataste de ser creativa y terminaste combinando a Bruce y al otro sujeto. Una mitad como uno y la otra mitad como el otro. —¿Sigo teniendo permitido besarte aun luciendo así? —le preguntaste, sabiendo que la pregunta probablemente lo pondría nervioso.

—Todos y cada uno de los días —dijo.

Corriste hacia él, lo tomaste de sus tirantes y lo atrajiste en un beso profundo. —¿No estás enojado? —Le preguntaste entre besos suaves.

—No, nunca podría estar enojado contigo; y no podría dejarte por algo tan genial como eso.


Pietro: "You say I give it to you hard, so bad"; (dices que te la pongo dura, demasiado).

Hiciste tus lagartijas con tanta furia que tuviste que parar. Acababas de escuchar una conversación entre tu compañero agente Jason y Pietro Maximoff, ese Speedy Gonzales y no era agradable de escuchar. El sexismo no era una cosa en la base o en algún lugar en el trabajo pero aparentemente los chicos pensaban que solo eras buena para las cosas sucias, como, cosas sucias en la cama. Tan pronto como te diste cuanta de lo que hablaba, saliste corriendo enojada. Yéndote, supiste que Pietro lo había notado.

No querías que él te siguiera así que cerraste con seguro las puertas de la sede de los cuartos de entrenamiento. Pietro toco la puerta pero tú solo gritaste un gran "piérdete" en respuesta. Lo que olvidaste es que Pietro era rápido. No solo al correr sino también al encontrar una manera de resolver el problema. Repentinamente él estaba parado junto a ti. —T/N —él comenzó.

Estabas tan molesta con él, incluso sabiendo que solo eran chicos haciendo sus estúpidas bromas. Te paraste, mirándolo. —Lo siento. No queríamos herirte con lo que estábamos diciendo, nosotros... —lo cortaste. Él lucia verdaderamente apenado.

—Para, Pietro.

Sus bromas eran infantiles y tú estabas definitivamente demasiado grande para esa mierda. —¿Lo crees? —le preguntaste, poniendo las pesas a un lado.

—¿A qué te refieres? —Él estaba inseguro. Querías sonreír pero trataste de esconderlo.

—Qué crees que soy buena para... —tu ni siquiera necesitabas continuar. Pietro lo entendió.

—Si... Oh, digo, no lo sé. Yo nunca...

Reíste silenciosamente. No podías negar que pensabas que él era sexi. Todo acerca de él era sexi. Sus ojos, su cabello, su cuerpo, su personalidad, su acento. Cada cosa. «¿Por qué no hacer una broma realidad?», pensaste.

—¿Quieres descubrirlo?

Los ojos de Pietro se agrandaron. —¿Qué? —Él tartamudeo.

—Sabes lo que quiero decir —sonreíste.


Bucky: "Leave this dress a mess on the floor"; (deja este vestido hecho un lío en el piso).

«Esta es, verdaderamente, la mejor noche de todas», pensaste. Después de casi un buen mes trabajando con Bucky, ambos salieron. Él te dijo que bailaba mucho casualmente los fines de semana. En los años 40 ir a bailar era algo importante. Hoy en día no tanto, lo que te emociono aún más el ir a bailar con él. Salieron como amigos pero pensaste que era una buena idea llevarlo a su antigua vida un poco.

Él era un bailarín asombroso. Bucky y tú bailaron la noche entera. No te importo si tus pies dolían con esos tacones. No podías parar de bailar con él, te estabas divirtiendo demasiado. Después de horas y horas de bailar decidieron ir a tu apartamento para terminar la velada con algo de vino clásico, incluso si ya habían bebido suficiente de este.

—Creo que iré a cambiarme a algo más cómodo primero —dijiste y caminaste directo a tu habitación. Bucky conocía tu apartamento. Comenzaron a volverse buenos amigos después de que Steve te pidiera que le ayudaras con Bucky y sus memorias. Él seguido se quedaba por las noches, mayormente cuando tenía miedo de tener múltiples pesadillas.

Con tus brazos, trataste de bajar el cierre de tu vestido pero parecía imposible. Antes de que rompieras tu brazo, llamaste a Bucky.

En segundos él estaba ahí. —¿Qué sucede? —Pregunto.

—¿Puedes, por favor, bajar el cierre? No puedo alcanzarlo —te ruborizaste un poco pero no pareció un problema para Bucky. Él se acercó a ti y bajo el cierre cuidadosamente. Tan pronto como el cierre estuvo abajo, tu vestido cayó al suelo, dejándote en tu ropa interior.

Repentinamente ganaste algo de confianza y te volteaste hacia él. Ahora Bucky era el que estaba ruborizado. No dijiste ni una sola palabra, solo lo miraste a los ojos. Mordiste tu labio por un segundo. Bucky te tomo por la cintura cuidadosamente con su brazo de metal para acercarte más a él. Sus cuerpos estaban presionados contra el otro mientras él seguía vestido y tú casi estabas desnuda. Él poso su otra mano gentilmente en tu mejilla. En segundos, ambos se besaron apasionada y profundamente.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top