Steve: en el parque.

Sacaste a pasear a tu perro y este salió corriendo, arrastrándote con él. Se detuvo frente a él, quien con alegría lo acaricio. Una vez que te levantaste, él te pregunto si te encontrabas bien. Lo estabas, excepto por la leve cojera. Él se ofreció a pasear el perro hasta que estuviste bien, lo que encontraste verdaderamente dulce. Terminaron hablando la tarde entera.

Pietro: en la pista.

Estabas corriendo, hasta que llego Pietro. Y siendo lo competitiva que eres, trataste de rebasarlo. Lo que nunca paso porque él uso su superpoder. Así que decidiste tropezar con él, lo que acabo contigo riendo a carcajadas y él enfadándose. Para disculparte, le ofreciste tu mano para ayudarlo a levantarse y comprarle un café, él acepto ambos.

Thor: en Starbucks.

¿Quién ordena 12 capuchinos latte? Aparentemente él apuesto hombre rubio del otro lado del mostrador.

—¿Desea algo más? —preguntaste.

—Sí, ¿tal vez tú número? —pregunto descaradamente, haciéndote sonrojar.

Tony: en una fiesta.

Los dos terminaron vomitando en el baño de los hombres—el de las chicas estaba lleno.

—Hey. Soy Tony —dijo el hombre. Aunque no era el momento perfecto, no pudiste evitar echarle un vistazo. Él era muy atractivo.

—Yo soy T/N —dijiste y volviste a vomitar. Cuando los dos terminaron, él te ofreció llevarte a casa con su chofer. La tarde siguiente lo encontraste frente a tu puerta.

Bruce: en una conferencia de ciencia.

Era tu primera vez en una conferencia y él sintió que te estabas sintiendo incomoda así que él se acercó a ti para ayudarte a relajarte y hablar.

Clint: en el cine.

Adorabas sentarte al final al igual que a él. Así que terminaron peleando por el último asiento del rincón. Siendo el caballero que es, él te dio el preciado asiento y se sentó a tu lado. Cuando la película acabo, él te invito a por una bebida y hablar de la película.

Wanda: en una tienda de música.

Les gustaba la misma banda, así que cuando ella te vio sosteniendo su último CD, ella comenzó a hablarte.

Bucky: él te salvo.

Estabas pasando la calle sin pensar y un auto casi te atropella. Él lo detuvo con sus propias manos y te llevo al hospital para ver si estabas herida, aun cuando le reaseguraste que estabas bien.

Loki: en la sala de espera de la cárcel.

No eras con exactitud la buena chica que parecías ser. Los dos estaban en la misma habitación y terminaron hablando, ya que solo eran ustedes dos. Él seguramente hizo mucho más que el grafiti que te cacharon haciendo.