Historia escrita por AppoApples, disfrútenla

Descargo de responsabilidad: no soy dueño de ningún personaje de Star Wars visto, mencionado o usado en esta historia

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Le tomó unos buenos veinte minutos acunando al Niño, como el Mando lo había estado llamando, antes de que Obi-Wan lograra aclarar sus pensamientos.

Y considerando todas las cosas, parecía un período de tiempo bastante corto, pero él había sido General una vez.

Más impresionante aún, había sido el Maestro Jedi de Anakin Skywalker una vez.

Algo que a Obi-Wan no le gustaba volver a ser, incluso si eso significaba que podía salvar al hombre que una vez había sido su hermano. Pero no podía permitir que el miedo a fallar nuevamente se convirtiera en una profecía autocumplida.

Obi-Wan Kenobi iba a matar a Palpatine, y sin el Emperador, Anakin no podría convertirse en un Sith.

Aquí estaba la esperanza.

De pie, felizmente recuperado de su juventud, Obi-Wan se enfrentó a la causa de la mayoría de sus pesadillas.

Anakin.

Al menos una vez pareció preocupado, tal vez su aprendiz aún no lo odiaba.

Obi-Wan extendió la mano a través de los jirones de su vínculo con el chico, un antiguo vínculo de entrenamiento que no era tan antiguo para Anakin. Obi-Wan cerró los ojos, sintiendo la preocupación, el miedo, el dolor, una pizca de resentimiento y debajo de todo...

Hambre de poder.

Qui-Gon debería haber dejado a Anakin con su madre.

"¿Qué haces aquí, Anakin?" preguntó Obi-Wan, incapaz de decidirse a llamarlo padawan. Eso había sido un cariño y una broma compartida entre ellos antes del final.

¡Te odio!

Obi-Wan no se inmutó ante el recuerdo, lo había revivido demasiadas veces como para reaccionar físicamente ante el dolor.

Anakin lo fulminó con la mirada, "Te lo dije, vine a salvar a mi madre".

Obi-Wan frunció el ceño, tratando de recordar cuándo había regresado Anakin a Tatooine. Recordó a Anakin teniendo sueños, sueños sobre la vida con su madre... "E-esos sueños que tuviste, sobre tu madre."

"Sí, sueña con ella con dolor y sufrimiento, muriendo , Maestro. Y me dijiste que pasarían".

Obi-Wan se mordió la lengua antes de atacar.

Todas las cosas pasan, porque todas las cosas mueren.

En voz alta, dijo: "Nunca me dijiste eso. Nunca me diste detalles. Dijiste que te estaba costando dormir. No hice la conexión de que eran visiones".

Y Anakin había dejado de hablarle después de haber sido nombrado Caballero. Después del comienzo de la guerra-

"¿No era una pista el hecho de que no estaba durmiendo?" preguntó Anakin con petulancia.

La atención de Obi-Wan se centró de nuevo en él, "Puedo sentir algunas de tus emociones. Pude ver que estabas cansado, pero no soy un lector de mentes. Tienes que hablar conmigo si necesitas mi ayuda".

El Niño se durmió cuando Obi-Wan comenzó a moverse de un pie a otro. Una excusa conveniente para el espectáculo de energía inquieta.

"¿Y qué hubieras hecho?" preguntó Anakin.

"Podría haber ido a verla yo mismo."

"No, no lo habrías hecho".

Obi-Wan sintió que su propia ira aumentaba y realmente había pasado demasiados años solo para seguir mordiéndose la lengua. "He hecho cosas mucho más extravagantes por ti que revisar a tu madre, que posiblemente estaba en peligro".

"Siempre sigues las reglas".

Obi-Wan sintió un tic en su ojo, "¿No te gusta la regla de no usar el Lado Oscuro para asesinar civiles?"

"¡Eso no es lo que quise decir! Eres estrictamente del Código. ¡No amas!"

Obi-Wan se rió, "Oh, Anakin, Anakin..." sacudió la cabeza y tuvo cuidado de mantener la voz baja mientras los oídos del Niño se movían. "¿Es eso realmente lo que piensas?"

Nunca había hablado de sus sentimientos con Anakin, tal vez debería haberlo hecho, pero era difícil animar a Anakin a abrazar sus sentimientos cuando tenía tantos.

"Es lo que sé", dijo Anakin, levantando la barbilla.

Tan seguro de sí mismo.

¡Te odio!

Su padawan ardiendo vivo en las orillas.

"Te amo", dijo Obi-Wan en voz baja, todavía lo amaba, incluso si debería odiarlo. Ciertamente odiaba en lo que se había convertido Anakin, lo que había hecho. Pero odio era la palabra adecuada. Obi-Wan estaba devastado por lo que Anakin se había convertido. "Y en mi vida, me enamoré de tres mujeres. Todas murieron frente a mí. Al igual que la amada de Qui-Gon también murió en sus brazos".

Anakin lo miró boquiabierto.

"Por fascinante que sea todo esto", interrumpió el Mando, "¿Sabes a quién pertenece el Niño?"

Obi-wan miró al hombre con su brillante armadura, "Es sensible a la Fuerza, podría pertenecer a los Jedi si no tiene adónde ir. Pero no sé quiénes serían sus padres".

"¿Conoces a alguien que pueda saberlo?"

Obi-Wan asintió, "Yoda puede, o Yeddle para el caso, son de la misma especie que este".

"¿Pero no relacionado?"

Obi-Wan se encogió de hombros, "Realmente no sé mucho sobre su gente fuera de la Orden".

El Mando negó con la cabeza, "¿Cuál es la fecha de hoy?"

Obi-Wan casi sonrió, "La última vez que revisé fue 3633 ATC".

"Ah", dijo el Mando, "el sistema de citas cambió ese año, cuando la Alianza Rebelde hizo estallar la Estrella de la Muerte Imperial. Bueno, la primero de todos modos. El Niño y yo somos del 9 DBY, después de la Batalla de Yavin. Así que tu 3642 ATC".

"¿Discúlpen?" Padme interrumpió, "¿Ustedes dos creen que son del futuro?"

Obi-Wan no se molestó en responder eso, prefiriendo preguntar, "¿Qué es una Estrella de la Muerte?"

"Una estación del tamaño de una luna que puede volar planetas, y lo hizo. El año 3633 ATC es el año en que el Emperador destruyó Alderaan".

A Obi-Wan no le sorprendió que a alguien se le ocurriera algo tan horrible, pero le entristeció mucho escuchar eso.

Y las Organa...

"¿¡Explotaron un planeta!?" Anakin explotó cuando la familia Lars se despidió.

"¿Qué año es ahora?" preguntó Obi-Wan.

"3611 ATC", respondió Padme, sus ojos color miel enormes.

Obi-Wan y el Mando intercambiaron una mirada, con el Mando preguntó: "¿Ya comenzaron las Guerras Clon?"

Obi-Wan miraba el reflejo de sí mismo en el arsenal del Mando.

Realmente tenía treinta y cinco años otra vez, esto realmente estaba sucediendo, y el...

"¿Qué Guerras Clon?" preguntó Anakin, sonando más molesto por el momento, "¿Qué Clones? ¿Qué tan locos están ustedes dos?"

Y los Clones, y en cuanto a la pregunta de Anakin...

Bueno, Obi-Wan tuvo una idea que podría llevarlo a la cárcel, o al menos expulsarlo de la Orden.

Oh, bueno, no era como si hubiera tenido una Orden de la cual ser parte durante los últimos diecinueve años de todos modos. Preferiría detener esta guerra y salvar a su pueblo que vivir una vida libre.

"Has pensado en algo", señaló el Mando.

Obi-Wan asintió, "Y necesitaré tu ayuda, creo. ¿Tienes una nave en funcionamiento?"

"Sí, solo me quedé aquí porque estaba tratando de averiguar qué había pasado".

"La fuerza."

"Mierda de mago, lo tengo".

Obi-Wan sonrió, "Dijo el Mandaloriano cuidando al mini-Yoda".

"Ni siquiera sé quién es este 'Yoda'".

"Es el Gran Maestro de la Orden Jedi de novecientos años". Y la única persona con la que Obi-Wan se sentía realmente cómodo en su vida hablando en tiempo presente.

El Mandaloriano no dijo nada.

"¿Qué plan?" preguntó Anakin.

Obi-Wan miró fijamente a su antiguo aprendiz: "Tu misión era mantener a salvo a la senadora Amidala, ¿correcto?" Recordando más tarde que Anakin había tratado de afirmar que fue idea de Padme ir a rescatarlo en Geonosis.

"Sí", respondió Anakin con una diferencia, "y se suponía que tú estabas rastreando a su asesino".

¿Había dos Obi-Wan corriendo en este flujo de tiempo? No tenía tiempo para preocuparse por eso. Mirando la expresión confundida y enojada de Anakin, Obi-Wan tenía varias cosas que decir.

Como venir a Tattooine fue una idea estúpida si estaba tratando de mantener a Padmé a salvo. Como lo sospechoso que era que los Tusken persiguieran a una sola persona y torturaran durante un tiempo prolongado.

A menos que hayan sido pagados. Pero entonces uno tendría que preguntarse, ¿quién sabía de la madre de Anakin? ¿Quién sabría que Anakin todavía podría lastimarse por alguien que persigue a su madre?

Probablemente no fue Padme o su séquito, y ciertamente no fue el Jedi. Los Jedi tenían la regla de no apego porque se sabía que las familias usaban el estatus de Jedi a su favor, o las familias y los seres queridos podían ser el objetivo de los enemigos de los Jedi.

Lo que dejó a la única persona en la que Anakin confiaba más que nadie.

Canciller Palpatine.

Que resultó ser un Lord Sith.

Un Lord Sith que Obi-Wan iba a asesinar.

Maldita sea la venganza, esto fue un cuidado preventivo.

"¿Maestro?" preguntó Anakin, volviendo a sonar preocupado.

Obi-Wan podría haber dicho muchas cosas en ese momento. Pero cuál era el punto, Anakin nunca lo escuchó, no cuando contaba. "Tú y Padme deberían regresar a Naboo", y luego miró al joven senador, "Y por favor, milady, trate de resistir cualquier movimiento que pueda obligar a una acción dramática de enemigos bien preparados".

Ella arqueó una ceja, "¿Viene de un mago que viajo en el tiempo?"

Él sonrió, ahora Padmé habría sido una excelente Maestra Jedi, nada la hacía tropezar. Ni siquiera viajar en el tiempo.

Anakin, sin embargo, fue contrario por naturaleza: "Si crees que me iré de tu lado cuando dices tonterías sobre el futuro y ni siquiera me has explicado cómo llegaste aquí, entonces-"

"Sabes que no tienes que ser un Jedi", interrumpió Obi-Wan.

"¿Qué?" preguntó Anakin, con los ojos muy abiertos, casi en pánico.

"Nadie te está obligando a ser un Jedi. Es tu elección. Si quieres irte, convertirte en piloto, casarte sin permiso, tener una familia, servir a la República de otras maneras, entonces eres libre de hacerlo".

"¿Quieres decir que ya no quieres que sea tu padawan?"

Obi-Wan no lo hizo, pero ese no era el punto que estaba tratando de hacer, "Quiero decir que eres libre, te amaré y apoyaré, ya sea que permanezcas en la Orden o no. Sé que pensaste que yo era reteniéndote, pero solo estaba tratando de ayudarte. Soy tu maestro, no tu dueño".

"No tienes que odiarme."

Era algo que deseaba poder haber dicho hace mucho tiempo, y no sabía si haría una diferencia o no.

Incluso ahora, Anakin lo miró hoscamente, sin escucharlo, "¿Una elección? Soy el Elegido, recuerdas. Se supone que debo salvar la galaxia".

El Mandaloriano resopló, al igual que Obi-Wan, "Qui-Gon está muerto Anakin , y aunque entrenarte para ser un Jedi no fue un error," -teóricamente- "decirte que eras el Elegido, sí. Por lo que sabemos, el Elegido es este niño", señalando al pequeño dormido en sus brazos al que Obi-Wan se estaba encariñando cada vez más, "y nunca debería haber sido una responsabilidad que le atribuimos a nadie, y mucho menos difundirla a través de la Orden. Tengo entendido que tuviste suficientes problemas tratando de encajar, y lamento haber agregado eso a tus cargas".

Al igual que Qui-Gon había puesto la carga de criar al Elegido en él.

Anakin se quedó momentáneamente sin palabras antes de decir: "Quiero ser el Jedi más grande de la historia".

"Más como la mayor decepción en la historia Jedi" pensó  Obi-Wan, el Elegido acabando con toda la Orden Jedi y derribando a la República con ella al ponerse del lado del Imperio Sith.

En voz alta, dijo: "Anakin, creo que tu madre y yo preferiríamos que fueras una buena persona que un Jedi poderoso, por favor, recuerda eso".

Anakin parecía como si le acabaran de dar una bofetada y, enojado, respondió bruscamente: "Seré un Caballero Jedi".

Obi-Wan casi le dice que no contenga la respiración para ser un Maestro, pero realmente tenía un pez más grande que freír ese día: "Bien, entonces, por una vez en tu vida, haz lo que te digo. Ve con Padme de regreso a Naboo y mantenla a salvo".

"Pero que-"

"El Mando y yo tenemos las cosas cubiertas", dijo Obi-Wan, casi seguro de que su amigo Viajero en el Tiempo estará muy dispuesto a ayudarlo a detener al Emperador.

"¿Preferes la ayuda de un Mandaloriano a la mía?" preguntó Anakin.

"Absolutamente" penso Kenobi, pero en voz alta respondió: "Tú tienes una misión, yo tengo la mía". Y antes de que Anakin pudiera discutir más con él, Obi-Wan le dio la espalda, el Mando a su lado, el niño en sus brazos.

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"Buen barco", comentó Obi-Wan mientras se acomodaba en el asiento del pasajero, con el Niño todavía en sus brazos.

"Gracias."

"¿Cuál es tu nombre por cierto?"

"Din Djarin, y el tuyo es el general Obi-Wan Kenobi".

"Así que has oído hablar de mí", comentó Obi-Wan, tratando de poner alegría que no sentía en su voz mientras observaba a Anakin y Padme subir a su nave brillante.

"No sabía que eras un Jedi", comentó Din, "No ha habido ningún Jedi en tanto tiempo que las leyendas de todos ustedes parecían ser solo eso, leyendas".

"Como si nunca hubiéramos existido", dijo secamente Obi-Wan, sabiendo que el secretismo de los Jedi había contribuido a eso.

Din no dijo nada a esto, simplemente preguntó: "¿Cuál es este plan tuyo? Crees que podemos detener las Guerras Clon y derrotar al Imperio por nuestra cuenta".

"No por nuestra cuenta, no, pero tengo una idea que podría funcionar, y en cuanto al Imperio, actualmente consta de un solo hombre".

"¿Sabes quién es el Emperador?" preguntó Din.

"El emperador Palpatine es el actual canciller Sheev Palpatine".

Din se quedó en silencio por un segundo, "Podría haberlo descubierto".

"Ciertamente, pero los Clones primero, ¿puedes llevarnos a Mandalore?"

"¿Por qué allí? ¿La actual duquesa no es pacifista?"

"¿Quién mejor para detener una guerra?"

Obi-Wan no podía ver los ojos de Din, pero los sintió de todos modos. "¿Puedes llevarme allí o no?"

"¿Vas a dejar que te ayude a asesinar al Emperador?"

Obi-Wan sonrió, "Sería un honor tenerte a mi lado".

"Ni siquiera me conoces".

"Podría decir lo mismo".

No dijeron más, ambos perfectamente conscientes de que eran las únicas personas en toda la galaxia que entendían lo que significaba ser del futuro.

Era algo extraordinario de creer.

Mucho menos extraordinario que convertirse en aliados ante una sola oportunidad para evitar que la galaxia se desmorone, otra vez.