Capítulo 13: "Mi último aliento."

Canción para este capítulo: Over the love–Florence + The Machine. 

Trago saliva y me preparo para lo peor. Estoy segura de que los Visitantes que se encuentran en la fiesta pueden oír el sonido de los latidos de mi corazón.

––¿Acaso no has aprendido la lección, Astrid? ––pregunta Jack mirándome con severidad. Sus ojos verdes relucen repletos de furia.

El Presidente comienza a caminar en mi dirección con las manos apretadas en puños y yo me limito a alzar la cabeza, preparada para lo que sea que vaya a ocurrir a continuación. Debo atenerme a las consecuencias de mis actos. Un nudo se ha formado en mi garganta y con cada paso que Jack da hacia mí, ese nudo se aprieta con más y más fuerza.

Alzo una ceja burlona, desafiándole, intentando centrar su atención en mí en lugar de en Cole. Sé que no me matará. Por muchas veces que me haya amenazado, estoy segura de que sería incapaz de hacerlo. Soy la primera híbrida, la única superviviente. Me necesita, quiera o no reconocerlo.

––Juro que como te atrevas a hacerla daño te arrancaré el corazón y te lo haré tragar. ––gruñe Cole interponiéndose entre nosotros.

Jack sonríe forzadamente y de pronto, su mano se encuentra alrededor de su cuello. Reacciono rápidamente y corro en dirección a una silla, la cual rompo, obteniendo un afilado trozo de madera. Cuando me doy la vuelta dispuesta a utilizarlo contra el Presidente, lo único que veo es a un débil Cole retorciéndose en el suelo. Contengo la respiración al ver como la sangre brota de la zona de su estómago. Giro sobre mi misma, buscando a Jack. En estos momentos es mi prioridad. La herida de Cole está muy por debajo del corazón, por lo que se encuentra fuera de peligro.

En el preciso instante en el que oigo como la madera cruje a mis espaldas me giro. Pero no tengo tiempo de atacar, puesto que Jack utiliza su pie para hacerme tropezar. Caigo irremediablemente al suelo y el Presidente se coloca sobre mí. Forcejeo con todas mis fuerzas pero el alienígena logra sujetar mis muñecas en pocos segundos con una mano. Sin pensarlo dos veces, flexiono mi rodilla hacia arriba con toda la energía que me queda, dándole en el estómago.

Jack apenas lo nota, pero al menos consigo distraerle durante un segundo. Y ese es todo el tiempo que necesito. Es ahora o nunca. Libero la mano que sujetaba el trozo de madera y se lo clavo en el cuello, de donde comienza a brotar gran cantidad de líquido carmesí. Un alarido escapa de sus labios y se deja caer a mi lado, llevándose las manos a la yugular, donde el arma improvisada está incrustada.

Rápidamente me levanto y corro en dirección a Cole, quien se sujeta la herida con una mueca de dolor.

"¿Por qué no se ha curado aún?"

Y entonces lo veo. Una navaja. Manchada con la sangre de Cole... y veneno.

Hay humanos trabajando para Jack. Humanos pertenecientes a la Resistencia.

Tomo una gran bocanada de aire y me agacho a la altura del Visitante, rodeando su cintura con mi brazo y colocando el suyo alrededor de mi cuello.

––Debemos salir de aquí ––consigo decir con un hilo de voz ayudándole a levantarse––. Tienen que curarte cuanto antes.

Apenas nos da tiempo a caminar unos pasos cuando siento un fuerte golpe en mi espalda que provoca que salgamos disparados contra el espejo de la pared de enfrente. El impacto apenas dura un segundo, pero el dolor se hace presente en el preciso momento en el que caigo sobre el montón de trozos de cristal. Una pequeña nube de polvo se ha levantado y todo mi cuerpo arde debido a la gran cantidad de trozos de vidrio incrustados en mi piel. Alzo la cabeza con esfuerzo y palidezco al ver a Cole tumbado a mi lado inconsciente y lleno de sangre. Mis ojos tratan de contener las lágrimas cuando veo a un ileso Jack sonriendo con el trozo de madera en la mano. Todo mi cuerpo comienza a temblar de rabia.

––Se acabó el juego, Astrid.

Aprieto los labios y con mucha dificultad, logro ponerme en pie. El Presidente frunce el ceño con incredulidad. Suelto el aire que no sabía que estaba conteniendo y me yergo alzando la barbilla. Noto la sangre resbalar por mi rostro y sonrío levemente.

––Te equivocas, Jack. Esto no ha hecho más que empezar.

En menos de un segundo el ser se encuentra a centímetros de mi cuerpo.

––No me obligues a hacerte daño ––suplica sosteniéndome la mirada––. Por favor.

El hecho de que me lo haya pedido por favor me sorprende. Deslizo la lengua por mi labio inferior, pensando en una forma de distraerle para poder hacerme con el arma.

––Lo dices como si verdaderamente te importara. ––digo tratando de alargar la conversación.

––Pues claro que me importas, Astrid ––responde como si fuera obvio––. Más de lo que crees.

––¿Entonces por qué haces todo esto? ¿Por qué no permites que estemos juntos?

El ser suspira y aparta la mirada con la mandíbula tensa.

"Nunca dudo."

Mi puño vuela en dirección a su mandíbula pero el ser es demasiado rápido y lo atrapa. Maldigo entre dientes y en un intento desesperado de liberarme y acabar con él, alargo mi mano e intento arrancarle el corazón.

Pero antes de que pueda hacer nada, algo se clava en mi pecho. Mis ojos y boca se abren como platos e intento coger aire. Bajo la mirada y mi vista se nubla al ver el trozo de madera insertado en mi cuerpo.

Jack rodea mi cintura con uno de sus brazos mientras que el otro lo utiliza para sujetar el arma en mi interior.

Mis rodillas se doblan pero el Presidente impide que caiga al suelo. El dolor es insoportable. Es como si alguien hubiera prendido fuego en mi interior. Las lágrimas caen por mis mejillas a gran velocidad y cada vez se me hace más dificultoso respirar.

Muevo la cabeza frenéticamente, buscando a Cole. Él me salvará. Lo ha hecho antes.

"Pero no esta vez."

Sigue en la misma posición. El charco de sangre que lo rodea es cada vez más grande y eso solo hace que el torrente de lágrimas aumente.

––Cole––consigo decir––¡Cole!––exclamo con más fuerza y desesperación.

Jack se sienta en el suelo y me coloca sobre su regazo con delicadeza mientras me acaricia el pelo.

El dolor se expande por todo mi cuerpo y siento que me voy, siento que no resistiré durante mucho más tiempo.

Aprieto los ojos con fuerza como forma de desahogo. No puedo morir. No aún. Estoy destinada a cambiar las cosas.

Mi visión se nubla cada vez más y ha llegado un punto en el que el aire que consigo aspirar no es suficiente para mis pulmones.

––No quería tener que llegar a esto, Astrid. Pero no me has dejado opción. ––susurra Jack.

Si pudiera le escupiría, pero no tengo fuerzas. Ya no me quedan.

Gimo de dolor y me preparo. Es el fin.

––Cole... ––mi último aliento. 


By the Angel! 

Qué intenso todo D:

En fin, espero que os haya... ¿gustado? 

Sé que he tardado más de lo previsto en subir el capítulo (qué raro) pero es que quería que estuviera bien escrito :')

¿Qué creéis que pasará ahora? ¿Habrá muerto Astrid? Aún queda mucho libro, pero podría narrarlo desde otra perspectiva... #JustSaying. 

¡Nos leemos el milenio que viene! :D


Nah, es coña. Subiré nuevo cap esta semana ;)

–Lau.


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