Capítulo 2

Dos año antes...

Había corrido tan deprisa en busca de un refugio que ni me fijé en el charco de sangre que dejó a mi paso. Pero aquello no me importaba, solo queria escapar del monstruo en que se habia convertido mi madre. El sotano fue el único refugio que encontré. El lugar extremadamente pequeño y cerrado, solo cabia una persona pero lo suficientemente seguro para que la persona que estviera dentro y huyendo de una situación sobreviviera. Allí me escondí, pero la insistencia y golpes lograron que la puerta sediera... solo un poco. Lo suficiente para que su furiosa mirada captara la mira.

-Mary mi amor, mami no te hará daño. Te lo prometo, ven aquí - niego y mi madre frunce su ceño. Su pálido rostro se torna severo y sus ojos pardos reflejan irá, toda dirigida hacia mi. Vuelvo a negar y me acurruco sobre la pared, huyendo de ella. Si ella me atrapa esta vez sí me mata. Mamá alarga sus brazos e intenta subir, agarrándose de las cadenas que impiden que entre pero su hinchada barriga se lo impide. -¡Mary, ven!. Es una orden y las niñas buenas no desobedecen. ¡Acaso no vez que es por tu bien! Es por tu bien Mary. ¡O te alcanzará... y será demasiado tarde!.

Mi madre vuelve a intentar entrar, pero falla y gracias a dios la silla en que esta montada sede cayendo al suelo, lejos de mi. Su grito estremece mi piel e involuntariamente cierro la pequeña puerta del sótano y vuelvo al lugar donde estaba, rezando en un susurro para que la puerta no cediera a causa de los golpes que le daba mamá. Cubro la herida que sangra en mi hombro derecho y ruego porque alguien noté la aterradora escena que estoy viviendo.

-¡Mary!.

Despierto sobresaltada y desorientada a causa de la pesadilla. Mi cuerpo está sudando pese a que tengo el aire acondicionado encendido.

Parpadeo rápidamente y suspiro al ver que sólo era un mal sueño.

Estoy bien.

Estoy en casa.

Nadie me está persiguiendo.

Me repito una y otra, y otra vez hasta que la voz de mi tía Kristen me sobresalta.

-¡Mary! Hora de despertar -me dice mientras tocar nuevamente la puerta. Instantáneamente mi cuerpo se relaja.

Estoy en casa, con mi tía, no con la loca de mi progenitora.

-¡Estoy despierta! -grito de vuelta, pero no soy capaz de abandonar de la cama. Mi cuerpo aun está entumecido.

-¡Okay! - hace una pausa.- Entonces te espero abajo para desayunar -y la escucho alejarse.

Respido hondo y apagó la lámpara de la mesa de noche.

Me levanto de la cama y camino hacia el interruptor de luz y lo apagó. Ahora que la adrenalina abandona poco a poco mi cuerpo empiezo a sentir el frío de la habitación, el suelo está realmente helado pero soy capaz de ignorarlo y continuar directo al baño. No cierro la puerta, desde hace muchos años me gusta tener algun escape por si algun acontecimiento fuera de lo inucial acontece.

Realmente había durado menos tiempo sin soñar con la loca de mi madre, pero oficialmente e batido el récord. Era de esperarse aquellas pesadillas, siempre que se acerca el día de los honores fúnebres del fallecimiento de esta las pesadillas vuelven, pero ya han pasado un mes completo teniendolas, y en todas aparece ella. De la que tanto miedo le tengo.

Abro la llave de la regadera y dejó que el agua fría salga mientras me desnudo y echó la pijama en el sesto de ropa.
Decido que me lavaré el cabello y de paso me depilo.

Entró a la ducha, el agua inmediatamente cubre mi cuerpo. Relajando las zonas que aún se mantienen tensas.

Soy capaz de pensar que tal vez yo me este volviendo como ella, paranóica y loca; pero se me hace difícil despegarme de todo lo que aprendí estando a su lado. Por ejemplo, dormir con las luces encendidas. Ella siempre lo hacía y me obligaba a mi hacer lo mismo, recuerdo que una vez, cuando tenia siete año intenté negarme a seguir durmiendo así y me dio un fuerte manotazo en mi cachete que caí al suelo y, de paso, me partí la boca; desde ese día me acostumbre a dormir con la luz encendida y cuando se iba la luz, simplemente no dormía. Difícil, más no complicado...

Detengo mis movimientos cuando sin proponerlo toco la cicatriz en mi hombro izquierdo.

Cierro la llave de la ducha y me envuelvo una toalla en mi cuerpo y otra en mi cabello, salgo del baño, me dirijo al guardarropa, pero no agarro ninguna prenda, solo me quedo observando al vácio.

Pensando.

Mi madre no siempre fue así, antes, cuando mi padre aún esta vivo era tan feliz , sonreía todo el tiempo y me amaba. Pero un dia, mientras horneabamos galletas, mi tía llegó de imprevisto y nos aviso la tragedia. Mi padre habia fallecido, estaba muerto. Yo no tenía la capacidad para entender lo que estaba pasando, solo sabia que mi padre no había llegado a dormir, ni esa noche ni las siguientes y que mi madre cada vez se veía mas triste, vulnerable, ida... loca.

Agarro el gancho donde está el uniforme y cierro el guardarropa. Tiro la prenda en la cama, voy a mi mesa de noche y abro el segundo cajón, de está saco una pantis azul y del primero un brasier blanco.

Me deshago de la toalla y me coloco la ropa intimida. Hago una mueca de asco al observar el uniforme, a mi modo de pensar su apariencia definitivamente no es el adecuado para el uso de menores en formación. En vez de ser un uniforme estudiantil parecia un disfraz de mujer treibolera.

Como no pienso dañarme el día es mejor no pensar en los miles de pensamientos impuros que tendran las personas al mirarme, agarro la minifalda de cuadros color vinotinto y me la pongo, la aborono y hago el mismo procedimiento con la camisa blanca cuello en v con un frente convertido en chaleco del mismo color de la falda. Al menos mis senos no quedan expuestos.

¿En serio tengo que colocarme esto cada tres días por los ultimos dos años? ¿Y exclusivamente hoy que hace tanto frío afuera?.

En vez de usar medias como la mayoría de las chicas, utilizo las veladas. Recojo mi cabello en una improvisada moña y agarrando mi mochila, salgo de la habitación. Recorro el pequeño pasillo, bajo las escaleras y llego a la cocina en el momento exacto en que mi tia coloca los platos ya con el desayuno en la mesa.

Mi tía me sonríe al verme.

-Buenos días - saludo y me siento en una silla.

-Buenos días amor, ¿Cómo amaneciste? -me saluda de regreso y pregunta. Kristen coloca la jarra con jugo limonada en medio de la mesa y se sienta enfrente de mi.

-Muy bien tía, ¿podrías llevarme hoy y el resto de la semana al instituto?-le respondo y pregunto. Mi tía frunce el ceño y se lleva una cuchara de tortilla de huevo a la boca.

-Pensé que...-su voz sale vacilante. Me se lleva el tenedor a la boca y encojo de hombros.

-No. Estamos de pelea- le digo, interrumpiendola. Kristen hace una mueca entendiendo que la discusión entre Ian y yo iba para largo. -por favor tía, no quiero irme en el autobús -le ruego juntando mis manos y haciendo una puchero.

-Esta bien. Pero no quiero quejas por mi forma de conducir, ¿queda claro? -me advierte.

-¡Clarisimo!, ¿tu por qué crees que te pedí despertarme antes del alba? -bromeo. Reí al ver la cara de mi tía. Está alza su mano dispuesta a pegarme pero me hago aun lado, esquivando su golpe.- ¡ahora ya soy más rápida! - exclamo mirándola divertida. Kisten chaquea la lengua y continua desayunando. Deciso que al menos por hoy es suficiente.

Estos pequeños momentos me hacen olvidar los malos.

Como lo prometió mi tía me dejó frente de la escuela, y luego se marcho a no sé dónde. Me despido de esta apenas salgo de su camioneta y camino directo al institución, a tan tempranas horas de la mañana no hay tantos estudiantes y puedo pasear libremente sin sentir tantas miradas puestas en mi. Las instalaciones no a cambiado nada, ahora por lo menos se aprecia el suelo brillante y limpio, se nota que se esforzaron en la pintura de sus paredes y en el mejoramiento de su salones.

Camino directo al salón de gimnasio y me siento en la última grada pegado a la pared, desde aquí, la posición perfecta en que las personad podemos llegar a observar todo el panorama sin tener tantos ojos puestos en uno y tambien por si el discurso de bienvenida es demasiado aburrido.

Pero aquí si se a invertidos mucho, el school Waymand además de ser uno de los mejpres colegios del estado, se caracteriza por tener buenos deportistas.

Este año por lo que oí, se estan organizando para realizar unos intercolegiales entre los diferentes deportes y colegios por eso tantos cambios y cuidados, tendré que echarme una pasadita por el gimnasio haber qué más a cambiado.

Al cabo de diez minutos ya estaban todas las gradas ocupadas. Los profesores se ubicaron en la primera fila enfrente de los estudiantes.

El equipo de porristas hacen su aparición, detras de estas, los chicos del equipo de fútbol americano. La gente aplaude eufórico, levantándose de su asiento menos yo ya que tenia mis auriculares puestos y con rolling in the deep a todo volumen. Pero aun con todo, Jailhouse rock de Elvis Presley llega hasta mis oídos, escuchandose sobre la de "Boots" de Greyson Chance.

La coreografía es implacable eso si, sensual y sexual, pero para mi punto de vista. Las chicas son las protagonistas, ellas arrazan con la atención mientras que los hombres son simples peones, perritos que aunque tensos esperan las migajas que su dueña les ofrecen, eso sí despertando envidias de tanto hombres como mujeres y posibles crushes platónicos. Gracias a dios todo se acabo, aunque el publico se desenfrenó por completo.

Solo fue cuando se escuche la voz del director fue que el auditorio se quedó en silencio y este al fin pudo hablar, siempre lo era lo mismo. Saludo, un corto discurso, alabanza hacia las animadoras y deportistas destacados, anuncios y más anuncios.

Después nos mandan a nuestros respectivos salones inciando el primer día del año escolar. Con la cancíon fall in line de Christina Aguilera sonando a todo volumen en mi auricular entró al salón de clases, ninguno de mis antiguos compañeros alza la mirada. Tampoco es como si me importará, por mi esto de la invisibilidad es perfecta y ayuda un poco a mi autoestima. Sin embargo, en todo el recorrido hasta mi asiento siento una intensa mirada seguirme. No me giro haber quien era, pero ganas no me faltaron. Ocupo la última silla de la quinta fila pegada a la pared, era una ley basica en todo escuela, aquella a la que únicamente la ocupan los invisibles como yo, pero a cambio, tenian una excelente vista al exterior debido al ventanal y el aire acondicionado no seria problema para las temporadas de primavera e invierno.

Coloco mi moral en el suelo pegado a mi silla y hago un rápido escaneo por el lugar. Algunos rostros se me hacen conocidos, pero estoy segura que la mayoria son del tercer curso del año paso. Hago una lista de los alumnos que estuvieron conmigo el año pasado pero por más que intento acordarme de sus rostros no puedo. Hay una mancha negra en sus rostros. Pero si me acuerdo de sus nombres.

Briyiht, el chico llamado Alvis, Ben, Levi, Nico, Ariana, Casey, Gilbet, y luego está Hillary O'connor mi ex mejor amiga.

Este año nuevamente nos ha tocado juntas ¿no habría sido ella la que me a estado mirando? Imposible, desde que Hillary se volvio popular no volvio a dirigirme ni la mirada, me bloqueo de todas sus cuentas y cambio su dirección ip; bueno, en realidad ella dejo de hablarme para empezar andar con las amigas de su difunta hermana.

El grupo de las porristas. Amadas como odiadas y estaba conformado por Sara Fergunzon la arpía líder y su mano derecha, la que no se le despeja ni para ir al baño Lesly Morgan segunda al mando.

Pese a tener ya tres años sin hablarnos aun no logro hacerme a la idea de no ser amigas, tampoco el hecho de que fuera animadora, ¡Cuando odiba incluso cualquier tipo de deporte!. La misma que hacia bromas e imitaciones perfectamente exageradas de los gestos, movimientos, actuar de las amiga de su hermana.

Pero no puedo juzgarla, desde que su hermana falleció en extrañas circunstancias Hillary cambio del cielo a la tierra. En realidad todos los que estaban alrededor de Thalia O'connor cambiaron. Yo no era tan cercana a ella, pero cuando murio se llevó con ella a mi amiga.

Aparto la mirada del perfil se Hillary. Este año el salón esta un poco vacio que los años anteriores, desde lo sucedido con la mayor de los O'connor los padres temen que vuelva a ocurrir, y muchos han optado por colocar a sus hijos en otras instituciones. Como medida y para evitar más desertores el director mando a instalar cámaras de seguridad en cada rincón del recinto y hasta contrató a dos celador más.

El ruido que había hace unos momentos desapareció cuando la profesora Generosa Smith hace su aparición. Apago mi mp3, me quito los audífonos y los guardo en mi moral.

-Buenos días queridos alumnos -saluda. Su voz jovial y encantadora resuena por todo el salón. La clase tambien saluda, solo que cambian la última palabra por <maestra>.- ¡Que bueno ver rostros nuevos! ¡Muchos alumnos nuevos que novedad más hermosa! ⚊exclama, escaneando a cada uno de las personas que nos encontrabamos allí.

Su nombre hace juego con su actitud. Su positivismo y entusiasmo sobrepasa los límites de la tolerancia, al menos para mi. La maestra sonríe risueña y se pasea por los primeros puestos, deteniendose en el de Hillary.

-¿Usted sera nuestra acompañante de grupo este año?- le pregunta un chico. Este está ubicado en la primera silla de la fila del medio, es de piel morena, facciones bien definidas, gran musculatura y de anteojos. ¿Este chico realmente es un estudiante?.

La proferosa se gira sobre sus talones y mira al alumno.

-Así es Alvis, así que no duden en consultarme si tienen alguna duda, si necesitan una orientación o... lo que gusten, ahí estaré para ustedes -se apresura a responder. Miro al chico que parece conforme con la respuesta. Alvis asiente varias veces y vuelve a mirar al frente.-Pero no solamente voy hacer su acompañante, no. Tambien les daré matemáticas, biología, física y religión ¡os aseguro que nos divertiremos! -asegura animada, volviendose sobre sus talones y ocupando la silla del profesor. La clase suspira, entre ellas yo.

Este será un largo año... Bueno al menos no se le ocurrio la tonta idea de presentarnos enfrente de todos.

El fin de la cuarta clase es suficiente para que más de un estudiante no asista a la siguiente, bien dicen que uno no puede estar donde no quiere, con esa mentalidad en el transcurso de la jornada más de un alumno a faltado a la siguiente. Por lo menos en el salón ya van tres profugos.

El descanso inicio sin mayor artecado. Fui la última en salir al patio a por algo de comer y beber. Odio la merienda que sirven en este lugar es insipida y siempre sabe a jabón. El único día que ingiero comida son los viernes de comida chatarra , y de eso cada quincena. Me voy a lo seguro, del expendedor saco unas papas y una coca, me siento en la única mesa disponible y empiezo a degustar lo que compré.

No sé el tiempo exacto que pase hasta que alguien se acerca a la mesa. Hago como si no existiera y continuo comiendo. Siento que se sienta, coloca algo en la mesa y suspira. Por el ravillo del ojo veo a una chica. La extraña era de piel oscura y grandes ojos saltones y de color oscuro. Vuelco mi atención a las papas, pero su voz es lo próximo que escucho.

-Espero que no te incomode que noho ma ʻaneʻi (me sienta aquí) -murmura con timidez, utilizando el idioma natal por la dificultad en el inglés.

Alzo la cabeza y la enfoco, la chica es de mi edad creo. Tiene unos lentes enormes, su cabello es negro, abundante, rizado y largo. Esta vestida casual y colorida.

Parpadeo varias veces y niego con la cabeza. No entendí la última palabra pero estoy segura que se estaba disculpando por sentarse a mi lado.

-Ya estas sentada, así que no hay problema. Aparte, todo lo que vez aquí hace parte del plantel educativo. No es mio- me apresuro a contestar. No estoy muy segura si me entendio y me encojo de hombros y sigo comiendo. La chica me sonríe, mostrando toda su brillante dentadura.

-Soy Kauka ʻauʻau Rocco -se presenta y estira su mano. Frunzo el ceño, no le he entendido. Sin embargo, no parece imortarle y sonríe, pero como si recordara algo se ríe a carcajada. - lo siento, no estoy familiarizada con el idioma. Aún no inician las clases de inglés. Pero mi nombre en inglés es Rocco Albordoz -tomo su mano y la agitó.

-Mary, Mary Phoenix- la imitó. -¿De dónde eres? Es que no reconozco tu asentó.

La chica asiente.

-Soy de Hawái -responde. Aaah. - pero a mi padre lo trasladaron hace poco y todo fue muy haole (extraño)... No, no- la chica se enreda al hablar y su nariz se arruga viendose divertida, pero continua.- Rápido, rápido. ¡Perdón, es que el inglés es muy difícil!.

Rocco vuelve arrugar la nariz, pero esta vez es por el olor. Contengo la risa.

-Es horrible, ¿cierto?- la interrogó.

-¿El qué?-me pregunta. Le muestro el lugar donde estamos.- Oh... Realmente no, al menos nadie se burla de mi color de piel u asentó haole (extraño) ¡digo! Raro. ¿Comer al lado de un contenedor de basura?- resopla, pero no es uno de fastidio si no de burla. - es un alivio, casi tocar el cielo- en su voz no hay ni una pizca de ironía.

Su respuesta me causo una risa.

-¿En qué curso estas?- vuelvo a preguntar, presa de la curiosidad.

-De hecho estoy en tu mismo curso- responde.

-¿De verdad? -cuestiono, sorprendida.

Asiente despacio.

-En el otro extremo. Primera silla, primera fila pegada a la pared al lado de la puerta-explica.

Asiento tratando de recordar su rostro, pero al no hacerlo, vuelvo a comer de mis papas. Rocco no vuelve hablar, pero en el transcurso de jornada no nos separamos, incluso se sienta a mi lado.

Creo que este año no sera tan malo después de todo.

Al acabar la jornada me dirigí hacia la salida. Como no me apresuré en salir cuando llegué habia pocas personas repartidas por el recinto. Me quedé esperando a mi tía al pie de la escalera hasta que mi piel se erizó a causa del frío.

-Ey, te fuiste muy rápido ¿esperas a alguien? -me pregunta Rocco bajabdo la escalera.

-Eh, a mi tía. Ella viene por mi.

Rocco sonríe, abre y cierra la boca pero se mantuvo en silencio. Su actitud da la impresión de que queria que esta vez yo fuera quien hablará.

Lo malo es que soy malisima entablando conversaciones.

-¿Y tú? -le pregunte pasando saliva.

Rocco extendió la sonrisa hasta mostrar toda su blanca dentadura.

-Estoy esperando a mi chofer. Papá no quiere que regrese sola a casa -pone los ojos en blanco.- Es un paranóico y piensa que me puede pasar algo si camino unas cuantas calles hasta la casa -explica sonriendo.

-Así suelen ser los padres.

-Pero mi padre ya está en otro nivel.

El claxón de un auto nos interrumpe. Rocco se gira y sonríe. Una camioneta Chevrolet negra 4x4 se estacionó en la acera.

-Ya vinieron por mi. Nos vemos mañana. Adiós -se despide y repentinamente me da un beso en el cachete alejandose de mi.

Veo partir el coche y me siento en la escalera. Mi tía demorará, seguro algun cliente. Esta vende productos puerta a puerta, es una excelente vendedora tanto que es capaz de venderte una simple caja vácia. Ella tiene una página web donde administra la compra y venta de todo tipo de productos. Por ese mismo motivo siempre esta fuera de casa, vive una vida agitada conduciendo de un lugar a otro.

Estuve esperando a que Kristen apareciera por un buen rato, hasta tuve tiempo de terminar el ejercicio de matemáticas que me faltaba.

-¡Lo siento! Lo siento, lo siento. Tuve que conducir hasta el otro lado de la ciudad a visitar un cliente y quede atrapada en un trancon de camino acá -me explica cuando entré al auto.

-Tu solo conduce. Tengo mucha hambre.

-Lo bueno es que de camino compré pizza, está en la parte de atras -me dice sin apartar sus ojos de la carretera.

Mi estomago gruñé automaticamente y girandome hacia la parte de atras lo escaneo con la mirada. Cerca de una pequeña caja habia una bolsa plastica blanca donde se podía leer perfectamente el nombre de la caja que estaba dentro. Me estiro para alcanzar.

-Oh y al lado de esta hay otra caja, es tuya.

Frunzo el ceño y tomo tambien la caja que estaba al lado de la bolsa.

-¿Qué es? -pregunto. Saco la caja y la dejo en mis piernas. Despues saco de la otra bolsa la otra caja. Era un telefono. Miro a mi tía, esta me esta mirando de reojo con una sonrisa en su rostro. -ya era hora de que tuvieras uno. Yo adquerí mi primer teléfono a tu edad. Además, de ser importante para mantenernos comunicadas. ¿Te gusta?.

-Me encanta tía, muchas gracias -le digo y me inclino hacia donde ella, dandole un beso en el cachete. -tiene de todo. Uau, estos audifonos me fascinan -digo mientras inspeccionó los aparatos que trae la caja.

-Ya tenés sim card y ya agregue mi número en favoritos. También los números de emergencias. En la sim viene incluido un plan de minutos, mensajes e internet ilimitado.

Asiento, viendo las aplicaciones que tiene el teléfono. Estoy tan emocionada y agradecida con Kristin por este regalo y pese a que hoy no era mi cumpleaños mi tía tenia razón en decir que era importante estar comunicadas. Aparte... ¡Tengo un plan ilimitado!. Siento que puedo explotar de la emoción.

-Cuéntame, ¿cómo estuvo ese primer día? ¿hiciste amigos? -me pregunta mi tía. Me enconjo de hombros sin apartar la mirada del aparato.

-Estuvo aburrido, nada que no hubiesen hecho ya -respondo. El auto se detiene, puedo sentir la intensa mirada de mi tía sobre mi rostro. No necesito voltear a verla para saber que esta preocupada. Suspiro. -Aunque... hay una compañera. Su nombre es Rocco Albordoz, viene de Hawái y al parecer está falta de amiga -añado. A mi tía le cambio el semblante a uno lleno de felicidad.

-¡Oh! ¿en verdad? -su voz se escucha tan jovial. Asiento.- ¡que emoción! ¿cuándo la invitaras a casa?.

-Paso a paso tía, paso a paso -digo, arrastrando las palabras.

La miro de reojo mi tía parece tan feliz que enternece. Me encojo de hombros y vuelvo mi atención a la aplicación que acabo de abrir.

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