-¿Me concedes este baile?-

-Miércoles 25-

Se que habia prometido escribir más seguido pero con esto de ser una super heroina a medio tiempo todos los días y ser una alumna de preparatoria no ha sido nada fácil. Con eso de tener exámenes, proyectos escolares y derrotar a locos enmascarados y lunáticos con superpoderes me dejan hecha polvo al anochecer.

Mi mamá Luz siempre me ha dicho que es parte de portar el traje. Todos pueden hacerlo y alardear por ello pero no cualquiera se da el lujo de tomar la responsabilidad de salvaguardar las vidas de cientos de personas de Nueva York. La verdad se siente bien escuchar los vitoreos y ver toda la mercancía con mi figura y la de mi madre en venta. He visto que hay discusiones en todos lados sobre quien ha sido la mejor araña pero se que mi madre ha sido superior por toda la experiencia y dedicación que le dió en su tiempo.

Desde siempre la he admirado y ahora que tengo super poderes trato de seguir su camino aunque tropiece de vez en cuando. A veces nos vamos de viaje al bosque para practicar y pasarla bien junto a mi madre Amity aunque ella está más ocupada con mis tíos y mis abuelos en Blight CO. También traemos a Alice mi mejor amiga de la infancia y de quien estoy secretamente enamorada. A ella fue la primera que le conté el secreto de que era ahora sucesora de Spider-Girl, hasta me ayudó con el nombre. Le prometí desde ese instante darle un paseo al estilo arácnido cuando manejara correctamente mis poderes y creía que el día del baile escolar era el momento indicado para hacerlo. Por meses rondaba por mi cabeza confesarme pero por una u otra razón no podía. Al final llegué a la conclusión de hacerlo en el baile de Otoño. Decidí comprarme el mejor vestido y las más hermosas zapatillas, a pesar de ser torpe con ellas, con los ahorros que había obtenido ayudando a la cafetería de la abuela Eda. No era siempre ya que mi mamá Luz estaba allí pero cuando tenía algo de tiempo lo hacía. Adoro estar en ese café ya que sirven unos deliciosos hotcakes con la cara de un búho impresa y bañadas de miel de maple. Toda una sensación por este barrio.

Bueno a lo que vine a escribir que no tengo tiempo que perder. Me muero por contarles lo que me sucedió en aquel baile. Digamos que fue algo explosivo.

Viernes en la noche, ese era un día algo cliché que se han visto en cientos de películas románticas. Me preparé lo mejor que pude y le pedí ayuda a mi madre Amity para que me maquillara ya que con mi mami Luz siempre ha sido un desastre. Ella me elogió y me dió un beso en la frente. Mi mami Luz me vió al salir y se emocionó a tal grado de soltar unas lágrimas. Fue corriendo a abrazarme pero fue detenida por mi madre para que no arruinara lo que había hecho haciendo pucheros de desagrado y se fue al sofá derrotada.

Mi madre Amity se sintió mal y fue a disculparse a su manera diciéndose cursilerias y bombardeandose besos y caricias lo cuál incomodó. Tuve que mirar hacia otro lado y rogando por no ser como ellas cuando Alice y yo seamls novias cuando recordé que no había guardado mi super traje en mi mochila por si algo malo pasa y nunca me equivoco. Fui a mi habitación para evitar seguir viendo ese empalagoso espectáculo. Busqué mi traje que se encontraba hasta el fondo de mi armario y lo acomodé junto a mis botas y guantes con mucho cuidado en mi mochila. Al volver a la sala donde estaba previamente las vi abrazadas y al verme me desearon sonrientes una linda noche.

Al abrir la puerta había una limusina esperándome. Quedé boquiabierta y solté un chillido de la felicidad. Corriendo fui con ambas y las abracé. Les agradecí cientos de veces pero me apresuraran para que fuera por Alice. Por cosas como esta tengo la impresión de que saben acerca de los sentimientos que tengo hacia ella.

Al salir de la casa el chófer amablemete me abrió la puerta.  En el camino pensaba sobre lo afortunada que soy. No cualquiera puede darse el lujo de viajar en una limusina con unas ropas elegantes a buscar a mi linda amiga que tanto aprecio ¿esto puede mejorar aun más?. Y si que lo hizo.

Al llegar estaba más nerviosa que de costumbre ya que la vería vestida diferente. Si con su ropa casual me gustaba verla vestida de gala se me derretía mi arácnido corazón. Me bajé del vehículo y fui hacia el umbral para tocar el timbre. Escuché pasos y sonó un clic dando a entender que quitaron los seguros. Era mi tía Willow quien estaba muy contenta de verme. La saludé como es debido y le dije que buscaba a Alice, que ya se hacia tarde para la fiesta apuntando el vehículo estacionado afuera. Allí habían curiosos tomándose selfies y otros murmurando cosas entre ellos cerca de allí.

Por un momento me había distraído al ver a esos extraños cuando escuché sus pasos, allí estaba ella con su cabello suelto de un color rojizo más brillante que nunca usando un vestido corte sirena color blanco y accesorios dorados haciendo juego con sus zapatillas. Estaba bajando cuidadosamente por las escaleras sonriente al verme pero no podía acelerar el paso al ser inexperta como yo, podría ocasionar un accidente. Sentí como se me fue la respiración en segundos. Escuché como mi tía Boscha se mofaba por tener la cara de tomate, que le traía recuerdos de mis mamás pero mi tía Willow la calló de un golpe, eso fue lo que me hizo quitarme de aquel trance. Alice se burló de su madre quien se quejaba sobandose la cabeza, mi tía Willow aún molesta nos hizo señas para que nos fuéramos. No quería estar en el lugar de la tía Boscha en ese instante.

Después de que ella bajara y nos halagaramos torpemente nuestros atuendos y apariencias fuimos al auto.
Como era costumbre comenzó a chillar emocionada el poder viajar en la limusina. A pesar de casi tener 17 años se comportaba como una niña pequeña.  Me jaló bruscamente tropezandose con sus tacones en el pavimento aterrizando en el mueble del vehículo. Asustada la ayudé a levantarse. Mis tías habían escuchado el estruendo y salieron al verla pero les dije que no había pasado nada grave. Después de ese percance nos acomodamos y ambas nos despedimos.

En el trayecto la rojita se veía muy feliz. Sin permiso abrió la ventanilla de arriba y se paró para ver el paisaje de Nueva York. Comenzó a gritar cosas como que era la chica más feliz del mundo y que era la que mandaba aquí, rezaba porque eso último no lo hubieran escuchado alguno de mis enemigos pero por suerte no pasó nada extraordinario salvo quedarnos atascadas en el tráfico durante una hora.

Llegamos a la preparatoria Latissa. Era una institución para todo público. A pesar se pertenecer a una de las familias más poderosas y ricas de todas siempre me han mandado a ese tipo de lugares y me alegro de esa decisión. No quisiera estar rodeada de personas superficiales y pedantes. Así como pasó con los curiosos vecinos de la familia Park lo mismo pasó en la escuela. Varios alumnos se asombraron y comenzaron a hacer directos. Yo estaba muy nerviosa, algo irónico al ser una figura pública pero solo cuando porto la máscara. Al parecer cuando me la pongo soy más abierta ante todos. En cambio Alice estaba encantada de presumir así que me tomó del brazo y me sacó del auto, ante la mirada de todos. Al ser la capitana del equipo era muy conocida por todos. Yo igual soy parte de este pero prefiero estar en las sombras, es más cómodo para mi.

Aquellos minutos frente a las cámaras fueron muy agobiantes para mi, solo deseaba pasar un rato con ella. Tal vez no bailar al estar usando ambas zapatillas con tacón alto y yo soy malisima bailando mientras ella era toda una prodigio al tomar danza unos años. Entramos a la escuela, unos profesores nos dieron la bienvenida y unos pins sobre la celebración que nos pusimos al instante. Caminamos por el pasillo. Murmullos por todas partes, quizás es por ver a Alice muy elegante ya que usualmente suele estar llena de lodo y benditas por los entrenamientos.

Entramos al Gym y no vi nada fuera de lo común. Es decir habían chicos bailando y bebiendo ponche. Otros en una esquina observando todos nuestros movimientos, algo aterrador si me lo preguntan y algunos yéndose a lo oscurito como diría mi mami Luz. Un chico decía saludos y cosas que gente le daba en los papelitos. Podría intentar confesarme así pero creo que no sería una buena idea y podría pasar vergüenza si me llegara a rechazar. Roja me sugirió bailar aún sabiendo mis deficiencias pero para seguirle el juego y no arruinar la noche accedí.

No se cuanto tiempo pasó pero estaba muy agotada. En eso escuché un ruido afuera del lugar. La gente comenzó a tener pánico. Sabía que debía de ir a investigar pero mi prioridad era poner poner Alice a salvo. La tomé de la mano fuerte pero sin dañarla para darle confianza ya que se encontraba temblando. No era la primera vez que se encontraba en peligro pero ¿quien no estuviera asi en esa misma situación?. Los profesores comenzaron a llamar a todos. Ambas fuimos lo más rápido que pudimos pero al momento de casi llegar salieron unas pequeñas extrañas maquinas voladoras lanzando rayos láser impidiendo salir. Como si de una película de ficción se tratase llegó un muchacho encapuchado con unos tentáculos parecidos al doctor Octopus y tomó el micrófono. Se dijo llamar Tom Evans y que se iba a vengar de todos aquellos que lo trataron mal, empezando por los populares. Temía por mi Rojita, ella era de "esa categoría" pero jamás dañó a nadie.

El deber llamaba pero ¿como debía hacerlo si había mucha gente a mi alrededor?, además que había dejado mi traje en mi locker por seguridad. No podía salir sin dejar a Alice atrás además que esas cosas estaban obstruyendo la única salida. En eso el profesor de historia natural Nicolai Thompson tomó una silla y comenzó a pegarle a esas máquinas que se encontraban cerca de la puerta recibiendo un disparo en el hombro por parte de una máquina que se encontraba detrás de él.

Los gritos no se hicieron esperar. Las chicas comenzaron a desmayarse y a intentar escapar, algunos chicos usaron un mantel para tapar la herida del profesor. Le dije a Alice que tenía que cumplir con mi labor y sin pensarlo le di un beso en la mejilla. Ella se ocultó debajo de una mesa después de eso, lo supe ya que miré de reojo después de lo que había hecho. Avergonzada y con miedo de que algo más ocurriera usé mis zapatillas para atacar a las mismas máquinas. Usando mi super fuerza logré destruirlas haciendo que la salida quedara libre momentáneamente. Algunos lograron salir al mismo tiempo que yo antes de que otras máquinas taparan el acceso y unas más fueran tras nosotros.

Tuve suerte de que mi casillero se encontraba cerca. Con un tirón pude arrancar la puerta y sacar mi mochila. Escuché el sonido de los disparos y usando mi agilidad logré esquivarlos hasta entrar al cuarto del conserje. Rápidamente me puse mi traje y salí a la acción usando el sistema de ventilación. Escuché disparos y más gritos cuanto más cerca me encontraba. Los policías habían entrado al lugar pero no eran lo suficientemente fuertes para enfrentarse al enemigo. También habían algunos estudiantes muertos, una lastima por ellos pero estaba aliviada de que mi rojita aún estuviera bien, algo terrible de mi parte alegrarme por algo así.

Salí del ducto y avancé en el techo hasta quedar cerca. Usando mi telaraña tomé unas cuantas y se las estrellé al lunático pero el las bloqueó usando sus tentáculos de mala calidad. El con una sonrisa me decía que me esperaba, que yo era a la que más odiaba al ser muy popular, algo extraño ya que jamás lo había visto. El ordenó a sus artefactos del demonio a atacarme pero fácilmente los evitaba gracias a mi sentido arácnido. Pareciera como una danza entre dos.

Como si se tratara de una película de transformers Tom Evans combinó todo lo que tenía convirtiéndose en un robot algo peligroso para mi. Yo continuaba con mis frases ocurrentes y por momentos les decía a todos que se fueran a un lugar seguro porque habían algunos curiosos grabando todo en vivo y en directo. Alice decidió salir de su escondite para comandar a todos para que se salieran y estaba funcionando pero eso era algo que no le agradó al insólito amigo y la tomó como rehén cuando estaba distraída con sus enormes tentáculos.

No debía permitir que nada le pasara así que usé toda mi fuerza para arrancar de un solo tirón cada uno de sus tentáculos liberando al que tenía prisionera a mi amiga. Antes de que cayera al suelo la atrapé con muchas telarañas dejándola suspendida. Eso me daría tiempo para darle su merecido a ese odioso. El continuaba quejandose de su triste vida y sinceramente me tenía harta. Lanzaba disparos a cada lugar donde me paraba. Se mostraba cansado y frustrado pero dispuesto a acabarme. Usando nuevamente mis telarañas viscosas tapé cada agujero donde salía sus rayos mortales y le dí una buena paliza como golpe final. No me esperaba que mi mano quedara tan herida después de haber golpeado a aquel cerebrito con casco y gafas aislantes. Ya inconsciente los policías se encargaron del villano y de las pobres víctimas. Me acordé que había dejado arriba a Alice y fui a verla quien se encontraba molesta por ello pero su rostro cambió al verme hecha un desastre. Con cuidado la saqué de allí y fuimos a un lugar más tranquilo no sin antes pasar por la enfermería para que me curara. No es que lo necesite ya que tengo curación rápida pero no le puedo negar una atención sino me irá peor.

Le dí su paseo que tanto habíamos anhelado. Adoro ver su gran sonrisa y gritos de emoción al sentir la brisa batir su cara y revoler su cabellera. Decidimos ir a un edificio lo más alto posible para evitar miradas e indeseables. Me disculpé por no haber tenido una velada tan maravillosa, claro que pelear con un chico trastornado de mi edad no era parte de mi plan pero por alguna razón me sentía culpable. Ella me calló con un beso en los labios y cuando terminamos me dijo quedecía tonterías. Que estaba tan feliz de tener a alguien como yo en su vida y que si estaba emocionada por estar allí conmigo como siempre había sido. Luego se disculpó por el repentino beso allí fue donde aproveché la guardia baja y la imité. Fue algo largo cálido y se sintió tan bien. Nos tuvimos que separar por la falta de aire. Ella estaba sonrojada y yo creo que igual. Nos quedamos miramos y por alguna razón nos dió un ataque de risa. Quizás era porque ambas sentíamos lo mismo y nunca nos dimos cuenta, es solo una teoría quizás deba preguntarle mañana.

Al final todo salió bien, quizás el baile no salió como hubiera querido pero conseguí a mi linda novia sin mucho esfuerzo. Espero un buen momento para contarle a mis madres este secreto pronto pero presiento que lo sabrán en algún momento. Por ahora el deber llama, tengo que ir a la oficina de la inspectora Yuri Watanabe, de seguro es algún super villano haciendo estragos por la ciudad.

Su fiel y confiable amiga Neo Spider-Girl se retira. Espero volver pronto a relatar alguna aventura interesante. Nos vemos en otro momento.

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