8

—Buenos días, linda —dijo Caitlyn, viendo a la medio dormida Jinx que se frotaba sus ojitos, la peli celeste sonrió al verla y se acercó a ella para dejar un suave beso de buenos días en sus labios—. Estás muy preciosa hoy.

—Siempre dices lo mismo, todos los días —dijo la menor, bostezó, aún bastante dormida.

—Será porque estás preciosa todos los días.

Jinx sólo podía sonreír y ruborizarse, no era bueno respondiendo los piropos de la mayor.

En las últimas dos semanas habían estado muy empalagosas, nunca había sido un secreto de que a Caitlyn le gustaba dar amor, pero no sabía que Jinx le encantaban tanto las muestras de afecto, por más que a veces se hiciera la difícil, quería mimos y amor todos los días, cada oportunidad que se le presentaba la usaba para darle un beso, o abrazarla, dormían juntas y paseaban de la mano, sonreía más que nunca, y Caitlyn sólo podía admirarla con ternura y amor, porque era un ser muy cariñoso, y le encantaba.

Desde que habían empezado con esa relación informal, porque no habían arreglado ser nada aún, los otros Alters aparecían mucho menos, como si le dejaran espacio para que Jinx se sintiera feliz, y experimentará su romance con algo más de privacidad de lo que estaba acostumbrado.

—JX no quiere salir porque ella es heterosexual y que una mujer esté cerca le afecta un poco —dijo Jinx un día, estaban en la cafetería de la universidad, como les era recurrente.

—Lanes, deja a la chica que tenga sus gustos, si no le gustan las tetas está bien, las pollas no están tan mal después de todo.

—Ese fue el mejor comentario que he escuchado decirte —dijo JX, su voz grave anunciaba su presencia—. No te voy a insultar está vez, te felicito.

—Qué honor, y viniendo de una chica tan linda —le guiñó un ojo, con una sonrisa amplia, JX hizo una mueca de asco y se fue, dejando a una Jinx confundida— ¿Me perdí de algo?

—No realmente —dijo Caitlyn, tomó su mano y entrelazó sus dedos—. Inx, ¿cuándo tendrás una cita conmigo?

—Cuando me invites.

—¿Cuando estás libre?

—Los fines de semana.

—¿Quieres salir conmigo este fin de semana?

—Claro que sí —dijo, y sonrió ampliamente—¿A dónde vamos?

—Quiero ir al centro comercial y pasar una tarde en los juegos contigo, así te gano un peluche o algo de eso, muy romántico —los dos rieron por la idea.

—Me encantaría, pero si me llevas a los juegos Powder va a tomar el control, le encantan los juegos y las luces y los premios de peluche, es todo un desencadenante para ella... Tengo que hablar con JX y preguntarle si es debido, es una niña.

—Oh sí, tienes razón, Inx, siempre podemos cambiar de planes e ir al cine o algo.

—Sé que cuidarás muy bien de Powder, ella no sale mucho, yo creo que estaría bien darle un gusto.

—¿Puedo tener una cita con Powder en los juegos? Y después te llevo a comer a dónde quieras.

—A un restaurante de hamburguesas.

—Hecho.

—Será la mejor cita de mí vida —dijo la peli celeste, notoriamente feliz.

Ambas estaban muy felices y muy cómodas juntas, incluso podrían definirse como unas tontas, porque sonreían todo el día y cuando estaban a solas pensaban tanto en su compañera que se distraen de sus clases o de lo que estuvieran haciendo, especialmente Jinx, que pasaba sus clases con esa sonrisa boba y sin escuchar los murmullos curiosos de los demás de su clase, por más que hablaran de ella ya no le importaba tanto, sólo podía esperar el momento en compartir la merienda del día con su mejor amiga no tan amiga.

Pero aún así, Caitlyn debía obligarse a volver a la realidad y hacerse cargo del peso sobre sus hombros.

—Señor Viktor —llamó Caitlyn, la clase había terminado y sus compañeros se retiraban del aula, quedando los dos a solas, como era de costumbre cuando hablaban de su investigación—. Quería comentarle sobre mí trabajo.

—Oh, señorita Kiramman, claro, ¿siguió mí consejo e indagó en los desencadenantes?

—No, yo-

— ¿Va a investigar los traumas que provocan el trastorno de la señorita Lanes?

Caitlyn estaba molesta de que su profesor hablara con tanta ligereza y tanta frialdad de lo que Jinx y las demás Alters tuvieron que vivir y luego sobrellevar, lo trataba con ligereza por más que fuera un tema muy muy grave.

Le parecía una falta de respeto.

—No, me ha parecido un tema muy delicado y personal para tratar —dijo, hablando rápido para no ser interrumpido de nuevo—. Y en realidad me estaba enfocado en su vida cotidiana pero creo que... Voy a cambiar de sujeto de estudio, y de tema, por supuesto.

El Señor Viktor estaba más que sorprendido, sus ojos se abrieron ampliamente.

—Señorita Kiramman, quedan cuatro meses de cursada, su trabajo debería de estar finalizado mínimo un mes antes del fin de curso para cualquier revisión o consulta, cambiar de sujeto de estudio a esta altura del año le perjudicaría en muchos sentidos.

—Sólo creo que ya no puedo seguir utilizando a Jinx como un estudio, un experimento, es una persona y está tratando de dar lo mejor de sí misma. Quiero respetarlo en su vida privada, y en todo lo que respecta a las demás Alters también, merecen privacidad, no tengo porqué hablar de su convivencia.

El Señor Viktor se mantuvo en silencio, mirándolo seriamente, como si todavía no se creyera lo que su alumno quería hacer.

—Planeaba investigar otro tema —agregó Caitlyn al notar el silencio, cambiando de tema—, relacionado con traumas infantiles, he encontrado que es bastante común que estudiantes de rescate acuático tengan pánico al agua, y ni siquiera lo sepan, podría abarcar temas del psicoanálisis y como un trauma del inconsciente afecta a las decisiones de su futuro.

—Caitlyn el trabajo que estás haciendo de Jinx Lanes es excelente —dijo su profesor, ignorando lo que había dicho—. Eres una de los mejores alumnos que he tenido, y eres muy capaz, por eso tengo tanta fe en ti, por eso te recomendé estudiar a este sujeto, y por eso te ayude a quedar como su compañera de cuarto, para ser cercanas y facilitar tu investigación... Estabas muy emocionado con la investigación, fuiste la primera en estar de acuerdo con esto. Yo te dí el tema a tratar porque tenía confianza en tí.

>> Lo siento pero yo no voy a permitir que cambies el tema de tu trabajo, menos a esta instancia, y menos luego de la molestia que me he tomado para que quedarás como compañera específicamente de Lanes.

—Señor Viktor, con todo el respeto, es mí trabajo, y yo decido de qué lo hago, yo cambié de opinión, y ya.

Caitlyn estaba roja de furia, cansado de discutir con un idiota como su profesor, se sentía manipulada y presionada, ya había investigado y escrito lo suficiente para estar más que harta y asqueada de lo que estaba haciendo, debía hacer algo para cambiar la incomodidad y culpa que crecían dentro de ella, pero al Señor Viktor eso no le interesaba en lo absoluto, él veía la convivencia de las dos como un experimento y a Jinx como un sujeto de estudio, nada más.

—Mira, Caitlyn, no debes dejar que tus sentimientos interfieran en el estudio del sujeto.

—¿Quién dijo algo de sentimientos?

— Señorita Kiramman, me han comentado sus compañeros que se la ha visto siendo cercana a Lanes de una forma romántica.

Caitlyn se mantuvo en silencio.

—En una investigación de un sujeto hecha por un profesional, uno no se enamora de su objeto de estudio.

—Jinx no es ningún objeto de estudio, es una persona, y es excelente.

—Entiendo —el Señor Viktor asintió, suspiró de forma pesada, con un tono de decepción, juntó sus papeles y lo miró de forma seria—. Kiramman, piensa bien lo que harás, no es conveniente para tu calificación dejar este proyecto, cuando tomes una decisión de forma más consciente, comunícamelo, yo que tú no tiraría meses de investigación y trabajo a la basura —el profesor cargó con sus cosas, le dió un ligero asentimiento con su cabeza a modo de saludo y salió del aula, dejándolo sola.

Con un suspiro pesado, trató largo rato de calmarse, cuando regresó al cuarto, Jinx fue a recibirlo, igual que siempre, y le dió un tierno beso, hubiera correspondido de forma más correcta de no ser porque estaba molesta y cansada por culpa del Señor Viktor.

—Te tardaste —dijo la peliceleste, había pasado más tiempo de lo usual desde que la clase había terminado, y entre la charla con el Señor Viktor y los veinte minutos que estuvo caminando por la universidad para calmar su malhumor eran más de las seis de la tarde.

—Lo sé, lo siento, un amigo de la clase se me quedó hablando.

>> Está haciendo su trabajo final sobre el TID y me pidió que le comentará algo de ti, porque yo vivía contigo —mintió, esperando ver su reacción.

Jinx frunció el ceño, disgustado, se apartó un poco de ella.

—¿Qué le dijiste?

—Que eres como toda otra persona —dijo Caitlyn, se acercó a él para acariciar su mejilla—. Y que cualquiera de las demás también lo es, que se llevan muy bien, y que con un poco de acuerdos de convivencia pueden manejar una buena vida entre todas.

Jinx sonrió mínimamente.

—También que eres la cosita más linda del mundo y que me encantas —dejó un pequeño beso en sus labios.

Jinx rió un poco, se mantuvo unos segundos callada antes de hablar.

—Te agradezco por los cumplidos pero... Por favor no le digas a nadie cómo es nuestra vida, es nuestra, y todo lo que hemos pasado contigo, y todo lo que te he contado es porque confío en ti, y las demás también, porque te lo has ganado de alguna forma... Te has ganado nuestra confianza y por eso puedo ser como soy contigo, y las demás también.

>> Pero yo decido a quién contar mí vida, no tienes que hacerlo por mí.

>> Muchos de mis psicólogos han dicho muchas cosas privadas de mi y de los demás en el pasado, no quiero que pase de nuevo.

Caitlyn se sentía más que mal, se sentía pésima, asintió.

— Tienen todo el derecho a decidir sobre eso, Jinx —dijo, tomó su mano buscando sentirse mejor, pero incluso el ligero apretón que la menor le dedicó, le dolió—. Lo siento mucho.

—Está bien —Jinx negó, restándole importancia, volvió a sonreírle—. Lo que le dijiste no está mal tampoco, es bastante general y también positivo, es lindo—intentó animarla, pero la mayor seguía igual de seria.

—Si, supongo —murmuró.

Jinx no respondió, dejó un beso en su mejilla.

—Quizás una ducha te cambie la cara —dijo.

—Tienes razón—Caitlyn asintió, y forzó una sonrisa para que Jinx estuviera más conforme—. Lo siento, estoy cansada.

—No te preocupes por eso, ve.

La dejó ir, pasó a buscar su toalla y se metió en el baño, y allí se pasó todo el rato pensando que era una persona horrible.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top