Invierno, última estación e historia de amor del año.

El invierno suele ser la estación más difícil de sobrellevar de las 4 puesto que los fenómenos naturales más hermosos suelen estar ocultos debajo de capas de gruesa nieve.

Sin embargo, así como el sol a final del crudo invierno ilumina con su calidez el congelado paisaje, el cristalino corazón atrapado de su eterna ventisca de soledad es capaz de sentir la calidez del día debido a cierto imparable chico el cual es capaz de descongelar los rascacielos helados más fuertes del mundo.

Porque después de cada crudo invierno viene el cálido amanecer.

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La última pero no menos importante estación del año, el gélido invierno. Época donde un corazón, a pesar de estar cubierto por miles de gélidos carambanos imposible de quebrar, fue capaz de sentir la calidez del nuevo amanecer.

Él joven de ojos afilados como gatos y mirada seria jamás había sido alguien de palabras demasiadas cursis o de sentimientos empalagosos. La mayoría del tiempo era alguien directo quien siempre demostraba su aprecio a base de monosílabos que parecían carecer de sentimientos, los cuales, a pesar de ser dirigidas con la mejor intención, terminaban lastimando a quien las recibía.

La mayoría decía que tenía un corazón de hielo por su actitud un poco sería y difícil de descifrar, hecho que obviamente lo dejaba con un horrendo pensar sobre quién era. ¿De verdad no tenía sentimientos?, pero sí él joven rapero demostraba que los quería, sí, quizás no lo hacia de una manera suave y amorosa, pero al fin y al cabo lo hacia. ¿Esa forma de ser era la razón por lo que la mayoría prefería alejarse de él?. A lo mejor sí, y detestaba estar de manos atadas en cada oportunidad que se le presentaba para cambiar.

No era su culpa ser de ser esa manera. Jeon Wonwoo no tenía control de lo que de sus labios salían cuando alguien intentaba de hacerse a su gélido corazón. El rapero sólo quería cuidar de los demás así como ellos cuidaban de él pero nunca era capaz de encontrar las palabras adecuadas para expresar tales sentimientos, por lo que, al verse desprotegido y avergonzado, prefería esconder su inseguridad debajo de una inprenetable pared, donde, quién intentará traspasarla, siempre era lastimado por los carambanos que protegían con fervor su corazón.

Aquellos carambanos eran tan fuertes y helados que la mayoría prefería no intentar meterse con ellos después de traspasar tal difícil muro, les parecía más fácil dejarlos como estaban a que hacer algo para desaparecerlos; cosa que sólo provocaba que con el paso del tiempo tal pared cristalina adquiera la fuerza necesaria como para que nadie más se atreviera a sí quiera acercarse a los afilados carambanos en su interior.

El corazón de Wonwoo estaba cubierto por capas y capas de hielo que sólo le provocaban malestar por lo dañinos que eran y no podía hacer nada para cambiarlo, puesto que, como si de un cuento fantasioso se tratase, necesitaba obligatoriamente a alguna alma valiente que se atreviera a traspasarlos sin miedo alguno.

Wonwoo estaría condenado a estar en su solitario y frío mundo azotado por peores y eternas ventiscas hasta que alguien viniera a rescatarla.

Más un día, dentro de su solitario lugar, un chico desconocido apareció de la nada frente a su muro. Ese chico, alto, de piel un poco más tostada y de mirada soñadora e imaginación vivas. Aquel chico de vivas actitud no era nada parecido a los que se le habían intentado acercar tiempo atrás con la intención de ganar su corazón. El chico se veía algo ingenuo por lo que Wonwoo pensó que no lograría ni poner un pie cerca de su barrer.

El joven de altura prominente y sonrisa juguetona, no era fuerte o de actitud seria, ni tampoco estaba preparado con artilujios baratos para derribar sus muros; de hecho el chico era de actitud mimada y juguetona, el chico también poseía ojos capaces de imaginar las locuras más improbable del mundo, haciendo chistes absurdos para ganarse las sonrisas de las personas a su alrededor.

Aquel chico que siempre lo obsevaba y buscaba su presencia en los ensayos era todo lo opuesto a cada uno de sus anteriores pretendientes. Cualquiera que lo viera pensaría que no podría contra tal impenetrable estructura.

Sin embargo, el dueño de aquella alma juguetona y algo molestamente mimada, era sorpresivamente valiente y decidido. El alto y guapo chico, a pesar de toparse de lleno contra aquella pared que resguardaba los afiliados carambanos de su corazón, no demostró en su rostro ni un apice de miedo, de hecho, al ver tal enorme estructura levantada a sus pies lo único que hizo fue sonreír con dulzura, posando su diestra con delicadeza en la helada pared mientras que esta provocaba en su piel miles de heridas que dejaban dolorosas marcas.

Aquel chico se aferro día y noche a aquel frío muro, sin importarle que tan lastimado saliera por su intrepida acción.

Kim MinGyu, nombre del intrepido chico, recibió durante su acercamiento a mayor millones de rechazos, gestos fríos y palabras hirientes que sólo hacian sus frescas heridas sangrar, más, como el imparable chico que era, no dejó que tal hecho lo parara. Tomandolas como simples mecanismos de defensa de un corazón que no deseaba salir herido.

Con frases llenas de cariño y una actitud positiva ante la adversidad MinGyu logró que de poco a poco la imprenetable estructura se viniera abajo, dejándole casi libre el camino hasta aquello que pedía ayuda con desesperación.

Aún había trozos de afilado cristal en el camino pero ya no lastimaban como antes, de hecho, el joven con ímpetu de acero, podía decir que en ocasiones esas palabras convertidos en filosos cristales se clavaban en su ser con más suavidad que antes, estando está vez impregnados del más puro de los cariños; un cariño que no sabía como manejarse y que por tal razón salía de aquella manera poco usual.

Él había descubierto su verdadera forma.

MinGyu inspirado por aquellas dulces palabras que de vez en vez salían de los dulces labios de Wonwoo siguió con su camino hasta el protegido corazón.

Sí, sus manos se hirieron más veces que con el pedazo de bloque, hubo veces en la que tuvo que alejarse para no terminar lastimado de gravedad, pero jamás lo hacia lo suficiente como para que la calidez de su presencia fuera olvidada por los carambanos. Él chico siguió y siguió intentadolo en medio de la mortal ventisca hasta que el primer pedazo de hielo se vino abajo con un simple toque.

El menor lo recuerda muy bien puesto que fue la primera vez que el cariño que su compañero le tenía se transmitía como caricia y no como golpe. MinGyu vió con sorpresa al chico que reposaba su cabeza en su hombro derecho. Por primera vez en mucho tiempo Wonwoo había sincerado sus sentimientos a través de palabras suaves y dulces. El mayor había admitido a viva voz, con mucho esfuerzo claro esta, que quería al chico más de lo que se imaginaba y que todas las crueldades que salían de su boca era una forma silenciosa de decirle cuanto le importaba y cuan imprescindible era en su vida.

Wonwoo había admitido que lo quería de la misma manera. Los dos se amaban.

Tras decir tales palabras el chico de ojos gatunos se impresionó por la forma tan sincera en como se oyeron sin tener que esforzarse mucho. ¿De verdad eso era lo que su corazón sentía?. Pero que vergüenza.

Avergonzandose al instante por sus palabras derrochantes de amor levanto su cabeza del hombro ajeno e intentó de cambiar esas dulces palabras por otros menos cursis, más unos largos dedos volviendo a colocar su cabeza dónde anteriormente reposaba mientras que su zurda se aferraba a su mano hizo que sus pensamientos y acciones se detuvieran. Desviando la mirada de los largos dedos enrrollados con delicadeza sobre los suyos para ver como aquellos cafés orbe, al igual que como la primera vez que los divisó al entrar en el cuarto de Seventeen room, lo observaba con un brillo especial que sólo le hacia desear callar cualquier cruel pensar.

A lo mejor ya era hora de que esos carambanos se derritieran de una vez por todas, puesto que su salvador, aquella alma vivaz que siempre espero para poder salir de su solitario encierro había venido para salvarlo. Al fin había alguien que estaba dispuesto a quedarse con él por la eternidad.

Aferrandose con fuerza a aquella mano que no estaba dispuesto a soltar la suya sin importar que tan helado sea su interior Wonwoo dejó escapar una pequeña sonrisa y devolvió el agarre en su diestra.

Por primera, pero no única vez, MinGyu fue capaz de probar en carne propia que había algo más que simples sentimientos negativos en ese cristalino corazón, MinGyu vió con ojos llenos de éxtasis que dentro de aquel gélido joven reinaban los sentimientos más calidos y reconfortantes que alguna vez pudieron existir.

Y él estaba dispuesto a hacer que cada uno de esos calidos sentimientos encerrados detrás de afiliados carambanos fueran tocadas por su cálida luz, así como las aves eran tocadas por el cálido sol después de un cruel invierno.

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Agsgshs 2do que hize. Alv yo shippeo Meanie Como si respira but me siguió gustando más el primer one shot aghgshs

Y

eso fue todo~ Agsgshs, espero que haya sido de su agrado.

Thanks denuevo por el amor que le dan a estos intentos de escritos. Los amuuu

Atte: Yanii <3