Final.
Los tres chicos se encontraban en el auto de Yoongi, éste último en el asiento del piloto, Jimin y Hoseok en la parte trasera; llevaban más de una hora estacionados frente al edificio de Jimin y Jini, charlando y comiendo la chatarra que habían comprado en una tienda convencional.
— La cosa es así, tú estás entre dedicarle Girl x Friend o My Lady de EXO a Jinyoung.
Hoseok rió fuertemente por lo que Yoongi le decía a Jimin, llevaba así un largo rato, comparando canciones con las intenciones de Jimin.
— Esa estuvo buena.— Hobi lo señaló con el dedo.— Conociendo a nuestro amiguito, seguro llega cantando My Lady en un rato más.
— ¿Me piensan como un pervertido o qué?
— De hecho sí.— Yoongi soltó una risita.— ¿Cuánto le falta?
— Cinco minutos más y ya.— Jimin habló lentamente mientras miraba la fachada de su ventana.— ¿Hace cuánto te dijo que se iba a duchar?— Le preguntó a Hoseok.
— Cinco minutos.
Jimin asintió para sí mismo, ya no tenía dudas de nada. Jini solía tardarse diez minutos máximo en la ducha, contando el tiempo en el que se vestía y todo lo demás. Cinco minutos más, sólo cinco. Realmente esperaba que nada saliera mal y que ella estuviera de buenas.
— Es hora, chico cursi.— Yoongi quitó el seguro de las puertas.— Nos cuentas cómo te fue.
El pelinegro dio una palmada al auto de Yoongi y después de mirar por última vez a sus amigos, el carro se fue de largo por la calle. Jimin suspiró unas cuantas veces, miró tras su espalda, con la universidad antes sus ojos, el lugar donde empezó todo y entonces, se giró para encarar el edificio que cambió su vida completamente. Una sonrisa le nació desde sus adentros.
Con las manos en los bolsillos traseros del jean, una caminata segura y él lleno de alegría, entró al edificio y saludó al mismo chico que lo recibió hace exactamente un año. Personas salían de sus dormitorios y Jimin saludó gustoso a todo vecino que se topó hasta llegar a su puerta. Un suspiro más. Empujó la puerta principal y verificó que no hubiera moros a la costa; el lavabo del baño chorreaba agua y Jimin sintió un vuelco en su estómago, aún así siguió caminando.
— Oh...— Jini salió por la puerta del baño; recién bañada, tenía una toalla enrollada en su cabello y lucía fresca.— Jimi...
— ¡¿Quién eres tú?!
Jinyoung miró a Jimin un tanto desorientada, dejó de acomodar la toalla sobre su cabeza e intentó decirle algo, pero él volvió a gritar lo mismo.
— Eh...
— ¡¿Dónde está Im Jinyoung?!
Y fue entonces que captó todo; recordó haber visto el calendario esa mañana y notar que el día actual estaba con tachones, tachones que había hecho Jimin, y también recordó lo sucedido un año atrás. Todo pasó por su cabeza como un rayo. Apoyó su mano en la pared más cercana y empezó a reír, Jimin la miraba divertido.
— Yo soy Im Jinyoung.— Dijo con una gran sonrisa, acercándose a él para abrazarlo.
— ¿Y usted, señorita con nombre de chico,— Preguntó ya con ella en sus brazos, la balanceaba de un lado a otro mientras se sonreían el uno al otro.— sabe que día es hoy?
— Tengo una idea de ello,— Asintió mientras reía por lo bajo.— señorito con nombre de chica.
— Hoy es nuestro aniversario Jini. Hace un año tú llegaste a mi vida y yo a la tuya. Hoy es un día especial.
Jini sintió aquella molesta picazón de lágrimas en sus ojos y su sonrisa creció. Tan sólo por eso, esa escena que le hizo Jimin, le dieron ganas de llorar. Había sentido la sensación de los primeros días, aquel sentimiento familiar y hogareño que después fue desapareciendo pero que hace poco empezó a nacer nuevamente y esa vez se había manifestado por completo. En aquel momento, Jinyoung agradeció a lo más sagrado por tener a Jimin en su vida.
— Cada día que pasa me vuelves más sensible.— Se rió de ella misma, Jimin le limpió las lágrimas y besó su frente.— ¡Justamente por cosas como esas!
— Vamos a la azotea.
— Deja me cambio.
— No.
— Jimin, tengo una toalla enrollada en mi cabeza, no pienso salir con aspecto musulmán.
— Hace un año saliste igual al lobby, el lugar donde más transita gente en todo el edificio. En la azotea nadie nos verá, así que no tienes nada de qué preocuparte.
— Bien, bien. Vamos.
Salieron del dormitorio y subieron las escaleras trotando hasta llegar a la azotea, el fuerte sol chocó contra sus rostros. Jimin venía riendo porque Jini casi tropieza en las escaleras ya que la cabeza le pesaba. Ella lo golpeó para que se callara.
— Siéntate.— Le pidió él. Jini así lo hizo, dejó caer su trasero en la base de madera y se cruzó de piernas, mirándolo expectante.— Im Jin...
— Alto.— Ella lo cortó.— Jimin me siento súper fuera de lugar, tú te miras muy guapo y yo estoy con un camisetón y una toalla en mi cabello.
— ¡Eso no importa, Jini!
— Uy, está bien, no te enojes nomás.
— Como decía... Uhm, ya no me acuerdo... ¡Ah sí! Durante todo este tiempo he escuchado muchos sermones tuyos, como también me he dado cuenta lo que sientes por mí. Lo que soy para ti. Y a pesar de que siempre te demuestro mi cariño, nunca te he dicho lo que tú eres para mí y a llegado la hora de eso.
— Ay, Dios...— Jini se abanicó con sus manos. Las mariposas volaban por todo su ser.— ¿Y me lo dirás todo así de tirón?
— No, seguro digo dos palabras y se me enreda la lengua, es por eso que hice esto.— Jimin sacó un sobre de sus bolsillos.— Una carta.
Jinyoung luchó con todas sus fuerzas para no gritar y saltar en sus brazos en ese momento.
— Voy a llorar, tenlo por seguro.
— Yo estoy aquí para secar tus lágrimas, Jini.
— Bien, estoy lista.
Jimin asintió, sonrió nervioso y empezó a sacar las hojas en las que había escrito todo lo que nunca le había dicho a Jinyoung. Se paró justo enfrente de ella, aclaró su garganta y empezó a leerla.
"Querida Im Jinyoung... Nah, no empezaré así. ¡Hola, Jini! Bueno, tampoco así... Ya, como sea, hago esto porque quiero decirte lo cuán especial eres para mí.
¿Por dónde empezar? Tengo tantas cosas que decirte... Iniciando que, eres la mujer más especial en mi vida, aunque suene muy intenso, es la verdad. Como sabes, yo nunca antes había tenido siquiera un amigo, mi vida escolar fue un fiasco, yo era maltratado y toda esa mierda, pero entonces llegó Hoseok, Yoongi y los Marvel, fue ahí cuando supe lo que realmente se sentía tener un amigo. Un amigo hombre. Tuve muchas chicas a mi lado, diferentes relaciones... pero nunca de la manera que lo fuiste tú.
Tú eres la primer amiga que he tenido en toda mi vida y hasta la fecha, la única que tengo.
Por todo lo que he pasado, la amistad es realmente lo más importante para mí; yo daría la vida por mis amigos, ¿y sabes por qué? Porque un amigo es ese que está contigo en las buenas y las malas siempre, el que camina al lado tuyo sin importar las piedras en el camino.
Y eso me lo demostraste tú.
Gracias por todo lo que has hecho por mí, por regañarme cuando piensas que algo está mal o cuando me sigues el ritmo y juntos creamos un gran desastre con nuestras locuras. Gracias por ser sarcástica, porque gracias a toda esa ironía yo me rió con tantas ganas. Para no hacerte el cuento más largo y agradecerte incluso por cualquier estupidez... Gracias por haber nacido y gracias por haber llegado a mi vida.
Espero algún día pueda agradecerte todo.
Eres la chica que me enseñó un nuevo mundo, la chica con la que siempre soñé, aquella confidente que en lugar de juzgarte, te abre los ojos. Eres todo lo que siempre quise, Jini. Esa mejor amiga que siempre anhelé.
Ahora que lo recuerdo, una vez estábamos viendo una película juntos y te quedaste dormida en la mejor parte, ya que venías muy cansada de la escuela. Recuerdo tan bien aquella escena, en verdad me marcó. La escribiré como la recuerdo; eran dos chicos y uno le dice al otro:
Chico de la película 1: ¿Cómo es que tú y tu esposa tiene tan bonita relación?
Chico de la película 2: La razón por la que mi esposa y yo cuadramos también es porque, ella es mi mejor amiga.
Ahí fue cuando me cuestioné a mí mismo.
Esa noche, después de haber visto aquello, me quedé viéndote mientras dormías. Fue la primera vez que vi lo hermosa que eras y lo tierna que podías llegar a ser mientras dormías, lucías tan angelical. También me di cuenta de lo feliz que era a tu lado, lo genial que era vivir contigo. Supe desde ese instante que haría todo para siempre tenerte a mi lado.
Creo que desde ese momento mis sentimientos de algo más que amigos se hicieron presentes.
Tú me gustas y lo sabes, lo tienes muy claro; para mí, tenerte de novia sería lo mejor del planeta, te juro que todos los días se lo presumiría a quien me topara y siempre estaría feliz, de eso estoy seguro. Un amigo me dijo una vez "quédate con la que saca lo mejor de ti" y esa definitivamente eres tú.
Aunque solemos tener nuestros altibajos, no son un freno en nuestra vida.
Pero omitiendo eso, yo me he planteado una meta de vida la cual siempre me tendrá ocupado y gustoso la cumpliré... Puede que nosotros lleguemos a ser más de lo que somos ahora, pero a pesar de que terminemos mal o nos distanciemos por causas del destino, yo haré todo lo posible para protegerte y hacerte feliz, así sea desde las sombras... Yo siempre estaré para ti.
Y con eso, ya no me queda nada más que decirte más que:
Gracias por ser la mejor compañera de vida que me pude conseguir.
Siempre estarás en mi corazón, pese lo que pese.
Te amo, Im Jinyoung, te amo con todas mis fuerzas.
¡Feliz Aniversario, Jini! Con cariño, Park Jimin."
A esas alturas, Jini lloraba en los brazos de Jimin, su cabeza enterrada en su pecho mientras el le frotaba la espalda. Tuvo que leer la mitad de la carta con ella en sus brazos, Jini no se había podido aguantar y lo abrazó mientras sollozaba al escuchar aquellas hermosas palabras.
— Ni siquiera sé que decir... No puedo dejar de llorar, Jimin.
— Es que no hay nada que decir, Jini. Tú ya has dicho muchas cosas, era mi momento de hablar.
— Sí, pero...
Ya es suficiente... Pensó Jimin.
Interrumpió a Jini con un beso, beso que ella le correspondió al segundo y le transmitió todas aquellas emociones de cariño y agradecimiento que no pudo expresar en palabras. Jimin acariciaba sus mejillas mientras la besaba y limpiaba sus lágrimas. Sus labios parecían ser perfectos el uno para el otro en esos momentos. Las mariposas o cualquier otra cosa volaba por sus seres. Jimin nunca se había sentido tan feliz y lleno en la vida, Jinyoung nunca había experimentado un amor tan sincero.
— Jini
— Dime
— No voy a pedirte que seas mi novia, no ahora. Sin embargo, empezamos un nuevo año, uno nuevo ciclo de nuestras vidas y quiero que lo hagas conmigo, a mi lado, juntos, sólo tú y yo.
— Y yo estoy totalmente de acuerdo con eso, Jimin-ah.
Jini le sonrió y él contestó de la misma manera, al cabo de unos segundos ellos se encontraban unidos en un abrazo de nuevo.
Sí, uno nuevo año empezaba. Nuevas expectativas, nuevas metas y nuevos caminos. Camino que recorrerían juntos, preparados para cualquier cosa que se les interpusiera en el transcurso; a capa y espada y con sus manos entrelazada, Im Jinyoung y Park Jimin estaban dispuestos a enfrentarse juntos a todo y todos.
— Te amo, Jini.
Fin.
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