040.

— Jimin...— Jini murmuraba con la cara pegada en la almohada.— Jimin, ¡Jimin!— Gritó enojada.— ¡Cierra la puta ventana, me quemo!

Los rayos de sol le estaban quemando el cuerpo, ella los recibía directamente. Jimin entró a la habitación y en lugar de cerrar la ventana, se lanzó sobre ella. Ahora no le daba el sol, pero Jimin le aplastaba el cuerpo completo.

— Ya levántate.— Dijo acompañado de una risita aunque sonaba raro porque se estaba lavando los dientes.— Ya nos tenemos que ir.

— Bájate entonces.— Jimin se puso de pie otra vez y ella salió de la cama hecha un desastre, toda hinchada y desarreglada. Tomó la bata de baño y entró directo sin decir nada, Jimin puso música desde la habitación y gracias a eso, Jini se duchó con tranquilidad. The 7th Sense se apoderaba de oídos. Terminó después de unos minutos, se ajustó la bata y salió.— Es ilógico que para la escuela no te levantes así de temprano.

— Jini, no puedes comparar la universidad con la playa.

Jinyoung alegó diciendo que la escuela era mucho más importante, además de su obligación, pero no le dio más vuelta. Jaló su maleta y la puso sobre la cama, empezó a buscar sus cosas para ese día, Jimin ya estaba listo, al parecer, tan sólo llevaba su traje de baño. Por parte de Jini, sacó su bikini rojo y otros shorts, un tanto rasgados, también una blusa. Se puso eso y en el cabello se hizo unas trenzas de cada lado, dejando cabellos sueltos con un toque bonito, se maquilló muy, pero muy poco y por último se puso gafas de sol.

— Woah, tú no sueles usarlas.— Jimin se refirió a las gafas.

— Lo sé. ¿Qué? ¿Se ven mal? ¿Me las quito?

Jimin rió y se acercó a ella.— No, luces muy linda. Así estás muy bien.

— Entonces vámonos.

Jimin tomó sus lentes también, esos de cristal azul que usaba mucho últimamente. En una bolsa de playa echaron protector solar, botellas de agua, unas píldoras, los estuches de las gafas, la llave de la habitación, la cámara, celulares y toallas. Jimin cerró la puerta tras de sí y juntos bajaron por el ascensor, siguieron los indicadores de la playa y cuando llegaron, se quedaron con la boca abierta.

Había mucha gente, no sólo eso. El lugar era inmenso.

La área de la piscina, donde sería la fiesta, estaba pegada al mar. La fiesta aún no empezaba y por eso, muchos estaban a la orilla del mar. En el centro de la piscina más grande se encontraba el bar, donde los baristas ya estaban limpiando los vasos y sacando las botellas. A un nivel más nivelado, lejos del agua, se encontraba el equipo de sonido e iluminación, donde el Dj estaba moviendo su laptop mientras asentía, presionando los audífonos en sus orejas. Los dos sentían una emoción como la de un niño pequeño entrando a unas atracciones.

— ¡Mira allá!— Jimin señaló una sombrilla libre en la arena.

Jini asintió y se apresuraron a llegar ahí antes que les ganaran. Pusieron una de las toallas en la arena y se sentaron ahí, se aplicaron un poco más de protector mientras hablaban o miraban el ambiente. Sus sonrisas brotaron al escuchar la música renacer de los altavoces. De hecho, la gente gritó animada. Eso significaba una cosa, la fiesta había empezado oficialmente. Jini siguió con su cabeza a los demás, viendo cómo corrían a las piscinas y se lanzaban o cómo se ponían a bailar al son de la canción. Jimin tragó duro al verla ponerse de pie y tirar de su blusa, quedando sólo con la parte superior del bikini expuesto, sus ojos la persiguieron, viendo como ella salía lentamente de la sombrilla y se acercaba al mar. Él aprovechó para tomarle una foto con su teléfono. Foto que le mandó a Hoseok en ese instante.

"Es en serio que si no intentas algo en este momento, teniendo a tal mujer contigo, no me disculparé después. Haré que ella sea mía, idiota."

Eso decía el mensaje en respuesta de Hoseok. Jimin sonrió al leerlo y asintió para sus adentros. Guardó todo y sin importarle, corrió a Jinyoung, tómandola por sorpresa en sus brazos y corriendo más adentro del mar.

— ¡El cabello no!— Gritó ella aún en shock. Se aferraba fuerte a Jimin.— Te lo ruego. Jimin-ah... Si te atreves a sumergirme, te mato.

No llevaba ni diez minutos ahí, quería estar presentable por lo menos una hora.

— Puedo resistirlo.

— ¡Jimin es en serio!

— Yo igual hablo en serio. Vamos Jini, un chapuzón no te hará mal.

El agua llegaba al ras de su traje de baño ahora, incluso la puntas de su cabello ya se habían mojado.

— ¡No lo hagas y hago lo que quieras!

— ¿Lo que quiera?— Jimin frenó y se dedicó a verla. Jini se sintió por tal mirada, pero terminó asintiendo.— Quiero que me muestres cariño.

— ¿Uh?

— Así como a la primera fiesta que fuimos.— Sonrió.— ¿Lo recuerdas?

Primera fiesta, primera fiesta... Jini hizo chiquita su boca, pensó y pensó, y entonces cayó en cuenta de qué hablaba Jimin. Lo miró mal y él la dejó caer un poco, Jini gritó "está bien", Jimin volvió a sujetarla, ella apretó su cuello, del cual estaba enroscada y lo miró de nuevo, acompañado de un suspiro.

Se acercó a él y depositó un dulce beso en su mejilla.— ¿Y si mejor vamos a la piscina, Jimin?

Jimin sintió lo mismo que aquella vez, el día que le dio un beso igual en agradecimiento por haberla defendido ante aquel idiota. Asintió y con ella aún en brazos la llevó a la orilla del mar, donde por fin tocó tierra. Ahora estaban empapados del pecho hacia abajo, pero no importaba. Con las manos entrelazadas, se unieron a la fiesta a unos metros suyos.

— Dos vodkas.— Le pidió Jimin al barman.

El chico asintió y no pudo evitar sonreír en dirección a Jini, quien estaba al lado de Jimin. Éste último lo notó y pegó el cuerpo de Jini al suyo.

— No era necesario.— Le dijo ella cuando el chico se fue. Se separó de él y se sentó en uno de los banquillos de la barra, Jimin se puso de pie frente a ella y colocó sus brazos a los costados de ella, encerrándola.— Mira el lugar.

La música hacía vibrar hasta el agua. Muchos tomaban en el bar o no dejaban de venir por los tragos, la mayoría bailaba adentro y afuera del agua, los empleado habían lanzado flotadores de diferentes formas, tamaños y colores y todos jugaban con ellos, sobretodo en la piscina central. En las otras pequeñas, las chicas se sentaban en las orillas y miraban a los chicos jugar en el agua, también otras estaban en los hombros de otros y jugaban peleas. En la playa estaba igual. Unos con su pareja, otros con sus amigos o solos. Pero todos divirtiéndose.

— Vamos a bailar, Jini.— Chilló él.

Jinyoung asintió, se acabo su vodka de un trago y saltó del banquillo, chocando con el cuerpo de Jimin que aún no se había alejado. Fueron a la piscina donde menos gente había, ella sonrió en dirección a Jimin y seguido se lanzó de un clavado, Jimin la siguió y cuando salió a la superficie, tiró de su cabello hacia atrás y la miró mientras ella reía. Jimin nadó hacía ella y la tomó de la cintura, acercándola a su cuerpo de nuevo, ella rió y lo empujó, salpicándole agua como bonus. Al final no pudieron bailar, no dentro del agua, prefirieron jugar entre ellos. Cuando salieron, se dieron la oportunidad de bailar un rato, pero después fueron más tragos.

— Muchas chicas te están viendo.

Jimin le sonrió a Jini.

— Muchos chicos te miran también.

— ¿En serio?— Jini lo miró sorprendida.— Ni lo he notado.

— Es porque los miró con cara matona para que aparten los ojos rápido.

— ¿Debería hacer lo mismo con las chicas que te miran?— Preguntó inconsciente. Y cuando lo captó, se sonrojó.— Eh, no... Yo...

— Sí, deberías.— Jimin la cortó.— O cualquier otra cosa que deje en claro que estoy contigo.

— Mejor vamos a la playa.

Jini se alejó de él, caminando por el angosto camino que estaba sobre la piscina y que conectaba al bar. Cuando Jimin la alcanzó, tomó su brazo y lo pasó sobre sus hombros, lo tomó por sorpresa, pero aún así Jimin fortaleció aquel agarre. Cuando sus pies hicieron contacto con la arena, Jini se echó a correr lejos de Jimin, pero él antes de que ella lograra entrar al mar, enroscó su pequeña cintura con tan sólo un brazo y la elevó, pegándola a su cuerpo y entrando al agua junto con ella.

— ¡Jimin, hay que hacer eso!— Jini señaló emocionada un pequeño acantilado a lo lejos, chicos estaban saltando desde ahí al mar.— ¡Vamos, vamos!

Y ahí se encontraban ellos, escalando aquella pequeña montaña rocosa. Se inclinaron a ver el fondo, no había ninguna roca, así que suponieron que era seguro. Jini saltó en los brazos de Jimin y asintieron mutuamente cuando estuvieron decididos. Jimin retrocedió para tomar impulso y haciendo un breve conteo, corrió con ella en brazos y se lanzó al mar azul. Todos los presentes gritaban emocionados y aplaudían.

— ¡Woah!— Jini sonreía.— ¡Otra vez, otra vez!

Aquel remolineo de adrenalina en su estomago aún estaba loco y sin pensarlo dos veces, ella subió y saltó sola esta vez. Jimin la esperaba abajo. Volvieron otra vez a la piscina, pero no les duró tanto como querían, después de un rato, la fiesta había sido cancelada.





— ¿Quién lo diría?

Jini suspiró, viendo por el gran ventanal. Jimin salió de su baño, ya con ropa cómoda puesta. Se acercó a Jinyoung, apoyando su brazo en la cabeza de ella. Su cabello estaba húmedo aún por la ducha. Igual miró sorprendido el paisaje ante sus ojos. El día soleado, despejado y caluroso de esa mañana, ahora era un ventarrón, con lluvia brotando a cantaros y el cielo iluminado por relámpagos.

— Mira el mar.— Dijo sorprendido.— Dios...

La marea estaba muy fuerte y los niveles del mar cada vez más altos.

— Cómo cambian las cosas...

Jini se alejó, yendo a abrir la puerta y recibiendo al empleado que les llevó su cena. Aunque el cielo se estaba cayendo, era una obra de la naturaleza y de cierto punto, muy hermosa y por eso optaron por comer sentados en el piso frente el ventanal. Casi sin decir nada y apreciar el cielo, comieron. Luego de la cena, movieron el sofá y se acostaron en él, ella miraba el cielo aún mientras tarareaba la canción de la televisión, estaba cómoda con sus piernas arriba de las de Jimin, él estaba tranquilo dibujando en su tableta, en una aplicación especial.

— ¡Mira, mira, mira!

Jimin dejó de mover su mano y le prestó atención a Jini, juntos apreciaron como a lo lejos, un relámpago impactó con una montaña a lo lejos, partiendo el cielo con aquella iluminada grieta y luego resonando aquel estruendoso y característico ruido que provocaban.

— ¿Qué fue eso?— Jimin estaba en shock.— ¡¿No se quemará?!

— No, tranquilo.— Ella lo miró.— Si te fijas bien, en el la cima de la montaña está un edificio y estoy segura que tiene un pararrayos.— Explicó.— Es por eso que el rayo cayó ahí, toda la energía fue atraída.

— Oh...

La verdad era que no entendió.

— ¿Nunca te cayó un rayo?— Preguntó ella.

—¿Qué, a ti sí?— Preguntó burlón, volviendo a dibujar.— ¿Ahora me dirás que era la hermana perdida de Flash?

— Ja ja ja, qué gracioso.— Jini le pegó.— Pero sí.

— Jini, no alucines, ni estuvieras aquí.

— ¡Es verdad! ¡No directamente a mí, pero impactó a unos metros!— Se alteró, Jimin rió y le palmeó la cabeza, mejor la alentó a contarle.— Cuando era niña, fuimos a Buncheon de visita con la abuela. Changkyun y yo teníamos un carrito que había construido el abuelo.— Empezó.— Era un día nublado y apenas y caían gotas, por lo que salimos a jugar en él. Corríamos y andabamos en la calle con él y justo cuando doblamos en una, unos señores estaban soldando algo cerca de la esquina— Siguió, su mente lo recordaba todo.— Cerca de ellos había un árbol y de la nada, el rayo cayó.

— ¿Y salieron ilesos?

— Claro que no.— Contestó.— Yo estuve con dolor de oídos casi dos años, Changkyun tan sólo uno.

— ¿Y los señores?

— No lo sé, salimos corriendo.

Ambos rieron y nada más, Jimin se imaginó a una pequeña Jini corriendo mientras lloraba asustada y le dio ternura. La tormenta seguía.

— Terminé.— Jimin festejó. Jini se reincorporó un poco, sentándose a su lado mientras se recargaba en su pecho.— Eres tú y es para ti.

Jini abrió sus ojos y boca un poco, sorprendida. No por el hecho que de era para ella, sino por lo bueno que era Jimin dibujando incluso en la tableta, su pulso era bueno y preciso. Él la miraba nervioso y después al dibujo, esperando respuesta, jugaba con la pluma electrónica en sus labios, cada vez más nervioso. Era estúpido estar así, era un simple dibujo random. Pero era la segunda vez que le hacía dibujos a alguien.

— Jimin... Es genial. Hermoso.— Jini sonrió a lo grande y elevó su cabeza para mirarlo a los ojos.— ¿Me encanta como dibujas, sabías?

El dibujo la mostraba a ella, dibujada de una manera particular, estaba de pie frente a una gran ventana, la cual mostraba una tormenta eléctrica justo como en ese momento.

Los ojos de Jimin terminaron en el suelo, pero él mantenía una pequeña sonrisa.— Es la segunda vez que le regalo dibujos a alguien... El sentimiento fue totalmente diferente.

— Sin importar que el dibujo sea para mí, yo siempre te recordaré lo grandioso que eres en esto.

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¡no jodannnnnnn el capítulo 40!
ESTO ES UN NUEVO RECORD PARA MÍ, FACKKKKKKK 🤘🏽✨

bueh, me voy a terminar la tarea¿ lol

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