| MALENTENDIDOS POR AMOR |

Lo primero que hizo _______ al enterarse de que Thoma la engañaba, fue deshacerse de todas sus pertenencias. La ropa salió volando por la ventana y sus armas por la puerta debido a su tamaño, y quien fue testigo del hecho tuvo la más grande duda que alguna vez pudo existir en la cuidad de Inazuma.

     —Debí haberlo sabido, Thoma siempre fue un coqueto, ¡un halagador! Todo el mundo lo ama, ¡hasta le regaló un ramo de flores a Aether cuando lo conocimos! —exclamó, soltando las lágrimas como si fuese una cascada humana.

     Su mejor amiga, Ayaka Kamisato, no sabía que hacer ante la noticia y tristeza de la afectada, después de todo, había contribuido en gran parte para que su relación iniciara hacia dos años atrás.

     —¿Cómo pude ser tan tonta, Ayaka? Nunca debí venir a Inazuma y dejar todo por él...

     Sentadas sobre aquel sofá no encontraban la manera de darle solución a la inesperada noticia, así que la Princesa Garza solo se mantuvo a su lado acariciando con cariño su cabeza gacha. _______ intentaba esconder la mirada tras sus manos, pero las lágrimas le molestaban.

     Había llegado a la tierra de la Arconte Electro con altas expectativas en compañía del viajero, y por fortuna conoció el amor junto al amigo y sirviente de los hermanos Kamisato. Tal como expresaba, lo había dejado todo atrás por Thoma a base de sacrificios, como dejar su adorada Liyue y abandonar a Aether definitivamente para establecerse en Inazuma cuando la situación de los extranjeros era grave.
     No mucho después de que el decreto de caza de visiones fuese revocado, la boda se llevó a cabo en la haciendo Kamisato; fue algo muy esperado, hubo muchos invitados, incluyendo personas importantes de las comisiones, e incluso, la Shogun Raiden envío sus felicitaciones por tratarse de la comisión Yashiro y se disculpó enviando un ostentoso regalo.

     —Thoma no ha vuelto, ¿por qué no esperarlo? Debes preguntarle directamente lo que escuchaste, puede que sea un malentendido —recomendó la de la coleta alta.

     —¿Para qué? Aquí están las pruebas. —Al compas de sus palabras, le mostró una fotografía en donde se veía a el rubio y otra mujer, a quien le enseñaba un hermoso collar con intenciones de ponérselo alrededor del cuello.

     Ayaka torció el gesto, incapaz de creer que era el mismo Thoma, pero allí estaba la foto que hablaba por si sola. Aunque ella era fiel a la idea de la comunicación, y se lo repitió una vez más.

     —Tengo que partir a Liyue antes de que regrese, no me quedaré...

     Hacia un verdadero drama, sin embargo, estaba justificado. De ser la intrépida y reconocida aventurera _______, paso a ser la mujer de casa y esposa de Thoma, y si bien lo adoraba con su alma, definitivamente el hombre no tenía perdón por lo que aparentemente había hecho, aprovechando su juventud y belleza.

     —¡Mi ropa! ¡Mis preciadas lanzas! —gritó alguien fuera, siendo el espectáculo de los vecinos y cercanos.

     Era muy tarde para escapar, porque cuando menos lo esperó, el ojiverde entró por la puerta principal, y lo primero que dijo fue:

     —¿¡_______ estás bien!? —Llevaba el semblante preocupado, aunque cuando vio a la señorita Ayaka junto a su mujer, su respiración se tranquilizó—. ¿Qué sucedió? Mi cosas están afuera y... Y... ¿Por qué estás llorando? —Bajó el volumen de voz al notar el hecho.

     _______ no quiso darle la mirada, porque sabía que lloraría aún más, en cambio se abrazó a su amiga para no decir una sola palabra.

     —Thoma, hay algo que debes explicarnos —dijo la menor y extendió la fotografía con su mano desocupada.

     Cuando el casado hombre observó con atención el papel, sus ojos desenfocaron la imagen y desesperado miró a su querida chica.

     —¡Puedo explicarlo! —mencionó enseguida, pero ese nerviosismo no gustó nada a _______.

     —No quiero explicaciones —ella negó triste.

     Lo gracioso era, que al recibir la noticia por la mañana había estado tan molesta que juró matarle, por eso se había desecho de todas sus pertenencias, no obstante, después de razonar, supo que no era tan fácil hacerle algo como ello a la persona que amas, y que aun si podía hacerlo, aquello no servía de mucho porque el problema seguiría sin solución. 

     —¡Es para ti! —confesó aunque no se lo pidieron—. Lo compré para ti, porque se acerca nuestro aniversario, no sabía si te quedaría y no quería arruinar la sorpresa, por eso intenté conseguir a alguien que me ayudara, y la señorita Ayaka iba a decirte tarde o temprano si se lo decía a ella —explicó y apoyó lo dicho sacando el collar de su bolsillo, pues aunque estuvo buscando un estuche bonito, ninguno le había llamado el ojo por ser un asunto muy importante para él, después de todo, el amor de su vida iba a recibir la joya.

     ¡Un fallo en los cálculos cualquiera lo cometía!

     _______ comenzó a reír, avergonzada de su actitud y sobre todo el haber arruinado sus pertenencias en un arrebato de ira.

     —Thoma, yo...

     Se sentía aliviada, casi le mostró el rostro, pero estaba tan sonrojada y deseaba decirle que se había equivocado, pero ello no arreglaría el hecho de que actuó como una loca, así que llegó a una conclusión, que después del tiempo que llevaban casados tal vez no fuese errónea del todo, y justificaría entonces su enojo extremo, su tristeza desoladora y su actual felicidad desbordante. 

     —Creo que estoy embarazada.

     Y después de aquello, Ayaka se dijo a sí misma que había adivinado su condición mucho antes, pero Thoma cayó hacia atrás sin consciencia con todo y collar en la mano.

Será que se parece a TartagliaGod y por eso Thoma me gusta tanto? Una pregunta sin respuesta, el chiste es que Thoma es perfecto. Muchas gracias por leer! 💙🐇