Capítulo 36. Me haces feliz.

Capítulo 36

MELODY

Ya había pasado un mes desde un estaba aquí en Nueva York y todo iba a alta velocidad. Realmente me estaba complicando acostumbrarme, la gente era diferente como en Miami, en Nueva York todos van a mil por hora y hay miles de personas a toda hora en la calle.

El ritmo era el doble de rápido que en Miami, podías haber hecho más de cinco cosas y aún eran once de la mañana.

Como todos los días, mi pierna estaba elevada por el aire y mi mano agarrada a la de mi compañero para poder tener equilibrio. Giré sobre mis talones y puse mis pies en punta. Volví a girar y mi pierna se elevó otra vez a la altura de mi cabeza.

Le sonreí a mi compañero y éste asintió indicado que habíamos mejorado.

Me dirigí hacia mi bolso para tomar un poco de agua y me di un sorbo cuando a alguien dice mi nombre a mis espaldas.

— ¿Melody Parker? - me voltee hacia donde venía la voz y una mujer con su pelo recogido en un rodete, llegó a mi vista.

— ¿Si?

— ¿Cómo le va? - me estrechó su mano — Soy la señora Emilia Grande, una de las productoras en Nutcracker Miami.- cuando dijo ese nombre l corazón saltó y asentí tratando de parecer lo más calmada.

Nutcracker era una de las compañías de baile más conocidas del mundo, desde niña había soñado con entrar y estar en sus obras.

— La hemos estado observado estos días desde que llegó de Miami, y al principio habíamos quedado encantado contigo. Y cuando nos enteramos que era de Miami, mis compañeros y yo decidimos ofrecerle una audición.

— ¿Audición? - me sorprendí y la señora asintió.

— Generalmente hacemos esto al final del año, pero sabemos que tiene el potencial necesario para el Nutcracker. Así que decidimos hacerlo lo antes posible y esperar que el año termine sabiendo que usted esta disponible. ¿Está disponible?

— ¡Claro!

— Perfecto.- sonrió — Entonces, le enviaremos todos los datos que necesite a su mail. 

Aún seguía con sorpresa por lo que había pasado en el entrenamiento de hoy, y ya habían pasado más de dos horas.

Caminaba hacia la casa de mi prima con una sonrisa de oreja a oreja. Abrí la puerta y lo primero que hice fue contarle con emoción.

— ¡No me digas! ¡Que emoción! - Ann aplaudió con emoción y me abrazó.

— Todavía no lo puedo creer.- me senté en el sillón y me tapé la cara de con mano — Se lo tengo que contar a todos.- de inmediato Jace llegó a mi cabeza — ¿Qué hora es?

— Las cinco en punto.- Ann me contestó desde la cocina.

Hice una mueca y me tiré en el respaldo — Siempre lo mismo.- me quejé.

— ¿Qué cosa? - Ann se sentó a mi lado.

— Casa vez que tengo tiempo libre Jace está trabajando o entrenando. Y cuando él tiene tiempo libre yo estoy estudiando o en clase.- suspiré y Ann me acarició el brazo.

— Una relación a larga distancia es difícil, Mel, solo tienes que encontrar el tiempo perfecto.

— ¿Qué pasa si nunca lo encontramos?

— No te preocupes, lo van a encontrar.- me sonrió y yo apoyé mi cabeza en su hombro.

El día siguiente pasó como un dejavú. Estaba igual de cansada ya que había agregado horas de entrenamiento para la audición del Nutcracker. Mismas clases y mismos rostros.

Las únicas dos horas que tenía libre en la tarde me quedaba más que dormida, parecía desmayada. En el segundo que mi cabeza tocaba la almohada mi cuerpo ya estaba dormido.

El próximo pasó igual, clases y más clases. Entrenamientos y más entrenamientos. Cerré mis ojos cuando terminó mi último entrenamiento y me senté al lado de mi bolso. Sentí mi celular vibrar y lo tomé. Sonreí al ver el mensaje de jace en mi pantalla.

Jace;
Mujer, si no veo tu rostro en las próximas horas creo que voy a volverme loco.

Melody;
Qué dramático

Me saqué una foto sonriendo y se la mandé.

Jace;
Estás hermosa
Pero necesito escuchar tu voz
Hoy salgo más temprano del entrenamiento

Melody;
¿En serio?
¿A qué hora?

Jace;
A las ocho
¿Estás?

Melody;
A las nueve llego de entrenar
Así que nos vemos a esa hora ;)

Jace;
No puedo esperar más

Bloquee mi celular con una sonrisa gigante en mi rostro y me empecé a cambiar para mi próxima clase.

(...)

— Si que te extrañé.- Jace sonrió en la pantalla.

— Yo más.

— ¿Cómo te está yendo?

— Bien, aunque tengo muchas clases. Demasiadas diría yo. Pero se hace lo uno puede.- me encogí de hombros.
Jace sonrió y se quedó callado por unos segundos — ¿Todo bien?

Asintió — Si, si. Es que... nada.

— ¿Qué?

— Nada, nada.- sonrió y fruncí el ceño con una mueca.

— Está bien.

Cenamos los dos juntos frente a la pantalla y ya sentía como mis ojos se querían cerrar.

— Creo que es de que me vaya a dormir. - bostecé y Jace rió.

— Está bien. Adiós, Melody.

Estaba por cerrar la computadora cuando escucho las palabras 'Te amo' venir de ésta. La levanté enseguida y Jace todavía estaba en mi pantalla con la mirada hacia abajo.

— ¿Qué dijiste?

— Te amo.- me miró y sonrió.

— Nunca me lo habías dicho.- sonreí — Yo también te amo.

Jace sonrió y corté la llamada con una sonrisa más grande que toda China.

Cómo todos los días, mi día pasaba otra vez como un dejavú. Clases y más clases. Pareciera como si estuviese atrapada en un universo donde el mismo día se repite una y otra vez.

Lo único que deseaba en éstos momentos era poder sacarme mis zapatos y dormir por cinco días seguidos.

Crucé la puerta de la casa de Ann y enseguida tiré mi cuerpo en el sillón. Me saqué mis zapatillas y las dejé a mi costado usando solo mis pies.

Cerré mis ojos y dejé que mi cuerpo se relaje y aproveche el momento que tengo de tranquilidad.

— Melody.

Salté del sillón apunto de caerme y tiré mi celular que tenía en la mano al suelo. Me giré hacia atrás y vi a Jace con una gran sonrisa en su rostro.

— ¡Casi me matas! - levanté mi celular del suelo y llevé mi mano a mi pecho para poder calmar mi susto.

— Eso lo tomo como que estás alegre que esté aquí.- sonrió y se acercó a mi.

— ¡Cierto! - sonreí y corrí hacia él para poder abrazarlo — ¿Qué haces aquí?

— Decidí sorprenderte.- se encogió de hombros.

Sonreí — ¿Cómo entraste? Porque Ann está en el trabajo...

— Hablé con ella hace unos días, tu padre me dio su número. Arreglamos un horario.

— ¿Así que ella lo sabía y no me dijo nada? Si que es buena ocultando secretos.- sonreí negando la cabeza.

Jace sonrió y unió nuestros labios en un beso — Si que extrañé esto.- asentí y acarició mi mejilla con su pulgar — Tengo una sorpresa.

Hice una mueca — Si no involucra un susto de mi parte, te sigo.

Jace rió y tomó mi mano guiándome hacia la puerta.

Había rentado un auto así que nos subíamos a éste y arrancó dirigiéndose a la misterioso lugar.

Después de ver toda ciudad, los árboles llegaron a mi vista y giré mi vista hacia Jace.

— ¿A dónde me estás llevando? - fruncí el ceño.

— Tranquila, ya te dije, es una sorpresa.- dijo sonriendo sin quitar la vista de la carretera.

Los minutos pasaban y más árboles pasaban por la ventana de mi costado. Después de media hora, Jace estacionó el auto al fin.

Miré mi alrededor y estaba rodeado por árboles, nada de la carretera había cambiado.

— Ponte esto.- Jace me estiró un antifaz y fruncí el ceño — Sólo confía en mi.

Después de que empecé a ver solo negro sentí la mano de Jace agarrando la mía suavemente y empezó a empujarme lentamente. Lo seguí con cuidado de tropezar con nada y estirando mi mano libre a la altura de mi cabeza.

— Ya falta poco.- la voz de Jace habló después de unos minutos y asentí.

Jace dejó de moverse y yo lo imité mirando a mi alrededor, aunque todavía seguía viendo todo negro. Me soltó la mano e inmediato sentí su mano derecha en mi hombro. La otra sacó mi antifaz y una vez que los tenía afuera parpadeé unas veces paga acostumbrarme a la luz.

Mis ojos recorrieron lentamente el lugar. Había unas luces hermosas colgadas sobre cuatro palos, recordé nuestra primera cita y sonreí. Giré mi mirada hacia Jace y éste tomó mi mano nuevamente.

— Es como muestra primera cita.- dijo y yo asentí.

— Jace... - no sabía que decir. Era como si las palabras se habían esfumado de mi cerebro.

Me guió hasta debajo de las luces y yo miré hacia arriba para poder apreciarlas. Bajé mi vista hacia Jace y unió nuestros labios en un beso.

— Desde el día en que te conocí me volviste loco, lograste estar en mi cabeza estando a miles de kilómetros de distancia. Nunca pensé que alguien podría hacerme sentir así, nunca pensé que alguien podía hacer que vuelva ese adolescente que era con sus dos padres. Ese niño pensé que ya no estaba más, se había ido, peor cuando entraste en mi vida volvió. Las carreras ya no eran importante, ni las fiestas, nada. Solo importabas tú. Nunca pensé que al Jace que le gustaban las carreras podía ver una clase de ballet, pero por alguna maldita razón al estar tú en ella no podía dejar de ver. Tus movimientos, tu pasión en lo que haces. Melody... me haces tan feliz.

Mis corazón latía más rápido al pasar cada palabra que salía de la boca de Jace. Éste miró mis labios, pensé que me iba a besar pero en cambio, se arrodilló enfrente mío.

— Melody, ya contigo a mi lado soy el hombre más feliz. Me haces un mejor hombre, y quiero hacer lo mismo por ti. Tal vez sea rápido pero al verte sonreír no puedo pensar otra cosa que hacerte parte de mi familia.- bajo su mirada hacia su bolsillo y sacó una cajita de éste. La abrió y llegó a mi vista un hermoso anillo de diamante — Melody Parker, ¿Te casarías conmigo?

Mi cabeza iba a toda velocidad. Quería decir que si a todo pulmón pero a escuchar todas las palabras juntas de Jace algo hizo que mi adentro se apagara.

- ¡Si! - algo se despertó dentro de mi y Jace sonrió.

Colocó el anillo en mi dedo y se levantó para abrazarme y elevarme por los aires.

Todos los nervios que sentía se evaporaron y lo único que podía hacer en éste momento, era sonreír.

FIN

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"No llores porque terminó, ponte contento porque pasó"
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