Capítulo 2.

MELODY

Gracias a la persona que creó los paraguas, la verdad, te respeto. ¿Qué haríamos sin éstas cosas? Ir a todos lados empapados, de seguro.

Entré al restaurante y en seguida la mesa donde estaban las secretarias, me llamo la atención — Perdón por llegar tarde, con ésta lluvia el tránsito se vuelve más lento.

— ¡No te preocupes! Ahora que ya estamos todas, podemos pedir.- Kelly aplaudió emocionada y sonreí.

Miré el menú y la verdad que no tenía ni las mas idea que pedir — ¿Sabes qué vas a pedir? - le pregunté a Kelly y apenas terminé de pronunciar la pregunta la campana de la puerta sonó y giré mi mirada hacia ésta.

Tres chicos entraron, llevaban puestas unas chaquetas negras y sus pelos estaban mojados por la lluvia, uno de los chicos se sacó su chaqueta para que se secara y enseguida noté algunos tatuajes en sus brazos. Sus ojos llamaban mi atención más que los otros, sus anillos en sus dedos índices y sus botas negras que iban con su chaqueta. Su amigo le dijo algo y éste sonrió, y sentí algo en el estomago que no podía describir que era.

— Tierra llamando a Mel, ¿Hola? - Kelly movió su mano rápidamente en mi rostro y yo giré mi mirada hacia ella.

— ¿Qué pasó?

— Me preguntaste que iba a pedir y te contesté, pero se ve que estabas muy ocupada viendo a ese muchacho.- Kelly sonrió mirando el hombre y yo negué con la cabeza.

— No, no, tiene un tatuaje en la muñeca, me gustó. Por eso lo estaba mirando.

— Claro, si tú lo dices. Entonces, ¿qué vas a pedir?

Después de pedir la comida, empezamos a hablar las charlas típicas de la cena. Familia, romance, vida.

— Y, ¿algún muchacho por ahí, Mel? - la señora Michelle me preguntó y yo reí.

— Con el trabajo y el baile no estoy para esas cosas, además, no conozco ninguno que me llame tanto la atención como para estar interesada y salir a citas.- me encogí de hombros y enseguida mis ojos se dirigieron hacia el chico que se estaba sentando en la silla del bar.

— Necesitas salir a más fiestas.- Kelly me golpeó levemente con su hombre al mío, pero yo negué.

— Me encantan las fiestas, pero la única amiga que tengo y yo no conocemos a nadie que haga fiestas.

— Organiza una en tu casa, entonces.

Yo reí — Si, con mi papá de bar man.

Todas rieron y en seguida, mis ojos dejaron de ver y la luz de la luna iluminaba el restaurante.

— Por favor, mantener la calma.- una señora habló - Se nos ha ido la luz por tema de la tormenta, les pedimos mil disculpas. Iremos a buscar velas para todas las mesas, volveremos enseguida.

— Que romántico.- reí y miré para mi costado, cuando una nena de no más de cuatro años empezó a llorar fuerte, diciéndole a la madre que tenía miedo.

— Cántalo algo.- Kelly sugirió y me giré a ella.

— ¿Qué? yo no canto.

— ¡Claro que si! Te he escuchado cantar más de mil veces y tienes una voz hermosa. Cántale algo, así no llora más.- Kelly me empujó levemente con las manos y yo negué, pero vi a la nena llorando y algo dentro de mi hizo que me levantara y me dirija hacia la banda del restaurante.

JACE

La luz se había cortado en el restaurante y estábamos Félix, Zane y yo tomando cerveza a oscuras. No iba a mentir, era una idea para una fiesta increíble. Me giré hacia Zane quien estaba hablando entretenidamente con Félix, a veces me siento como el que sobra entre estos dos.

De repente, una nena empezó a llorar en los brazos de la madre después de escuchar un trueno fuerte, diciendo que tenía miedo. Quería acercarme a ella y poder tranquilizarla, ¿qué? A veces tengo sentimientos.
Pero digamos que si un hombre como yo, con mi vestimenta, se acercara a ella empeoraría la cosa, maldita sociedad que dice que los que se parecen a mi, son criminales.

Mi vista se enfocó en una chica de espaldas que se dirigía hacia la banda que estaba sentada al fondo del restaurante, le hablo al guitarrista y éste asintió. La chica se giró algo y, puta madre, si que era atractiva.

La mayoría de la ropa que llevaba era negra que iba perfectamente con el color de su cabello, sus labios color rosa estaban apretados mientras esperaba que la banda se acomode, se sentó en una silla alta que se encontraba a su lado y el guitarrista empezó a tocar.

Felix apareció a mi lado y empezó a mirar a la chica, la nena enfocó su atención a la guitarra y su llanto se iba calmando, pero cuando la chica empezó a cantar, su llanto se había ido completamente.

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La canción la reconocí al segundo, ya que era de una de mis bandas favoritas cuando era más adolescente.

— "when i was younger i saw
my daddy cry, and cursed at the wind"

Su voz era dulce y suave, podría quedarme dormido escuchándola cantar. La manera en que se movía al ritmo de la guitarra era delicada, como movía sus labios al cantar me daban ganas de mirarlos hasta el día que me muera.

¡Mierda, despierta Jace!

¿Que carajo te está pasando?

— Tiene linda voz.- Zane hizo una media sonrisa y Félix asintió, volví a girar mi mirada hacia la chica.

Un trueno sonó detrás de la chica pero nadie pareció darse cuenta, ya que la gente estaba más atenta a la canción que a la terrible tormenta que estaba pasando. Y para ser honesto, yo también me podía perder en la voz de ésta chica, hasta la manera en la que se movía hacia que todo lo que esté pasando afuera se vuelva nada más que una ilusión y una mentira; lo único que existía era ella y su voz.

La canción terminó y la gente empezó a aplaudir, me uní y la chica sonrió. Maldita sea, que linda sonrisa.

¡Contrólate! ¿¡quieres!?

Cuando la gente empezó a enfocarse en su comida de vuelta, seguí con mi mirada a la chica; quien después de hablar con la que supongo que era la dueña, ésta sonrió y se dirigió de vuelta a su mesa, donde un montón de señoras más grandes que ella la saludaron.

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"a veces las grandes historias tienen un comienzo pequeño"
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