Jack llevó a Lewis hasta donde estaba Loly junto a Arthur e Izzie. El rubio empujó al pelinegro, quien cayó al suelo de rodillas frente a los demás.
—Es todo tuyo, señorita detective.
—Lo llevaré al departamento, ahí harán los trámites más rápido para Azkaban.
Lewis comenzó a reír, con su mirada baja y sus ojos muy abiertos.
—Ilusos, nunca deben confiar en nadie, ni siquiera en los que creen que son sus amigos o compañeros, en este caso.
—Muy bien, es suficiente. — contestó Arthur, quien tomó a Lewis de la camiseta y lo levantó. —Loly, será mejor que te quedes arrestando al resto, yo me llevaré a este inútil.
—Quiero que sepas que lo haré solo porque quiero, no porque tú me lo ordenes. — soltó la pelinegra— Acompáñame, raro. — dijo la muchacha a Jack, mientras se alejaban junto a Izzie.
—¿Qué crees que haces, idiota? — preguntó Arthur a Lewis.
—¿Crees que no se darán cuenta? Por Dios, Roberts, eres pésimo fingiendo.
—Si arruinas el plan estarás muerto, Vincent.
—Tranquilo Arthur, son lo suficientemente estúpidos como para darse cuenta.
—Más te vale. Pasarás un tiempo en Azkaban hasta que todo esté preparado, ella vendrá por ti.
—¿Y cuánto tiempo tardará?
—El que tenga que tardar.
Arthur y Lewis desaparecieron del lugar, sin dejar rastro.
Isaac vendaba sus heridas con pedazos de su ropa, mientras estaba sentado sobre el pasto del bosque.
—Vaya desastre causamos. — dijo, mientras veía a su alrededor.
—Podemos mejorar eso, ¿Sabes? — dijo Loly al castaño.
—Déjame adivinar, el departamento puede entrenarme.
—Sí, adivinaste.
El chico se levantó del suelo, con la caja entre sus manos. Se quedó pensativo por un momento mientras miraba la caja.
—Creo que mi primera misión será devolver esto entonces.
Loly sonrió, le dio un pequeño abrazo al muchacho y luego se separaron.
—Hiciste un gran trabajo, te felicito.
—¡Lola Diggory felicitando a alguien! Debo guardar este momento.
—Disfrútalo, Thargot, será la primera y última vez.
[1 semana después]
El mundo mágico estaba reunido a las afueras del Ministerio de Magia, esperando las palabras de la Ministra. Isaac se encontraba nervioso, esperando también a Laia.
—Bienvenido al departamento, Isaac. — dijo un pelivino que se acercaba al muchacho.
—¡Jason! Gracias, de verdad.
—Ahora podremos trabajar juntos, de nuevo, ¿Qué te parece?
—Será un honor. — contestó sonriendo.
De fondo, se escuchaba a Laia Potter hablando.
—Hace unos días pudimos ser víctimas de un gran ataque a nuestra gran institución, pero varios jóvenes magos impidieron tal tragedia, gracias a que trabajaron como un equipo. Demos un gran aplauso a estos valientes muchachos.
Las personas comenzaron a aplaudir, mientras Arthur encabezaba la fila. Detrás venía Izzy, seguida de Jack, Loly y por último, Isaac. La Ministra les entregó una pequeña medalla que colgaron en su ropa.
—Buen trabajo. — dijo con una sonrisa.
Tras unas cuantas horas, el grupo estaba reunido en el departamento, celebrando.
—Por nosotros. — dijo Jack, levantando su vaso con agua.
Los demás hicieron lo mismo. Se divirtieron, disfrutaron, hablaron, pero ya era hora de partir para el joven castaño.
—¿Te vas tan pronto?
—Tengo algo que no es mío, debo devolverlo. — contestó Isaac, los demás sabían de que hablaba.
—Cuídate, Thargot. — dijo Izzie, desde el fondo de la mesa.
—Volveré pronto.
—Alto niño. — Loly se levantó de su asiento, sacó algo de su chaqueta y se lo dio al castaño. —si pasa algo, la necesitarás, bienvenido. — terminó de decir, para luego darse vuelta y volver a su silla.
Isaac se quedó mirando aquel objeto redondo, de color oro, con su nombre tallado en él.
“Isaac Thargot, Departamento Patenger de Operaciones Especiales.”
—Genial. — dijo, dándole una vuelta en el aire para después atraparla con agilidad. El chico salió del departamento, se dirigió hasta las chimeneas.
» Vamos allá.
[Azkaban]
Lewis caminaba por los pasillos entre las celdas, no se sentía intimidado por ningún preso a su alrededor. Los guardias frenaron, abrieron una celda y empujaron al hombre hasta dentro.
—Me enteré que quisiste traicionarnos… mal Lewis.
—Tú hijo es un bocón, su madre no es así, seguro salió a ti.
—Te habías tardado al venir aquí. Ahora entenderás que se hará cómo ella lo planeó. — dijo un hombre rubio de cabello largo mientras se acercaba a Lewis.
—Que así sea entonces.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top