|| Veintiuno ||

Los pajaritos cantaban en las ramas de los árboles de aquel bonito y tranquilo parque donde pasaban su última tarde en Japón, si bien su estadía no fue más de tres días, realmente habían disfrutado el día anterior conocer gran parte de la ciudad gracias a Nicholas quien terminó por volver a la habitación cargando a los dos hijos de SungHoon y seis bolsas de compras que él mismo compró y llenó mimando a sus ''sobrinos''.

Aquel siendo su último día habían decidido salir todos juntos al parque que estaba enfrente del hotel, sus maletas estaban listas y su vuelo saldría en tres horas por lo que querían dar una última vuelta por aquel hermoso país y dejar a los niños jugar libremente con los niños Japoneses, veían con cierta diversión como a pesar de no hablar el mismo idioma todos jugaban con Jay y Sunoo como si fuesen amigos de toda la vida.

Ellos mientras se mantenían al tanto de los niños mientras mimaban la pancita del menor de ambos o compartían pequeños besos junto a charlas y palabras dulces.

-- ¿Enserio te dijeron eso? --Shim miró divertido a SungHoon quien hizo una mueca asintiendo.

-- Literalmente me echarán de la habitación al llegar, según ellos es una obligación que duerma contigo.

-- ¿Y no quieres eso? --Alzó una ceja Jake sonrojando hasta el tope al menor quien le dio un leve golpe en su hombro.

-- Idiota.

El castaño solo rió y besó su mejilla abrazándole por los hombros mientras ambos miraban a SeonWoo jugar en los columpios con unos niños y a JongSeong corretearse riendo con niños y niñas jugando a las traes.

-- Aunque quizás y tengan razón, deberían tener ya sus habitaciones, ¿no crees? --Habló el mayor a lo que Park mordió su labio inferior leve.

A veces seguía en contra de que Jake los mimara tanto o incluso les ofreciera algo, algo que es un poco irónico cuando hasta esperaba un hijo de él y más de una vez Shim salió en la madrugada por algún que otro antojo.

-- Jay y Sunoo pueden compartir una, son algo difíciles de separar... --Dijo en tono bajo, Jake pareció entender lo que pasaba por a cabeza del pelinegro a lo que besó cortamente su coronilla.

-- Podrían usar la que ya comparten, nada más podemos buscarles camas más pequeñas o una litera y darle algo más de color a la habitación --Sonrió tranquilo viendo como el menor le miró y pareció relajarse más asintiendo antes de mirar a sus niños-- Riki podría dormir con nosotros mientras, ya luego podemos pensar en darle una habitación a cada uno, con tal, pronto vendrá la adolescencia y sabes a lo que me refiero.

SungHoon bufó asintiendo mientras rodaba los ojos, había hablado con Jake sobre que se aproximaba el cumpleaños de sus niños, su pequeño SeonWoo cumpliría seis años, JongSeong sus siete años y él no estaba listo para comenzar a verlos crecer sinceramente.

-- Ni me lo menciones, aun tengo a HeeSeung en la mira --Murmuró y JaeYoon solo pudo reír con ganas, su pareja aun no superaba la cercanía entre HeeSeung y JongSeong, y él no encontraba ya como explicarle que solo era amistad infantil a ser contemporáneos en edad, o eso quería creer él.

-- Ow, no creía que mi abejita fuera papi celoso --Sonrió con diversión.

-- Mira quien lo dice, quien miró feo al mesero durante una hora por sonreírme --Contraatacó alzando una ceja juguetón, Jake borró su sonrisa de golpe.

-- En mi defensa, te miraba mucho.

-- ¿Y tú que hacías viendo al mesero Shim? --Alzó una ceja aun en modo juguetón Park.

-- ¡Park SungHoon!

-- ¿Ahora vez lo que se siente que te avergüencen a cada rato? --Rió con ganas el menor.

Shim se sonrojó soltando una leve risa y besó corto sus labios antes de avisarle que iría a comprarle un algodón de azúcar ahí mismo y retirarse, Hoon solo sonrió leve viéndolo irse y sacó su celular para tomarle fotos a sus hijos jugando y al paisaje como recuerdo de su último día en Japón.

Fue a tomarle un foto a unos pajaritos que estaban allí más un mensaje hizo que estos se fueran sacandole un puchero viendo la notificación extrañado, nadie más que Jake, la señora Lee y los padres de HeeSeung tenían su número.

Abrió el mensaje y frunció el ceño confundido.


Número Desconocido
¿Este es el número de Park SungHoon?


Miró el número y vio el código de Corea por lo que al menos supo que era local.


SungHoon
¿Quien es?


Contestó y no pasaron ni cinco minutos para cuando volvieron a contestar.


Número Desconocido
Le estamos contactando de la estación principal de policías de Seúl para informarle de una citación al juzgado para el día Lunes a las 9 AM.


-- ¿Pero qué mierdas? --Soltó al leer aquello, debía de ser una broma.


SungHoon
¿Cómo estoy seguro de que no se trata de una estafa telefónica?


Vio que leyeron el mensaje y no pasó mucho para recibir una llamada del mismo número a lo que contestó.


-- ¿Park SungHoon?, le habla el oficial Cha YeSung, oficina central de la estación de policía de Seúl --Escuchó una voz masculina-- Como se le informó, este Lunes debe presentarse al juzgado en una citación.

-- ¿Citación?¿De qué? --Preguntó, cada vez entendía menos, no había nada malo.

-- No puedo dar esa información por teléfono, por favor, preséntese este Lunes a la hora indicada.

No le quedó de otra que suspirar-- Está bien, estaré allí --Dijo y dejó que el oficial se despidiera para así colgar.

Miró los mensajes y trató de recordar algo que hubiera hecho para ser citado y nada, lo ocurrido con servicios sociales hace casi un año atrás fue resuelto por Jake y su abogado totalmente y mantuvieron la confidencialidad.

Miró a Jake volver y nada más con ver su rostro el castaño supo que algo no iba bien.

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