|| Veinte ||

SeonWoo veía todo con emoción desde la ventana, las luces de Japón desde su habitación de hotel era algo que le hipnotizaba y no dejaba de impresionarle; era simplemente hermoso.

Tenía cinco años, casi toda las cosas nuevas le sorprendían, sobre todo si era algo lejos de su zona de confort y agradecía a su papi por estar tomando infinidades de fotos para el recuerdo al volver a Corea.

Ya que a igual que sus hijos, SungHoon vaya que estaba sorprendido por la vista y por todo a su alrededor.

Si le preguntaran hace un año si se veía en un futuro con pareja que lo enamoraba cada día más, con una vida ya estable, otro hijo en camino, un empleo además de estar pensando en terminar la universidad.

Claramente diría que ni en sus sueños se veía de ese modo.

Cumplió básicamente un año de haber conocido a Jake, las cosas realmente se dieron de forma rápida, inesperada pero como un milagro y bendición para él y su pequeña familia.

Realmente no podía pedir más, ya sentía una inmensa felicidad de ese modo y lo prefería así.

Dejó su celular de lado, aun regañaba a Jake de haberlo comprado, no tenía tanta necesidad de uno la verdad, no tenía a quienes llamar u escribir más que al castaño y a la señora Lee, mayormente lo usaban sus hijos viendo vídeos aunque a los minutos se aburrían y volvían a jugar con sus peluches de minions que jamás dejaron de acompañar a sus pequeños desde que Jake se los compró al mes de conocerse.

Se recostó en una de las dos camas de la habitación de hotel y suspiró acariciando su pancita abultada, aun seguía procesando lo de hacía horas y no podía evitar su sonrisa al recordar que en unos meses más otro precioso niño se uniría a la familia.

Había buscado por curiosidad el significado del nombre que eligieron sus hijos para su hermanito y bastante sorpresa fue al ver las palabras ''poder'' y ''fuerza'', otros decían ''poderoso'' y ''gran poder'' entre las búsquedas.

Miró a sus niños en el balcón jugar en el suelo con sus peluches mientras miraban la vista de vez en cuando, él sabía que sus pequeños a diferencia de otros niños de su edad, tenían más conocimiento y más personalidad que otros.

Notó muchas veces como Jay hablaba sin enredarse, sin tartamudear, con seguridad que él a su edad jamás tuvo hasta los doce años, siempre parecía analizar todo, sabe cuando accionar o no, él sabía que su hijo mayor no pensaba como los otros y lo descubrió cuando este leyó sin problema alguno un párrafo de un revista dejándolo impresionado ya que solamente había ido al preescolar durante un año.

SeonWoo en cambio, notó como a sus cuatro años ya conocía el abecedario al derecho y al revés aun cuando nunca fue a la escuela, ya sabía sumar y restar solo y sabía reconocer las buenas y malas situaciones cuando un niño de cinco años solo pensaba en jugar y divertirse. Jamás se quejó cuando vivieron en las calles durante esos meses infernales u cuando se le daba poca comida entendía y gustoso aceptaba lo que sea que le dieran de comer.

A veces se sentía un poco culpable de que sus niños no hubieran tenido una infancia tan normal como los demás, teniendo que vivir en lugares de bajo costo y un tiempo en las calles, comiendo poca comida y no tan saludable, viéndolo como le humillaban por trabajar vendiendo caramelos para la comida de cada día, realmente no era algo que quiso que vieran de él o que vivieran en algún momento de sus vidas.

Ahora solo quería darles lo mejor, que no volvieran a pasar algo así o un susto como cuando lo alejaron de él al ser pillados por servicios sociales. Ahora tenían un hogar, ahora tenían cosas propias, una familia formándose e incluso una presencia paterna que no creyó que en algún momento sus niños tendrían.

Jake en todos esos meses demostró querer a sus niños como hijos propios, había incluso escuchado cuando les había dicho que no buscaba reemplazar a su padre meses atrás, aquello realmente le hizo un revuelo interno enamorándolo cada vez más, ya que cada pequeña acción por insignificante que Jake hacía con él o con sus hijos, parecía enamorarle cada día.

Incluso recordaba la sonrisa de Jake mientras él tenía tremenda cara de sorpresa cuando el castaño le mencionó el inscribir a los niños al colegio y que él terminara el semestre que le faltaba de la universidad para obtener su título. Recordaba el como estuvo negándose durante una hora entera y Jake cual terco que era insistía hasta que accedió y juró no tocar el tema hasta volver de su viaje para así comenzar a arreglar la inscripción de los niños al colegio, él daría la prueba diagnostica y se inscribiría en la misma universidad en la que estuvo luego de que Riki naciera para así terminar la universidad.

Se sentía en un sueño, uno del cual jamás quería despertar.

-- papi, ¿podemos dormir un rato con usted? --La voz de Sunoo le sacó de sus pensamientos profundos y les miró a sus niños.

-- Claro que sí, vengan --Se hizo a un lado en la cama agradeciendo lo grande de esta y dejó que sus pequeños subieran y se acurrucaran lo más que podían a él sin aplastar o lastimar a su hermanito en camino.

-- Kiki, también deberías dormir un rato, deja a papi descansar --Habló JongSeong hacía la pancita de su papi acariciando esta junto a SeonWoo sacandole una risa a SungHoon.

-- Ojalá y te escuche, también quiero dormir un rato --Acarició los cabellos de sus pequeños y se acomodó mejor junto a sus niños soltando un suspiro para así dormirse casi de inmediato, ni siquiera él sabía que estaba tan exhausto.

JongSeong sonrió y también se acurrucó mejor abrazando a su peluche para caer dormido, Sunoo les miró y sonrió leve antes de acercarse a la pancita de su papi.

-- Kiki, tendrás a la mejor familia de todas --Habló bajito a su hermanito-- papi jamás se rinde ante nada y busca lo mejor para nosotros, además cocina muy rico. Jay Hyung es un gran hermano mayor, siempre nos cuidará y es muy inteligente, sabe leer y te leerá cuentos --Sonrió-- Jake Hyung es muy atento y divertido, con él jamás pararas de reír y divertirte --Dejó un pequeño besito en la pancita y arropó mejor a su papi y a su Hyung-- Yo prometo cuidarte mucho, desde bebé hasta que seamos grandes, te voy a enseñar muchas cosas y te pasaré galletas a escondidas, sé donde las guardan --Susurró como si fuese el mayor secreto del mundo y sonrió una última vez antes de recostarse entre su papi y su hermano arropándose y así caer dormido también.

El lugar se hundió en silencio, uno cómodo y tranquilo, con solos las respiraciones de los dos niños y el adulto resonando levemente en un compás calmado.

Cuando Jake llegó casi dos horas después, exhausto de la bendita reunión por la cual estaban allí, no esperó toparse con el cómodo silencio y la bonita escena en una de las camas.

Simplemente se dio una ducha y se cambió para recostare de igual modo en la cama libre, más se detuvo al ver a SeonWoo abrir uno de sus ojitos y señalar se que acercara y se acostara con ellos.

Se negó con una leve sonrisa y se acercó para arroparles mejor a los tres escuchando así lo que le dijo el menor de la familia de SungHoon.

-- Usted ahora es parte de nuestra familia y papi nos enseñó que nadie de la familia se queda fuera --Si bien fue un murmuro antes de dormir, sintió su corazón acelerarse y asintió acariciando los cabellos del niño.

Lo pensó bien y se arriesgó en recostarse al lado libre de SungHoon y abrazarle de la espalda cubriéndose un poco con la sabana de igual modo acariciando leve la pancita, inclusive su pequeño en camino se había dormido. Dejó un beso en la cabellera del pelinegro y sonrió leve sintiendo como este se acurrucó más a él y de una acercó a sus niños a ellos por lo que estiró sus brazos y de igual modo abrazó a Sunoo y Jay.

Finalmente cayó dormido en el tan cómodo ambiente que todos habían formado, un ambiente familiar que realmente Shim jamás creyó tener en ese punto de su vida.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top