|| Once ||

La música suave sonaba en el auto, un silencio cómodo los envolvía a ambos, Jake miraba la carretera mientras conducía, SungHoon miraba por la ventana y algunas veces al castaño de reojo mientras jugaba con sus dedos aun con nervios en su ser.

Ninguno se atrevía a romper el cómodo silencio que tenían, no sabrían como pero realmente SungHoon sentía que se asfixiaba de algún modo.

-- Y... ¿Has tenido citas antes? --preguntó tras un rato park en tono bajo y precavido a lo que Jake negó con una suave sonrisa.

-- Sacando de lado a las citas ficticias con mis amigos de niños en Australia, pues no, esta es mi primera cita --Rió leve sonrojando a park-- Siempre dije que esperaría a quien hiciera que mi corazón corriera peor que caballo en rodeo --Soltó sonrojando más al contrario quien cubrió sus mejillas sonrojadas con vergüenza-- ¿Y tú?¿Has tenido citas en estos años?, si no quieres contestar, tranquilo.

El pelinegro negó con una sonrisa pequeña viendo a la carretera.

-- No he salido con nadie más desde que murió HyunDae, me dediqué a sobrevivir y sacar adelante a los niños, me descuidé bastante a decir verdad --Rió bajo.

-- Sung... ¿Te sientes cómodo con esto?, no quiero que estés incomodo, si aun no estas listo entenderé, lo que menos quiero es que te sientas obligado... --Le miró Shim finalmente al parar en un semáforo en rojo.

Sintió su corazón tranquilizarse cuando park tomó su mano y le sonrió calidamente.

-- Lo estoy Jake, ya fueron cuatro años y no mentiré, aun lo extraño un poco, pero realmente sé que él hubiera querido que siguiera adelante y volviera a formar mi vida --Comentó tranquilizándole-- No me siento obligado a nada, realmente acepté porque quise salir contigo, así que estate tranquilo ¿Va?

El castaño miró sinceridad en sus ojos, ningún rastro de mentira y sonrió asintiendo antes de tomar tranquilo la mano del pelinegro y dejar un beso en el dorso de ella para seguir conduciendo luego a su destino.

Luego de tantos años, SungHoon sintió una cálida sensación en su pecho que solo sintió con una persona en especifico. Sonrió un poco viendo las calles de Seúl a medida que avanzaban, como la noche caía poco a poco y las personas caminaban rumbo a sus hogares.

-- ¿Hace cuanto te graduaste Jake? --preguntó, tenían una pequeña costumbre de soltar a veces preguntas al azar para conocerse más.

-- Hace ya unos tres años, comencé a trabajar en Australia con mi padre, al ver como me solicitaban mucho desde Seúl decidí venir e instalarme aquí --Respondió tranquilo y dejó una de sus manos sobre la del pelinegro dejando algunas caricias en el dorso de esta, park no la apartó gustoso con ello-- ¿Y tú?

-- Oh... no logré graduarme --Respondió apenado, siempre fue algo que anheló y que lamentablemente no fue posible por su ex suegra-- La madre de mi ex prometido, luego de su muerte, al quitarme todo incluyó allí mi matricula completamente pagada, no pude continuar aunque quisiera, iba por el último semestre de gastronomía.

Shim asintió mordiendo su lengua para no soltar algún insulto hacía aquella mujer, cada que era mencionada simplemente era por todas las barbaridades que le hizo al pelinegro y a sus propios nietos.

-- Lamento escuchar mucho eso... ¿Y te gustaría aun terminar la universidad? --preguntó curioso y miró de rojo la sonrisa que formó el de lunares viendo por la ventana.

-- Claro que sí, me encantaría, cocinar realmente es algo que me alentaba mucho, las cenas para mi familia cada navidad tenía que comenzarla desde el día anterior ya que siempre repetían --Soltó con toques de melancolía.

-- SungHoon... Sé que no me incumbe pero, ¿Y tú familia? --preguntó en tono cauteloso escuchando un suspiro por parte del contrario.

-- Mis papás dejaron de tratarme cuando supieron que Jay venía en camino, no estaban muy de acuerdo que tuviera un hijo a los veinte y sin terminar mi carrera... luego fue lo mismo con Sunoo, no me hablaba mucho con ellos --Relató-- La última vez que los ví fue cuando les pedí quedarme con ellos durante un tiempo en lo que buscaba un techo para vivir con los niños, me dolió que dijeran que mantuviera a los niños en mi habitación y me encargara de nosotros incluyendo la comida, desde allí no he sabido de ellos y dudo que actualmente quieran saber de mí desde que se enteraron que no logré culminar la universidad --Suspiró-- Jamás volví a hablar con mis tíos u primos, así que no te se decir con exactitud sus respectivos comentarios hacía mí.

Jake le escuchó con total atención, confirmando como por décima vez desde que conoció al pelinegro de que sus padres, a pesar de haber sido de mano dura en la crianza, eran unos ángeles a comparación de lo que había escuchado.

-- A veces la familia no es totalmente un lugar seguro, lamentablemente cosas así pasan a diario --Dijo a lo que park asintió-- Ahora que lo pienso, jamás me volveré a quejar de mis padres cuando no me querían dejar salir a jugar --Soltó y sonrió al lograr su cometido de sacarle una bonita risa al pelinegro.

-- ¿Y tú que me cuentas de tu familia? --Le miró el de lunares.

-- No mucho a decir verdad, mis papás siempre fueron de esos que aflojan y sueltan, me daban libertades pero siempre me mantenían en la mira, eran estrictos en lo que fue los estudios al principio pero al ver que me era algo sencillo decidieron darme la confianza de que lo haría solo --Sonrió.

-- ¿Enserio?

-- Sí, hasta que accidentalmente reprobé una materia y me dieron la paliza de mi vida --soltó con una risa junto a park quien tuvo que cubrir su boca-- No es mi culpa que a los profesores se les perdieran mis trabajos --alzó sus hombros y rió.

SungHoon negó riendo de lo dicho.

-- Mis tíos vivían cerca con mis primos, así que solía verme seguido con ellos e íbamos a bañarnos en los ríos o a la playa cada fin de semana si terminábamos las tareas, ya nos veías, el viernes a las once de la noche todos quemando cerebro para terminar --Rió.

-- Ay dios, no tienen remedio --Rió park a lo que Shim negó.

-- No lo tenemos, confirmo --Sonrió y estacionó el auto-- llegamos.

Bajó del auto tras tomar su billetera y dio la vuelta para abrirle la puerta del pelinegro quien se sonrojó y aceptó la mano que Shim le tendió para ayudarle a salir.

-- Todo un caballero, quien lo diría --Rió suave Sung escuchando como Jake le pasaba seguro al auto, tomó su brazo cuando Shim se lo ofreció y caminaron a la entrada.

-- Solo por tí, bonito --Le guiñó un ojo sacandole un sonrojo al contrario mientras llegaban a la recepción-- Buenas noches, tengo una reservación a nombre de Shim Jake --dijo amable a lo que la chica encargada asintió con una sonrisa y tomó dos menús para guiarles a través del restaurante.

Mientras caminaban, SungHoon miró el lugar discretamente, notando lo lujoso pero a la vez sencillo de este, las decoraciones suaves además del bonito ambiente tranquilo que había, al parecer el lugar no era del todo lujoso y daba pase a personas de distinta economía.

Miró cuando salieron al patio del lugar y les llevaron a una mesa apartada, habían varias parejas allí en mesas que se encontraban con grandes separaciones discretas que les daba su privacidad a cada uno, habían luces en lámparas chinas colgando de los árboles dando un ambiente tranquilo y a unos metros, de seguro y para los eventos privados, estaba una pequeña banda que daba música tranquila al lugar.

Las mesas eran redondas, manteles blancos con detalles dorados cubrían estas, sillas en tono blanco de igual modo, sobre la mesa decoraba un pequeño florero con una rosa roja y tres velas dándole un toque romántico, los platos perfectamente colocados junto a un envase con hielo y un champán dentro con dos copas.

Jake hizo a un lado una silla para que se sentara sacandole un sonrojo suave mientras agradecía por lo bajo y se sentaba, el castaño no tardó en sentarse y ambos agradecieron cuando la empleada les entregó el menú y reverenció asegurándoles volver en unos minutos a tomar sus ordenes.

-- Este lugar es hermoso --Jake notó el bonito brillo en ojos del contrario enterneciendolo.

-- Lo sé, sabía que te gustaría --Sonrió tranquilo y miró el menú-- No se tú, pero yo no tengo la menor idea de que ordenar --rió.

-- ¿Me lo dices a mí?, lo más lujoso que he comido es una hamburguesa --Alzó una ceja divertido a lo que Jake rió.

-- ¿Ordenamos el especial de hoy? --Le miró.

-- ¿Qué es? --El pelinegro miró el menú intentando no desmayarse por ver los precios allí.

-- Creo que langosta en salsa agridulce --Respondió Shim.

-- Soy alérgico a los mariscos --Hizo una mueca SungHoon-- Langosta, cangrejos, almejas, mejillones, esas cosas, una vez intenté comerlas y estuve tres días internado en el hospital --tembló levemente.

-- Gracias por el dato, ya sé a donde no te debo llevar en alguna otra futura cita --Le guiñó el ojo coqueto sonrojando al contrario quien rió leve-- Creo que el filete está bien, ¿Te parece?

-- Me parece bien --Sonrió el contrario aun con un suave sonrojo en sus mejillas.

La empleada nuevamente volvió y tomó sus ordenes, antes de irse abrió el champán y lo sirvió en las dos copas para luego retirarse a la cocina.

-- propongo que brindemos --Jake tomó su copa y la alzó leve hacía el pelinegro quien sonrió y le imitó.

-- ¿por? --Alzó una ceja.

-- por tu nuevo comienzo, tu nueva vida y la de tus hijos, sé que tu futuro será mejor y espero poder tener la oportunidad de estar en él --Sonrió viendo la hermosa sonrisa del contrario.

-- Y por tí, fuiste una bendición en nuestras vidas y espero lo mismo, que estés en nuestro futuro que sé que comenzará a mejorar --Sonrió el más bajo.

-- Salud --Shim sonrió chocando con cuidado ambas copas.

-- Salud --park le imitó antes de darle un sorbo leve a la bebida alcohólica sin apartar su mirada de los bonitos ojos del castaño.

Realmente fue una noche diferente y única para ambos, entre charlas y risas donde se conocieron más que antes, una cena tranquila con un ambiente romántico que le daba un toque único.

Realmente una noche que ninguno de los dos olvidaría.

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