|| Catorce ||
Los rayos del sol comenzaron a traspasar poco a poco por las ventanas sacando provecho de que las cortinas estaban abiertas para golpear en la cara a ambos adultos que dormían tranquilamente abrazados en la cama.
La sábana acolchada azul oscuro cubría la anatomía desnuda de ambos chicos quienes dormían tranquilamente con piernas entrelazadas, el pelinegro de los dos descansaba su cabeza en el pecho del castaño tranquilizado con los latidos del corazón de este y sus brazos apresando su torso.
El castaño le abrazaba y apegaba al más bajo a sí mismo cada que podía acariciando su piel desnuda con cariño, asegurándose que no se esfumara.
Jake se removió un poco sintiendo el peso extra en su pecho, abrió de a poco sus ojos y miró las facciones tranquilas de SungHoon al dormir a lo que sonrió un poco al recordar la noche anterior.
Su cabeza dolía un poco debido a la resaca, no recordaba tantas cosas de forma clara, como el momento en que ambos decidieron hacer eso, agradecía por sí recordar cuando el pelinegro le dio su consentimiento y el estar seguro de ello; borracho o no, jamás haría algo que SungHoon no quería.
Acarició con cuidado extremo las hebras negras del contrario, viendo como este se removía tranquilo a gusto con las caricias para seguir durmiendo soltando un leve suspiro con ello. Él de igual modo suspiró cerrando sus ojos mientras continuaba en su trabajo de mimar el cabello contrario más un movimiento brusco de SungHoon le hizo asustarse y levantarse.
Maldecía el día que comenzó a dormir al borde la cama, ya que debido a eso, al susto y el arrimarse de golpe terminó en el suelo bajo la mirada aun adormilada del pelinegro quien se había sentado en la cama de golpe.
-- Buenos días a tí también --Se quejó sobando su nuca el castaño desde el suelo.
-- P-perdón... --Bostezó el menor-- No quería asustarte, solo recordé que debía ir por los niños --El pelinegro trató de acomodarse en la cama más una pequeña mueca de dolor apareció en su rostro-- Joder, me duele la cintura.
Ambos compartieron mirada antes de sonrojarse hasta el tope, el pelinegro cubrió su rostro todo coloreado bajo sus manos y Jake soltó una leve risa avergonzada mientras buscaba por el suelo, entre tanto desastre de ropa regada, su ropa interior.
-- L-lamento si fui... y-ya sabes, m-mu br- --El castaño fue interrumpido por una almohada estrellándose contra su cara.
-- Sinvergüenza --Chilló el pelinegro aun con las mejillas rojas-- N-no lo fuiste, s-solo... y-ya sabes, t-tenia b-bastante tiempo s-sin h-hacerlo...
para ambos era un poco gracioso como dos adultos con vidas hechas, uno de ellos con hijos incluso, estaban totalmente tímidos y avergonzados de hablar de temas íntimos luego de tener relaciones.
Jake asintió entendiéndolo y se levantó tomando las ropas de los dos y tirarlas en la cesta de ropa sucia.
-- Iré a asearme para hacer algo de comer, si quieres descansar un rato más hazlo --Sonrió tranquilo y dejó un beso en la mejilla del pelinegro quien no creía que podía sonrojarse más de lo que ya estaba antes de asentir-- Si quieres tomar algo de mi armario eres libre de hacerlo, precioso.
Dicho esto, el mayor se fue a asear mientras el pelinegro se tumbaba nuevamente en la cama con su sonrojo en sus mejillas tratando de recordar un poco lo de la noche anterior.
Se enrolló de cabeza a pies con la sábana y fingió dormir cual oruga enrollada mientras sonreía leve para sí mismo. Jake a pesar de todo, de ambos estar con al alcohol en sus sistemas, jamás perdió el cariño ni el cuidado en ningún momento de la noche, le había tratado cual cristal que estaba a punto de romperse y aquello realmente le encantó para ser sinceros.
A pesar de casi siempre estar desaliñado, SungHoon estaba consciente de que no era relativamente feo, más de una vez se llevaba miradas de chicas y chicos en la calle, estando y no estando en su anterior situación económica o cuando vivía en la calle, más de una vez se le habían acercado a coquetear, cosa que no volvía a suceder una vez veía a sus hijos a su lado.
El saber que Shim no era uno de esos, que solo lo buscaba para una noche -Seamos realistas, incluso le habían preguntado y ofrecido dinero por ello, cosa que jamás aceptó y solo se llevaban un golpe o una bofetada- o para ilusionarle le tranquilizaba; Jake era diferente y lo sabía.
Salió de sus pensamientos al escuchar la puerta de la habitación cerrarse con cuidado a lo que salió de su escondite y miró alrededor buscando rastro de Jake más no lo encontró.
Se sentó y trató de escuchar si la ducha estaba en función más solo logró escuchar algunos ruidos en la cocina por lo que se levantó con cuidado, ignorando un poco el dolor en su cintura para buscar una toalla y correr a encerrarse en el baño para asearse.
Tardó solo un par de minutos en ello y salió antes de ir a su habitación para buscar algo que colocarse. Rascó su nuca mientras trataba de encontrar la camiseta del día anterior hasta recordar donde se suponía que debía estar.
Con sus mejillas volviendo a un tono carmesí, fue rápido a la habitación de Jake y buscó su camiseta hasta dar con ella en la ropa sucia.
-- Rayos... --Murmuró para sí mismo y miró alrededor hasta dar con el armario del arquitecto.
Sonrió leve al recordar lo que le había dicho casi media hora atrás y rebuscó en él hasta dar con una camiseta algo grande de pijama, quizás unas dos o tres tallas más grandes que la suya, se la colocó viendo que le llegaba hasta los muslos y decidió quedarse así un rato.
Sacó las sábanas de la cama y la tiró en la cesta para colocarle unas limpias, luego de ello salió rumbo a la cocina con su cabello aun húmedo.
Divisó la figura de Jake terminando de servir algo en una bandeja y se sonrojó leve al ver que usaba el pantalón de pijama que iba a juego con la camiseta que traía puesta; vaya coincidencias tenía el mundo.
Y por si se preguntaban, sí, el australiano solo tenía su pantalón y andaba sin camiseta, SungHoon ya creía que el mayor tomó el pasatiempo de avergonzarlo o verle sonrojado.
-- Cambié las sábanas de tu habitación y limpié un poco, para que te relajes --Mencionó yendo a la barra y sentándose en un taburete.
-- Yo ya iba a dejarte el desayuno a la cama --Sonrió Shim dejando la bandeja frente al pelinegro antes de ir por su propio desayuno-- No hacía falta, pero gracias de igual modo.
Park rió bajo y comenzó a comer gustoso con el sabor de la comida, mayormente era él quien hacía el desayuno, así que probar otro sazón le era un poco satisfactorio.
-- Te queda muy hermosa esa camiseta --Soltó de la nada el mayor haciendo que el menor se atragantara con la tostada y comenzara a toser como desesperado alarmando a Jake quien corrió a darle palmadas en la espalda.
-- ¡Idiota! --Chilló sonrojado.
Jake solo rió escandaloso y tranquilamente continuaron el desayuno entre charla trivial hasta finalmente terminar, lavaron los utensilios usados entre los dos y fueron a cambiarse para así salir.
En el auto no fue tanta diferencia al desayuno, la música de fondo era opacada por la charla de los adultos y sus risas leves durante todo el camino a la casa de los Lee.
Jake notó la cafetería cerrada a lo que se estacionó frente a la entrada de la casa que quedaba a un lado de esta y bajaron tranquilamente para tocar el timbre.
La dueña del café no tardó en abrir y sonreírles amablemente dejandoles pasar.
-- Chicos, creí que vendrían más tarde, los niños están en el patio jugando --Sonrió la mujer tras darle una taza de café a ambos que aceptaron gustosos.
-- Pensé que venía más bien tarde --Sonrió Hoon tomando un poco su café.
-- Hubieran aprovechado el tiempo solos --La mujer subió y bajó sus cejas con una mirada pícara a lo que ambos chicos se tornaron completamente rojos hasta las orejas sacandole una risa a la mujer mayor.
-- ¡Papi! --El gritillo agudo de SeonWoo se escuchó y los tres mayores vieron al niño correr hasta abrazar a Park quien rió cargándole, agradecía que Jake le hubiera dado una pastilla para el dolor-- Lo extrañé mucho --Puchereó recibiendo un beso en su mejilla.
-- Yo más mi vida, a tí y a tu hermano --Sonrió besando la punta de la nariz del niño quien rió-- ¿Donde está por cierto?
-- ¡Aquí! --Hoon sonrió viendo a Jay correr y abrazarse a su pierna.
-- ¿Y esa flor? --Alzó una ceja SungHoon viendo la pequeña pero bonita flor en manos de su hijo mayor quien se sonrojó leve.
-- ¡Se la dio HeeSeung Hyung y le dijo que era muy bonito! --Rió Sunoo-- Ambos se pusieron rojitos --Canturreó el menor con un tono burlesco.
Jake trató de contener la risa al ver el rostro descolocado del pelinegro, quien miró feo al niño mayor cuando este entró, la mujer allí solo soltaba risas escandalosas sin disimulo alguno.
-- Lee HeeSeung, tú y yo tendremos una seria conversación luego jovencito --Mencionó a lo que el niño se señaló a sí mismo y luego huyó a esconderse.
-- Jay Hyung tiene novio, Jay Hyung tiene novio --Canturreó Sunoo con mirada traviesa viendo a su hermano colocarse rojito y correr para que Jake lo cargara -cosa que pasó rápidamente- y así esconderse en su cuello.
-- ¡Eso no es verdad! --Chilló el hijo mayor de SungHoon.
-- ¡Él dijo que cuando sean grandes él se casaría contigo! --Le señaló Sunoo y abrió sus ojos-- Ups.
-- ¡¿Qué?! --Chilló SungHoon sin entender cada vez menos.
-- Estos niños de ahora --La mujer suspiró dramática negando antes de reír-- Mi Hee es todo un galán, ¿Quien lo diría?
-- Sí, sí, que lo sea, pero no con mi hijo, está pequeño aun --Chilló el Park mayor dejando a Sunoo en el suelo quien corrió a por sus cosas y la de su hermano quien parecía no tener intensiones de salir de su escondite.
-- Típico de padre sobre protector, aun con cincuenta años dirás que está pequeño --Rió la mujer recibiendo de vuelta las tazas vacías de ambos chicos-- Gracias por dejar a los niños quedarse, realmente se divirtieron mucho anoche, jugaron hasta que se quedaron dormidos los tres --Sonrió la mujer.
-- Gracias a ustedes por invitarlos, realmente es nuevo para ellos esto, pero no crea que no tendré a HeeSeung en la mira --Sonrió como si nada a lo que la mujer rió asintiendo.
-- Lo tendré en cuenta, igual están pequeños aun, dudo que sepan lo que digan --Se encogió de hombros la mujer.
-- Oh, lo dudo mucho señora --pensó Jake recordando las variadas veces que tanto Jay como SeonWoo le habían demostrado no tener una mentalidad de niños de seis y cinco años cualquiera-- Esos niños saben más que bien lo que están diciendo...
-- Jake, ¿Pasa algo? --Le miró la mujer a lo que Hoon de igual modo le miró.
-- No nada, solo recordé algo --sonrió.
SungHoon la mujer asintieron y siguieron su charla en lo que SeonWoo buscaba sus cosas y las de su hermano.
Estuvieron un rato más allí hasta que ambos niños tuvieron sus cosas a la mano, se despidieron agradeciendo por la invitación antes de salir.
En vez de ir a casa, Jake les invitó un helado a todos y luego ir a disfrutar una feria que estaba en la ciudad.
SungHoon sintió un ambiente familia que aceleró su corazón en cierto punto, sobre todo al ver a Jake cargar a Sunoo en sus hombros y caminar d el amano con Jay tranquilamente mientras elegían algodones de azúcar.
Sonrió leve, su vida estaba tomando un torno distinto a lo que creía.
Y le gustaba eso.
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