Min Yoongi ya había tenido demasiados fracasos amorosos y hasta cierto punto ya estaba harto de amar y ya no esperaba que alguien lo amara. Quizá era masoquista o la vida no lo quería en realidad, ya que siempre que encontraba una pareja nueva, todo resultaba mal al final.

Uno de sus locos amigos lo había convencido para que se creara una cuenta en la famosa plataforma naranja en la que puedes leer y escribir libros, al parecer su amigo le había dicho que un buen libro podría curar su adolorido y solitario corazón. Pasaron los meses desde aquel día y Yoongi se había enviciado totalmente con los libros, leía uno tras otro sin parar y sin importarle trasnochar para terminarlos, primero era un lector fantasma y luego comenzó a socializar más con las personas.

Siendo el caso y de una manera muy extraña, Yoongi termino interesándose por el famoso Daddy Kink. Al principio no tenía ni la menor idea de lo que era o significaba aquella expresión, pero luego de ignorar miles de libros con dicho contenido, pensó que no estaría mal leer uno de esos solo para variar, y eso lo animó a empaparse e inmiscuirse en el mundo del daddy kink hasta el punto de querer buscar un daddy para si mismo. Se podría decir que Yoongi se había obsesionado terriblemente con ese fetiche a sus diecisiete años de edad, de modo que anhelaba ser el baby Boy de algún daddy que se encontrara por ahí.

Yoongi empezó su búsqueda con ayuda de uno de sus amigos cibernéticos, el cual ya estaba mucho más familiarizado que él con el asunto y que incluso ya había tenido experiencia tanto con el daddy kink, como con el mommy kink.

— ¿Entonces crees que podría encontrar un daddy para mí? — Le preguntó en su último mensaje de texto y para el cual esperaba una respuesta aunque sea un poco favorable.

— Claro que puedes, mírame a mí, soy muy feliz con mi daddy, es un amor completo.— Le contestó su amigo, lo cual le dio alas para continuar con su loca búsqueda de encontrar al daddy perfecto.

Respiro profundo y pensó bien en si de verdad quería ese tipo de relación, pero luego de haberlo pensado tanto, no se echaría para atrás en el último minuto. Fue a la pagina de búsqueda y buscó todos los usuarios con el nombre daddy y que también estuvieran buscando a un lindo Baby Boy como él. Y para su gran "suerte", lo primero que encontró fue la pagina de un tal daddy secret, Le parecía interesante.

"daddy esta listo para jugar contigo, no dudes en enviarme un mensaje"

Su descripción era clara, al parecer no tenía ningún baby boy y seguía en la busca de uno. Esta era su oportunidad de experimentar en ese mundo nuevo que hacía poco había descubierto.

Así que después de respirar profundamente y armarse de todo su valor, decidió escribirle un mensaje a el chico detrás de ese usuario.

— Hola — Fue lo único que se le ocurrió, estaba muy nervioso y su clase de la Universidad estaba a unos quince minutos de empezar y debía guardar su móvil para prestar la suficiente atención en su clase.

El catedrático entró y su clase comenzó, se sentía nervioso, quería saber si el chico le respondería, pero por alguna razón también quería que él chico lo ignorara y no respondiera a su mensaje. "Alta bipolaridad la mía" Pensó al notar sus tontos pensamientos que eran guiados por su nerviosismo.

Sintió su teléfono vibrar y con eso también sintió como su estómago se retorcía de los nervios. Saco lentamente el celular de sus bolsillo izquierdo y encendió la pantalla para ver las notificaciones en su pantalla de bloqueo.

"2 respuestas de daddy secret"

Pensó y re pensó en si abrir el mensaje para ver que decía. En su interior había una mezcla de miedo, ansiedad, curiosidad y duda. Desbloqueó su teléfono y fue a su bandeja de entrada y al mirar los mensajes se dio cuenta de que solo le había respondido con un: "hola" y una carita feliz, nada para morirse.

— ¿Qué es un daddy? — Le preguntó como respuesta a la vez que se daba un zarpazo mentalmente, no era la mejor forma de comenzar una conversación y su pregunta no era algo a lo que en realidad no supiera la respuesta. A los pocos minutos su teléfono volvió a vibrar indicándole que ya tenía una respuesta a su pregunta.

— No es que sea un experto, pero según lo que yo sé un daddy es un hombre al que le gusta dominar en las relaciones sexuales y en otras cosas. Además de brindar placer y cariño, pero como te digo, soy amateur y estoy buscando a quien mimar.

Yoongi sintió que algo volvía a retorcerse en su interior, era su oportunidad y no iba a perderla. — ¿O sea que usted puede ser mi daddy? — Preguntó como respuesta.

— Si tú así lo deseas puedo ser tu daddy.— Le contestó el chico detrás de ese chat.— Solo debes enviarme tu número de teléfono y así podremos intercambiar fotografías y otras cosas, quiero enseñarte todo lo que sé.

¡Oh, oh! Eso sí no le pareció en lo absoluto, era demasiado reservado con las cosas que le pasaban, y mucho más con sus número telefónico y datos personales, mucho menos compartiría fotos de su cuerpo con esa persona, no se imaginaba haciendo tal cosa y más porque pensaba que no tenía un cuerpo bonito. De modo que decidió decir una pequeña mentirilla para despistar.

— No tengo teléfono, estoy usando un iPad — Le respondió con la esperanza de valor su número telefónico.

— Oh, entonces podemos hablar por Kakao talk, puedes abrirlo con un correo electrónico. —Recomendó la otra persona, al parecer siempre encontraría una forma de salirse con la suya, pero Yoongi no estaba dispuesto a ceder.

— Mi iPad es vieja, la aplicación no es compatible.— Mintió a la vez que pedía porque la otra persona creyera en sus palabras.

— Oh, que desafortunado inconveniente. — No dijo nada más, esa fue la única respuesta.

— Bueno, supongo que será en otra ocasión, espero que encuentre un buen baby boy.— Respondió un poco desconcertado, su oportunidad se la estaba llevando el viento, y era su cualpa por ser un miedoso como él decía, cosa que en realidad no era del todo cierta, en realidad era un joven muy valiente.

— En realidad estoy muy interesado en ti, supongo que podemos tener una relación solo por chat mientras consigues un nuevo teléfono. — Eso hizo que algo en Yoongi se alegrara, al fin había conseguido un daddy, lo que tanto había querido.

Y así empezó la relación de ambas personas, pero no fue tal y como Yoongi lo soñó. Al principio todo era amor y muchos mimos, pero luego todo se volvió promiscuo, incómodo y muy indecente para su gusto. Yoongi amaba hablar con ese chico de pie blanca llamado SeokJin, era un ser malditamente sexi y muy hermoso, había caído completamente en sus garras, pero ya estaba empezando a hartarse de que todo fuera sexo, sexo y más sexo.

Ya estaba cansado, y era tan temeroso y penoso que no se atrevía a poner fin a la relación, aunque estaba demasiado tentado a hacerlo, pero se sentía intimidado al saber que estaba tratando con un hombre de veintitrés años, era casi cinco años mayor que él. Todo lo que sentía era contrario a lo que Taehyung le había contado que había sentido con uno de sus daddies. Se suponía que debía sentirse amado y protegido, y claro, tener relaciones no estaría mal de vez en cuando aunque fuera solo por chat hot.

Un buen día en que su daddy le había escrito borracho casi a media noche, este le confesó que estaban a punto de borrar su cuenta por contenido inapropiado, al parecer exhibir sus imágenes con contenido subido de tono no había sido del agrado de algunas personas que también usaban la misma plataforma que ellos, así que quien sabe cuenta gente lo denuncio por semejante tipo de contenido.

"Bueno, fue bueno mientras duro" se dijo a sí mismo en sus pensamientos, aunque en sus adentros le agradaba la idea de que ese chico desapareciera de su vida. Así que pensó -en un momento de desesperación- en terminar el trabajo y así terminarán echándolo de wattpad, era una fantástica idea. Lo denunció, sin pensarlo dos veces el también denunció al chico que en ese momento era su "amado daddy" lo quería, pero a la vez le tenia cierto temor.

Su daddy le entregó su número de teléfono como última cosa, si decidía llamarle o enviarle un mensaje algún día, la decisión estaría en la manís de Yoongi y de nadie más. Y los días pasaron, aún recordaba esa noche, esa noche en la que había estado conversando animadamente, al parecer SeokJin no era tan incomodo a veces, esa noche había hablado por mensaje de texto como nunca lo habían hecho, había reído tanto que había dormido genial esa noche.

El siguiente día se levantó y se encontró con los "Buenos días" que le dejaba SeokJin todas las mañanas. Le respondió con un "buenos días papi" y se fue a tomar una buena ducha para empezar el día. En el transcurso de la mañana no obtuvo respuesta alguna, así que al mediodía decidió revisar mejor su bandeja de entrada y precisamente ya no estaba, su perfil ya no existía, su daddy había sido borrado del mapa, ahora se lo había quitado de encima, pero algo en su corazón le dolió y le decía que aunque sea un poco lo quería.

"Y así fue como el primer amor de Yoongi falló, un amor que describiría como terrorífico, pero no se rendiría, porque estaba decidido a encontrar a alguien que lo amara con todo y sus obsesiones"