Mientras Leah recorría los nevados terrenos de Dallas, ante la oscuridad de la noche. En la propiedad Morgan había una discusión, de la cual Blake se había hecho partícipe. En cambio Henry, Chris, Tom y Jace habían salido a buscar a la joven.

- ¿Qué pensabas Margot?- cuestionó Blake- No eres más que una arpía y por tu culpa Leah está en peligro

- ¡No voy a permitir que me llames así!- le grito de vuelta la rubia

- Sólo te digo lo que eres... Una arpía-  repitió la pelinegra

Margot no perdió el tiempo y se lanzó sobre Blake, ambas calleron al piso que era cubierto por la nieve. Jeffrey con ayuda de Camila separaron a las dos mujeres.

- Sera mejor que te vayas, Margot- pidió el vaquero

- Si, eso haré- asintió la mujer y se alejó

Blake aún miraba con rabia al hombre, el cual muy en el fondo se encontraba muy apenado por todo lo que estaba pasando.

- Ella te quiere, Jeffrey, ¿y asi le pagas?- cuestionó Blake con tristeza- Tu difunta esposa Amanda, estaría muy decepcionada de esto- músito negando levemente

- No creo que papá haya besado a Margot- defendió Millie- El realmente quiere a Leah

- Pues no lo demostró está noche- dijo Camila con seriedad

- ¿Cómo es que no le crees a papá?- cuestionó la Morgan más pequeña

- No Millie, Camila tiene razon, pero jamás engañaria a la mujer que quiero- afirmó Jeffrey mirando a Blake

- Si algo le pasa, todo será tu culpa- emitió la pelinegra entre dientes

/.../

Pierce estaba en su casa, Blake lo había enviado, era un tanto mayor y no quería que estuviera a mitad de la tormenta buscando a Leah, es por eso que los chicos se encargaban de eso.
Pero entre la nieve, Leah había optado por dar la vuelta y volver, en su regreso, se topó con los chicos. Y todos volvieron juntos. Henry se había ido con Jace, Leah lo había enviado con Blake, para que le avisará que estaría bien.
Justo ahora Chris y Leah estaban en el establo de la propiedad Monroe, observando a los caballos que había llegado hace días.

- Te calman, ¿O me equivoco?- pregunto el hombre al ver como la castaña acariciaba a un caballo

- Si, así es- afirmó ella en un susurro poco audible

- Los caballos son la mejor compañía que alguien puede pedir- comentó Chris soltando un suspiro- Deberías de ir con tu padre, debe de estar preocupado- agregó el hombre poniendo una mano en el hombro de su amiga

- Que descanses- dijo Leah sin más y se alejó de Chris

La chica camino hasta su casa, se despidió de Tom, el cual salía de esta. Al entrar su padre no dudo en acercarce y le dio un fuerte abrazo. Leah no pudo evitarlo y comenzó a llorar, dejando salir todo el dolor que sentía.

- Esta bien, pequeña- susurro su Pierce, mientras acariciaba la espalda de su hija- Desahogate- músito en un tono más bajo

Algunos minutos después, Pierce ayudó a Leah a subir, aún tenía el esguince y el frío había hecho que empeorará. Ya en la habitación, le dio algo de ropa más abrigada a su hija. Aguardo afuera de la habitación hasta que lo llamo y la ayudó a arroparse.

- Margot tenía razón- músito Leah con la voz entre cortada

- Esa mujer esta loca, nada de lo que sale de su boca debe de ser escuchado- replicó Pierce- No pienses más en lo que te dijo, trata de descansar- susurro y beso la frente de su hija

Pierce se levantó de la cama, para encaminarse a la puerta, pero Leah lo llamo.

- ¿Te quedas conmigo?- pidió la chica

- Si hija- asintió su padre y se acostó junto a ella

- Estoy segura que mañana vendrá- comentó Leah, mientras miraba el techo

- No puede obligarte a hablar con el- emitió Pierce

- Lo se, pero el hecho de saber que estará aquí...No quiero verlo

- ¿Qué quieres que haga? ¿Uso mi arma?- pregunto su padre tratando de sacarle una sonrisa

- Vámonos al bosque, a acampar y no se lo digas a nadie- pidió Leah mirando a su Padre

- Salimos mañana a primera hora- afirmó el hombre con una leve sonrisa

Lo que Leah necesitaba era pensar las cosas y sabía muy bien que no podía hacerlo si Jeffrey iba a buscarla por la mañana. Si lo hacía, su padre trataría de correrlo y eso causaría una pelea, de la cual no quería ser partícipe.