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—Pasa ¿quieres beber algo? tengo agua, refresco, café o té —me dice Sammy tratando de sonar tranquila, pero se nota el nerviosismo en su voz y en sus acciones.
—Permiso —digo entrando al pequeño apartamento —no gracias no te preocupes —trato de tranquilizarla— solo estaré unos minutos, llamare a mi papá o esperare a que pase la lluvia —digo mientras me siento en uno de los sillones de la sala.
—De acuerdo —parece calmarse un poco— oye gra...
No pudo terminar su frase ya que en su camino a la sala se tropezó y cayo justo encima mío, Dios esta chica si que es torpe.
—L-lo siento yo me tropecé —dice muy incómoda y con la muy cara roja muy cerca de mi.
—Tranquila —le digo tratando de sonar normal.
De pronto golpean la puerta de manera desesperada haciendo que nos separemos de golpe.
—¡SAMMYYYYY ¿ESTAS AHIIIII? NO CONTESTAS EL TELEFONOOOO ¿QUE SUCEDEEEEE?! ¡SAMMYYYYY! —la voz se como una mezcla rara entre preocupación y molestia.
Sammy corre a abrir la puerta.
—¡DETENTE! calmate Jake estoy bien, Dios, vas a despertar a todo el edificio —dice algo molesta.
Jake entra de golpe al departamento antes de que Sammy pueda reaccionar.
—Lo sé, —su voz se oye más calmada— pero no contestabas y dada la hora y lo que paso hoy me preo...
Jake se percata de mi presencia y de pronto vuelve a sonar molesto.
—¡¿Quién es él y qué mierdas hace aquí?!
—No es lo que parece.
Mierda ¿cómo termine en esta situación?
Ah si, ya recuerdo.
2 DIAS ANTES.
—Bueno aquí estamos —dice Adam muy contento.
—Este lugar tiene las mejores malteadas —dice Theo igual de contento.
—Aparte de tener a las mujeres más hermosas —dice David cuando se acerca una camarera a tomar nuestra orden y sonríe ante el comentario.
No lo puedo negar la chica es hermosa es morena con el cabello rizado hasta los hombros y tiene unos ojos azul celeste muy llamativos.
—¿Qué van a ordenar?
—Una malteada de vainilla para mi —dice Adam.
—Para mí una de chocolate —dice theo.
—Para mi también —digo yo.
—Yo quiero una de galleta y ¿puedes ponerle algo extra? Hermosa —dice David algo coqueto a la camarera.
Ella se ríe.
—¿Cómo qué? ¿una lluvia arcoiris? —le dice ella en el mismo tono coqueto mientras le acaricia el cabello.
Ambos se rien y David la mira algo nervioso mientras ella termina de anotar nuestra orden y se va.
—David se quiere casar con ella —dice Adam en tono burlón y todos nos reimos.
—Jajajajaja sí, eso sí consigue hablarle sin ponerse nervioso —dice Theo y Adam estalla en carcajadas.
—Que lindo que les divierta —dice David en un tono sarcástico, pero siguiendo el juego— No se preocupen, un día lo haré, le pediré que sea mi novia —dice con una sonrisa optimista.
—¿Cuándo? ¿A los 80 años? —dice Adam, y ahora es Theo quién estalla en carcajadas.
—¿Y por qué no la invitas a salir ahora? digo, se nota que está interesada en tí —pregunto.
David se sonroja y mira en dirección a la chica.
—Porque Don David Juan —dice Adam de manera muy exagerada provocando que los tres se rían— es un mujeriego que cambia rápido de chica.
—Oigan, eso no es tan...
—Las chicas las cambia cada 2 semanas, aunque hay casos donde les dura 1 semana —Adam lo interrumpe.
—Si me han...
—Lo máximo que le han durado es 1 o 2 meses.
—Eso es tiempo norm...
—Sip creeme cuando te digo que la mayoría las ha traído aquí —dice Theo.
David se molesta.
—¡Ay bueno ya! Es cierto que he salido con algunas, muchas mujeres, pero es es parte del pasado —la voltea a ver — ¿pero qué quieres qué haga? Con Adam pareciendo asexual y Theo pareciendo gay es normal que las mujeres lleguen a mí; Además, desde que me fije en ella no he salido con más nadie —lo dice justo cuando ella llega con nuestras malteadas.
—¿Y cómo sé que puedo creerte? —dice ella en tono cortante y se va.
—Nunca me has dado la oportunidad de demostrarlo —alcanza a decirle pero ella lo ignora.
—Bien hecho galán —dice Adam y de pronto su teléfono suena— ¿hola? Si estoy con él... ¿qué justo ahora? Vale vale de acuerdo —cuelga y de pronto una expresión cansada recorre su cara—Theo tenemos que irnos era el jefe dice que hay una emergencia en el taller y debemos ir ahora.
—Ya va, no entiendo ¿si la invitaste a salir? —pregunto algo confundido.
—Nooo —dice Theo casi en berrinche— yo quería escuchar la historia otra vez —lloriquea.
—Ya la has escuchado unas 10 veces— se queja Adam
—¡Es que no lo entiendes! Me encanta, es fuerte y me causa mucha gracia, la necesito para vivir —dice Theo de manera exagerada.
—Que bueno que vivas a base de mi dolor y sufrimiento —se queja David y los ambos se ríen.
—Vamos, pongamos las malteadas para llevar, yo invito— dice Adam y un triste Theo lo sigue.
—Entonces la invitaste a salir.
—Si, varias veces, pero ella me rechazó —dice David encogiéndose de hombros — lo que sucede es que ella es mi vecina y somos amigos desde la infancia lo que ha hecho que me haya visto salir con cada chica, siendo sincero con todas las que he salido me han interesado pero solo eso, no me han hecho sentir algo fuerte; hasta que me encontré con ella de casualidad en una fiesta bailamos, bebimos nos divertimos mucho toda la noche y desde entonces no la puedo sacar de mi cabeza y estoy seguro que ella siente lo mismo.
—¿Entonces que sucede? ¿o sucedió? —pregunto sin terminar de entender.
—Una semana después de la fiesta se enteró que yo salía con una chica que también trabaja aquí y que terminamos de muy mala manera, ya que al parecer ella se enamoró de mi pero yo no sentía eso, y no la iba a tener en espera por algo que no podía corresponder, seré mujeriego pero no soy un desgraciado. Resulta que son muy unidas y ella tuvo que ver como le afectó, me dijo que no quería ni comer —dice algo triste.
—Wow, lamento haber preguntado —digo algo apenado.
—Tranquilo, es karma supongo —dice de manera neutral— igual no todo es tan malo luego de varios intentos de conquistarla me dijo que si pasaba más de 3 meses sin salir con nadie me daría una oportunidad y ya pasaron 5 y medio y de verdad que no dejo de pensar en ella —dice optimista y con una sonrisa —y se que ella tampoco, solo se está haciendo un poco la difícil por eso no la termino de invitar a salir —dice viendo a la chica.
—¿Cómo se llama?
—Emily —dice sin dejar de verla y con una sonrisa, misma que ella corresponde cuando sus miradas se cruzan.
—Deberías invitarla ahora —le digo animándolo.
—¿En serio debería? —pregunta tímido— no se si ella quiera.
—No lo sabrás si no lo intentas —lo animo más— mira, se nota a leguas que hay algo fuerte entre ustedes, estoy seguro de que aceptará.
De pronto, un chico guapo de piel oscura se acerca a hablar con Emily, quien ahora estaba en el mostrador, y se nota claramente lo que quiere; cosa que hace molestar a David. Ella solo lo mira indiferente pero luego de percatarse de su mirada, ella le sonríe al sujeto, como si quisiera darle celos a David.
—Además o lo haces tu o alguien más lo hará por tí —digo refiriéndome al tipo.
—Wow es cierto lo que dijo Adam de tí —me dice algo impresionado.
—¿Qué te dijo ese idiota de mí? —digo riendome.
—Que eres un tipo raro pero que eres una buena persona, que se puede hablar y confiar en ti porque tus intenciones nunca son malas. —recuerda —Y dado qué le estas dando animos a alguien que ni conoces para que salga con la chica que de verdad quiere, veo que es cierto.
—Jajajajaa me pinta como una buena persona.
—¿No lo eres? —pregunta confundido.
—No, o al menos no del todo... —respondo mientras varios recuerdos vienen a mi cabeza.
"Pronto terminaremos con todo esto, lo prometo".
David parece darse cuenta porque no dice nada en un rato.
—¿Puedo preguntarte algo? —pregunta algo interesado.
—Adelante —respondo tranquilo
—Adam me dijo que antes ambos eran parte de una pandilla y que tú eras una persona más feroz que nunca huía de una pelea, pero cuando me golpeaste dijiste que ya esos tiempos se acabaron ¿puedo saber qué pasó? —pregunta algo tímido.
—Si, antes éramos parte de una pandilla curiosamente en una secundaria que también tachaban de "Atroz", era genial, nos cuidábamos mucho el uno al otro e intentábamos cuidar a los demás, solo levantamos el puño contra aquellos que herían a los demás, éramos algo asi como justicieros, y nuestro sueño era llegar hasta la cima —digo nostálgico —pero los sueños siempre terminan siendo diferente a la realidad, cuando creímos alcanzarlo todo, tuvimos una pelea y no terminó nada bien —digo triste.
—Rayos, lo siento, no debí preguntar —me dice apenado y se le nota algo incómodo.
—Descuida, son cosas que pasan, luego de eso me mude aquí y pienso mantener esos ideales por mí cuenta —digo tranquilo— pero eso sí, no planeo tener séquito ni nada.
Luego de eso hubo otro largo silencio hasta que finalmente David me pregunto.
—¿Por curiosidad como se llamaba la pandilla?
—"Big Dragons".
—Jajajaja —se ríe del nombre.
—Sí lo se, ridículo pero nosotros pensábamos que era genial —le digo riéndome con él.
De repente escuchamos una fuerte carcajada que venia en la dirección donde se encontraba Emily al parecer el chico logró hacerla reir, cosa que hizo fruncir el ceño a David.
—Voy a hacerlo ahora —dice con valentía.
—Suerte galán —le digo y se ríe.
Pasaron alrededor de 10 minutos en los que David se fue a hablar con Emily afuera.
Luego de eso regreso con una gran sonrisa pero antes de poder decir algo suena su teléfono y su expresión se puso un poco más sería.
—Lo siento tengo que irme me surgió algo, luego te cuento —dice algo rápido.
—Ok descuida.
Al día siguiente las cosas fueron muy tranquilas no pude ver a Adam, Theo o a David. Los dos primeros porque tuvieron un gran encargo en el taller donde trabajan y David me dijo que tenia que ocuparse de algo, por su voz no parecia hablar de Emily.
También tuve la fortuna de no encontrarme con el psicópata de Dakar, seguro encontró otra pelea en la que meterse.
Todo transcurría con total normalidad, aunque sentía como si me observaran, seguro es mi imaginación; a la salida decidí pasar por el centro comercial e ir a un a cafetería y fue cuando vi a Sammy, la chica con la que había chocado, estaba caminando algo rápido y no muy lejos de ella había un sujeto vestido con un uniforme morado, pensé que era mi imaginación pero parecía que la estaba siguiendo, traté de ignorarlo pero luego vi que otro sujeto con el mismo uniforme se paro junto al primero y luego otro más se les unió, ahí se encendieron mis alarmas y decidí seguirlos.
Pasamos un largo rato en ese movimiento ellos siguiendo a Sammy y yo siguiéndolos a ellos, tanto había pasado que ya estaba empezando a oscurecer y parecía que iba a llover de pronto, los 3 sujetos empujaron y metieron a Sammy en un callejón ahí empecé a correr en su dirección.
—Shh, solo te usaremos para acabar con el perro demonio asi que quédate quieta y tranquila —le escucho decir a uno de ellos antes de entrar en el callejón.
—¿Quién carajos eres tú?— pregunta otro cuando se percata de mi presencia.
Dentro del callejón habían alrededor de 10 sujetos con ese uniforme asi que debe ser de una escuela de por aquí.
—No sé como ustedes hagan las cosas, pero no creo que necesiten tantos para pedirle una cita a una bella chica —digo en tono medio burlón
—¡Ayúdame! —me dice Sammy
—¡Callate! —le dice el mismo sujeto a Sammy— ustedes 2 acábenlo —señala y ordena a los 2 sujetos mas cercanos a mí.
—Enseguida jefe.
Los 2 se lanzaron sobre mí, pero reacciono más rápido y con un golpe noqueo a uno de ellos mientras que el otro logra golpear mi costado izquierdo.
—Eso te gus...
No lo dejo terminar con el golpe que le doy en la nariz, hago que caiga al suelo tapándose la cara.
—Que aburrido, siempre que son tantos son tan débiles —le digo a su jefe
—¡Maldito! ¡todos vamos contra él! —ordena a todos y se lanzan contra mí.
Al cabo de un rato solo queda de pie él jefe.
—¡Desgraciado! ¡toma esto!
Intenta golpearme pero logro esquivarlo y conectar un golpe en el lado de derecho de su cara haciendo que caiga al suelo pero a los segundos se levanta intentándolo otra vez y saca un cuchillo.
-Jajaja veamos que tan rudo eres ahora -riéndose como un desquiciado se me lanza encima intentando cortarme, rayos tengo que admitir que es rápido y logra hacer que choque con la pared, por suerte puedo aprovecharme de eso con un amague lo arrincono y esta vez lo golpeo del lado izquierdo, haciendo que estrelle su cabeza contra la pared y ahora si no se levanta.
—¿Estas bien? —le pregunto a Sammy ayudándola a levantarse mientras recobro el aliento.
—Si... Si gracias, oye eres de la escuela ¿no? —pregunta tratando de recordar.
—Si, nos chocamos y te ayude con a recoger tus libros.
—Y tu nombre es... —dice tratando de recordar pero no lo consigue.
—Jajajaja no te lo dije o bueno no me diste chance —le digo con una sonrisa.
—Oh, lo siento —dice apenada.
—Rainier, me llamo Rainier.
—Mucho gusto, soy Sammy.
Y de pronto empieza a llover.
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