«1»
— Y... llevaré dos cajas de cigarrillos —dijo a tiempo que comenzaba a sacar su billetera.
La mujer de la caja sacó los dos objetos correspondientes y se los entregó, el tipo pagó y salió.
En la calle, se apoyó en la pared y comenzó a fumar tranquilamente.
Sintió como la temperatura comenzaba a bajar drásticamente y decidió sobarse los brazos para intentar entrar en color.
Una luz, una luz comenzaba a acercarse hacia él de forma rápida.
— ¿Qué demonios...?
Las luces del estacionamiento habían comenzado a tintinear hasta finalmente apagarse.
Pronto la otra luz, la que se acercaba a él comenzó a tomar la forma de una mujer joven, probablemente una adolescente.
El hombre palideció tanto como la figura, que comenzaba a gritarle y a cambiar su juvenil aspecto por uno monstruoso y furioso.
Entonces huyó lo más rápido que pudo, con la figura tras él, hasta que decidió meterse a una iglesia.
Al salir, la figura se había ido.
Pero ¿de verdad lo había hecho?
(...)
— ¿Las qué? —preguntó.
— Las fotos que dijiste de las vacaciones de cuando eras Niño —respondió el de menor estatura—. ¿Aún las tienes?
— Claro, ¿por? —preguntó dirigiéndose a un álbum de fotos que tenía dentro de una estantería.
— Salió un reportaje en el periódico...
— ¿De vacaciones infantiles? —preguntó Steve riendo un poco.
— No, imbécil, de cosas paranormales —respondió Phil. Steve se detuvo y se dio vuelta.
— ¿Qué dice exactamente? —preguntó.
Phil le pasó el periódico y Steve lo leyó minuciosamente.
— Dicen que los avistamientos de cosas así han aumentado en este tiempo —le dijo al más alto comenzando a encender un cigarrillo—. Recuerdo que la otra vez dijiste que en esas vacaciones te habían pasado cosas... raras.
— Sí, sentíamos pasos en la noche y al ver las fotos... —soltó el periódico y sacó el álbum buscando cada una.
Las fotos tenían pequeñas esferas semitransparentes en varias direcciones.
Pero algunas tenían algo más, una figura traslúcida que iba tras Steve.
— Aquella vez recuerdo que veía a alguien que no conocía en nuestra cabaña —contó Steve mientras Phil pasaba las páginas del álbum—. Incluso recuerdo que algunos me hablaban.
— ¿Qué te decían?
— Que vendrían por mí.
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