Héctor
Fer...
-Eso queríamos decir, fui a visitar las tumbas de Marisa y Héctor, pero la de él estaba desenterrada. -habla Yeni asustada.
-¡¿Qué?! -exclama Agus, porque al igual que yo, sabe que eso significa que hay otro espíritu asesino suelto.
-Tengo que ir a investigar. -me propongo estando serio. Rápidamente Agus se aferra a mi brazo -No, no vayas. -niega mirándome a los ojos.
-Debo hacerlo, voy a estar bien. -Contesto sonriendo para tranquilizarla, ella asiente y me suelta poco a poco. Pero yo la abrazo.
-Cuídate. -murmuro y luego nos separamos.
-Linda, te quedas con tu tía Agus, yo voy a buscar a tus papis. -digo mientras abro la puerta y cierro detrás de mí.
Una vez afuera pienso qué hacer -¿Por dónde empiezo? -me pregunto rascando mi cabeza. En eso tengo una idea, voy a ir a ver el cementerio.
Camino durante un tiempo por la vereda hasta llegar a ese cementerio donde se encuentran las tumbas de Marisa y Héctor.
Yo estuve presente cuando Mar asesinó a ambos, destrozó a Marisa con sus afiladas líneas y a Héctor lo hizo bailar hasta morir desangrado.
Mientras doy pasos hacia las respectivas tumbas, encuentro la de Marisa, la tierra fresca y bellas flores la adornan. Después está la de Héctor. Vacía.
-No puede ser. -me inclino hacia el hoyo y noto algo, no fue desenterrada, está forzada desde el interior -Mierda, el desgraciado está vivo.
VDe repente comienza a llover, es una tomenta muy fuerte y rayos iluminan el cielo. Entonces algo se enreda por mis pies y le levantan quedando colgado de cabeza -Ay no. -digo al ver que se trata de las alambres de púas de Darío.
-¿Dónde está? -escucho a Mar, miro a mi alrededor y la veo caminando hacia mí lentamente. La lluvia nos moja por completo, ella tiene su cabello negro mojado a un lado de su rostro y resalta su piel pálida.
-¿Quién? -pregunto serio.
Las púas se ajuntan más en mis pies haciendo que reprima un grito de dolor.
-¿Dónde está nuestra hija? -pregunta Darío molesto mientraa se acerca a Mar.
-E-Ella está... bien. -digo sintiendo cómo la sangre corre por mis piernas pero lo peor es que la sangre se va a mi cabeza haciendo que me maree un poco.
-¡¿Dónde está?! -vuelve a pregunta ella mirándome fijamente.
-Tenemos problemas más serios, hay... -digo pero las púas se enredan por mi cuerpo hasta que llega a mi cuello.
-Maldito hijo de perra ¡¿Por qué te llavaste a Lucy?! ¡¿Quieres vengarte de nosotros lastimándola?! -exclama furiosa.
-¿Qué? No lastimaría a una bebé. -niego sintiendo un fuerte dolor en mi cuello.
-¡¿Entonces por qué golpeaste a Mar y te llevaste a Brenda?! -pregunta Darío apretando con fuerza los puños.
-No, y-yo no... fui y s-su nombre es Linda. -respondo con la voz entrecortada.
-¿Qué?
-Hasta m-me llama "tío Fer" -agrego forzando una sonrisa, esa niña me recuerda a la antigua Mar.
-Estúpido, no lo permitiré. -Darío comienza a ajustar las púas y es cuando me doy cuenta de que no podré solucionar esto hablando.
Reuno todas mis fuerzas y rompo las púas liberándome, termino arrodillado en el suelo sobre un charco de barro y agua -Ay... mi cabeza y mi cuello. -me quejo frotando la zona donde estaban las alambres.
-Te voy a matar Fer, así no vas a poder hacerle daño a mi hija. -Mar corre hacia mí e intenta cortarme con sus ganchos, en un descuido logra razgar mi brazo derecho y mi pecho.
-¡Te voy a destrozar! -exclama Mar estando muy enojada, jamás la ví así.
-Espera. -intento decirle lo que sucede pero no puedo porque me atacan al mismo tiempo.
Logro esquivas un golpe de Darío, pero Mar razguña mi rostro, en mi mejilla izquierda.
Cuando logro esquivar a Mar, Darío me golpéa en el estómago haciendo que quede tendido en el suelo. Estoy muy golpeado y mi cuerpo tiene muchos cortes, en mi rostro, brazos, pecho y espalda, además mi ropa favorita está resgarrada y cubierta de sangre y barro.
-No te mataremos todavía, dinos dónde está nuestra hija y prometo que no le haremos nada a tu noviecita. -habla Darío estando parado frente a mí.
-N-No metan a... Agus en es-esto, ella no tiene nada que ver. -contesto serio intentando levantarme. De hecho, ya no siento mis heridas porque ya estoy bien, pero si ataco nunca podré aclarar todo esto.
-Entonces... -Él alza su puño, el mismo se encuentra envuelto por las púas y está listo para golpearme, pero algo pasa.
-No puedo mover mi brazo. -dice Darío confundido, entonces sus propias alambre se envuelven por él lastimándolo.
-Darío. -Mar intenta ayudarlo pero sus mismas líneas negras se envuelve por ella dejandola colgada entre unos árboles, parece ser una telaraña, de esta misma forma murió Marisa.
-¡Basta Fer! ¡Suéltanos! -me ordena ella. Darío termina envuelto por las púas al igual que Mar.
-Jajaja. -escuchamos una risa que recorre todo el cementerio.
De las sombras aparece Héctor, su ropa es negra y está cubierta de tierra, la misma tierra de su tumba.
-¿Héctor? -dicen ambos sorprendidos.
-Te dije que me vengaría Mar. -habla sonriendo de costado.
Agus...
Voy camiando de un lado al otro en la sala mientras muerdo mis uñas de lo preocupada que estoy.
-Agus, debes calmarte. -me dice Yeni tomándome de los hombros.
-No puedo, tengo que ir a buscar a Fer. -contesto mientras camino hacia la puerta pero Walter se mete en mi camino.
-No vas a ir a ninguna parte. -me aclara serio.
-Pero...
-No, es peligroso. -niega cruzándose de brazos.
-Está bien. -digo agachando la mirada, pero yo no me rindo fácilmente. Voy a escapar.
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