Familia y Amigos
Busco la dirección de la casa en donde vivía Mar y la encuentro sin problemas.
-Hola. -Toco la puerta y un muchacho me atiende.
-¿Qué quieres?
-¿Esta es la casa en donde vivía Mar? -Sin que lo espere, él me toma de la camisa y me obliga entrar a la casa.
-¿Sabes en dónde está Mar? -dice un tanto emocionado.
-Eh... sí, sé que está viva -asiento curioso, por qué será que quiere encontrarla.
-Yo soy Sergio, su hermano y necesito que ella mate a unos sujetos. -Él se ve preocupado pero no está bien pedir a su asesina hermana que mate a las personas.
-¡¿Qué?! -me sorprendo al escuchar esto-. No puedes utilizar a tu hermana para eso -niego serio.
-No lo entiendes, quiero que nos ayude, las últimas semanas no he tenido dinero y me involucré con unos traficantes, les debo y vendrán a matarme o peor, maltratarán a mi hermana Oriana -me explica mientras toma su cabeza con ambas manos, el lugar huele a humo de cigarrillo y está muy desordenado, hay botellas y latas de cerveza tiradas en el suelo.
-Entiendo, no te preocupes, yo los protegeré a ambos -digo decidido pero Sergio comienza a reír.
-Jajaja, estos son unos sujetos malos y están armados hasta los dientes. ¿Qué harás contra eso?
-Ya verás.
-No, debo encontrar a Mar, ella es la única que puede ayudarnos. -Antes de que pueda irse en busca de Mar, yo tomo su brazo, Sergio me mira amenazante pero después comienza a llorar-. Yo no puedo soportar que lastimen de nuevo a Oriana y menos por mi culpa -murmura mientras intenta secar sus lágrimas.
-Sergio... ¿Con quién estás hablando? -una chica baja por las escaleras, se parece un poco a Mar.
-Hola, soy Fer -saludo educadamente.
-Ori, él sabe lo de Mar, sabe que ella está viva -interrumpe Sergio logrando recuperarse.
-¿En serio? Quiero agradecerle por haberse desecho de las porquerías que me violaron -dice mientras una lágrima se escapa de sus ojos.
-No creo que sea una buena idea, ella es una asesina -murmuro agachando la cabeza.
-¿Y qué? -Oriana me enfrenta-. Sea lo que sea, sigue siendo nuestra hermanita. Lo demás no importa un carajo -me aclara, hincando mi pecho con su dedo índice.
-Además la necesitamos -agrega Sergio angustiado. De repente unos fuertes golpes en la puerta nos pone en alerta, entonces la misma cede ante la gran fuerza y termina abriéndose.
-¡Sergio! -exclama un sujeto robusto y musculoso, tiene barba y unos cuantos dientes podridos, viene acompañado con otros 3 hombres-. Quiero mi dinero, ahora -ordena serio y altanero.
-Lo siento, no lo tengo -responde mientras retrocede asustado.
-Tráiganme a la muñequita -le dice a sus hombres entonces y interpongo en su camino.
-¡No quieras ser el héroe!
Dos de ellos me toman de los brazos y comienzan a golpearme en el estómago, el dolor es insoportable pero sé que pronto pasará. El sujeto que habló camina hacia Oriana lentamente, ella se espanta y sube las escaleras para terminar encerrándose en su cuarto, él intenta seguirla pero Sergio le da un fuerte golpe en el rostro, ese hombre se enfurece y lo arroja sobre la mesa de la cocina y lo deja inconsciente.
-Idiota, ahora sufrirá cuando encuentre a su hermana muerta -ríe con malicia.
-Suéltenme. -digo forcejeando, los golpes cesan ya que el que me golpeaba descansó para recuperar el aliento.
Inmediatamente me recupero y le doy una fuerte patada en la cabeza al tipo que está enfrente de mí. Zafo uno de mis brazos y golpeo al segundo en el rostro rompiéndole la mandíbula y al tercero le doy un rodillazo en su estómago, los tres permanecen en el suelo retorciéndose de dolor.
-Ja cayeron con un solo golpe -digo victorioso pero recuerdo que falta uno. Subo rápidamente las escaleras y noto que ese tipo logró entrar al cuarto donde está Oriana.
-Espera tu turno -me dice creyendo que soy uno de sus hombres.
Él la tiene sujeta sobre la cama y la inmoviliza con su peso, besa y lame bruscamente su cuello y pecho, con una navaja comienza a cortar la ropa de ella, entonces lo agarro de los hombros y lo jalo fuertemente hacia atrás.
-¡Aléjate de ella desgraciado! -exclamo molesto y lo estampo contra la pared.
-¡¿Otra vez vos?! -dice frunciendo el ceño y siento un fuerte dolor en mi pecho producto del filo de la navaja-. ¡No! -dice Oriana horrorizada, ese sujeto comienza a apuñalarme salvajemente hasta dejarme tendido en el suelo, el cuchillo permanece en mi carne y él, al igual que Oriana, se sorprenden al ver que comienzo a levantarme poco a poco, debajo de mí quedó una mancha de sangre, apoyo mi rodilla y consigo mirar al sujeto.
-¿Es todo lo que tienes? -pregunto y me quito la navaja de mi pecho y la arrojo lejos.
-Es un monstruo. -El tipo corre espantado y se van con sus amigos así como llegaron.
-Gracias -murmura Oriana un poco asustada.
-Dije que los protegería.
-Mar los hubiera asesinado rápidamente. ¿Eres cómo ella? -habla curiosa.
-Sí pero yo no mato, no es mi estilo. -Miro mi ropa y la misma está manchada de sangre y está cortada en parte por la navaja-. Carajo, mi remera favorita -me quejo haciendo reír a Oriana.
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