- Por fin te tenemos, capullo...

Un foco me ilumina la cara cegándome.

- ¿Sabes por qué estás aquí? Te han vendido, chico. Tu cabeza tenía un precio y alguien de tu alrededor andaba escaso de dinero. -Se escuchan un par de pasos de fondo antes de volver a detenerse-. Su nombre en clave es YuzuNeko69.

Intento balbucear algo pero la sangre me llena la boca.

- Aún pasarán un par de minutos antes de sentirte la boca. Nos hemos encargado de arrancarte dos muelas con transmisores incrustados. Hemos tenido que sedarte fuertemente.

- Hijosh de futa...

Sueno bastante más lamentable de lo que pensaba.

- Grandes palabras, señor mío. Pero ahora vayamos a lo que importa, el motivo por el cual se encuentra usted atado a una silla, sin dos muelas, sedado y con un foco cegándote.

-Gno congseguiréish nafa de mí.

- Oh, claro que sí Daniel... O como se hace llamar en la Organización, Dark Fear. -aparta el foco para que pueda verle la cara-. Le inyectaremos un suero de la verdad tan potente que incluso nos dirá cuántas veces va al baño.

Un segundo hombre aparece entre las sombras con una jeringuilla en mano. Sin pensárselo dos veces me la inyecta en la yugular.

- Notará los efectos enseguida...

Me siento la boca pastosa y no puedo centrar la visión.

- ¿Cuántos dedos ve aquí?-me muestra tres dedos.

- Tres dedos.

- ¿Cuántos días tiene un año?

- 365.

- Bien, bien... El proyecto Pandora se desvelará ante nosotros en breve. Hemos tardado 15 años en averiguar que la clave que decodifica los archivos que necesitamos es una combinación de aspectos de su vida. Nuestros científicos inicialmente pensaban que necesitarían 100 preguntas para conseguirlo, no obstante, gracias a los avances en programas de desencriptado y un análisis exhaustivo, podemos confirmar que, respondiendo entre 20 y 25 preguntas, podremos llegar a nuestro fin. Vamos allá.

Una mujer se acerca y se sienta en una silla, muy cerca de mí.

- Responda a las preguntas que le haré a continuación sin vacilar.

- Entendido.

- ¿Cuál es su color favorito?

- El negro.

- ¿Tienes alguna mascota?

- Antes tenía 3 tortugas... las tuve que donar a un centro de reptiles debido a su tamaño. Ya no eran felices. Estuvieron a mi lado 16 años.

- ¿Qué tipo de música le gusta?

- El heavy metal, la música clásica, a veces el tecno, el jazz... en realidad de todo salvo "reggaetón" y "electrolatino". Odio esos dos géneros.

- ¿Algún grupo en particular?

- Masterplan, o más concretamente Jorn Lande. Su música me ha ayudado a superar momentos difíciles de mi vida.

- ¿En qué usas tu tiempo libre?

- Me gusta ver series, animes, componer música, escribir... un poco de todo.

- ¿Algún anime favorito?

- Hmmm... me pillas en blanco. Tal vez One Piece, ya que fue de los primeros que vi y sigo en ello. Aunque, no sé... he visto demasiados para recomendar uno en concreto.

- ¿Eres tímido?

- Tiempo atrás lo era. Hace ya unos cuantos años que me di cuenta que con la vergüenza no llegaría a ningún lado.

- ¿Eres buena persona?

- Siempre lo he sido y lo he intentado ser.

- ¿Por qué empezaste a escribir "Terror a media noche"?

- Me gusta escribir, siempre me ha gustado. A raíz de haberme leído más libros de los que puedo recordar he cultivado mi forma de expresarme. La literatura simplemente me fascina. Empecé a escribir el libro como un reto personal y una forma de desahogar todo aquello que me hacía sentir mal.

- ¿Te han hecho sufrir?

- Más veces de las que me habría gustado. Creo que hay etapas de mi vida que se ven reflejadas en el libro si se presta atención.

- ¿Cuándo escribes?

-Cuando se me ocurre alguna idea que puede estar bien. Y da igual que sea tarde, puedo escribir ya sean las 4 de la tarde o las 3 de la mañana.

- ¿Crees en Dios?

- Creo en el Karma. Y no sé si existe un Dios propiamente dicho, pero he visto cosas que no me creeríais si os las explicara, me tomaríais por loco. Hay temas que es mejor no tocar, ni siquiera aquí.

- ¿Le temes a algo?

- A la muerte. Y a la perdida de mis seres queridos.

- ¿Juegas a algo?

- Juego con mis amigos a Legue of Legends desde hace unos años, y a Overwatch desde hace muchísimo menos. Y si tuviera dinero de sobras me compraría el Pokemon y varios juegos más que tengo en mente.

- ¿Te gusta dormir?

- Sí, mucho. Y es de las cosas que menos puedo hacer.

- ¿Cuántos idiomas hablas?

- Tres: catalán, castellano e inglés, los tres de forma fluida. Luego me defiendo en el francés y en el japonés.

- ¿Qué instrumentos tocas?

- La guitarra española y la eléctrica. También sé un poco de piano y bajo aunque mejor no ponerme a prueba.

- ¿Has sido rechazado alguna vez?

- Sólo una.

- ¿Practicas algún deporte?

- Actualmente no. Antes hacía karate, corría y hacía natación. La Universidad me absorbe la vida.

- ¿Darías la vida por alguien?

- No sólo por una persona, sino varias.

- ¿Tu mayor defecto?

- Soy demasiado ingenuo con las personas. Y un poco vago.

- ¿Dónde vives?

- En Barcelona, España.

- Suficiente.

Una máquina empezó a sonar descontroladamente con algunos zumbidos y ruidos de ventiladores. Finalmente, una tarjeta fue impresa con una palabra en ella. El hombre sonrió.

- Ya la tenemos.

- ¿Qué hacemos con él?-dijo la mujer.

- Tiradlo al mar, dádselo de comer a los perros... no importa.

- Entendido.

Vi cómo el foco se apagaba repentinamente. Un golpe sordo en la nuca y la oscuridad empezó a envolverme con rapidez. El dolor era muy intenso. Debía avisar a la Organización que Pandora no estaba a salvo, pero tenía sueño, mucho sueño... Se lo diría al despertar, después de descansar. Sí, haría eso.

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Bueno, fui retado por YuzuNeko69 a escribir 100 confesiones sobre mí, pero sinceramente... 100 confesiones me daban mucho palo, así que he adaptado este formato y lo he convertido en un relato que tal vez tenga continuación en un futuro, incluyendo unas 20 de momento. Espero que os haya gustado, nunca había hecho nada parecido. Los próximos relatos volverán al formato normal :)

D.F.