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Chaewon fue la última en levantarse de la mesa, sus dos hijos ya partían a sus respectivas habitaciones mientras que ella iba detrás de la Reina Consorte. Había preocupación en su rostro y temía que sus hijos sufrieran.
—Mi reina, cree que podamos platicar un momento acerca de los preparativos de la fiesta de compromiso—, La señora Jung dijo en voz suave y casi baja. La consorte se detuvo un poco dudosa y miró a su esposo, sus miradas lo dijeron todo, ella le pidió que le dejara a solas con Chaewon, por lo que el hombre siguió avanzando hasta que su espalda se perdió entre los pasillos del palacio.
—¿De qué es lo que quieres hablar? —preguntó la reina consorte.
—Esta tarde, en la cena que acabamos de preceder, su hijo no se veía muy interesado en mi hijo Hoseok, temo que él no quiera cumplir con el compromiso.
—Querida Chaewon, hace años prometimos a nuestros hijos, pero era de forma provisional para proteger el reino, tu familia es muy respetada y adinerada así que el compromiso fue lo mejor en ese momento porque el pueblo los aprecia y les tienen cariño, no hubo ningún hombre más caritativo que el difunto Yunho, el compromiso seguirá en pie, es mejor seguir aliados, pero no puedo obligar a mi hijo a que se enamore de Hoseok. De todos modos, ambas nos dimos cuenta de que probablemente nuestra promesa siga en pie, solo cambiaría el prometido.
—Jimin no esta preparado para el matrimonio —Chaewon, aunque había aceptado el argumento anterior de la reina consorte no pudo ceder—, él todavía es un niño.
—Mientras pueda engendrar no importa la edad.
La señora Chaewon trato de no molestarse por el comentario, aunque le pareció bastante impropio, pero lo que más le asustaba era que Jimin se negara, Jimin era rebelde, hacia lo que quería y era más difícil de controlar que Hoseok.
—No estoy segura de que Jimin sea el apropiado —Dijo con un poco de timidez..
—Yno lo es, Jimin no es adecuado para casarse con el príncipe, aunque ha quedado claroen esta cena que el príncipe si está muy interesado en mi hermano —Hoseokapareció detrás de las mujeres, parecía que había estado escuchando suconversación, en su mano llevaba una jarra de metal y un pequeño vaso. Aun apesar de haber escuchado a las mujeres tenía un semblante tranquilo y propio,ni siquiera parecía molesto—, me disculpo de antemano por interrumpir, pero meha sido imposible no escuchar, aunque sé que no es nada educado de mi parte,pero en cuanto a Jimin, él es mi hermano menor y lo amo, es por eso que sé queél no es el adecuado o más bien es al revés, el príncipe no es adecuado paraJimin.
—No te preocupes Hoseok, hare de cuenta que solo pasabas y escuchaste. Entiendo que estés un poco envidioso de Jimin pero porque mi perfecto hijo no sería adecuado para tu hermano.
—Porque Jimin es un alma libre, se ahogará dentro de estas cuatro paredes en menos de un mes, es todo lo que tengo que decir.
Hoseok paso a ambas mujeres caminaba con dirección a la cocina, sus pasos eran más rápidos que de costumbre y su mano apretaba con fuerza la manija de la jarra de metal.
Por la mañana Hoseok se levantó muy temprano y pidió el baño, una vez arreglado fue hasta la habitación de Jimin pero al tocar la puerta no hubo respuesta.
—El joven salió desde muy temprano, pregunto dónde estaban las caballerizas —un guardia se acercó a él para darle la información, el joven llevaba lo que parecía ser una pesada armadura y le costaba recorrer el pasillo para su rutina de vigilancia. Hoseok sin saber qué hacer y sólo para matar su aburrimiento, tomo una servilleta y se dirigió al jardín para bordarla, mientras las horas pasaban y pasaban.
Sin contar que su hermano menor montaba a caballo por el extenso bosque acompañado de un príncipe con traje galante.
A Jimin se le había olvidado atar su cabello, Hoseok era mejor en eso que él, pero fue esa justa razón que al príncipe le parecía más y más hermoso. Jimin comparado a todos los jóvenes donceles en el palacio, era alegre por naturaleza, parecía que nada le importaba, ni el tiempo, ni los modales, ni la ropa que estaba usando. Tan diferente a su prometido, que siempre tenía un rostro serio, que no mostraba expresión alguna, parecía que luchaba para parecer más elegante y educado de lo que ya era. En fin, tan aburrido.
—Más al fondo hay un arroyo, si quieres podemos ir para allá para descansar —Namjoon cabalgo más cerca de Jimin, el joven de cabello rubio le regalo una sonrisa y asintió, era la primera vez que montaba ese caballo, pero parecía obedecerlo como si lo hubiera conocido de toda la vida. Jimin disminuyo la velocidad para que el príncipe pudiera ir a su lado, ahora ambos cabalgaban de forma pacífica por el campo verde dentro del bosque.
—Me parece perfecto, ciertamente nunca pensé que su alteza me acompañaría, pensé que ustedes los elegidos de dios se la pasaban todo el día en su oficina firmando documento tras documento y haciendo cosas aburridas.
Namjoon sonrió mostrando un par de hoyuelos que a Jimin le parecieron sorprendentemente encantadores.
—Ciertamente hay algo de eso, pero por ahora no tengo tantas responsabilidades como mi padre, por lo que me puedo dar algunos lujos de vez en cuando y cuando te vi esta mañana, supe que tenía que seguirte.
La declaración del príncipe heredero hizo que a Jimin se le calentaran las mejillas y su cara se pusiera un poco roja. Jimin negó para sí mismo.
—No digas esas cosas en ese tono, mi hermano podría molestarse.
—¿Qué tono? —Namjoon parecía bromear con él, tenía que ser eso, no había forma que Namjoon no notara lo coqueto que se estaba comportando a su alrededor.
—Estas coqueteando conmigo, aunque mi hermano es tu prometido —declaró un poco molesto, no se podía entender así mismo. Namjoon era el prometido de su hermano, en tres noches más se realizaría oficialmente la fiesta de compromiso y en unos meses más habría una perfecta boda. Y realmente, realmente odiaba estaba empezando a odiar a su corazón que no paraba de latir de forma desesperada cada que miraba al hombre y se percataba de lo atractivo que era.
—Un prometido que yo no escogí, la fiesta de compromiso todavía no es oficial, en el baile tengo que escoger entre los invitados a mi pareja y a quien escoja se volverá mi prometido, está claro que todos esperan que sea a Hoseok, el pueblo adora a tu hermano por alguna extraña razón, debe ser porque es todo un mojigato.
Jimin se detuvo dé repente. Hoseok había crecido entre adultos, asistido a eventos que no eran los apropiados para un niño, pero como futuro prometido tenía que irse ganando el aprecio del reino, entre esos eventos hubo varios de beneficencia y eran los que Hoseok más amaba, la gente lo conocía por su gran corazón, sólo el día de gracias del año pasado preparo doscientos pasteles y los repartió a las comunidades más olvidadas del reino, Jimin era testigo del trabajo duro de su hermano. La gente no lo amaba sin razón, tanto su difunto padre como Hoseok, ambos eran de corazones muy purosJimin se detuvo dé repente. Hoseok había crecido entre adultos, asistido a eventos que no eran los apropiados para un niño, pero como futuro prometido tenía que irse ganando el aprecio del reino, entre esos eventos hubo varios de beneficencia y eran los que Hoseok más amaba, la gente lo conocía por su gran corazón, sólo el día de gracias del año pasado preparo doscientos pasteles y los repartió a las comunidades más olvidadas del reino, Jimin era testigo del trabajo duro de su hermano. La gente no lo amaba sin razón, tanto su difunto padre como Hoseok, ambos eran de corazones muy puros.
—Como te atreves a hablar así de mi hermano, es tu futuro esposo y tienes que respetarlo.
Todo el encanto de hace un momento había desaparecido por un solo comentario.
—Me disculpo por lo que he dicho, no ha sido apropiado, pero en mi defensa no entiendo porque mi destino ya está decidido sin que pueda elegir yo, si yo pudiera elegir, entonces definitivamente te miraría a ti.
Jimin le dio la vuelta a su caballo—, No quiero escucharte más—, azoto el látigo con fuerza y avanzo en sentido contrario del príncipe heredero. Había conocido al joven apenas un día atrás y ya estaba revolucionando su mundo, el príncipe no lo amaba, era imposible que lo amara de un día a otro, él no creía en esos cuentos de hadas como Hoseok. Hoseok probablemente hubiera caído a sus pies si hubiera escuchado aquellas palabras, pero él definitivamente era más racional que el sentimental de su hermano, aun así, tampoco podía negar que existía una atracción muy fuerte entre ambos.
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