capítulo treinta y tres

— ¿Su particularidad es la longevidad?

  Cuestionó el detective Tsukauchi observando, al igual que todos los presentes el cuerpo de un anciano que cada vez más perdía más años. Una vez que Eraser Heard había activado su particularidad aquel hombre perdía cada vez más sus años de juventud, lo que provocaba una escena llena de confusión para los doctores que estaban en el lugar y los héroes presentes.

  Trataste de evitar aquella escena no entendías mucho, pero sabías que aquel doctor estaba asociados junto a All for One, quien era uno de los villanos más buscados en Japón.

— Por favor alejense— les pediste amablemente a los doctores quienes estaban apunto de acercarse a el anciano.

  Te había acercado hacia los demás héroes quienes se centraban en ayudar a todos los pacientes que estaban en aquel hospital, algo grande estaba apunto de ocurrir y entre menos gente menos peligro. Todos estaban en problemas y reaccionaban con mayor rapidez debido a la delicadeza del asunto, esto incluía también a Mirko, debido a que estabas buscando a la fémina sin saber que ella ya estaba en otro lado.

  Una vez que estabas fuera del hospital con demasiados pacientes en un pedazo de concreto, algo comenzó por llamar tu atención. Se trataba de una explosión que alertó a todos los presentes, incluyéndote, aquello se había escuchado dentro del hospital. Afortunadamente conseguiste la atención de Ectoplasm, quien tras ver tu semblante se acercó demasiado rápido.

  Lo bueno de esto, es que ya no habían ningún rastro de personas en el hospital, los ciudadanos que te habías llevado fuera del lugar eran los últimos.

— Yo me los llevaré— pronunció el héroe para tomar aquel pedazo de concreto, junto a sus demás copias.

  No habías perdido más tiempo y colocaste tu manos sobre el suelo, tratando de encontrar una cantidad exacta de personas que se encontraban en el hospital. Pero lamentablemente no lo conseguiste, porque la cantidad de personas en el lugar era más de lo que podrías contar.

— Mierda.

  Tus pies dejaron de tocar el suelo para dirigirte con la mayor velocidad que podías hacia la entrada de el hospital. Hace varios minutos atrás no habías sentido movimiento debajo de este y fue una sorpresa para todos, nadie lo vio venir.

— ¡Mirko!— tomaste tu audífonos intentando contactar a la fémina, quien ahora era tu mayor preocupación—. ¡Endeavor...!

Estoy cerca, no hay de que preocuparse.

  Aquellas palabras no lograron calmarte por completo, ahora mismo no tendrías que estar pensando en nada más que proteger a los ciudadanos. No querías evitar tener que estar en otra tragedia, sin embargo tendrías que hacer tu mejor esfuerzo.

  Todo eso fue impredecible, solo les había tomado menos de cinco minutos resguardar a los pacientes del lugar y segundos más tarde todo ya era un caos. Los héroes que estaban lejos del hospital ya tenían otras preocupaciones como los ciudadanos, está vez los héroes que se quedaron dentro tendrían que evitar una catástrofe.

  Una vez que finalmente habías entrado al hospital sentiste un ardor que inicio en tu mejilla para extenderse en toda tu cabeza, finalmente tú cuerpo se había estrellado en el edificio que estaba frente a el hospital. No lograste escuchar nada más después debido a lo aturdida que te encontrabas.

  Tus ojos comenzaron a abrirse finalmente después de varios segundos, pero lo que encontraste frente a ti comenzó por aprenderte aún más de lo que estabas. La figura de un monstruo nuevamente volvió a ser vista por ti, un Nomu, afortunadamente no se parecía al que habías enfrentado hace tiempo atrás pero, aún así no debías de bajar la guardia.

— ¿Otra vez?— cuestionarte después de alejarte del concreto—. Te puedo asegurar que está vez no será difícil.

  Murmuraste con los nudillos apretados presionando tus dientes con molestia, aquella bestia era de menor tamaño. Tendrías que acabar con el para que no ataque a las personas que aún no se han refugiado.

— ¿E-en s-serio-o?

  Tus ojos se abrieron de golpe tras escuchar lo que pronunció, nunca habías tenido el privilegio de estar con una monstruosidad que pronunciará ciertas palabras.

— Es-stoy lis-to— aquel monstruo se acercó a ti.

— Yo también.

  La última batalla que habías tenido contra un Nomu era en las afueras de una ciudad, por lo que allí no dudarías en tratara de calmar a aquel monstruo. Pero ahora mismo no tendrías mucho tiempo de hacerlo, debido a que por tu sentidos sabías perfectamente que él no era el único en el lugar.

  Te acercaste a él con velocidad para golpearlo con uno de tus nudillos, el cual se encontraba cubierto de una enorme piedra, una vez que cayó al suelo lo envolviste con la arena pegando su cuerpo completamente al suelo. Lograste juntar aún más cantidad de arena y tierra a tu mano para propinarle un último golpe de gracias en la cabeza para terminar de una vez con aquella batalla.

  Eso había sido demasiado fácil que provocó que tú cuerpo se estremeciera por completo, si tan solo hubiese sido fácil aquella vez.

  Aunque el héroe número uno se encontraba cerca, sabías que tendrías que valerte por ti misma. Entraste nuevamente al hospital observando a muchos Nomu atacando a los héroes, aquel anciano de hace unos minutos debió de entender este día planeado para tener a demasiados de esos monstruos.

  Endeavor, ni los agentes, ni los demás héroes que habían estado hace varios minutos se encontraban allí.

  Con varios movimientos de tu mano lograste qué las paredes se estrujaran hacia los cuerpos de aquellos monstruos, lanzándolos directamente hacia el inicio de dónde venían.

— Crust ¿Dónde están los demás?— cuestionaste hacía el héroe, quién agradeció tu ayuda.

— Están allá dentro, hay más de estás cosas allá adelante debemos apresurarnos— expusó a lo que asentiste.

— ¿No hay ningún héroe allá abajo?— Crust negó.

— No lo sé, nosotros estábamos apunto de entrar— respondió.

  La pared que estabas utilizando para los monstruos la alejaste lo más lejos que se te permitía, escuchando cómo es que golpeaba con cada segundo. La dificultad de la misión era demasiado delicada, inclusive más que la anterior.

  No tardaste demasiado en aterrizar en lo que parecía ser un laboratorio, una vez que aquel pedazo de concreto aterrizó al suelo, llamó la atención de los presentes, incluidos Nomu. No te preocupaba aquello, si de alguna manera alguien se encontraba en peligro, tu distracción de alguna manera terminaría por ayudar.

  Tu mirada encontró a una fémina de cabellos blanquecinos, ella se encontraba atada por la particularidad de un Nomu, pero no sería el único que se encontraba en aquel lugar. Mirko estaba en gran peligro y ella misma lo sabía, no era cobarde para echarse para atrás y mucho menos les diría a los demás que necesitan ayuda.

  No te tomó demasiado para levantar varios pesados de concreto y lanzarlo directamente hacia los Nomu que estaban atacando a tu compañera, logrando que estos se alejaran de manera brusca de ella.

— ¡Terra!— observaste a la fémina, pero tu semblante cambio una vez que lograste ver bien su cuerpo.

  Tenía amputado un brazo, aún así ella estaba luchando como si tuviese todo su cuerpo y energía. Si ella seguía estando de esa manera lo más probable es que túviese una hemorragia y no querías descubrir lo que pasaría después.

  Los orbes carmesí de la héroe conejo se giraron hacia un lugar apartado, donde allí se encontraría la persona más buscada desde aquel secuestro. Shigaraki Tomura, el causante de la mayoría de los destrozos de Japón y ahora mismo la persona altamente peligrosa.

  Asentiste alejando a la fémina del peligro, tus ojos se habían encendido en un tono amarillento brillante mientras todo a tu alrededor comenzó a pasar a través de tus ojos de forma lenta. Tus manos levitaron una gran cantidad de arena, concreto y piedras, no sabías que es lo que estaba haciendo Shigaraki en aquel contenedor pero, no sería nada bueno.

— ¡No..!

  El anciano no logro pronunciar nada más debido a que habías lanzado una gran cantidad de elementos hacia el contenedor donde se encontraba el villano. Habías descargado todas tus frustraciones hacia él.

— ¡Mirko!— escuchaste la voz de Endeavor, para después suspirar.

— ¿Estás bien?— levantaste la mirada encontrándote con el héroe Eraser Head, quien extendió su mano para levantarte del suelo.

— Realizar un ataque de esos, casi agota mi energía— fórmulaste restándole importancia.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top