capítulo treinta y cinco

Hace nueve años atrás

— Gracias por venir— la mujer de cabellos pelirrojos con una enorme sonrisa, la cuál fue correspondida al momento.

— Es un verdadero placer estar en el mismo lugar que la héroe Crimson Withe— afirmó la otra presencia.

  Aquella mujer tenía los cabellos de color rubios ondulados y sus ojos eran de una tonalidad café, la mujer mantenía una vestimenta de ciudadano para evitar controversia por utilizar su traje de superhéroe. Savvannah tras escuchar lo que pronunció la mujer se sintió completamente halagada, más que nada porque la situación que estaban por hablar se trataba de su joven hija.

— No digas esas cosas— le restó importancia Savvannah—. En casa ya no soy Crimson Withe, sino Savvannah.

— Entonces es un placer Savvannah— la mencionada asintió—. La verdad es que no puedo creer que alguien más tenga la misma particularidad que yo, es sorprendente y ni siquiera es de mi familia.

— Es raro lo sé— la mujer de cabellos pelirrojos guío a la joven hacia su sala de estar, donde allí comenzarían a hablar acerca de lo sucedido.

  La primera en tomar asiento fue Savvannah, una vez que ambas estaban en el día un hombre de mediana edad se acercó a las dos.

— ¿Desean alguna bebida?

— Para mi no Dimitri, gracias— Savvannah observó a su invitada—. ¿Quieres algo Olivia?

— Me gustaría un vaso de agua— él mayordomo asintió—. Muchas gracias.

— Es un placer— el hombre se retiró de aquel lugar.

— Cuéntame Savvannah ¿Para que soy buena?— la mujer llamada Olivia pronunció llena de curiosidad.

— Es mi hija (T/N)— respondió Savvannah—. Ella no sabe controlar sus poderes, sin embargo se que son los mismos que los tuyos y pensé que...

— Quieres que la ayude— interrumpió Olivia.

— Así es— afirmó—. Lo tomaré como un favor personal y créeme que yo devuelvo cada favor.

— De eso no lo dudo— pronunció de manera risueña—. Sería un verdadero placer, yo no he tenido a ningún pupilo y hay cosas que quiero enseñar.

— Entonces estamos de acuerdo— Olivia asintió.

— Mamá necesito que me ayudes con esto— una joven quinceañera de cabellos castaños se acercó a la mayor mientras alzaba las palmas de sus manos con frustración, donde allí se encontrarían varias restos de rocas, arena y unos pequeños trozos de metal.

— Ay Dios, (T/N)— la madre se acercó a su hija con sorpresa.

— Si quieres podemos empezar desde ya— aconsejó Olivia bebiendo el vaso de agua.

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— Muy bien primero lo mejor sería que iniciemos con las presentaciones— la mujer se acercó a la joven con una sonrisa—. Me llamo Olivia Walker, tengo veintinueve años y soy una superhéroe en Estados Unidos, mi nombre de héroe es Gea.

— ¿Gea?— cuestionó la menor—. ¿Como la diosa de la mitología griega?

— Así es— Olivia asintió con orgullo—. La verdad es que no tenía planeado ningún nombre y como me gusta la mitología griega, decidí utilizar el nombre de la diosa que personifica la tierra.

— Eso es muy ingenioso— murmuró la joven en voz baja.

— No hay que distraernos de lo primordial— Olivia junto las palmas de sus manos con felicidad—. ¿Tu nombre es..?

— (T/N) Klimova Clayton.

— Un nombre extravagante para una persona extravagante— afirmó Olivia—. Tengo entendido que posees la misma particularidad que yo ¿Es cierto?

— Supongo que si— respondió(T/N) al momento de bajar la mirada con lentitud.

— ¿Puedes enseñarme?— la joven asintió.

  Por la actitud de la hija de Savvannah, Olivia sabía que se trataba de una pequeña tímida. Sin embargo si su sueño es ser un superhéroe al igual que sus padres, tendría que trabajar la poderosa particularidad que tiene para que algún día logrará estar al nivel de sus padres, o incluso a un nivel más alto.

  La joven de cabellos castaños se había alejado un poco de Olivia para realizar aquella demostración, lo que la mayor observó después fue como es que alrededor de (T/N) se encontraban flotando, piedras pequeñas, arena, polvo. Pero lo que más le había llamado la atención fue como es que la habitación parecía contraerse, además de que logró observar un color que no era perteneciente a la tierra, un color metal en pequeñas partes.

— Creo que no tenemos el mismo poder— afirmó sorprendida, Olivia no podía hacer eso con sus poderes.

  El concreto era algo que ellos no podía mover, su particularidad solo le permitía mover arena y rocas, aunque es simple puede ser un arma mortal si se sabe utilizar. Pero, esta era no era la misma particularidad que ella tenía.

  Olivia estabas sorprendida, sin embargo eso solo la importaba a quiere seguir teniendo a (T/N) como a una pupilo. Así que con una sonrisa y los brazos cruzados observó a la menor.

— ¿De casualidad has escuchado acerca de la diosa Terra?

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