capítulo siete

— Entonces ¿Endeavor no estará en batalla hasta que se recuperé?. — preguntaste a través de tu teléfono celular, Heartbreaking lo afirmó. — bien, creó que me quedaré unos días en Fukuoka, a los villanos les atrae más una ciudad que esta vulnerable.

No hay ningún problema. — expusó la fémina, sabias que detrás del teléfono estaría negando con una ligera sonrisa. —  pero ¿quién se va a quedar a cargo de nosotros?.

— Yo simplemente podría dar órdenes directas, pero no se lo que esta sucediendo allá. — observaste a tus alrededores, no habia ninguna actividad por la noche. — creo que tu eres la indicada, si, estarás a cargo hasta que yo llegué. — detrás de la llamada telefónica lograste escuchar un pequeño sonido de alegría.

¡No la decepcionaré!. — exclamó decidida, reíste ante aquello.

— Avísame si sucede algo. — nuevamente afirmó.

  Él héroe número uno tendría ciertas complicaciones después de aquel ataque en Fukuoka, justo unos días después de haber tenido ese reconocimiento. Aquella cosa que había derrotado el héroe tenía la apariencia de ser un Nomu, una de esas cosas a las cual te enfrentaste hacia varios meses en Kamino.

  Kai mencionó que regresaría a Hiroshima debido al susto que se había llevado ese día, les dio un mes completo de descanso a todo su personal, igual que a ti, le prometiste a tu amigo estar en tu hogar descansando en todo este mes, pero en verdad estarías investigando porque ese Nomu apareció en solitario y si otros volverían a atacar como él.

  Ahora mismo solo te encontrabas en un edificio alto, buscando alguna pista de lo que había sucedido. Usualmente la liga de villanos solía actuar en planes, no al azar y eso te había quedado claro después de la batalla que había tenido All for One con All Might, por los movimientos que el tenía estaba totalmente preparado para la situación.

  Un joven con capucha negra había llamado tu atención, este se encontraba con destornillador entre sus manos y dispuesto a robar un automóvil, negaste la cabeza para después intentar acercarte a la escena pero, una pequeña vibración en uno de tus bolsillos te había alertado y cuando observaste el nombre del contacto tragaste en seco.

— ¿Si mamá?. — le preguntaste en un tono bajo.

  El joven aún se encontraba tratando de abrir la puerta del automóvil, por lo que creaste una pared que le impediría el paso hacia el.

¡(T/N) Klimova Clayton ¿porque no contestabas el teléfono de tu casa, jovencita?!. — exclamó la mayor con un tono severamente molesto.

— Perdón mamá, estaba en el trabajo. — te disculpaste al momento de rascar tu mejilla con nerviosismo.

  El joven encapuchado observó a sus alrededores después de ver aquella gran pared de tierra frente a él, por lo que hundiste sus pies en el pavimento para que no escapará.

¡No es una excusa!. — continuó en el mismo tono. — ¡ahora mismo me vas a explicar quién te dio permiso para ir a Fukuoka!.

— Mamá tengo veintitrés. — le recriminaste, cosa que no le agradó en lo absoluto.

  Te alejaste de aquel edificio alto para aterrizar delante de aquel encapuchado sosteniendo tu teléfono celular, quién cuando te vio de pies a cabeza, sabía que ya no podría regresar a su casa con un nuevo automóvil.

¡No me atrevas a contestarme!. — mordiste el interior de tus mejillas. — ¡Tuviste suerte de haber salido ilesa en la batalla!.

— Pero no fue una batalla... — murmuraste en voz baja.

¿¡Que dijiste?!. — tuviste que aléjar un poco tu teléfono celular debido a lo alto que había gritado. — ¡era alguien de la liga de villanos, fue suerte que hayas escapado!.

— ¿Quieres algo de privacidad?. — observaste a el encapuchado quien arqueo una ceja después de presenciar tu conversación.

— Cierra la boca. — colocaste una piedra en su boca y ataste sus manos con el mismo materia que la pared, para evitar que las utilizará y te atacara por sorpresa.

¡Ten un poco de respeto por tu madre!.

— Tu no mamá, es que estoy en el trabajo. — le explicaste.

¿Y porque estas contestado en teléfono?. — presionaste tus labios para evitar reír. — mira (T/N), tu padre y yo vimos la batalla que tuvo Endeavor con aquella cosa y fue demasiado peligrosa. Verte llegar allí hizo que mi sangre se helará y me preocupé bastante cuando no contestaste mis llamadas, por favor prometeme que estarás bien.

— Claro que si mamá, no me sucederá nada malo. — ejerciste una diminuta sonrisa. — ¿ya terminaron con el trabajo en Rusia?.

Aún no, tu padre piensa que después de derrotar al villano debería quedarse unas semanas más para que no ocurra nada malo. — explicó Savvanah con aburrimiento. — cuídate mucho.

— Ustedes también. — estabas dispuesta a colgar el teléfono.

Espera un momento... ¿¡que haces despierta a las tres de la mañana?!.

— Mamá estoy en el trabajo, te quiero, adiós. — colgaste el teléfono con un toque de pavor.

  La mayor no te dejaría tranquila después de que le cortaras la llamada pero, había un ladrón frente a ti y debías llevarlo preso a la estación más cercana. Tu madre era realmente muy sobreprotectora contigo, desde pequeña y cuando descubrió que querías ser heroína como ambos casi se desmayaba, a pesar de todo eso siempre te apoyó y en cada momento expresaba cariño sobre ti.

  Cuando dejaste el teléfono en tu bolsillo observaste como es que el encapuchado mantenía una sonrisa burlona, a lo que simplemente devolvieste con molestia.

— Cambie de idea contigo, tendrás que esperar hasta que llegué la policía. — caminante en una dirección contraria, el ladrón parecía no tener vergüenza en haber sido atrapado y no solo eso, ya que también se estaba burlando de tu llamada.

  No lo ibas a dejar allí toda la noche ya que había visto cono es que la policía daba un pequeño recorrido en diez minutos sobre aquellas calles, así que solo lo verían allí vestido y con un destornillador entre sus dedos. Era un delito menor, pero al menos lo habías atrapado y eso era lo que contaba.

  Habías terminado tu patrullaje hace dos horas atrás, pero como estabas investigando aquello decidiste quedarte unas cuantas horas más. Dimitri te había enviado un mensaje con su localización, estaba esperándote para llevarte a un hotel cercano en donde dormirían.

  Nuevamente cuando llegaste a un callejón oscuro solo bastó un segundo para que presionarás el botón de tu cinturón y tus vestimentas normales aparecieran como por arte de magia. Cuando llegaste al lugar Dimitri te había recibido con una sonrisa abriendo la puerta de aquel automóvil.

— Gracias. — lo observaste con una sonrisa.

  Justo antes de cumplir los veinte solias llegar a tu hogar con el traje de heroína puesto pero, cuando tu madre se enteró que tenías a muchos paparazzi tras de ti en busca de tu verdadera identidad, mando a Dimitri para que te recogiera cuando tu patrullaje terminará, así que simplemente se convirtió en una costumbre para ambos.

— Terminé lo que me dijo que hiciera, señorita. — expusó el mayor observando el pequeño espejo del retrovisor, aquello había llamado tus atención.

  Dimitri había sido el encargado de crear el traje de padre y ser su fiel informante en muchas ocasiones, además de ser su mayordomo, cuando tu padre ya no necesitaba de sus servicios decidió que lo mejor para él era que Dimitri te protegiera las veinticuatro horas del día, en ello no te había negado ya que el fue él  la persona que te apoyo con tu decisión de ocultar tu verdadera identidad, él fue el diseñó tu nuevo traje e hizo varias mejoras para ocultarlo de los demás.

— ¿Que descubriste?. — lo observaste con curiosidad.

  Le pediste a Dimitri que se encargara de verificar si era el verdadero número de Hawks, lo harías tú misma pero como siempre desconfiaba de todo, pensaste que sería capaz de utilizar tu ubicación.

— Él número si era de él, pero dentro de la tarjeta había un pequeño dispositivo de rastreo. — te mordiste el interior de tus mejillas. — supuse que a usted no le importaría que me deshiciera de el.

— Hiciste lo correcto. — te cruzaste de brazos en tu asiento.

  Posiblemente ya había localizado en donde te hospedaba y quizás hasta más, no sabias porque el héroe número dos había dejado un rastreador en su tarjeta. Quizás ya estaba comenzado a sospechar de tus identidades y la verdad quien no, habías cometido un gran error al dejarte ver por los personas justo al día después de que Terra apareciera en Fukuoka.

  Un error que quizás podría costar tu verdadera identidad.

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