Dentro de una de las Facultades de la Universidad de los Andes en el Sector La Hechicera ya estaban culminando los trabajos de encapsulación de aquella esfera extraña por parte de los miembros de la Agencia de Inteligencia. Se podía apreciar cómo dentro de aquel laboratorio donde apareció repentinamente el científico mas prominente de todo el Planeta Terra algunas horas se hacía cargo una especie de grúa que levantaba una caja transparente, ésta, equipada para almacenar cualquier tipo de objeto y transportarlo largas distancias manteniendo la seguridad y control como prioridad, ademas de todo tipo de artefactos para la manipulación y monitoreo.

-Estamos listos para el transporte del Agujero de Gusano, señor -Indicó unos de los supervisores del procedimiento mientras sostenía una tablet para el control del peligroso procedimiento.

-Excelente. -Respondió el Agente Donovan- Carguen todo al helicóptero, salimos en cinco minutos.

-Señor, ¿Qué hacemos con los cuerpos?.

-Hay que llevarlos igualmente, no podemos dejar pistas. -Y agregó dándole la espalda al colaborador- El Mar Caribe es tan vasto como para deshacernos de ellos.

Los forenses científicos recogían las últimas pruebas, mientras otros dejaban el lugar como si nunca hubiese ocurrido algo, esto luego de buscar imágenes previas del sitio y traer absolutamente todos los objetos averiados o rotos y remplazarlos por nuevos que databan del mismo año e igualmente la misma cantidad de tiempo. Los sujetos eran del comando experto en el manejo de este tipo de escenas y hechos para “limpiar” su nombre y no levantar sospechas de estas acciones de la Agencia Americana y sus operaciones encubiertas.

A las afueras se adentraba en las inmediaciones una camioneta oscura, la única que había salido: La de el par de Agentes frustrados. Posterior a aparcar frente a la puerta principal del edificio, salieron del automóvil en dirección a su superior.

-Señor,... -Iniciaba Smith el enunciado protocolar frente a Donovan cuando este lo fulminó con la  mirada.

-¿Qué?, ¿Vas a decirme que no fueron capaces de capturar a un sujeto por las calles de esta ciudad con ayuda de uno de los instrumentos de punta en vigilancia y sigilo de toda la NSA y las Fueras Armadas de los Estados Unidos de América? -Rugió el líder de aquel escuadrón.

-Pero... señor... -Agregó Rose siendo interrumpido.

-¡Ineptos! -Continuó con su descarga- En esta Agencia tenemos lo mejor de lo mejor de todas las fueras vivas del gobierno. De no sentirse capaces pueden hacerlo formal y serán dados de baja.

Ambos agentes observaban fijamente aquel robusto hombre, el cual se había ganado su respeto debido a todas las misiones ejecutadas con un gran acierto de efectividad, entrando por ello entre los mejores diez de toda la organización.

-No volverá a pasar, señor -Agregaron simultáneamente.

-Eso espero. -Dándoles la espalda les ordenó- Coordinen el desalojo de todo el personal científico y tecnológico para salir rápidamente de territorio venezolano.

Luego de afirmar con un gesto formal se incorporaron inmediatamente a las labores. En cinco minutos todos los implementos estaban dentro de la aeronave, al igual que la totalidad del recurso humano empleado en la misión.

El majestuoso helicóptero contaba con un compartimento inferior donde se albergaba todo el material y la maquinaria pesada, incluyendo las motocicletas y autos; en el piso superior se ubicaba todo el personal, incluyendo al oficial al mando: el Agente Donovan, y el resto de los detectives. La esfera astronómica se situaba en la parte posterior, enmarcado en un espacio de seguridad total.

El piloto realizó todos los procedimientos protocolares junto a su copiloto, el panel de control era de los mas avanzados en cualquier transporte aéreo del planeta Tierra. Tras las verificaciones pertinentes, deslizó su mano derecha sobre una sección táctil, a través de las ventanas se podía observar cómo estaban tomando altura. Los arboles se sacudían debido al efecto del aire que empujaba aquella nave, a su vez que “desaparecía”, camuflándose perfectamente con su entorno.

Tras virar sobre su propio eje, aproximadamente 180°, a unos quinientos metros sobre la superficie, estaban preparados para dejar tierras sudamericanas. Sobre el panel de control, yacía una pantalla que reflejaba las coordenadas del destino: 39°06'31”N 76°46'16”W. Realizando una maniobra, propia de toda aquella aeronave que salía de la meseta merideña bordeada por la Sierra Nevada y la Sierra La Culata, dejaron los Andes Venezolanos.

A una velocidad de crucero, aproximadamente a 460 km/h, sobrevolaban gracias a sus dos rotores las diversas regiones previas a su meta. Mientras se trasladaban sobre el Mar Caribe, una de las compuertas traseras fue abierta, cayendo cuatro bolsas oscuras, para hundirse sobre aguas internacionales y desaparecer para siempre, cumplimiento de la orden proporcionada por Donovan previo a su salida.

Tras un largo tiempo, nubes claras impedían la vista panorámica, dentro, el personal de seguridad y fuerzas armadas monitoreaban radares, señales de alguna amenaza externa y demás, mientras el grupo científico apreciaba la cápsula en forma de cubo que almacenaba el Agujero de Gusano, éste no parecía tener variación alguna: su radiación, diámetro y emisión lumínica se mantenían estables.

Poco más de 9 horas de viaje fueron suficiente para visualizar nuevamente una costa.

-Ingresando a espacio aéreo de los Estados Unidos -Se escuchó en las bocinas de la nave.

Tras bordear el flanco oriental del país norteamericano, se adentraban en zonas cada vez más pobladas hasta llegar a las mas urbanizadas; rascacielos, calles y avenidas infinitas, automóviles, taxis amarillos, personas en sus arduas labores podían apreciarse bajo aquella aeronave invisible. La enorme capital estadounidense, la Casa Blanca y el Capitolio fueron las escenas siguientes a observar, antes de emplear la Autopista Baltimore-Washington Pkwy como guía en su trayectoria final. Al visualizar la Ciudad de Maryland, el Piloto desvió unos 20° su trayectoria, en dirección a Fort Meade.

-Estamos arribando a nuestro destino. -Nuevamente la voz anunció en el interior- Tripulación, prepararse para el aterrizaje.

Los pasajeros iniciaron los preparativos. Cinturones de seguridad fueron impuestos automáticamente sobre la humanidad de cada uno de ellos. La imagen que se apreciaba en la cabina de mando era la Autopista Patuxent, tras ella, cientos de puestos para estacionamiento de autos rodeaban los edificios federales mas difíciles de acceder. Dando la bienvenida, el Edificio Sede de la Agencia de Seguridad Nacional respaldado al Norte, Sur y Este por otra edificación un poco mas baja, el Edificio de Operaciones 1, con forma de centro comercial, a sus espaldas dos grandes arquitecturas de vidrios azul negruzco, las Operaciones 2A y 2B, se erigían con un ligero e imperceptible recubrimiento de cobre para bloquear las señales electromagnéticas, cual jaula de Faraday.

Los centenares de automóviles aparcados representaban los miles de trabajadores de inteligencia que se encontraban en las entrañas del complejo. Fort Meade parecía que podría ser el final de la Tierra, una zona alejada, que no se desearía visitar jamás, si es que eso podría ser posible.

El helicóptero se inclinó a su derecha para aterrizar en un espacio circular al ala sur del edificio principal. Aun imperceptible para el ojo humano descendiendo lentamente hasta tocar la superficie, los rotores detuvieron su movimiento hasta parar por completo, en dicho instante, ésta plataforma emanó un sonido, aquel tan característico que indica la liberación de presión para algún sistema mecánico.

Aquella tarima redonda comenzó a bajar, llevando consigo la aeronave y todos sus tripulantes dentro; el camino era un gran cilindro compuesto de cristal que iba hacia las profundidades. Luego de unos segundos de oscuridad total, se podía apreciar niveles subterráneos, un primer piso de oficinas que se vio rápidamente, un segundo de almacenes de armas de guerra, así sucesivamente desfilaron otros de laboratorios y estacionamiento de naves. Cualquier parecido con el Área 51 era sólo coincidencia, ya que éstos eran sus más arduos colaboradores.

Finalmente la plataforma se detuvo en el último nivel subterráneo. El lugar estaba completamente iluminado, dividido por una zona de laboratorios de alta gama donde se llevaban a cabo los experimentos y pruebas más secretos de toda la nación para su seguridad y, por qué no, la conquista de otros territorios “desprovistos de paz y justicia”; la segunda sección era el cuartel general de la NSA, encargada del espionaje, inteligencia y contrainteligencia a nivel global, siendo la organización con fines y misiones más secreta de todo el planeta. Al fondo se observaba una gran pantalla con el logo oficial: Un águila calva con grandes alas de color marrón, en su pecho un escudo con barras blancas y rojas, entre sus garras amarillas una gran llave, todo bordeado por un círculo con la inscripción NATIONAL SECURITY AGENCY en la parte superior, en la inferior UNITED STATES OF AMERICA.

Todos los pasajeros comenzaron a descender del helicóptero una vez se le fue permitido por el piloto, el primero fue el Agente Donovan con su predominante figura musculosa, seguido por sus Agentes de confianza: Rose y Smith. El recibimiento fue por parte de un hombre de gran envergadura, su presencia infundía miedo y temor en todos aquellos que lo rodeaban, observarlo directamente a los ojos era casi imposible, el sólo intentar hacerlo intimidaba y sobresaltaba el corazón, éste era el Director de la Agencia, el cual con el rango de vicealmirante de la marina había sido ratificado infinidad de veces para el puesto por el ministro de defensa. Su nombre: Scott Watson.

-Señor -Saludó con total formalidad Donovan.

-Agente Donovan. -Exclamó el director con una voz profunda- Solicito informe de la misión, sígame a la sala de reuniones.

-Si, señor. -Respondió.

Un gran grupo de científicos procedieron a desembarcar el Puente Einstein-Rosen, todos con sus trajes de seguridad. La compuerta trasera fue abierta, una grúa utilizó su brazo mecánico para bajar aquella caja cristalina, posteriormente fue llevada al laboratorio principal, luego de varios niveles de seguridad. En dicho lugar sería monitoreado y estudiado para comprenderlo completamente.

El director Watson y su acompañante llegaron a una gran puerta, ésta se abrió luego del saludo formal de ambos oficiales que custodiaban el pórtico, ya dentro, veinte oficiales de alto rango estaban sentados al rededor de una gran mesa ovalada; el lugar tenía todo lo relevante de una sala de reuniones, incluyendo otra gran pantalla táctil y un mapamundi interactivo.

Todos se levantaron inmediatamente al sentir la presencia del director, allí permanecieron hasta que Scott Watson tomó su lugar. La reunión se llevó a puertas cerradas con una duración de treinta minutos, donde el Agente Donovan informó todo lo que había ocurrido al Consejo de Seguridad. El jefe permanecía inmutable junto a un semblante serio.

-Posterior a ello... -Comentaba Donovan ante aquellos señores- el sospechoso no pudo ser apresado. Sigue prófugo.

-Entonces, sus colaboradores no fueron lo totalmente competentes -Agregó Watson fulminándolo con la mirada.

-Señor, ellos utilizaron toda la tecnología que tuvieron en sus manos, la cual era escasa... -En ese momento fueron interrumpido por la llegada de un informante.

El jefe lo dejó pasar con una señal. El sujeto era delgado, se trataba de un hombre de mayor edad con lentes y bata blanca, todo indicaba que era del laboratorio principal, su asesor científico personal. Watson escuchaba atento, hasta un punto en el que su semblante expresó entre la seriedad un poco de asombro y sorpresa. Tras una breve conversación silenciosa salió de la sala el científico.

-Señores, -Comunicó el director al levantarse de su silla- el cómite de ciencia me ha comunicado que el objeto se trata de un Puente Einstein-Rosen, o mejor identificado como Agujero de Gusano. Los primeros estudios que se le han realizado han arrojado que es un portal a otra dimensión, otro Universo.

-Señor, -Agregó uno de los colaboradores al levantar la mano y permitirsele su intervención- debemos encontrar los usos que podríamos darle para la defensa de la nación.

-La información que tengo es que se podría viajar a través de el Agujero, apareciendo en otro lugar del Universo instantáneamente.

-Será de gran ayuda para el espionaje de las áreas secretas de todos nuestros enemigos, -Argumentó otro asistente de la reunión- tomando ventaja frente a ellos.

-De tratarse de otro Universo -Agregó el siguiente- sería interesante conocer dicha dimensión. Podríamos encontrar infinidad de recursos minerales para explotarlos y utilizarlos a nuestro favor para potenciar nuestras armas nucleares.

El debate se llevaba a cabo, el punto era los usos bélicos que se le podría dar. Donovan escuchaba en silencio las ideas.

-Con su permiso, -Añadió el representante del área científica- todas esas idea no se podrán llevar a cabo sin saber completamente la naturaleza física del Puente Einstein-Rosen. Nunca se ha podido entender estos objetos. Todo es teórico. Se podría usar cómo un atajo pero es muy baja, casi nula la posibilidad de sobrevivir a aquel organismo que trascienda materia.

-¿Qué sería lo ideal? -Preguntó el director.

-Lo ideal sería tener conocimiento, poseer información de previas experiencias de algo o alguien que haya estado en el otro lado.

El vicealmirante Watson observó fijamente a Donovan antes de interrogarlo.

-Agente.

-Señor. -Respondió Donovan.

-En el informe que nos ha comunicado, ha dicho que una persona de naturaleza invisible está prófuga.

-Si, señor. Se presume que el sujeto atravesó el denominado Puente.

La mente militar del director inició un minucioso y elaborado plan.

-¿Alguna pista del sospechoso?-

-Sólo ADN extraído de sangre que se ubicaba sobre la superficie de la puerta del laboratorio.

La mirada profunda y penetrante de Scott Watson tenía una idea astuta para conseguir información, pero se la reservó.

-Señores. -Dijo mientras se acercaba a la pantalla del recinto- Enviaré a los dos mejores Agentes de la NSA y me atrevo a decir que de todos los Estados Unidos.

En la pantalla aparecieron dos siluetas y los principales datos junto a los atributos de los elegidos.

-Experiencia en distintos ambientes y terrenos, ambos tienen una efectividad del 100% en su misiones. Manejan la lucha cuerpo a cuerpo, poseen habilidades tecnológicas y con arsenal de cualquier calibre. Cuentan con el dominio de hasta seis idiomas y la capacidad de camuflarse y espiar a cualquier gobierno, incluso hasta derrocarlo -Comentó mientras observaba a todos- El Agente M. A. y el Agente D. C. serán los encargados de traernos al sospechoso e interrogarlo para obtener toda la información respecto al Puente Einstein-Rosen y su Universo, no sabemos el grado de peligro que pueda representar su conocimiento y tecnología para nuestra nación, por ello debemos apresarlo lo antes posible.

Una idea malvada se cocinaba en su interior, miró a su público demostrando la superioridad que poseía para culminar la reunión.

-Contacten a ambos Agentes para indicarles los nuevos datos de su misión. -Y culminó al golpear firmemente la mesa con su puño- ¡Lo quiero aquí a cualquier costo!