—No obtendrás nada de mí

USA ya no tenía fuerzas para pelear y aún así aprovechaba cada pequeño espacio entre sus delirios para negarse.
Le dolía todo el cuerpo, sentía las lágrimas secarse sobre su piel, tenía frío y su piel rozaba el suelo.

Mantenía su orgullo solo por capricho y porque se repetía que él debía ser más fuerte que su atacante. Pero en el fondo solo quería rendirse y suplicar porque esa tortura terminara. Porque lo odiaba. Lo detestaba desde que lo forzaron por primera vez

—Es tu última oportunidad
—Jamás

Escuchaba el ruido afuera. Ya no tenía fuerzas y se tambaleaba entre la inconsciencia. USA sabía que no iba a poder salir solo de esa y que dependía de los soldados de su escuadrón que tal vez no llegarían tan pronto como para darle oportunidad.

—Entiendo

Imperio lo dejó al fin y se alejó. USA respiró tranquilo un momento siquiera antes de toser y sentir el dolor en cada pedazo de piel y músculo.

—Entonces ya es inútil.
—Imperio... Oye!
—Ya no tienes mi protección

USA sintió pánico

—Oye!
—Formarás parte del resto de prisioneros
—Imperio!

La puerta se abrió y muchos olores se entremezclaron. USA los podía percibir debido a su inestable condición. Sintió desesperación. Perder la protección del líder era condenarse solo. No lo pensó antes

O no esperaba lidiar por tanto tiempo con algo así sin tener un plan de respaldo. Pero su cuerpo ni su mente estaban en condiciones de luchar

—Imperio! No te atrevas!
—Ya no eres mi problema
—Imperio! —entró en pánico—. No! No me hagas esto!

No le respondieron y en lugar de eso vio entrar a uno de los alfas que lideraban los pelotones de ese sitio

—Pagarás por esto, Imperio! Imperio! ... Me escuchas! Lo vas a pagar!

A partir de ahí sus memorias fueron borrosas, olvidó casi la mitad y después OMS le dijo que era una estrategia de su mente para mantenerlo con vida y cuerdo.

De aquellos días horribles solo tiene presente el olor horrible de las feromonas entremezclado con su miedo y agua estancada. El dolor, el terror, la ira y su impotencia.

Poco recuerda de cuando escuchó una explosión cercana que hizo al suelo vibrar. Sintió que esa era su oportunidad y le rompió el cuello a su guardia.
Robó la vestimenta menos representativa del enemigo, se hizo con armas y cuchillos y se abrió paso en medio de la adrenalina y la confusión por el ataque.

Vinieron por él pero ya fue tarde.

Lo hallaron apenas vivo, y eso solo porque su cuerpo establecido como una representación era más resistente que la de un humano normal.

Pero nadie le preguntó lo sucedido.

Aunque era innecesario.

Solo el médico de su equipo lo supo y censuró el informe que se enviaría a los aliados. Lo hizo bajo estrictas indicaciones del propio USA

Porque estaban en guerra

Y esos detalles no valían la pena