—Gringo, estás bien?
—No tan bien como tú

USA le sonrió divertido mientras caminaba hacia la salida

—Te fuiste del almuerzo así como así —México se acercó cauteloso—. Qué te pasa?
—No adivinas? —sus mejillas empezaban a tomar color—. El lazo debe darte una pista
—Ehm... No

Mintió

—Qué bueno. Creí que seguíamos teniendo esa interacción irregular debido al lazo

USA suspiró aliviado. Habían pasado algunos meses bajo supervisión y según OMS, ya que no tenían una conexión emocional o física fuerte, debería regular su vínculo de modo que no compartirían emociones o sensaciones a menos que fueran extremadamente intensas
Como en el celo.

—Pero ya nos dijo el doc que estábamos bien
—Sí. Gracias a dios porque no quería darte problemas cuando llegara mi celo. No quería molestarte con esa sensación rara de cosquilleo
—Ya llegó?
—Sí, Mexi —le sonrió—. Sabíamos que en algún momento llegaría. Me sentí raro en la mañana y ahora mi olor se empezó a percibir a pesar del medicamento
—Quieres que...
—No, tranquilo —le sonrió—. Ve con los demás, Australia viene por mí, me llevará a casa. Estaré bien
—Seguro?
—Nos veremos en 3 días, Mexi

El tricolor se despidió con su mano del americano, le sonrió, pero tuvo que respirar y apoyarse en una pared cercana.
Mintió con descaro
Sentía el leve cosqueilleo de la marca, sentía el inicio del celo del Omega con el que se vinculó. Pero no quería incomodar a USA en ese periodo.
Aún así...
Estaba pensando demasiado en eso