Apretó los labios entre sueños, pero abrió los ojos enseguida al darse cuenta que lo que sentía entre sus piernas no era parte de su sueño.

—Qué haces?
—Deseo a mi compañero

USA rozaba su mejilla con la intimidad de Colombia, perdido en el deseo de una nueva ola de calor por su celo. Se había escabullido entre las sábanas para posicionarse. Perdido en su calor había estado dejando besitos en esa piel, tomando el control con sus manos hasta despertarlo

—Ey, debes descansar, apenas dormiste unas horas

Pero no hubo forma. Era el Omega de USA que necesitaba ser satisfecho. Seguro cuando el celo pasara el gringo se iba a morir de vergüenza, pero en ese momento parecía muy feliz empezando a rozar su lengua con la punta del glande

Colombia apretó los dientes cuando sintió la humeda cavidad sobre su miembro. Tuvo que echar la cabeza hacia atrás para disfrutarlo y controlarse un poco. Su deseo se encendía a la par que el calor de USA

Lo estaba disfrutando más de lo que creyó. Porque ese Omega le daba placer así como exigía el suyo.