Hola amad@s lectores.Lamento haberlos tenido abandonados por tanto tiempo, no me justificaré, ¡tenía mis razones!... pero les compensaré.He regresado y con un gran regalo para todos en agradecimiento por leer lo que escribo y por la "GRAN, PERO GRAN PACIENCIA" que me tienen.Así que............¡DISFRUTEN!

Capítulo 14: I have you!

Harry y Ron estaban teniendo una agradable plática cuando su conversación se vio interrumpida por una serie de golpecitos en la puerta del compartimiento por donde unos segundos después se asomó la redonda e infantil cara del Neville de once años.

El pobre chico estaba algo pálido y a leguas se notaba que se encontraba un poco nervioso, eso sin contar la miraba preocupada que tenía en su rostro.

—Perdón, ¿habéis visto un sapo? — preguntó educadamente. — Se me ha escapado. ¡Otra vez! — lo último lo dijo en voz muy baja que de no ser porque Harry se encontraba más cerca de él ni siquiera lo hubiese escuchado.

—¡Lo siento, no lo hemos visto! — se disculpó Harry.

—¡No te preocupes de seguro pronto aparecerá! — prosiguió Ron tratando de darle ánimos.

—¡Eso espero o la abuela va a matarme! — murmuró. — Bueno si la veis...

—La cuidaremos y te la daremos tan pronto te volvamos a ver. — comentó Harry regalándole una sonrisa.

—¡Gracias! — asintió este antes de marcharse para seguir buscando en los demás compartimientos.

—¡Pobre chico! — exclamó Ron. — ¡Espero que aparezca pronto! Yo también estaría igual de preocupado si perdiese a Scabbers.

La rata ni siquiera se inmuto ante la mención de su nombre y continuo durmiendo en las rodillas de Ron como si nada pasase a su alrededor.

—Ayer Fred me enseño como volverla amarilla, ¿quieres que te lo muestre?

—Claro. — asintió el moreno mientras se decía para sí. —Aunque si fallas y se muere en el proceso te lo agradecería eternamente... No Harry...— se regañó — todavía no... aún no es el momento... hasta que Sirius no esté libre... luego de eso... me aseguraré que los dementores le den el beso.

Con su barita ya en la mano, Ron se aclaro la garganta para recitar el hechizo cuando la puerta una vez más fue abierta dejando ver a una niña que rápidamente Harry identifico como la joven versión de su mejor amiga, Hermione Granger.

—¡Disculpen! Neville perdió su sapo ¿No lo habéis visto? — dijo ella.

—Lamentablemente no lo hemos visto. — le respondió Harry.

—¡Oh, ya veo! Gracias de todas formas. — la chica se dio la vuelta para marcharse pero antes de retirarse se volteo a verlos. — Por cierto deberías iros poniendo vuestras túnicas ya estamos por llegar.

—Gracias por el aviso eso haremos.

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Para cuando el Expreso llegó a su destino el atardecer estaba floreciente.

—¡PRIMER AÑO POR AQUÍ! ¡LOS DE PRIMERO VENGAN CONMIGO! — la fuerte voz de Hagrid resonaba por sobre el bullicio de la estación llamando la atención de los nuevos alumnos que iban bajando del tren.

Cuando Harry bajo del tren y vio a Hagrid siendo rodeado por los pequeños futuros Hufflepuff que le miraban asombrados y un poco temerosos de su imponente tamaño, no pudo evitar dejar escapar una sonrisa y tomando a Ron por el brazo izquierdo tiró de él para que ambos se dirigieran hacia el semigigante.

—¡Hagrid! — llamó el moreno alegremente una vez que se encontraron cerca.

—¡Harry! — dijo este con igual alegría. — ¿Qué tal? ¿Disfrutaste tu primer viaje en tren? — preguntó con una sonrisa.

—¡Fue divertido, pero no pude ver a Draco! — comentó bajando la cabeza.

—¡Vamos, vamos! ¡No te desanimes! — le consoló dándole unas palmaditas en el hombro izquierdo que de ser un poco más fuertes de seguro se lo hubieran dislocado. — ¡Ya verás cómo lo encuentras fácilmente una vez que todos los nuevos se reúnan!

—Mmm... — asintió este aún cabizbajo.

—Harry. ¿Quién es él? — preguntó Ron luego de haber presenciado el pequeño intercambio.

—¡Perdón me olvide de presentarlos! — se disculpó Harry avergonzado. — Este es Rubeus Hagrid, Guardián de las Llaves y Terrenos de Hogwarts. Hagrid este es mi amigo Ron Weasley, nos conocimos en el andén, también entra en primero este año.

—¡Valla que tenemos aquí! ¡Un nuevo Weasley! Un gusto en conocerte Ron, puedes llamarme Hagrid, los amigos de Harry también son mis amigos— se presentó tendiéndole la mano en un saludo. — Espero que tú no seas tan travieso como tus hermanos.

—¡Un placer conocerte! — correspondió el pelirrojo estrechando su mano.— ¡Puedes estar tranquilo, ellos son únicos!

—Jajaja... me agradas...

Mientras que Hagrid y Ron conversaban entre ellos cierto moreno de ojos verdes escaneaba todo el lugar en busca de una rubia cabellera perteneciente a una joven y escurridiza serpiente que justo en esos momentos se encontraba descendiendo de uno de los últimos vagones siendo seguido muy de cerca por su grupo de amigos.

—¡Te encontré! —murmuró Harry sonriente antes de salir disparado a su encuentro.

—¡¿Eh?! ¡Harry! — llamó Ron confundido. — ¿A dónde vas?

Lamentablemente para el Weasley menor en estos momentos el joven Potter se había desconectado de todo lo que no implicase al heredero Malfoy preso entre sus brazos.

Como Draco estaba de espaldas prestándole atención a las quejas y berrinches de sus amigos no era consciente del depredador que lo asechó desde la distancia y que se le acercaba cada vez más.

—¡Dejen de lloriquear! — les regañó el rubio una vez que perdió la paciencia. — ¡Compórtense! — ordenó. — ¡Estamos en un lugar público!

—¡Lo sabemos! — susurraron a coro.

—¡Bien, vamos a...!

—¡Te tengo!

Antes de que Draco pudiese reaccionar ante aquella juvenil y masculina voz que escucho muy cerca de su oído derecho su cuerpo se vio atrapado en un fuerte abrazo.

—¡Te extrañe! — susurró Harry en voz baja antes de presionar su nariz sobre el blanco cuello del rubio.

En solo unos segundos todo el rostro de Draco estaba casi al mismo nivel que el cabello de los Weasley.

—¡Ha-Ha-Harry! — tartamudeo Draco.

—¿Me extrañaste? — preguntó fundiéndose aún más en su cuello.

—Y-y-yo... — a pesar de que la respuesta era un simple monosílabo Draco se sentía incapaz de decirlo sin avergonzarse aún más de lo que ya estaba, si es que eso fuese posible.

—¡Te traje un regalo! — dijo alzando su mano derecha en la cual sostenía el lirio morado. — ¡Un pequeño reflejo de lo que pienso de ti! — dijo en un tono de voz lo suficientemente alto como para que todos los chismosos cercanos pudiesen escucharlo.

—Gr-gracias. — artículo Draco tomando la flor acercándola a su nariz para poder oler el suave y ligero aroma que esta desprendía.

—De nada. La próxima vez te daré un ramo.

Inconscientemente el pequeño rubio dejo ver una dulce y hermosa sonrisa que hacia un contraste sumamente adorable con sus sonrojadas mejillas.

Los amigos del rubio así como varios de los estudiantes que se encontraban lo suficientemente cerca como para percatarse de lo que estaba ocurriendo miraban al par de niños con ojos estupefactos.

..........

—¡Oye! ¡Ese no es el heredero de los Malfoy! — preguntó un chico de Ravenclaw cursos mayores.

—¡Cómo crees! — le respondió otro. — ¿¡Alguna vez has escuchado de un Malfoy que muestre emociones!?

..........

—¡Qué adorable! ¡Míralo! ¡Esta todo rojo! — dijo una chica que usaba los colores de Hufflepuff.

—¡Espero que estén en nuestra casa! — comentó otra.

.........

—¿Qué pasa Flint? — preguntó una chica de Slytherin mientras alzaba la mirada por sobre el hombro de su compañero. — ¿Por qué te detienes? ¿Son solo un par de niños?

—El rubio es el heredero de la casa Malfoy. — le respondió.

—¡Ohh! ¿Y él que lo sostiene quién es? ¿Su prometido?

—Los Malfoy no han anunciado nada sobre el compromiso de su heredero.

—¡Pero es obvio que le está cortejando! ¡Míralo hasta le dio un regalo y todo!

.........

Ignorando todos los molestos susurros a su alrededor Harry tomo la iniciativa para llevarse a su dragón.

—¡Vamos tenemos que ir hacia los botes! — le dijo Harry mientras lo guiaba manteniendo su mano izquierda alrededor de la cintura del rubio. — ¿Te gustaron los dulces que te mandé? — le preguntó.

—Si... son mis favoritos. Gracias.

—La próxima vez te los daré en persona. — dijo sonriente el moreno.

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["Manual para conquistar a tu futuro esposo" por Harry James Potter.]

Capítulo 2: Marcar Territorio.

Paso 1:

Atrápalo antes de que se escape. Si esperas a que él haga el primer movimiento la relación no avanzara. No puedes ser ingenuo al pensar que solo porque ambos son jóvenes, niños en mi caso, puedes ir despacio.

¡ESPABILA!

Con ese tipo de mentalidad terminarás "SOLO."

Paso 2:

Deja en claro tus intenciones... si hay testigos presentes...

¡Mucho mejor!

"Entre más rápido lo sepan, más rápido lo aceptarán."

No te preocupes si el objetivo de tus deseos no se da cuenta incluso cuando estas siendo extremadamente directo, créeme, hay personas que somos excesivamente densas.

Paso 3:

Acapara su atención. Es esencial que no le des ni una sola oportunidad a la competencia.

"En sus ojos solo debe reinar tu reflejo."