| Episode 8 |
Residencia Waldorf
12:00 del medio día
Suena '(It happens) Sometimes' de Jack Black como fondo musical en el salón de entrenamientos mientras el de rulos se encuentra golpeando aquel saco de arena con los guantes de boxeo rojo escarlata solando toda la furia que pueda en menos de 3 minutos.
El sudor cae por sus músculos en aquella camiseta sin mangas oscura mientras Emilia lo observa con asco pues sus rulos parecen empapados de agua.
—Ram...—seguido golpe tras golpe enfocado en su objetivo a lo que ella suspira—¡Ramiro!—el continúa—¡Idiota!—desconecta la música sin titubeos escuchándose su último insulto bastante fuerte
—¡Fuck off!—grita con tensión pues algo que odia son los entrenamientos interrumpidos—¿Que quieres?—comienza de nuevo golpe por golpe mientras su hermana se cruza de brazos—¿que haces vestida así?
—Papá ha llegado—el boxeo se detiene de inmediato al igual que sujeta el saco de arena y suspira con pesadez—dúchate, que esta vez no viene solo...
Comparten miradas y sin más ella enciende la música de vuelta para después salir del salón; Ramiro presiona sus párpados descansando la cabeza sobre el saco de boxeo intentando contenerse aún que sin éxito lanza los guantes de piel a cualquier dirección para al final dar una patada de rugby a la bocina dejándola inservible.
[...]
—Finanzas y gestión empresarial o tal diplomacia—escuchando la voz de su hermana y dos copa de cristal chocar entre ellas el azabache pasa sus manos por el rostro ya limpio por la ducha intentando liberar su frustración
—Vaya mujer emprendedora, idéntica a ti—la mujer castaña suelta una risa melodiosa, el de rulos avanza en silencio siendo notado de inmediato
—Mi muchacho—Blake abre ambos brazos saludándolo varonilmente pero con un beso en la mejilla lejana—te ves bien Ramiro
—Gracias—aclara su garganta—¿tu eres?—Emilia inclina la cabeza pidiéndole que cuide sus modales en discreción
—Madeline—su padre coloca una mano en la cintura de la mujer atractiva para después sonreír con emoción mientras Emilia muerde su mejilla interna deseando que no reaccione de mala gana—mi prometida
—Ramiro tenía muchas ganas de conocerte—la mujer de piel tostada toma su rostro deslizando las manos para envolverlo en un abrazo maternal—tu padre me hablado mucho sobre ti, bueno sobre ambos
—Vaya—levanta ambas cejas irnonico—de ti no he escuchado ni una puta palabra, claro aunque eso fue la última vez que se comunicó con nosotros. Hace 4 meses
—Ramiro...—la rubia habla entre dientes sosteniendo su brazo mientras su padre está apunto de responder hasta que una pelinegra entra sonríente
—Hola...¿interrumpo?
—La maravillosa Delfina Hemsley ¿cómo estás cariño?—el hombre saluda con cortesía—te presento a Madeline, mi prometida. Madeline ella es la mejor amiga de Ramiro, parte de la familia
—Prometida...wow—saluda a la mujer con un abrazo al mismo tiempo que observa a Ramiro con sorpresa quien se mantiene con las facciones fruncidas—felicidades
—Gracias—responde la de ojos verdes sonriente ante su prometido
—Vamos—Ramiro toma a delfi por el brazo obligándola a caminar con rapidez mientras ella trata de no borrar su sonrisa amable
—¡Un placer!—levanta la voz mientras suben por las escaleras
* * *
—¿Que mierda fue eso?—suelta sus palabras apenas llegando a la habitación del varón quien azota la puerta para después golpear un par de adornos y caer sobre su cama—¿Sabias de esto?
—No tenía puta idea de que volvería, no nos habla desde hace 4 jodidos meses y de la nada aparece con una prometida ¡Shit man!—golpea el edredón para después tomar una almohada y gruñir bajo ella
—Que jodido—se quita los tacones subiendo a la cama—lo siento...se que después del accidente de tu madre no ha sido fácil—hace un mohín con los labios recordándole aquella tragedia de hace 3 años cosa que automáticamente lo pone melancólico
—Da igual—intenta ignorarlo y ella lo nota—¿que haces aquí? La verdad—advierte pues sabe que estaba apunto de responder aquella típica frase sobre conexión telepática
—Ugh, creí que Yamila estaría aquí estudiando contigo y era mi oportunidad para hablar de Stella—este niega con la cabeza divertido—¡no te burles!—lanza un almohadón—quiero que diseñe mi vestido de 18's
—Pues mala suerte para ti
—Debe estar con Simón—hace un puchero dejando caer su espalda sobre el edredón para después suspirar—¿crees que ella guste de él? No parece su tipo pero Simón está obsesionado
—El mecánico tampoco el tuyo pero parece que disfrutas charlar con el bajo las gradas—abre los ojos de par en par—no eres tan discreta como crees aunque benicio es bastante idiota para notarlo
—¡No me gusta!—el azabache asiente sin creerlo—hay una explicación
—¿Ah si? ¿Cual?
—Stella Blue es su tía, descubrí que Yamila y el son familia así que salgo con el para que me la presente ya que tú pareces no querer ayudar a la única chica que hace todo por ti—se defiende caprichosa
—Primero: Wow—parpadea perplejo ante aquel descubrimiento—y en segunda ¿porque no mejor hablas con ella directamente?
—Lo he intentando pero cada vez que menciono el nombre Stella sale corriendo con cualquier excusa además que no congeniamos en nada, he tratado pero parece que no le agrado demasiado—juega con un mechón de sus cortos cabellos—debe ser porque su hermana me adoraba
—Si...creo que no se llevan muy bien—achica los ojos recordando un poco
—Ugh excelente ahí va mi vestido de diseñador—piensa por unos segundos para después fruncir el entrecejo—¿Como sabes? Creí que solo estudiaban ¿se están conociendo?—lo codea con picardía
—Sale con Simón—responde obvio—¿crees que me metería con ella?
—Uno no elige de quien enamorarse—baja los hombros mirándolo fijamente a lo que Ramiro lleva su vista al techo con los labios ensanchados—lo cual no aplica para Gaston borra esta estupida sonrisa
—"Uno no elige de quien enamorarse"—repite imitando su voz femenina para obtener un almohadazo con rabia
—¡Calla!—el ríe mientras delfi se encuentra molesta dando uno que otro golpe con aquel pequeño almohadón—You're fucking annoying—último golpe
Residencia Gibbs
Observando la pantalla de su móvil por décima vez en el último minuto suspira con tristeza al notar que Matteo sigue sin responder a sus mensajes. Mantiene la cabeza sobre la mesa en un silencio ensordecedor hasta que unos tacones golpean el mosaico crema de la cocina.
—Cariño ¿apenas desayunas?—levanta la cabeza alineando su postura para encontrarse con una mujer rubia de ojos azules
—No pude dormir toda la noche y cuando baje tú y papá no estaban. Así que si...—señala el desayuno al cual no ha tomado ni un bocado
—Lo siento estamos llenos de trabajo, pero te prometo que la proxima semana hacemos algo juntas ¿que te parece si en el tiempo que tienes libre tomas mi tarjeta y vas por algo lindo a D&G? A las chicas de tu edad les anima la moda
—Seguro...—toma su jugo de naranja evitando el contacto puesto que se considera todo lo contrario además que ya está acostumbrada a estar sola hasta en casa
—Puedes llamar a Matteo o una amiga seguro que tienes algunas—responde sin apartar la vista de su pantalla electrónica a lo que ámbar tan solo traga en seco
—Claro lo haré—asiente con la cabeza recibiendo un beso en la mejilla y entonces observa a su madre marcharse por la puerta principal. Quedando sola en la inmensa residencia, como es de costumbre.
Pensativa ante las últimas palabras de su madre mantiene el contacto de Emilia dudosa pero es verdad que lo que le hace falta es una tarde de chicas y aunque no la considera una amiga íntima puede que le ayude a salir de su zona de conford.
—Emilia, hola...soy ámbar
—Ámbar ¿como vas?
—Mal...sabes mi madre me dejó su tarjeta de crédito y como es obvio que Matteo me ignorara por siempre pensé qué tal vez tú querrías pasar la tarde conmigo ¡sin presiones! Se que no me consideras tu amiga y--
—Ámbar sería genial—responde entre risas ante el nerviosismo de la oji-azul—aunque tendría que ser en unas horas debo pasar el rato con la prometida de mi padre, ya sabes trato de dar una buena impresión de mi familia ya que Ramiro se comportó como un imbecil. ¿Nos vemos a las 6?
—¡Si! Quiero decir—aclara la garganta arrepintiéndose de su emoción—seguro—risa de Emilia—nos vemos en Trafford
—Genial, chao
Sosteniendo el móvil entre sus manos sonríe pensando qué quizá Emilia no es una perra como lo pensaba.
Trafford Centre | Manchester
6:37 pm
—Muy bien ámbar ya tienes lentes de contacto y tus ojos son como dos putos diamantes—señala a la rubia ahora sin anteojos—el segundo paso es mostrarle al mundo quien eres, tú ropa no me dice quien eres. Debes sacarte provecho y dejar de vestirte como...eso—señala obteniendo un bufido
—Bien
—Los vestidores están por allá y ya que seré tu modista probaremos otra actitud—entrega cientos de conjuntos nuevos a lo que ella recibe asombrada—vamos—la empuja ligeramente obligando a caminar—entra ahí
Minutos después la rubia sale con un outfit para nada favorecedor pero intentando ponerle diversión a la situación da una media vuelta.
—Intenta no babear Emilia—guiño
—Siguiente—niega de inmediato
Después de unas cuantas pruebas el estilo de sexy rapera la hace carcajear y es entonces cuando sus problemas parecen desvanecerse y comienza a moverse al ritmo de la música ambiental bajo esos tacones con etilo ochentero.
[...]
—¿Te divertiste?—codea
—No...para nada—intenta ocultar aquella buena sensación mientras caminan hacia la salida Trafford con unas buenas compras en compañía
—¿Estas segura? No tiene nada de malo aceptar que en otra vida soy experta en los cambios de imagen—ámbar sonríe cabizbaja—Pasó número tres: que se joda el mundo. Eres fantástica ámbar y a decir verdad mucho más real y valiosa que todas las perras del college, así que confía en ti—señala obteniendo un abrazo repentino por parte de la rubia platinada
—Gracias por esto—cierra los ojos y sonríe
—Ya verás como las cosas con Matteo se arreglan...solo dale tiempo
Norte de Manchester
Departamento 19
Deteniendo su motocicleta RVS#1 de tonos negro mate se despoja del casco combinado observando los 10 departamentos de distintos colores con confusión por lo que revisa por segunda vez la dirección en sus mensajes con Emilia y vuelve su mirada hacia el color crema para después enarcar una ceja.
—¿Enserio?—baja de su motocicleta apoyándola en el poste de luz y mirando de lado a lado entonces toca con el dedo índice el timbre de color cobre. Segundos después la puerta se abre y al percatarse de Gastón la pelirroja intenta cerrar la puerta—¡Jimena! ¿Qué haces? Déjame entrar
—¡Lárgate!—forcejean—¿quien te dio mi dirección? Emilia ¿cierto? La voy a matar—habla con dificultad y hasta no poder más se rinde dejando que el varon abra completo la puerta—shit...
Camina con molestia hacia el interior mientras es seguida por el casi rubio quien observa los juguetes de colores por sobre el televisor y alfombra floreada al igual que una mala imagen de la cocina a la cual le hacen falta reparaciones.
—Ya puedes cerrar la boca—habla fría—mi habitación está arriba, sube antes de que uno de los demonios te vea—refiriéndose a sus hermanos menores comienza a subir, Moore se sujeta de la barra de madera—No apoyes tus manos de hombre en el pasamanos, mi madrastra odia las huellas digitales
—¿Es una delincuente?—ahoga una risita pero la pelirroja solo pone ojos en blanco siguiendo su camino—Hey, estaba bromeando.
—¿que mierda haces aquí?—cierra la puerta para después apoyarse en ella e interrogarlo—¿porque pides mi dirección?
—Porque tú no me la quieres dar—se defiende—¿Porque no me lo dijiste antes? ¿Eres becada?—ligeramente entrecejo
—¿Es broma? Tu padre prácticamente construyó el college, gente como tú hacen mierda a gente como yo—parpadea perplejo—Tan solo mira como tratan a ámbar que es millonaria o a Matteo que es el hermano de Delfina...no imagino como me apuntarían todos esos idiotas y no quiero saberlo
—Oye, sabes que yo jamás te juzgaría. Creí que éramos amigos
—¿Hablas enserio?—rasca su nuca bajo aquel rodete desordenado mientras él asiente obvio—o sea que no viniste hasta aquí para burlarte de mi...
—No me jodas—la codea con diversión—eres mi mejor amiga y la única—gaston ríe bajo su chaqueta de piel blanca—vine porque no confías en mi como yo lo hago, todo lo que hemos charlado de mi familia son mierdas que podrías utilizar para demandarlos y meterlos a la cárcel. ¿Crees que te lo diría si no confiara en ti?
—Más te vale no contarle a nadie sobre esto—habla avergonzada después de un suspiro
—No pensaba hacerlo—el varon ensancha sus labios para después levantar las cejas con impresión a juzgar por los golpes demandantes en la puerta, la cual se abre dejando ver a una mujer adulta
—¡Jimena! ¿Qué haces en casa? Creí que cuidarías a los Jonson esta tarde
—Si pero cancele porque tenía que estudiar es temporada de parciales y si quiero mantener la beca debo tener una media de 5 en todas las materias. Creí que eso es lo que querías—habla con nerviosismo mientras gaston la observa con detenimiento
—Lo que quiero es plata para pagar el alquiler, trabajo todo el día para mantenerte al menos podrías devolverme las 200 libras que gastaste para el nuevo uniforme ya que eres tan inútil que el anterior lo perdiste en la lavandería—explica con un tono demandante a lo que su hija traga en seco—busca la manera de devolverme ese dinero Jimena, en vez de pasar la tarde con un chico—señala
—Este chico viene a pagar las 200 libras—sin pensarlo saca su cartera tomando los billetes necesarios para después extenderlos hacia su madrastra—se los debo por su ayuda con el pasado parcial, sino fuera por ella reprobaría latín así que...aquí está
—¿Que haces?—frunce el entrecejo mientras habla en un susurro—gaston—la mujer acepta confundida mientras mira a su hija con detenimiento
—Vale...gracias supongo—asiente sin problemas—estaré abajo por si necesitan algo—avergonzada sale de la habitación y al momento en que la puerta se cierra jimena empuja al chico por el pecho
—¡No quiero tu caridad!
—¡Auch!—se queja—no es caridad, solo trato de ayudarte. Ya te la sacaste de encima un 'gracias' no estaría nada mal—bufa elevando la barbilla
—Gracias...pe-pero no vuelvas a hacerlo—asiente—pudo pagar mis propias cuentas ¿okey? No necesito que me salven
—Okey relájate—coloca una mano sobre su hombro—vengo con mejores noticias. Parece que Benicio si le pone los cuernos a su novia con la mejor amiga de Yamila
—Emilia tenía razón ¿y qué harás?
—Contarle a mi futura novia—guiña un ojo coqueto a lo que ella hacen un mohín de labios sin poder creer el empeño que ha dado a la apuesta—no puedo esperar para salvarla de ese idiota
—Te interesas demasiado ¿no crees?
—Hey—chasquea los dedos—yo nunca pierdo
—Cuidado, no sea que el que se enamore seas tú...
>>>
Una maravilla estar de vuelta! Ahora me encuentro actualizando la trama por lo que los siguientes capítulos ya publicados anteriormente pero prometo que les volará la cabeza
Besos 😘
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