| Episode 7 |
Residencia Hemsley
Mismo jueves
—Me estas mareando—con el ceño fruncido ante las palabras confusas de la rubia, Matteo se mantiene sobre el sofá decorativo en el interior de su habitación con el ceño fruncido ligeramente
—Bueno es difícil ¿okey?...Tengo miedo—continúa sacudiendo las manos mientras recibe indicaciones por parte de Emilia—¿segura?
—¿Con quien hablas?—ámbar suspira puesto que en el auricular la hermana de Ramiro se encuentra tranquilizándola y dándole valor—¿estas en una llamada? ¿Que carajos ámbar?
—¡Matteo lo estás haciendo más difícil de lo que ya es!—frustrada se deja caer sobre la cama mientras el chico de rulos perdidos pone ojos en blanco dando vueltas en la silla giratoria
—Tomate tu tiempo...—bufa acomodándose en el respaldo como si estuviese a punto de tomar una siesta
—Me gusta un chico ¿vale?—con una sonrisa de confusión el chico ladea la cabeza sin creerlo pues creyó que este día nunca llegaría—pero no puedo estar con él porque no sería correcto
—Correcto—repite meditando sus palabras—¡no me jodas! ¿Es Simón? Ámbar no puede gustarte ese imbecil, después de todo lo que te dijo y ha hecho desde primer grado
—Matteo yo--
—¿Te volviste demente? No voy a permitir que tengas sentimientos por alguien que es capaz de lastimarte y...—continúa hablando sin parar con furia mientras ella se marea por sus gritos y los de Emilia al teléfono rogándole que hable de una vez o todo se saldrá de control
—¿¡Quieres bajar la voz!?
—Eres una masoquista—señala y entonces la rubia saca los auriculares con molestia sin poder pensar en las próximas palabras que salen de su boca
—¡No es Simón, eres tú!—silencio—¿¡Okey!?...tú me gustas desde hace mucho pero no tenia el valor para decírtelo hasta que no pude más y es por eso que necesito que me escuches antes de que--
—¿que dices?—dejando su trasero sobre el sofá la de ojos azules tan solo esconde el rostro entre sus manos avergonzada—ámbar...
—digo que estoy enamorada de ti y lucho todos los días por no estarlo pero es imposible, no tienes idea los celos que me daban cada vez que mencionabas a Emilia y cuando comenzaron a pasar mas tiempo juntos sentía que perdía mi oportunidad hasta que--
—ámbar yo..tú, nosot-nosotros--
—no quiero saberlo solo necesitaba sacarlo y da igual podemos seguir siendo mejores amigos nada tiene que cambiar entre nosotros si tú no--
—ya cambió—parpadea perpleja ante sus palabras—no puedes sentir algo por mi, somos como hermanos...tú...—bufa aún sin entender puesto que no lo vio venir y ahora mismo nada tiene sentido
—las cosas pueden ser como antes, si tú no sientes nada lo entiendo pero--
—¡No quiero que sean como antes!—con dureza la rubia traga intentando sacar el mal sabor que Matteo le ha dejado pues creyó ser fuerte y estar preparada para la confesión pero sus palabras son demasiado hirientes para un corazón enamorado—no quiero ser a quien le ocultas algo como esto...no quiero ser el idiota que no se dio cuenta
—Estas sobreactuando--
—¡Estoy siento lo más cuerdo posible!
—¡Si te callas y me dejarás hablar te darías cuenta que todo esto no tiene que ser el fin del mundo. Que a mi me da igual sino sientes lo mismo pero entiende que yo no decidí enamorarme de ti, simplemente sucedió y yo--
—¡No quiero saberlo! No puedo..no puedo imaginarlo ámbar—niega con la cabeza sin poder retener su confusión en lo absoluto mientras por otra parte la rubia muerde su labio inferior hasta casi sangrar. Dos toques de puerta la obligan a limpiar la pequeña lágrima que cae por su mejilla
—Ámbar cariño—asomando la cabeza por la puerta la madre del joven sonríe ante la chica conmocionada—¿te quedas a la cena cierto?
—Gracias pero no puedo, mis padres me esperan—con nerviosismo recoge su bolso del suelo siendo incapaz de mirar al de piel blanca a los ojos
—Oh bueno otro día será, Matteo acompáñala a la puerta
—¡No!—aclara su garganta y presiona los párpados conteniendo sus lágrimas—Esta bien no será necesario, conozco la salida...
Solo en su habitación Matteo camina dando vueltas por todos los rincones intentando unir las piezas de todo lo que acaba de suceder y se pregunta ¿como podrían ser las cosas como antes? Es imposible volver el tiempo atrás para enmendar ciertos errores pero lo cierto es que nadie elige de quien enamorarse o de quien no.
Residencia Waldorf
Viernes | 8:40 pm
—no has hecho tu ensayo de literatura—con la vista en la plataforma escolar la rubia levanta la voz mientras se encuentran en el balcón de la habitación del azabache, estudiando
—lo se
—tienes que hacerlo Ramiro, con ese proyecto van a promediar la mitad de tu calificación—hace una mueca
—lo se—repite manteniendo toda su atención en la hoja de un libro pues en su mente ese ensayo no será un problema teniendo en cuenta lo mucho que ama la literatura
—estas repitiendo lo mismo
—lo se—suelta un suspiro exasperado entrando a su habitación para después caer sobre su cama de espaldas y mirando al techo mientras enciende un cigarrillo. Yam lo duda por unos segundos hasta que deja de vacilar yendo a su dirección y copiando su acción
—Eso es malo para ti ¿nadie te lo ha dicho?—mirándolo por el costado mientras este exhala el humo de menta hacia el techo, pregunta
—Si, todos lo hacen—no la mira en ningún momento pues tan solo se dedica a seguir fumando acostado sobre su cama
—baja tu rendimiento deportivo—la rubia continúa hablando mientras se pierde en el techo decorado de la habitación, el silencio reina por unos segundos hasta su corta respuesta
—lo se—asiente seguro de ello
—deberías dejarlo—intenta dar un consejo a pesar de no ser tomada muy en cuenta los últimos minutos
—lo se—el azabache bufa con un poco de fastidio
—repites lo mismo de nuevo...
—lo se—sonríe por fin girando la cabeza a su derecha y encontrándose con el rostro de Yamila quien espera expectante a que continúe hablando—¿quieres probar?
—por supuesto que no—frunce el entrecejo ligeramente a lo que él pone ojos en blanco con diversión
—anda—acerca el cigarrillo con cautela—no va a matarte, lo prometo—pensando que se arrepentirá toma el tubito entre sus dedos—inhala...—lo hace fallando por completo y tosiendo por el picor de su garganta cosa que obliga a Ramiro a reír con diversión
—¿como soportas eso?
—se siente bien—mueve los hombros sin importancia volviendo la mirada al techo mientras sus hombros chocan recostados sobre el edredón
—Tienes los nudillos lastimados—dando un vistazo a los pequeños moretones enarca una ceja
—Es por el boxeo—resta importancia—Delfi me dijo que tú madre es Stella Blue
—¿que?—traga en seco pues no tiene idea de cómo se enteró—¿quien más lo sabe?
—Jazmín escuchó, seguro todo el college ¿te molesta?—la rubia tan solo bufa acariciando al pequeño gato que ronronea sobre ella
—un poco—levanta al felino entre sus manos acariciando constantemente—no me gusta llamar la atención...prefiero pasar desapercibida a contrario de lo que solía ser mi hermana—sonríe melancólica hacia el animal mientras Ramiro la observa con intriga
—Ya...¿No comerás?—agradece el que cambie de tema aunque esté tampoco le parece cómodo—puedo pedirle a gloria que cocine algo, ya es tarde y aún nos falta franc--
—No tengo hambre además mi familia me espera—responde mirando la hora
—llevas aquí toda la tarde y no has comido nada—frunce el ceño puesto que solo la ha visto tomar agua y ni un pedazo de algún sólido
—desayuné en el College—resta importancia recostando al gato en su pecho mientras gira la cabeza para encontrarse con una mirada confundida y un tanto molesta
—Si, una manzana ¿porque te matas de hambre?
—No sabes lo que dices—responde con gran molestia cosa que lo contagia y entonces habla sin importarle lo incomoda que la haga sentir pues cree saber que es lo que sucede
—Claro que si, apuesto a que estás tan obsesionada con el peso que te la pasas tomando líquidos, no creas que no he notado cuando tiras la comida sin que tu amiga se de cuenta
—No me conoces Ramiro mejor no digas nada—sin ganas de continuar se levanta de la cama en dirección a la terraza para tomar sus cosas con rapidez
—¿Te vas?—camina sin detenerse abriendo la puerta hacia el pasillo—¡Hey!—baja la escaleras apresurando—Tenemos examen de francés, debes ayudarme
—el lunes vemos—sin ganas de continuar charlando abre la puerta principal saliendo disparada mientras el de rulos tan solo niega con la cabeza mirándola entrar a su auto con nerviosismo
Blackfriars Bridge | Manchester
—El tráfico es horrible en esta zona—delfi bufa con molestia mientras teclea la pantalla de su celular intentando obtener una respuesta por su hermano aunque lo único que él hace es dejarla en visto—encima llueve
—parece que estaremos varados por un largo tiempo—señala metros al frente en donde un choque automovilístico es enfrentado por la policía mientras aquel paso se encuentra cerrado
—No puede ser—con una mano revuelve sus mechones, la frustración le gana y no le queda más remedio que llamar a Matteo. La puerta se abre y cuando menos se da cuenta Gaston ha salido en mitad de los autos—¿¡Que haces!? esta lloviendo entra ahora
—¡ven aquí!
—¡no voy a mojarme, entra de una vez realmente necesito llegar a mi cena familiar!—frente al parabrisas el varon sonríe empapándose por completo mientras abre los brazos
—Me gusta la lluvia—asoma la cabeza desde la puerta del conductor mientras ella se aferra a la contraria intentando no obtener ninguna gota de agua en su atuendo
—puedes verla por el parabrisas
—me gusta sentirla—habla sin preocupaciones a lo que ella solo hace una mueca y entonces el ríe con suavidad creyendo por décima vez que necesita relajarse—ven conmigo—niega de inmediato—anda, quiero que veas el mundo como yo...
Estira la mano a su delante mientras delfi se relame los labios indecisa pues nunca fue la chica que saltó sobre un charco de agua para jugar y reír a carcajadas cosa que la hace revolverse incomoda como Gaston poco a poco saca una faceta de ella que no conocía y de pronto parece estar dispuesta a sujetar su mano.
—no le veo lo divertido—el comienza a reír mientras la pelinegra coloca sus manos sobre la cabeza intentando no mojarse pero es imposible. Por su parte el casi rubio empuja su hombro con gracia—no vuelvas a empujarme
—vamos debes reír más seguido y disfrutar, no hay nadie que te vea en este momento—con molestia ella tan solo carraspea pasando una mano entre sus mechones pues ya se encuentra empapada por la lluvia que no se detiene—podemos hacer lo que queramos
—Podemos regresar al auto—gaston bufa con una sonrisa a lo que ella espera su respuesta pero al no obtenerla deja caer sus brazos mientras se avergüenza por las miradas de algunas personas dentro de sus automóviles lo que la obliga a tomar una bocanada de aire para después intentar entrar al automóvil
—No no no no—Delfina presiona los párpados al sentir su mano detenerla con rapidez—¡Bailemos!—la deja confundida para después ir al interior del automóvil y encender la radio
—¡Nos estas avergonzando, baja el volumen!—al contrario lo que hace es subirlo al máximo entonces con cautela el casi rubio toma su cintura—¿porque ciento que voy a arrepentirme por eso?
—Es solo un baile...
—Si, a mitad de una autopista mientras todos nos observan y seguramente hay un hombre moribundo dentro el automóvil que la policía inspecciona—habla sin sentimiento alguno a lo que él intenta contener su sonrisa
—Que frialdad la tuya, eh—se acerca un poco más girándola entre sus brazos—te imaginaba más...Barbie Californiana
—Odio la playa—abre los ojos de par en par—arena por todas partes, agua salada...ugh de sólo pensarlo me hace querer sacarme los ojos
—No dejas de sorprenderme
—Al contrario tú eres bastante predecible—la pelinegra eleva su ego causándole una idea que podría ser de mucha ayuda para concluir su noche
De un segundo a otro Gaston toma su brazo izquierdo con arrebato sin dejarle opciones cuando une sus labios en un beso demandado, ella intenta separarse pero hay algo en sus labios que la hace querer continuar por lo que con sus manos femeninas envuelve el cuello del varon juntando sus cuerpos.
El casi rubio pasea las manos por su cintura sonriente entre besos pos haber logrado su objetivo de la noche, no puede esperar a contarle a Jimena sobre su logro aunque parte de esa emoción profundamente tiene que ver con la personalidad de esa chica pelinegra que le resulta completamente interesante
Residencia Hemsley
Una hora después
Con la ropa empapada por la lluvia y los tacones en mano Delfina entra a la propiedad cautelosa y deseando al mismo tiempo que sus padres no le jodan la noche tan extraña que ha pasado con Gastón a quien poco a poco le parece menos irritante.
—¡Shh!—el pequeño Yorkie ladra sin cesar mientras el corazón de la pelinegra palpita de manera acelerada mirando de lado a lado—¡basta, cierra la boca Dolly!—grita en un susurro
—¿Delfi?—demasiado tarde pues su madre ya se mantiene indignada—Llegas tres horas tarde y encima pareces salida de un manicomio ¿que sucedió con tu ropa?
—Jazmín y yo íbamos en el auto y comenzó a llover no fue mi culpa además había accidentes de tráfico lo juro—con el maquillaje corrido y los mechones soltando gotas de agua Matteo comienza a reír burlesco
—No sabía que llovía dentro de los automóviles—su hermana pone ojos en blanco automáticamente—¿no era que jazmín salía de la ciudad?
—No, no salió de la ciudad. Además ¿tu que sabes? Si nadie del college te conoce ¡freak!—ante de responder el sonido de un motor se hace presente metros lejos por lo que el chico de inmediato asoma la cabeza tras el ventanal del salón principal
—¿Acaso eso fue una motocicleta?—delfi toma a la cachorrita en sus manos bajo la mirada confusa de su madre—¿Gaston Moore? ¿Le estas poniendo los cuernos a Benicio? Vaya caes cada vez más bajo
—¡Vete a la mierda!—con molestia lanza su bolso sobre el
—¡Matteo! No se que te sucede pero desde que se fue Ámbar estas con un genio que nadie te soporta, sube a tu habitación y déjame hablar con tu hermana—a regañadientes la mujer frunce el entrecejo pues es verdad que su hijo se encuentra muy distinto
—No me sucede nada, ademas ¿porque carajos tienes que nombrar a Ámbar?—molesto al escuchar su nombre responde a la defensiva
—Que tengas problemas mentales no significa que todos debamos lidiar contigo, idiota—la pequeña mascota ladra pues siempre siendo su favorita en momentos de elección entre hermanos
—Yo me largo
—¡No! Yo me largo—sin poder detenerlos ambos hermanos suben por escalaras contrarias y una noche más de cero conexión familiar
Alain Ducasse | Restaurants
10:59 pm
Risas y charlas a gusto ambas familias Moore y Blue pasan un agradable rato en uno de sus restaurantes favoritos llevando toda su atención a la querida Tania y su nueva vida universitaria. Gaston con el cabello casi seco obtiene una mirada desaprobadora de la prometida del señor Blue.
—¿Te gusta Columbia?
—Es precioso Shanon, no pude haber escogido mejor universidad—la rubia de cabellos lacios sonríe con los ojos verdes abrillantados mientras los adultos sonríen ante ella—la plantación institucional es grandiosa
—Ya lo creo, los estudiantes son brillantes—hace un corte perfecto al pedazo de bistec en su delante para después suspirar con pesadez—Sus planes para el futuro valen la pena de verdad...
—Porque no mejor dices que las artes no lo valen, se nota que quieres restregármelo a la cara—el casi rubio deja caer sus cubiertos provocando un ruido no tan placentero a lo que Yamila levanta la mirada
—No quise decir que no lo vale, más bien que eso no es una carrera. Si tanto quieres perder el tiempo puedes añadirla como hobby, Dartmouth tiene extracurriculares—sonríe irónicamente
—Nunca quise ir a Dartmouth y lo sabes—toma su copa de vino tinto para unos cuantos tragos mientras frente a él Yamila pasea el tenedor de porción en porción pero sin ingerir un bocado
—Está delicioso—Stella habla en voz baja hacia ella pero la rubia solo puede hacer una mueca de conformismo—come de una vez—demanda brusca cosa que la irrita de inmediato
—Aún tienes este año para cambiar de opinión a veces son gustos pasajeros—interviene Tania con superioridad—como Yamila, ya sabes, sus desordenes alimenticios vienen y se van...
Enrabietada se levanta de su sitio haciendo rechinar la silla y de un momento a otro toma su copa de vino tinto para derramarla sobre el rostro de su hermana pues aún sabiendo lo difícil que ha sido para ella lidiar con los ideales de la sociedad lo ha dicho sin tacto alguno.
—Siempre es un placer verte hermanita—sonríe falsa para después lanzar su plato entero hacia su vestido y salir dando pisoteadas con la mitad del restaurante mirándola desaparecer
—Que vergüenza—el padre de las blue y su nueva prometida comparten miradas mientras Tania mantiene la boca abierta de la impresión y molesta se levanta en dirección al tocador
—El rojo te queda bien—sonríe descarado ante su prima quien carraspea molesta—parece que no tengo nada más que hacer aquí
—Ni se te ocurra, Gaston—advierte su madre a lo que el solo enarca una ceja colocándose sus auriculares, sube todo el volumen y toma la botella de champán para sacarla del restaurante junto a él
* * *
—¡Eso fue increíble! Tania quedó en shock, le diste su merecido ¿eh? Llevaba la mitad de la cena diciendo indirec...¿te encuentras bien?—niega sacudiendo las manos de lado a lado
—Es una maldita—se sienta en la equina de un monumento metros lejos de la entrada—sabe lo difícil que es para mi y me jode todo el maldito tiempo. Y no debería hablar de esto contigo, somos familia pero ni siquiera nos conocemos
—¿Sabes que necesitas?—levanta la mirada mientras el sonríe—uno de estos—de su bolsillo levanta un cigarrillo de hierba a lo que ella ríe sin poder evitarlo
—Eres la segunda persona que intenta enviciarme, no gracias—con ambas manos limpia sus mejillas pues lidiar con ansiedad no es nada sencillo
—Hagamos un trato: tú fumas un poco, te relajas y yo te cuento sobre mi vida e intentamos ser familia por primera vez—enarca una ceja pensativa pues tal vez no es tan mala idea tener un amigo más a parte de Nina
>>>
Esto me inspira cada día más 🤍 en el próximo conoceremos más sobre mis hermanos favoritos...
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